—¿Qué hacías en la escuela a estás horas? —preguntó André.

—Quería llegar temprano a la clase de ciencias —respondí.

—La clase de ciencias fue cancelada —decía André
mientras acariciaba mi cabello.

—¿En serio? —pregunté exaltada —no tenía idea.

 Me levanté y puse cara de enojo.

—¿Por qué te enojas conmigo? —preguntaba André entre risas tiernas.

—Debiste haberme avisado, quedé como ridícula, no puedo creer que justo el día en que logro llegar temparno cancelan la clase.

André sonrió por un rato, luego su rostro se tornó muy serio y entonces preguntó.

—¿Ma vas a contar lo que pasó?

—Solo fue un contratiempo —respondí bajando la mirada.

Se quedó en silencio por un tiempo, miró el cielo y volvió a preguntar.

—¿Tuvo que ver con Dilan?

No necesitamos hablar de algo que ya pasó —dije mientras acariciaba sus mejillas.

Se acercó a mí, me abrazó y comenzó a hablar.

—Ashs, quiero estar para ti siempre, recuerda que cada vez que lo necesites, yo seré tu refugio. Está bien si no me quieres contar ahora, estaré esperando el momento en el que estés lista para hablar de ello, o de cualquier otra cosa.

Siempre creí que era buena ocultando el como me sentia, pero André lo nota de inmediato, con tan solo mirarme sabe si estoy realmente bien o no, aunque trate de disimular, el siempre se da cuenta.

Unas semanas después todos parecían haber olvidado lo sucedido, estaban concentrados en los lugares dónde pasarian las vacaciones de verano.

—¿A dónde irás? —preguntó André a mis espaldas.

No solía hacer nada en mis vacaciones de verano, siempre me quedaba en casa con Gabi, así que no tenía planes realmente.

Quiero un verano maravilloso, uno que nos marque para siempre —escuche decir a André.

Mis mejillas se calentaron, estaba completamente anonadada, en realidad no estaba acostumbrada a recibir tanto cariño, intenté girarme para poder verlo, pero antes de que pudiera hacerlo  André me abrazó.

—No te sientas presionada cuándo diga algo a lo que no tengas respuesta, te prometí que voy a esperar el tiempo que sea necesario, solo quédate a mi lado Ashs.

—Hagamos muchas cosas juntos —respondí.

André se paró frente a mí y me miró con una sonrisa enorme en su rostro. Tomó mi mano y me susurró al oído —haré de este verano, inolvidable para ti, cariño.

Las clases del último día parecían ser eternas, sentía que habían pasado 20 horas.Necesito que acabe esto rápido.

Por fin acabó, por fin acabó —gritaban todos saliendo de sus aulas.
"LAS VACACIONES DE VERANO HAN COMENZADO"

Dibujé una sonrisa en mi rostro al ver la alegría de todos, y támbien porque quedé de encontrarme con André en el lugar de siempre, así que apenas recoja las cosas de mi locker iré allí de inmediato.

Justo cuándo estaba apunto de salir escuché a alguien gritar mi nombre, me giré e inesperadamente me sorprendí.

Era Lukas, no lo había visto desde lo sucedido con Dilan y Liam.

—¿A dónde vas tan apresurada? —preguntó Lukas acercándose a mi con una sonrisa tierna.

—Creo que eso no te incumbe Lukas Brown —le respondí con sarcasmo.

Lukas me miró y soltó una carcajada enorme —parece que te has vuelto rebelde.

Se acercó a mí y su rostro se tornó serio.

—Veo que has seguido mi concejo.

—Eso creo.

Sonrió y pasó por mi lado para seguir su camino, pero antes de irse completamente se giró y me dijo:

—Nunca dejes de seguir a tú corazón, esa es la única forma en la que puedes ser feliz, pequeña Ashs.

Lukas parecía tener las palabras perfectas en el momento indicado.

Iba corriendo, encontrarme con Lukas me hizo retrasar.

André es un psicópata adicto a la puntualidad, si llego tarde...presiento que moriré.

