Capítulo 05
Volví a llegar tarde a clase de ciencias, parece que la única manera en la que puedo llegar temprano es estando deprimida.
Había demasiada gente en la escuela, solo por el partido de Hockey. Nuestra escuela WEST VANCOUVER Vs MOIRA SECONDARY.
La verdad me daban igual esos tontos partidos, pero era prácticamente obligatorio asistir, a menos que quisiera encontrarme con el profesor Oliver.
Entre tanta multitud yo solo buscaba una gran espalda, en serio la espalda de André es realmente sexy, busqué por todas partes, pero me fue imposible encontrarlo.
Ya estaba por comenzar el partido, así que fui a la pista confiando en que lo encontraría allí.
Entré a la pista y estaba muy llena, busqué nuevamente a André, pero tampoco tuve suerte esta vez. Decidí buscar dos asientos libres, y así poder sentarme con el cuándo llegara.
Comenzó el partido, no podía apartar la mirada de la entrada, guardaba la esperanza de que André cruzara por esa puerta en cualquier momento, nuestra escuela iba ganando por mucho cuándo acabó el primer tiempo.
Justo cuando estaba por comenzar el segundo tiempo, las luces se apagaron y las pantallas se iluminaron. En una estaba yo, y en la otra estaba un texto que decía.
"Ashs, discúlpame, realmente lo siento. Me gustas, me gustas mucho, me gustas incluso antes de que yo te gustara a ti".
Entonces se encendieron las luces y en medio de la pista estaba Dilan con un ramo de rosas y lirios blancos.
Mi corazón estaba a punto de estallar, mis manos sudaban, todos estaban gritando en armonía, "que baje "que baje".
Después de sentir tanta presión , no tuve más opción que levantarme y bajar a la pista.
No sabía adónde mirar, no sabía por qué estaba haciendo esa estupidez, debí haber huido en el instante en que todo comenzó.
Bajé despacio y le recibí el ramo de flores a Dilan, el me abrazó y dio un calido beso en mi frente.
«¿Aún me gusta Dilan?» No se si realmente me gusta aún, no se si mi corazón late por amor, o más bien por nervios de decepcionar a los demás.
Cuando alcé la mirada pude visualizar a André en la entrada, traía un tulipán en sus manos; su mirada me erizo la piel, sus ojos negros profundo no tenían ese brillo con el que solía mirarme.
Su mirada solo desprendía...decepción.
Ni siquiera espere que acabara el partido, salí corriendo en busca de André, y como era de esperarse, no pude encontrarlo, no podía soportar el hecho de que el tuviera una mala imagen de mi, de que me odiara por pensar que todas sus palabras de alineto fueron en vano.
Toda la escuela cree que Dilan y yo estamos saliendo, es que sus acciones parecen haber confundido a todos. Yo también tengo la culpa, no he aclarado nada.
Aún ni he podido encontrar la manera de acercarme a André, ha estado evitándome todo el día, quiero hablar con él y explicarle todo, pero por mucho que lo intente parece que será imposible.
Saliendo de clases veo a ese chico rubio, alto y musculoso esperando frente al aula, sus ojos miel me lanzaron una mirada tierna.
—Estás aquí, soltó Dilan.
—Uhh, me limité a responder.
Dilan tomó mi mochila para luego tomar mi mano y empezar a caminar.
No sé por qué seguía haciendo esto, sabía que debía acabarlo, pero me daba miedo pensar en lo que dirían los demás de mi, ahora todo mundo me conoce, si esto se acaba yo seré el blanco de toda la escuela.
Dilan me dejó frente a la ruta, me dio un beso en la frente y se alejó diciendo adiós con la mano.
Nunca tomo la ruta, así que me fui a casa caminando, Iba rogando que André estuviera bajo el árbol, y por suerte, allí estaba; no lo pensé mucho y rápidamente me senté a su lado.
—¿Por fin te has alejado de tú nuevo novio? —preguntó André irónicamente lanzando una mirada fría.
—En realidad no es mi novio —respondí con los labios entrecerrados.
—No me interesa, puedes hacer lo que quieras con tú vida, no me debes ningúna explicación.
André se levantó, y se alejó.
Un poco después se giró y cabizbajo me dijo:
—Parece que estas acostumbrada a romper corazones Ashley Benson. ¿Pero sabes que me atormenta? qué aunque rompas el mío, en esta vida o en otra, si te vuelvo a encontrar te voy a amar igual, o quizá mucho más.
Sentí una punzada en el pecho, yo no quería lastimarlo, no a el, porque es la única persona que me ha dado todo el apoyo del mundo.
—Yo no...
Sin dejarme hablar más me dijo una última frase:
—No me duele que me lastimes, lo que realmente me duele es que te lastimes a ti misma, dejandote llevar por lo que dicen los demás y no por lo que dicta tú corazón.
¿Por qué depender del que dirán? tú eres el único que sabe como te sientes, las apariencias solo traen confusión, y mucho peor, te puedes lastimar tanto, pero tanto, que puedes perder tú identidad.
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