IV. | Aquel circo.
Para cuando todos han terminado de comer, Tommy y Sammy desean seguir viendo el álbum que encontraron de sus padres.
Peter prepara un poco de chocolate caliente, debido a que el clima frio que comienza a sentirte gracias a la tormenta que comienza a aumentar por fuera.
Toma algunas galletas y las lleva a la sala, donde lo esperan sus niños. Tony prefirió ir a dormir, ya que se encontraba agotado. Últimamente el mayor no tiene toda la energía del mundo, él sufre del corazón desde hace tiempo, lo cual hace que Peter este en constante preocupación, no quiere hacerse a la idea que pronto tendrá que decirle adiós.
—¿Seguiremos viendo el álbum, Papá? —La pequeña Sammy pregunta, mientras toma una de las galletas.
Peter le sonríe quitando esos pensamientos de su mente.
—Por supuesto.
Los tres ven una a una de las fotos.
Todas eran de ellos cuando no eran mas que mentor y pupilo, quizá hasta amigos. No lo sabía con certeza, lo que sí sabe es que desde esos días ya amaba a Tony Stark, hasta la actualidad se pregunta si desde ahí también el mayor sentía algo por él, ya que nunca llegaron a tocar ese tema. ¿Desde cuándo Tony había sentido cosas hacia él?
—¡Woow! —Tommy y Val se quedan sorprendidos al ver unas fotos de Spider-Man haciendo acrobacias entre luces neones y arcos de fuego.
Peter mira la foto y sonríe. No recordaba la existencia de esas fotos hasta ahora.
—¿Cómo hiciste eso, papá?
—Sí, cuéntanos como hiciste eso.
—Bien, les contare, solo dejen recuerdo, tiene tanto tiempo esa foto que había olvidado su existencia.
Los niños se acomodan y prestan atención a la anécdota de su padre.
º º º º º
Tony se encontraba terminando un nuevo prototipo de su armadura, hasta que fue interrumpió por F.R.I.D.A.Y., quien le indico que debía comer algo, ya que llevaba más de 14 horas sin ingerir algún alimento y eso podría hacerlo enfermar.
Subió a la sala de estar de la torre, pensaba en que podría comprar, fue entonces cuando el pequeño arácnido entro a la par de él.
—Hola, Sr. Stark, ¿Cómo se encuentra? —El chico le sonrió y Tony correspondió a la sonrisa, le alegraba ver al chico de sobremanera, le daba un toque distinto a sus monótonos días.
—Mocoso —saludó—. Creí no que vendrías por la Universidad.
Peter tomó asiento en uno de los sillones.
—Oh sí, yo también lo creí. Pero pude terminar con mis deberes antes, así que decidí venir.
Tony asintió y tomó asiento frente a él.
— Bien...Iba a pedir algo de comer ¿Gustas algo?
Peter se paró rápidamente.
—No, no, no, de hecho traje esto.
El mayor recibió la bolsa que el castaño le extendía. Eran hamburguesas, las favoritas de Tony.
—Gracias, chico.
Ambos se acomodaron y comenzaron a comer en silencio, tenían una buena relación, aunque normalmente se quedaban sin algo de lo cual hablar, Peter no quería dejar al descubierto sus sentimientos hacia el mayor y Tony se sentía extrañamente diferente al lado del menor, se sentía en calma.
—¿Cómo va la Universidad? —cuestionó el mayor, rompiendo el silencio.
Peter se pasó el último trozo de su hamburguesa y volteó hacia su mentor.
—Bien. ¿Y cómo va el nuevo prototipo?
—Bien.
Ambos se miraron sin saber que más decir.
Fue entonces cuando el teléfono del castaño comenzó a sonar. Por el tono personalizado supo de quien se trataba.
—¿Le molesta si respondo?
—No, estás en tu casa.
Peter respondió.
—¿Qué pasa, Harley?
—¿Dónde estás? —Sonaba emocionado.
—En la Torre.
—¿Con Tony?
—Sí.
—Le llevaste de comer, ¿Cierto?
Peter se ruborizó ligeramente, hecho que no pasó desapercibido por el mayor, quien solo se preguntó el motivo por el cual se puso así. Ideas como Harley y Peter saliendo se formularon en su cabeza.
—Sí, eso mismo. ¿Sucedió algo? ¿Necesitas que vaya contigo?
Tony frunció el ceño.
—No, lo que pasaba es que vino un circo a la ciudad, el mayor circo de todos. Y quiero que vayamos. ¿Te gustan los circos?
— Nunca he ido a uno.
