Ya habían pasado 2 años de aquella tragedia que me había separado de aquella hermosa chica (la cual se llamaba Sara), de aquella noche estrellada me la había arrebatado el destino. Me puse a buscar por cielo, mar y tierra el paradero de aquella dama la cual, fue la más especial para mí. Mi mejor amigo y yo habíamos estado buscándola puesto que a él le preocupaba mucho mi estado de tristeza masiva y frialdad que había adquirido al momento de perderla. Él era un experto en computación, no había persona a diez mil kilómetros a la redonda que pudiera ganarle en conocimiento a él. Las investigaciones que el hizo llevaron a dos teorías, una de ellas era que Sara pudo ser víctima de un robo, por el cual el número de ella tal vez no se pudo volver a marcar. La otra teoría (el solo planteo 2 teorías porque él sabía que habían más de diez pero las otras eran muy macabras y tristes para decírmelas) era que tal vez ella fue víctima de una contra señal negativa, que esto sucede cuando una señal de un satélite se desvía, y con esto pierde todos los contactos y registros telefónicos.

La contra señal afectaba también al GPS de mi celular lo cual interrumpía saber dónde está (si es que la opción de la contra señal es correcta) esta teoría no se pudo comprobar porque en mi celular, mi amigo, el cual se llama Carlos Garay, puso unos códigos militares para hacer que no se sospechara en la interceptación de la localización de Sara. Estuvimos investigando en esos 2 años la localización del teléfono, ¡nunca se movió! Se mantuvo en el mismo lugar, Tibecuador. Es ese momento ella se encontraba si era correcto a más de ciento cincuenta millas de mí, solo ciento cincuenta millas para poder estar con ella, se sentía tan mal, dejarlo todo atrás para saber que no estaría allá, pero la calma me estaba volviendo loco.

En esos dos años fui el mejor del colegio, es más me promovieron dos veces, estaba en noveno y en este momento estoy en once, mi amigo no quería ser promovido, pero yo si para poder encontrarla a ella rápido. En esos dos años pude recordar todos los lindos momentos que ella y yo tuvimos, pude recordar varias ocasiones en especial, entre ellas, estaba el día que decidí dar un paseo con ella en el parque donde nos conocimos, fue algo súper especial, pues casi no Salí con ella, tal vez me daba pena de todo el tiempo que ella y yo estábamos juntos en el colegio pero ahora me arrepiento de ese pensamiento.

Ese día fue glorioso para mí, pues ella y yo nos pusimos a reírnos de ese día, pues ese día era una de las mejores tardes que alguien podía apreciar, el sol estaba resplandeciendo, la luna se podía ver por alguna razón, era como si no se quisiera alejar del sol, y quisiera estar junto a él.

Antes de que ella hubiera tropezado y caído a mis brazos me conto que ella tenía mucho calor pues aunque el día estaba hermoso, estaba muy sofocante. Es más ella se iba a quitarse la camisa ya que no había ni un hombre a la vista (de ella), cuando dijo eso nos reímos a carcajadas (lol) y yo le pregunte ¿acaso yo no soy hombre? ella me respondió que tú no eres ese tipo de hombre, ella se rio, pero yo no entendí el chiste asi que fue algo muy incómodo. Seguimos apreciando el día que teníamos en ese momento, era como si fuese parecido a aquel día que nos habíamos conocido. En ese momento me di cuenta que mi mama me estaba llamando y sonó la canción ¨Scream aim fire¨ de Bullet for my valentine. Ella la escuchó y me dio un beso en la mejilla pues a ella le encantaba esa banda tanto como a mí. Luego que conteste la llamada nos pusimos a hablar de cómo la vida nos había re compensado bien por el simple hecho de habernos conocido, de cómo las pequeñas cosas que cada uno de los dos hacíamos nos hacían crecer en una hermosa amistad inolvidable.

Nos pusimos a decirnos poemas entre ella y yo, fue el momento más hermoso de mi vida, jamás sabré si fueron de verdad esos hermosos poemas que ella me dijo pues sus palabras fueron indescriptiblemente bellas y espectaculares, como los dos somos chicos hardcore punks nos pusimos a cantar canciones de Alesana y Sleeping with sirens, fue extremadamente hermoso. Ella me conto que ella tuvo un novio que fue muy malo con ella y que él la engaño con 7 mujeres, al momento que escuche esto me enoje tanto que me puse a llorar, los dos lloramos y nos abrasamos mutuamente, irónicamente estaba escuchando al canción ¨ Annabel ¨ de Alesana. Callo la lluvia y podía sentir su espíritu muy quebrantado, y no podía creer lo que estaba pasando, en ese momento estaba llorando junto a la chica de mis sueños.

Yo le dije que no se preocupara, ese septiembre ya había acabado y nunca se volverla a repetir, ya que ti mereces los mejor por ser alguien tan buena, mágica y especial.

