Mi constelación, mi vida,
mi amado: El destino nos unió
una noche nublada y de truenos
en nuestras almas. Vidas llenas
de tornados, huracanes y malos
tiempos era lo que había, pero una mañana me levanté, tú estabas
en mi corazón esparciendo polvo de estrellas en mi alma y dando color
donde habitaba el dolor.

Te miro cuando estás lejos y
pienso que: Tú eres mi día,
mi futuro, mi siempre, mi todo.
Eso y más.

Nunca había tenido una
definición de felicidad,
ahora lleva tu nombre,
porque es tanto amor que
no cabe en mi pecho.

Y sé que no puede ser, que
está sobrevalorado en estos
tiempos modernos, mi amor
no es posible dirás, pero lo es.

Tan real, tan palpable que
asusta. Entonces debería estar
tranquila al encontrarte luego
de buscarte en distintos rostros
y cuerpos. Mi amor crece
cada segundo.

No, no tengo miedo de qué
pasará, ya nunca más lo tendré.

Mi amor, mi galaxia, mi universo. Convertiste a una pobre
chica en una hermosa Luna,
si eso no fue un milagro,
¿entonces qué fue?

Tú creaste a esta mujer, la complementaste con tus
manos como lo haces con
todo lo que tocas sin saberlo
y brote de ti como una rosa
suave en el amanecer.

Me convertí en carne y hueso.
Sentí algo puro y sano,
¿qué más podía pedir?
Sin antes no tenía nada.

Mi amor, lo único que temo
es perderte y ni a eso, porque
ya no soy más yo. Me he
convertido en uno contigo,
en una sola alma, un solo
suspirar y un solo soñar.

Mis ojitos de estrellas,
siento la brisa de nuestro
amor que nació en el universo
acariciar mi rostro mientras
escribo ésto.

No sé si lo leerás, escuchó tu
voz dentro de mi corazón,
pronto llegarás a mí sin saber
que te escribo a ti.

Te echo de menos aún
cuando estás a mi lado,
las horas vuelan cuando
estamos cerca ya no lo veo
extraño me he acostumbrado
a ello.

¿Te das cuenta? Nuestra historia
no comenzó color de rosas,
sino con estrellas y cometas.
Así la aceptamos y nos gustó
porque era nuestra. Solo tuya y mía.

Tú eres mi aliento, y mientras
respires sentiré el aire de la
vida llenar mis pulmones.
Yo estoy dispuesta a vivir por
los dos, porque ésto que siento
no es cualquier amor; es un amor eterno que nació junto a nuestra constelación.

Obra registrada.
Edición 2021 (10 de mayo)