Dia 1
Terrefild, el paraíso de los cazadores, creí que al mudarme allí por fin podría acechar a presas exóticas, que ingenuo fui, este lugar debería llamarse el valle de la calma.
No me mal interpreten, estar en un pueblo rodeado por uno de los bosques más grandes y vírgenes del mundo es impresionante, pero lo más raro que ronda por aquí son las personas que sacan a pasear a sus mascotas todo el día o la señora de al lado, que ahora mismo está cocinando el mismo pastel que el primer día que llegue aquí... sin dudas un año desperdiciado.
Ya no lo soportaba, rápidamente me cambie y agarre un rifle de alta potencia, calibre la mira y mientras comía un sándwich me adentre en el bosque, que estaba justo detrás de mi casa.
Habré caminado por al menos una hora, ya no me interesaba estar alerta, iba lo más relajado que mi mente me permitía, obsesionado con hacerme con una gran bestia, trepe un gran árbol con ayuda de mi picó con ebillas y me acomode en una rama...
Estando bien apoyado y observando atraves de mi mira, todo lo que pasará por mi campo de visión sería abatido. Hasta que ahí aparecieron, una manada de ciervos liderada por un macho con una cornamenta excepcional se hallaban a unos trescientos metros aproximadamente, rápidamente apunte directo a la cabeza del alfa y me dispuse a dispararle cuando eso pasó...
De pronto el macho movió bruscamente la cabeza a la vez que movía las orejas, algo no estaba bien... saber que había algo acechandolos me emocionaba, a tal grado que mis latidos se dispararon y me descompuse, tome aire y peine la zona con mi mira, hasta que lo vi....
Todos corrieron cuando el ciervo más alejado del grupo cayó... desearía no haberlo visto. El animal estaba siendo devorado por algo que se escondía entre la poca maleza que estaba en el suelo, rápidamente unas grandes orejas de felino se alzaron a la vista, recuerdo que me exsalte al ver que eran blancas, no solo era inusual ver grandes felinos por esas zonas, sino que no conocía ninguna especie con tal color de pelaje. Seguí a esas orejas blancas atraves de los árboles hasta que la criatura se levantó... tal fue mi espantó que retire el ojo de la mira por unos instantes, solo para volver a ver y quedarme aún más horrorizado.
En el momento de shock pensé que era un lunático con orejas de gato, pero descarta la idea de que se tratara de un humano cuando la criatura despedazo el vientre del animal como si fuese papel. Aprovechando que la mira era muy potente, hice zoom hasta que daba la sensación de estar al lado del animal. No sólo tenía unas terribles garras, su cuerpo era alarmantemente humanoide, y poseía unas piernas muy marcadas, solo bastaba con verlo en cuclillas para darte cuenta que tenia mas fuerza que un caballo...
No se porque motivo, pero la extraña bestia repentinamente dejó de comer y luego de unos segundos volteo a verme... era imposible que me detectará con tal precisión estando a esa distancia y sin yo haber hecho algo... pero no importaba. Sentí como nuestras miradas conectaron atraves de la mira, me quede petrificado viendola directamente, pero para mi suerte reaccióne rápido, tape la mira con mi mano para que no reflecte ningún tipo de luz y me tranquilize como pude. He cazado, convivido, y sobrevivido a todo tipo de criaturas en todas las circustancias posibles, pero eso... si que me superó. No podía parar de temblar, así consumido por los nervios volvi a mirar a la criatura, al ver que seguía comiendo no lo dude, me baje directamente y corrí a toda velocidad de vuelta al pueblo, tuve una corazonada... tal vez bajarme y correr tan apresuradamente no fue la mejor idea, pero estoy seguro que si jalaba ese gatillo algo muy malo me sucedería, y tenia razón.
Mi estado físico era bueno y gracias a la terrible adrenalina que tenía no tarde mucho en llegar de vuelta a mi casa, entre despavorido y apenas cerré la puerta me apoye sobre esta, mis piernas cedieron y me senté lentamente en el suelo, tire el arma junto con mi ingenuidad, tantas veces que me adentre confiado a ese lugar, al que ahora le temia, o más bien comenzó a respetar.
Para bien o para mal las cosas no iban a quedar así, más pronto de lo que creí visitaría de nuevo el bosque y esta vez pensaba traer algo más que mi arma y un terrible susto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro