"Aquel Ramo De Rosas..."
Everest se encontraba en las orillas de la montaña, contemplando la gran vista sus de podía apreciar desde ahí, a la vez de que el viento frío pero reconfortante pasaba por su rostro y pelaje.
Pero a pasar de que estuviera en ambiente tan agradable, no era suficiente para aliviar todo lo que tenía dentro de su ser, de su corazón...
Everest no es perfecta, y como todos en esta vida, cometió errores, muchos errores! Pero los errores que uno comete en vida no son malos, al contrario, nos ayudan a aprender de ellos, pero a su punto de vista... Everest había aprendido demasiado tarde...
De que le servía llorar? De que le servía lamentarse? De que le servía sentir lástima por ella misma? Eso ahora no servía de nada...
Everest: Un ramos de rosas... Ese fue tu último regalo de ti, para mí... Y jamás me di cuenta...
Everest empezó a soltar unas cuantas lágrimas, mientras lloraba en silencio, su corazón estaba roto por completo, sentía angustia y tristeza a la vez.
La husky empezaba a recordar todos aquéllos momentos de los cuales hizo de lado a aquel dálmata que alguna vez estuvo enamorado de ella, aquel dálmata que le dio la bienvenida a los "Paw Patrol" cuando ella recién se unió.
Aquel dálmata que había cuidado de ella cuando se enfemerba o se lastimaba en alguna misión, a el no le importaba en los absoluto en ponerla encima de el mismo, con tal de ayudarla.
Everest seguía llorando sin algún tipo de consuelo, solo dejaba salir todo, se lementaba el no poder estar con Marshall, al cual amana con todo su ser.
???: Everest?
La husky alzó su orejas al escuchar aquella voz tan familiar, sabía perfectamente de quién se trataba.
???: Everest? Estás bien?
Pregunto Skye a su amiga, al ver cómo está lloraba.
Everest: Skye? Que haces aquí?
Pregunto Everest mientras se daba la vuelta para ver a su amiga, la cual traía puesto un abrigo de color rosa, a la vez de que se limpiaba la lágrimas.
Skye: Vine a buscarte, no respondiste ninguna de las llamadas de emergencia, y el equipo se preocupo por ti...
Dijo Skye mientras se acercaba a su amiga y se sentaba a su lado.
Everest: Perdón... No me he sentido muy bien estos últimos días.
Skye: Si... Lo he notado Everest, pero que te pasa? Hay algo que te incomode o molesté?
Pregunto Skye a su amiga con preocupación.
Everest se quedó en silencio y con la mirada baja, en verdad, ni ella misma sabía que responderle a Skye.
Skye: Mira, no te voy a presionar, cuando quieras contarme está bien... Tu tranquila.
Dijo Skye, dándole una sonrisa comprensible a su amiga.
Everest dio solo un gran suspiro y comenzó a hablar.
Everest: Skye... Te puedo preguntar algo?
Skye: Claro! Dime?
Everest: Crees que está mal cambiar de opinión?
La pregunta dejo algo confundida a Skye, pues se le hacía demasiado ambigua la pregunta y no entendía del todo aque se refería su amiga.
Skye: Bueno, el refrán dice que es de sabios cambiar de opinión.
Everest: Y que pasa cuando ya es muy tarde? Cuando básicamente el cambiar de opinión, ya no es válido para uno...
Skye pensó unos segundos su respuesta, hasta que por fin, llegó a una conclusión.
Skye: Bueno, supongo que en ese caso lo único que te queda es por aceptarlo, pero no por eso significa que todo se tenga que ir abajo, quedarán siempre mas opciones, no necesariamente solo dos, es como cuando quieres un helado.
Everest: Un helado? No te entiendo (?
Skye: Te explico, tu puedes ir a una heladería a comprar un helado y estás entre dos sabores, vainilla y fresa, los dos son buenos sabores, pero solo puedes escojer uno, a si que decides escojer el sabor fresa, te vas feliz con tu helado, pero después te pones a pensar en que tal vez hubiera sido mejor escojer el de vainilla, a si que regresas pero para tu desgracia, ya no hay.
Everest: Es una analogía un tanto curiosa... Pero cuál es tu punto?
Skye: Bueno, puede que estés decepcionada por no haber podido conseguir el helado de vainilla, pero no debes de ponerte triste por eso, pues tienes a un tu helado de fresa y lo puedes disfrutar, no hay el por qué decepcionarte.
Everest se puso a pensar un poco en eso, y si bien, Skye tenía razón en cierta parte en su analogía, sentía que no estaba muy bien aplicada para su situación.
Everest: Si... Pero, el helado de vainilla es algo que se puede volver a hacer, tienes la seguridad de que la próxima vez que vayas, estará ahí...
Skye: Bueno.... Tienes razón en eso, supongo que no lo pensé bien...
Everest: Tranquila, no pasa nada, está bien, supongo que tampoco me dio a explicar bien...
Skye: Dime de qué se trata? Tal vez pueda ayudarte.
Everest dio otra vez un gran suspiró, mientras se preparaba para decirle toda a su amiga.
Everest: Hay un perro... Al cual amo con todo mi corazón... Y me di cuenta tarde que en verdad... Lo amaba...
Skye: Hou... Ya veo...