—¿Eso es un sí, bebé?
Peter rio ante el apodo.
—Es un sí, "Bebe". —Respondió usando el mismo apodo a modo de juego.
Harley rio al otro lado, mientras Tony fruncía aún más el ceño.
—Te veo mañana, ponte sexi.
El menor colgó y miro a Tony, quien parecía estar molesto.
—¿Le pasa algo, Sr. Stark?
El mencionado reacciono y se puso de pie.
—No, solo me quede pensando en algunas cosas. ¿Vienes mañana para comenzar con las mejoras del Iron-Spider?
—Oh, no. —Lo miró nerviosamente, no le gustaba decirle que no a Tony, pero ya había quedado con Harley—. Saldré con Harley. Lo siento...
—Está bien, igual tenía algunas cosas que hacer.
Peter asintió.
º º º
Al igual que el día anterior Peter había terminado sus deberes a tiempo, se vistió cómodamente y fue hacia la torre, el cual era el lugar donde Harley estaba viviendo. Al llegar vio un médico salir.
Se preguntó el porqué de que un médico saliera de la torre, ¿Sera que Tony había enfermado? Apresuro su paso y vio al mayor. Suspiró cuando notó que se veía bien.
Perfecto, en realidad.
—Sr. Stark. ¿Por qué vi a un médico salir de aquí?
—Harley enfermo, solo es una gripa, pero parece que se está muriendo. —Se ríe.
—Iré a verlo.
—Oh, no te molestes, está durmiendo, dijo que cuando vinieras te dijera que checaras tu móvil.
Peter busco su móvil en su bolsillo. Entonces vio el mensaje.
"Creo que estoy en mis últimos días de vida. No podré ir al circo, lo siento. Quizá Tony podría ir contigo. ;)"
Peter suspiró, descartando la idea de Harley al instante. ¿Por qué Tony querría ir con él al circo? Le hubiese gustado ir, ya que nunca había asistido a uno, pero no tenía caso ir solo.
Tony notó la cara triste de Peter.
—¿Qué sucede? En verdad está bien, solo es una gripe.
Aun contenía la risa, le parecía divertido el cómo Harley parecía morir por una gripe.
—No es eso. Es solo que... nada. No pasa nada.
—¿Es sobre el plan que tenían de ir al circo?
El menor lo miro con duda.
—¿Cómo lo sabe?
—Harley lo menciono ayer. —Se detuvo por unos segundos y lo soltó sin pensarlo tanto—. ¿Quieres que te acompañe?
—Sí. —Respondió rápidamente—. Digo, si usted quiere, aunque creí que tenía planes.
—Oh, no. No es problema, solo dame unos minutos y nos vamos.
Asintió y el mayor lo dejo por un momento.
Peter tenía una gran sonrisa, ¡Iría con Tony al circo! Quizá después de todo no fue tan malo que Harley se enfermara, solo así podría pasar tiempo con Tony sin necesariamente tener que estar en taller, aunque tal vez sería algo incómodo, no sabía cómo portarse con él.
º º °
Después de una hora se encontraban a las afueras de la gran carpa, una gran multitud se encontraba en el lugar, demasiada gente junta para el gusto de Tony. Los puestos de golosinas se encontraban repletos y Tony no sabía qué hacer en ese lugar, miró a Peter quien lucía igual de confundido que él.
Tony colocó su mano sobre la espalda baja de Peter.
—Vamos.
El menor se dejó guiar, después de un rato comenzaron a desenvolverse un poco, Tony compró muchas golosinas para Peter y para él: donas, gomitas, palomitas y refrescos.
En la taquilla para comprar los boletos había una gran fila, lo cual molestaba a Tony.
—Espera aquí, chico.
Peter espero algunos minutos, preguntándose sobre si era real lo que pasaba. El saliendo con Tony. Un día lo admiraba, compraba posters, revistas y artículos con el rostro de el. Y ahora venía con él a una especie de... ¿cita?
La vida trae grandes sorpresas.
Suspiró cuando lo miró regresar con las entradas.
—Creí que tardaría más, Sr. Stark.
—Solo tuve que pagar las entradas de los que estaban formados para que me dieran rápido las de nosotros. Listo, fácil y rápido.
Peter sonrió, ya no le sorprendían estas situaciones, porque claro. Tony Stark podía darse ciertos lujos.
Una vez dentro, fueron a sus lugares, los cuales eran los más cercanos al escenario. La mayor parte de la iluminación era fosforescente, lo cual hacia que se viera muy atractivo el evento. A lo lejos podía observar a los acróbatas preparándose, algunos payasos pasando entre el público y malabaristas en el centro.