Ese momento ella se rio por lo de septiembre y nos alegramos los dos. Puesto que ya no había motivos para seguir llorando, pasado en pasado. Futuro es contigo. En esa frase ella se había ido llorando pero con una sonrisa muy grande que se le sobresalía mucho. En se momento me sentí más feliz que pez al nadar y creí que mi corazón explotaría pues mi pulso era de ciento cincuenta latidos por minuto.

Cuando había terminado de recordar mi amigo me había estado llamado por treinta minutos y estaba tan concentrado en pensar en ella que había perdido la noción del tiempo. En ese momento le conteste de inmediato, pero no sabía para que me llamaba, no tenía ni idea para que seria. ¡Era mi cumpleaños! lo había olvidado por la investigación, eso explicaba las veinticinco llamadas perdidas que de entrada tenia y los ciento cincuenta mensajes y el sesenta por ciento de una persona, mi madre.

La mayoría decía que donde estaba, que me estaban esperando unos amigos en la casa, ya sabía que me iban a celebrar el cumpleaños pero no tenía ganas de celebrarlo pues Sara ya no estaba para alegrarme la vida con una canción de cuna para estar feliz.

Cuando llegue a mi casa todas las luces estaban apagadas y es algo que ya en si me esperaba, las prendí y allí estaba ella, había crecido unos pocos centímetros, su hermosa cara, tan resaltada y llena de belleza como la recordaba, tenía unas cuantas ojeras lo que me decía que o había tomado un gran viaje y no había dormido o se había trasnochado, tal vez la respuesta seria un poco axioma. Al instante sonríe pues este pensamiento digo yo que duro como siete segundos lo cual duraría cero punto cinco, hice una sonrisa, fue la más larga y profunda de toda mi vida, nos pusimos a llorar al instante al ver nuestras caras, corrí hacia ella y le di un gran abrazo, pues es lo único que se me ocurrió hacer en ese momento, las sonrisas y los sentimientos que sentí en ese momento fueron únicos pues habían pasado dos años sin saber noticia alguna de ella, sin estar con ella, sin compartir experiencias y sin compartir nuestra gran amistad y amor que se estaba fortaleciendo. No se necesitaron decir palabras para que ella y yo expresáramos ideas pues su mirada de ternura me lo decía todo, sus ojos cafés oscuros que me llenaban de más de mil palabras que esos dulces labios expresarían al final.

Al final del cumpleaños (era mi cumpleaños número dieciséis) pedí permiso y ella y yo fuimos al parque donde nos conocimos por primera vez, el que llamamos el parque del golpazo. Hablamos de muchas cosas esa noche, lo primero que hice fue mientras ella estaba distraída recordando fue robarle un beso, al instante se me salió una lagrima de alegría, no podía creer lo que había sucedido, duramos alrededor de 15 segundos en ese beso y después ya era tiempo de hablar.

Lo primero que ella me dijo (porque ella me dijo que tenía muchas cosas importantes que decirme) era que ella se había sentido muy mal, y había intentado por cielo mar y tierra contactarme, pero no pudo, trato de recordar mi número y cada intento era un fracaso más en la lista, me mostro la lista y se le notaba lo viejo, (dos años) lo manipulado y las veces que intento, ¡fueron más de ciento cincuenta!, y uno estuvo muy cerca, apenas lo vi me asombre de lo cerca que estuvo, ¡tres veintiuno, quinientos treinta, treinta y cinco sesenta y tres! Estuvo a un número. Ese último tres por un dos y listo, nos pusimos a reír a carcajadas pero en el fondo los dos estábamos muriéndonos por dentro, un número, nos separó por dos años (un numero nos separó por más de setecientos treinta días, tres cifras vs una, no lo podía creer).

Por alguna razón comenzó a llover y fue la oportunidad perfecta para decirle una hermosa frase antes de continuar, decía asi:

Como el agua llueve del cielo,

Como mi amor crece hacia ti,

Como yo tuve que sobrevivir a un pasado sin ti,

Tú eres lo mejor de mí,

Por favor escucha mi voz, porque jamás te olvidare, mi amor.

Eres alguien realmente difícil de encontrar, jamás te olvidare,

Yo por ti hago literalmente lo que no se pueda encontrar, todo lo invisible,

Yo por ti cantare, la mejor canción,

Aunque ninguna palabra podrá expresar lo exorbitante de tu belleza,

Tú hiciste mi forma de ver el mundo, cambiaste mi manera de ser,

Yo por ti di mi mundo, y tu hiciste lo mismo, algo que realmente jamás olvidare,

La lluvia sigue cayendo y yo te salvare de las gotas de maldad que tiene esta sociedad,

Jamás olvidare el favor que me hiciste al existir,

Como tu vos entra en mi mente y se queda allí para guardar, ¡tú ser!

Tú eres lo mejor de mí, jamás te olvidare hermosa dama,

Por favor perdóname por lo malo que haya hecho, no fui yo, fue mi parte de mí que siempre me mata,

La luna, esta... ¡esta con voz! Yo soy el sol y tú y yo nos encontraremos para estar juntos hasta el final, superaremos nuestra oscuridad y seremos felices en un mundo donde solo existamos tú y yo.