Después de haberlo pensado mucho supe que lo mejor era aclarar toda esta confusión, así que estoy decidida a acabar todo hoy, le diré a Dilan que deje de hacerles pensar a todos que estamos saliendo.

Ni siquiera me pidió que fuera su novia, solo armó un show en el que el quedaba bien y yo solo tenía que seguirle la corriente, porque si no lo hacía, entonces yo era la mala de la historia.

Entrando a la escuela pude notar que todos me miraban.
En realidad no se me hizo extraño, porque desde que Dilan se me declaró todos empezaron a notar mi existencia, cosa que antes no hacían.

Llegando a mi aula pude notar que habían muchas personas, incluso habían algunas de pie.

Una vez cerca pude notar la presencia de Liam.
Estaba en el centro de todos, justo allí comprendí el porqué habían tantas personas, ya que el suele llamar la antención.

Entré —suspire —busque a André inmediatamente, ya que la clase de ciencias la tomábamos juntos.

Lo que no esperaba era que Liam estuviera esperandome a mi.
¿Por qué lo supe al instante?  tenía un cartel enorme con mi nombre, parecía un protestante.

Ridículo, por cierto. 

«Ahora entiendo las miradas de todos»

—Ashs, ¿Estás aquí? te esperaba —expresó Liam al verme.

Estaba completamente anonadada.

«¿Qué estupidez está haciendo? parece que ya olvidó el mal rato que me hizo pasar en la fiesta»

—¿Por qué me esperarías? —pregunté en un tono serio.

—Quiero hablar contigo —decía mientras pasaba las manos por su cabello.

—Está bien —accedí al instante, quería escuchar que otra babosada podía salir de su boca.

Tomó un ramo de rosas rojas que había en la mesa y se acercó a mí 

Intenté retroceder, pero había demasiada gente, me era imposible acomodarme.

Liam tomó mi mano y dijo:
—Se que te hice pasar un mal momento, y lo siento.
También se que tienes algo con Dilan, pero el nunca te pidió ser su novia, por eso yo...yo si quiero ser formal.

—Ashs, ¿Quieres ser mi novia? —suspiró —de verdad me gustas mucho, me gustas desde hace un buen tiempo, solo tenía miedo de decírtelo, por eso actúe de esa manera en la fiesta.

No sé que me tenía más estupefacta; si el hecho de que se supone que es el mejor amigo de Dilan, y con esto lo estaría traicionado, o el hecho de que esté tan chiflado para pensar que voy a aceptar ser su novia, lietralmente parecía estar recitando lo que me dijo.

 —¿Qué clase de juego se traen en mano ustedes dos? ¿acaso es una apuesta? —pregunté enojada.

Al inicio tenía mucha confianza, sabía lo que debía hacer, pero cuando alcé la mirada y ví como todos tenían sus ojos en mi, imaginaba lo que dirían si lo rechazaba, el como me tratarían, todos esos pensamientos me hicieron dudar.

Mis manos empezaron a sudar y mi mente se nubló.

Yo solo invocaba a André, quería que apareciera y me sacara de esa situación, cerré mis ojos e intenté aclarar mi mente, no puedo dejar que André siempre me salve de estas situaciones, tenía que ser capaz de hacerlo yo misma.

Sin embargo, entró Dilan —me miró un instante y luego se dirigió a Liam. Lo tomó por el cuello de la camisa lanzandole una mirada asesina y empezó a hablar con una voz extremadamente enojada.

—¿A esto le llamas amistad? —gritó Dilan—¿por qué te fijas en la chica de tú mejor amigo?

—¿De que hablas? —preguntó Liam quitando las manos de Dilan de su cuello.

—Ashs no es tú chica, ni siquiera le pediste que fuera tú novia, no creas que es tuya solo porque hiciste un show frente a todos.

—¿Un show? —dijo Dilan irónicamente —tu también estás haciendo un show en este momento.

No sabía como había acabado en esta situación, mi mente seguía sin aclararse, mis manos aún sudaban, sentía como mis piernas querían desfallecer.

—¿No sé dan cuenta que lo único que hacen es incomodarla? —intervino Lukas.

—No te metas en esto Lukas —gritó Liam casi sin dejarlo terminar la frase.

Lukas Brown es hijo del dueño de una de las empresas más importantes de Vancouver.
Todos dicen que Liam es su amigo solo porque su padre patrocina al equipo de Hockey.

Lukas es famoso no solo por su dinero, si no también por su apariencia.
Es alto, de tés blanca, ojos azules y cabello largo, en forma y con una piel realmente perfecta.
Le gustan los videojuegos, el fútbol y leer comics.
Es el chico soñado para toda mujer, o por lo menos eso dicen las chicas.

Cuando por fin puede aclarar mi mente y tranquilizarme, busqué una manera de acabar esta estúpida discusión que solo me estresaba.

Sin embargo, sentí como tomaron mi mano de una forma cálida —mire a mi lado y vi a Lukas con una sonrisa tierna en su rostro.

Se acercó y me susurró —vamonos de aquí, no tienes que soportar esta situación, no tienes porqué ver como estos 2 idiotas se pelean.

Empezó a apartar a las personas que estaban en la puerta, y así pudimos salir de allí.

Dilan y Liam estaban tan concentrados peleando que ni siquiera notaron que habíamos salido.

Lukas me miró y sonrió —¿cómo terminaste en esta situación Ashley Benson?

Estaba un poco sorprendida, ahora todos parecían conocerme.

Lo miré y con una sonrisa apenada respondí —ni siquiera yo sé cómo acabe aquí, debí cortar todo de raíz desde el primer instante.

—Tranquila, te entiendo, la presión de las miradas es realmente aterradora. 

Pero...sabes algo Ashley, no importa quien sea o dónde sea, no debes dejar que los demás te obliguen a tomar una decisión, primero eres tú, segundo tú, y tercero tú, luego vienen los demás. Cuando debas tomar una decisión, ya sea bajo presión o en calma, solo sigue tú corazón, esa, es la respuesta correcta.

Si quieres amar hazlo, si quieres huir hazlo, porque si eso es por ti, por tú bienestar, entonces está bien, no hay nada de malo en ello.
Recuerda que la persona que más te debe apoyar, eres tú misma.

Lukas puso su mano sobre mi hombro e intentando encontrar mi mirada se despidió

Mientras se alejaba alcancé a escuchar:

—Deja que los demás piensen lo que les dé la gana, tú solo ve por ello, por lo que realmente quieres que haga parte de tu vida, Ashley.

En ese momento solo pensé en alguien, la persona que realmente quería que hiciera parte de mi vida... André.

Corrí rápidamente al árbol, iba realmente rápido, mi corazón palpitaba, mi rostro no dejaba de dibujar una sonrisa enorme con tan solo imaginarlo.

 Llegué y allí estaba el, con la calma que siempre lo rodeaba. Justo antes de acercarme grité su nombre.

El se giró, y sus ojos negros profundo me miraron con ese hermoso brillo.

Cuándo quedamos a una distancia intermedia mis lágrimas cayeron de una manera inexplicable y entre sollozos hablé.

—Eres la persona que quiero que haga parte de mi vida... Cariño.

André sonrió, la brisa corrió, el cálido verano había llegado.

Cada vez que quieras hacer algo, piensa en ti, si realmente lo quieres, si realmente te hará feliz, que no te importe la opinión de los demás, recuerda que la única persona que puede juzgarte eres tú, sin embargo, no lo hagas tan seguido, porque puedes herirte, y la idea, es que vivas plenamente.