Al iniciar la función, salieron los traga fuegos, quienes simulaban sacar una llamarada de su boca, lucia majestuoso la forma y los movimientos que los hombres hacían al sacarlo, el cuidado y la técnica que usaban para no salir quemados en el proceso, inclusive Tony miraba el evento sorprendido.
Y no es para menos, es un arte cada movimiento. El cuidado y profesionalismo al ser precisos, elegantes y atractivos. Al terminar el espectáculo de fuego, salieron sujetos vestidos de un traje a rayas negro y blanco, lo cual Tony no supo distinguir.
—¿Qué se supone que son?
—Mimos, hace mímica, hace movimientos con sus cuerpos, es divertido. —explicó Peter.
Una mujer al lado de Tony interrumpió.
—No es divertido, es un arte dramático del movimiento, representa una historia a través de los movimientos del cuerpo. Es... interesante.
Tony miró con interés a la mujer, era muy atractiva. El menor al darse cuenta rodo los ojos y se enfocó en el espectáculo.
Había pasado más de media hora y mientras más pasaban los minutos, Peter quería largarse del lugar, no por la función. La función era buena, mejor de lo que esperaba. El problema era que Tony no había dejado de coquetear con la mujer.
Se supone que tenía que pasar tiempo con él, no con una mujer desconocida. Tal vez no fue tan buena idea que fuera su compañía.
—Y para cerrar con este gran espectáculo, los acróbatas nos deleitaran con su arte. El cual dará comienzo en breve. — Escucho la alta voz del lugar.
Peter observó a Tony, quien estaba demasiado cerca de la mujer, cosa que terminó por colmar su paciencia, se puso de pie y se fue de ahí, tenía que hacer algo para llamar su atención.
Fue entonces cuando una idea cruzó por su cabeza.
Para su buena suerte traía su Iron-Spider, se dirigió hacia atrás del escenario cuidando que nadie lo viera y se lo colocó, su vista se dirigió hacia donde se encontraban los acróbatas, fue entonces cuando arrojo una telaraña hacia lo que sostenía la carpa y aterrizo frente a los demás, quienes se acercaron a él para mirarlo sorprendidos.
—¡Spider-Man!
Los acróbatas lo veían con asombro y admiración, entre tanto que decían sin parar Peter no lograba entenderles.
—Esperen, esperen, esperen. ¿Les molestaría si entro con ustedes en el show?
Todos lo miraron sorprendidos, faltaba poco para que tuvieran que salir al escenario y dar un gran espectáculo.
—¿Qué? ¿Tú con nosotros? ¡Claro! —Expreso emocionada una de las acróbatas.
—¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué no los veo alistándose? —Un señor mayor y con una gran barba entro al lugar, al percatarse de Spider-Man abrió muy grande los ojos—. ¿Spider-Man?
—Quiere participar con nosotros en las acrobacias. —Un joven igual de emocionado le respondió—. Dígale que sí.
—¿Cobraras? —cuestiona el señor.
—Eh, no. —responde Peter.
—¡Por supuesto que sí! —Se acercó al arácnido y apretó su mano—. Serás el broche de oro.
El trepa muros asintió contento, seguramente Tony aún no se había dado cuenta de su ausencia.
Los acróbatas le explicaron rápidamente que harían y en qué momento entraría, el resto se lo dejaron a él. Lucia nervioso pero emocionado, independientemente de que lo hacía para llamar la atención de Tony, le gustaba la idea.
El espectáculo de cierre comenzó, todos miraban atentos al show, incluso Tony, que hasta ese momento notó que el menor ya había tardado, lo vio irse, pero creyó que solo había ido al baño o por más dulces.
Pero ya había pasado un buen rato de eso y no había rastro, se alejó un poco de la mujer, quien ya empezaba a hostigarlo. En eso escuchó anunciar el inicio del espectáculo de los acróbatas, al cual Tony comenzó a prestarle atención, ya que en verdad lo impresionaba.
Todos observaban con sorpresa el espectáculo, el lugar oscuro era solo iluminado por las luces neones, y la pintura resplandeciente con la que estaban maquillados algunos acróbatas, era un gran espectáculo entre luces, volteretas, saltos mortales, piruetas y pirámides humanas.
Todos miraron sorprendidos cuando una mujer comenzó a hacer revoluciones en un aro aéreo, moviéndose de forma firme y elegante.
Los gritos aumentaron cuando comenzó la danza área, en la cual hacían revoluciones coreográficas y acrobáticas suspendidas en una tela, entre dos líneas de tela daban rienda suelta a una actividad donde no tienen límites, la mezcla entre lo deportivo y lo artístico.