Justo a tiempo —dije agitada frente a André, el me miró tiernamente.

 —No te preocupes, a ti te puedo esperar mil años si es necesario.

Mi corazón se aceleró aún más al escucharlo decir eso.

—Vamos, ya pronto será de noche.

Tomo mi mano y caminamos en su dirección.

—¿A dónde iremos? —preguntaba constantemente.

—Si te lo digo igual no lo sabrás —respondia André una y otra vez.

Hemos llegado —dijo André con una enorme sonrisa.

No pude evitar llenarme de ternura al ver su linda reacción, parece que quería mostrarme esto desde hace tiempo.

Corrió una puerta que estaba cubierta de hierbas y pude observar un camino de piedras; en el fondo había una banca para dos, la cuál daba vista directo a un enorme lago Azul.

André me cargó y me llevó directamente a la banca, nos sentamos y me coloco el abrigo que traía puesto.

Yo aún no podía asimilar lo hermoso que era el lugar, el tenía razón, aunque me dijera adónde íbamos no lo iba a saber, ya que ni siquiera estaba al tanto de que un lugar así existiera en Vancouver.

André cada vez me sorprendía más, era realmente una persona distinta, la perspectiva que todos tienen de el no es para nada acertada.

Nos sentamos juntos a observar el lago.

André me abrazó y susurró:
—Dentro de 5 minutos la luna llena iluminará todo el lugar, cuándo eso suceda, mira a tú alrededor.

Intenté girarme de inmediato para observar.

Me detuvo —te dije que dentro de 5 minutos, justo cuando la luna llena ilumine el lugar.

Acarició mis mejillas y dio un tierno beso en mi nariz.

Exactamente 5 minutos después, la luna llena empezó a iluminar el lugar cada vez más.

Mis ojos estaban impresionados al ver tanta belleza junta, la luna era realmente hermosa y el lago la reflejaba con toda su hermosura intacta.

—Ya puedes girarte —susurró nuevamente en mi oido.

Me gire lentamente, no podía creer lo que estaba observando, habían tulipanes por todos lados, de todos los colores que pueden existir.

Pero eso no era lo más increíble, lo realmente maravilloso era que la luz de la luna hacía parecer que brillaban, como si hubiera una luciérnaga en cada uno.

—¿Has escuchado el mito del tulipán rojo? —lo escuché decir a mis espaldas.

—¿Acaso hay uno? —pregunté.

Empezó a caminar entre los tulipanes y comenzó a recoger solo los rojos mientras contaba la historia.

Cuenta la leyenda que detrás de la aparición de los hermosos tulipanes rojos se halla una trágica historia de amor.

En la antigua Persia, un príncipe llamado Farhad estaba locamente enamorado de la hermosa doncella Shirin; sin embargo, él no lograba expresarle los profundos sentimientos que hacia ella tenía.
Un día, llegó a oídos del joven que su amada había sido asesinada, y el dolor de su partida, además del arrepentimiento por no habérsele declarado, hicieron que montando su caballo se lanzara de un gran acantilado.
La sangre que brotó de los golpes y heridas que sufrió durante su penosa muerte dieron como fruto hermosos tulipanes rojos, que simbolizaron la pasión y belleza del amor de verdad.

Cuándo acabó de contar la historia se acercó y fijo sus bellos ojos negros en mí.

—No quiero ser como el príncipe Farhad, no quiero arrepentirme de no haber declarado mi amor como es debido.

—Ashs. ¿Quieres ser mi novia? —preguntó al entregarme el ramo de tulipanes rojos que había recogido.

Yo estaba completamente inmóvil, mi corazón no podía parar de latir fuertemente, en realidad no me esperaba esto, abracé a André muy fuerte y le dije:

 Claro que quiero ser tú novia, claro que quiero ser tú hermoso tulipán rojo.

Los tulipanes son la manera más hermosa que existe para declarar tus sentimientos.

Y el rojo es la manera más bella en la que puedes declarar tú amor.