Se encontraba hipnotizado, le parecía sorprendente lo que hacían, pero se comenzaba a preocupar por el menor, se paró de su asiento y estuvo a punto de ir en busca de Peter, pero lo que escucho a través de la alta voz lo detuvo.
—Y prepárense, porque viene.... ¡Spider-Man!
Tony giró rápidamente al escenario, no podía ser, maldito mocoso. ¿Qué diablos hacia trepado allá arriba?
El arácnido comenzaba a balancearse con sus telarañas y las cuerdas suspendidas que había, demostrando la agilidad que lo caracterizaba, todos miraban sorprendidos, gritaron cuando se arrojó entre un aro de fuego que habían encendido hace no mucho, Tony sintió que le daba un paro cardiaco en ese momento.
Era inevitable para él no preocuparse aun sabiendo que el chico hacia cosas más arriesgadas balanceándose por la ciudad.
Peter termino dando algunos giros en el aire y aterrizando en el centro del resto de acróbatas, todos se pusieron de pie y los aplausos sonaron por todo el lugar.
Spider-Man agradeció, se despidió y salió del lugar.
Mientras, Stark salía rápidamente para encontrarse con el mocoso, lo cual no pudo hacer con facilidad ya que la multitud no lo dejaba pasar. Decidiendo a esperar a que salieran para así no maltratar su costoso traje, no lo quería embarrado de helado o de alguna cosa que algún niño travieso le pudiese salpicar.
—¡Sr. Stark! —Gritó Peter, quien ya se encontraba sin el traje y mirando a Tony salir de la carpa.
—¡Mocoso! ¿Qué demonios hacías allá arriba?
Pete lo miro mal.
—No pensé que le importara, se veía muy ocupado.
El mayor lo veía fijamente, sí, el mocoso tenía derecho a estar molesto. Después de todo se suponía que lo acompaño para que no estuviese solo, y lo primero que hizo fue ignorarlo gran parte del tiempo.
—Si me importas... así que lo siento. No volverá a pasar.
—¿Pasar qué?
—No volveré a ignorarte cuando salga contigo.
—¿Esta insinuando que volveremos a salir? —Se formó una sonrisa.
El mayor rodó los ojos.
—Tal vez, ahora camina.
—Espere.
Tony le lanzó una mirada confusa mientras lo veía alejarse, tardó solo unos segundos cuando volvía con algo entre sus manos.
—¿Qué es eso? —Señalo al sobre que tenía.
— Mírelo usted.
Tony recibió el sobre y saco su contenido, eran algunas fotos de Spider-Man columpiándose dentro del circo.
Tony sonrió.
Sin duda salir con el mocoso era toda una aventura.
º º º º º
—¡Que emocionante! —Sammy fue la más impresionada.
Tommy lucia pensativo.
—Mmm ¿Por qué ya no hay más circos?
Los circos habían dejado de ser populares conforme los años pasaron, la tecnología tomo fuerza y las artes como los mimos y acróbatas pasaron a segundo plano. Fue cuestión de tiempo para que desaparecieran, ahora los únicos eventos parecidos eran demostraciones del avance de la tecnología.
—Los tiempos cambian, Tommy. En fin, ya es tarde, es hora de que descansen. Vamos.
Los agarró de sus manitas a los pequeños llevándolos a su habitación, los arropa y les da un beso de buenas noches para después ir a su habitación con Tony.
Al llegar lo mira con un libro en mano.
—¿La anécdota del circo? —pregunta Tony dejándolo sobre la mesa de noche junto a sus lentes.
—Si. No recordaba esas fotos.
—Ese día lucias increíble. —Se inclina besando la frente de Peter—. En realidad todos los días luces increíble.
—Aprendí del ser más increíble del universo.
—Creo que puedo tomar un porcentaje del crédito... Está bien, tomaré todo el crédito.
—¿No crees que una parte me corresponde?
Tony aparenta pensar y ladea la cabeza haciendo un ademan con la mano.
—Mmm, un poco tal vez.
Peter se ríe y se acerca inclinándose sobre el pecho del mayor.
Ambos se acomodan y apagan la lámpara.
—Linda noche, Tony.
—Descansa, cariño.
Ambos se permiten sentir su calidez acunarlos, los años sí que han pasado y demasiado rápido para ambos.
El sueño los envuelve, esperando un nuevo amanecer.
Siempre juntos.
Publicado: 29/10/2020
Editado: 03/12/2021
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