Everest: Salí con muchos perros a lo largo de mi vida y mi estadía aquí en Bahía aventura, pero Siempre tuve esa pequeña "espina" en mi ser de que algo me hacía falta, nunca supe de que se trataba, y ahora siento que esa espina es un matorral lleno de ellas en mi corazón, no puedo estar en paz...
Skye callo en cuenta lo que le pasaba a su amiga, ella no era una experta en el tema del amor o algo así, pero comprendía por lo que pasaba Everest, más que nada por ella misma lo había visto.
Skye: Ese perro... Cómo lo conociste?
Pregunto Skye a su amiga, si bien podría ir directamente a preguntarle el nombre, quería que todo fuera con cuidado y no agobiar a Everest.
Everest: Llevamos años de amistad, el me dio la bienvenida a Bahía aventura... Siempre fue amable conmigo, atento y cordial... Supongo que yo me enamore de él desde que lo conocí, solo que no sabía lo sentía y no me di cuenta, estaba tan distraída con otros perros que jamás le di la oportunidad.
Skye: Haz pensando en tal vez, hablar con el, intentarlo de nuevo, si en verdad lo amas lucha por el, no te quedes a si, puedes tener otra oportunidad, y tienes que aprovecharla.
Dijo Skye, tratando de darle ánimos a su amiga.
Everest: Es fácil decirlo, pero no hacerlo... El ya está con alguien, el ya es feliz con otra... No puedo hacer nada... Nada por estar con el, fui una tonta al dejarlo de lado, y solo por qué no me di cuenta de lo tan especial que era para mí... Me fijé en todo tipo de perros, en todos menos en el...
Skye se sintió intrigada por como se sentía su amiga, el saber la verdad del por qué se había comportado a si todo este tiempo.
Por alguna razón, Skye sentia que ese "perro" era alguien familiar, pero no quería sacar conclusiones apresuradas.
Everest: El ya es feliz con otra... Estoy feliz por el, quiero que sea feliz a un que no sea conmigo, pero algo dentro de mi corazón me dice que eso no está bien... Me duele... Verlo con ella...
Everest empezó a llorar de forma desconsolada, a lo cual Skye actuó rápido y comenzó a abrazar a su amiga, tratando de consolarla.
Everest lloraba como nunca, en verdad se sentía fatal por lo que estaba pasando.
Everest: En verdad... No se que puedo hacer, me siento mal y mi corazón está roto...
Skye: Calma Everest... Solo déjalo salir... Aquí estoy para ti...
Dijo Skye en forma de consuelo, mientras seguía abrazando a su amiga, quien a un seguía llorando desconsoladamente.
Everest: Lo peor del caso, es que nunca me di cuenta, si no cuando ya fue muy tarde... Cuando lo vi con ella... Cuando ya va a unir su vida con ella...
Skye empezó a darse cuenta de que esto ya era mku familiar, de que diablos estaba hablando Everest, hasta por fin, unió todas las piezas.
Skye: Espera! No estás hablando de...
Skye llevo su pata hasta su boca con el fin de no terminar la frase, pero fue completada por la respuesta de su amiga.
Everest: Es Marshall!! Es el...
Revelo Everest, a un llorando.
Skye: Pero... Cómo es eso posible Everest? El está por casarse con Liberty!!
Skye en verdad no se creía del todo lo que decía su amiga, por lo que estaba pasando y la angustia que sentía.
Marshall: Yo se que está por casarse con ella! Yo lo sé!
Reprochó Everest a Skye, mientras que hacia de lado a su amiga, mientras seguía llorando.
Skye: Pero... Cómo es eso Everest? Explícame!
Everest trato de calmarse un poco para poder explicarle todo a su amiga, pasaron unos segundos y se calmó un poco, a un que sin dejar de llorar.
Everest: Hace un tiempo, Marshall me confesó de que... Bueno, el antes, gustaba de mi!
Skye: Que? El te lo confesó?
Everest: Recuerdas que el año pasado cuando tuvimos que rescatar a unos alpinistas que se quedaron atrapados en la nieve, y termine lastimada en esa ocasión? Bueno, como sabes, Marshall se encargo de ayudarme y cuidarme (Siempre tan lindo...) y en esa ocasión, ambos empezamos a charlar, estábamos solos y bueno... El me confesó todo lo que alguna vez... Sintió por mi...
Flasback.
Marshall se encontraba en la cabaña de Jake para poder cuidar de Everest, quien se encontraba recostada en su camita a lado de la chimenea, pues su pata se encontraba vendada debido aque se la había lastimado.
Marshall: Muy bien, como te sientes Everest?
Pregunto Marshall a su amiga husky.
Everest: Estoy bien... Me sigue doliendo un poco, pero estoy segura que en unos días estaré bien... No tienes por qué preocuparte tanto, puedes volver al cuartel si quieres Marshall.
Marshall: He? Para nada, prometí cuidarte hasta que estuvieras mejor, además, no te puedo dejar sola, Jake no está para hacerse cargo de ti, además, eres mi amiga, es mi deber como amigo y Paw Patrol.
Dijo Marshall orgullosamente, mientras que le daba una sonrisa a su amiga.
Everest: Gracias por todo Marshall...
Marshall: No hay de que Everest, te traeré una manta y te haré un té, eso te hará sentir mejor.
Y dicho hecho, Marshall primero fue a por una una manta para su amiga, una vez que la tomo, cubrió a Everest con ella y la arropó, con el fin de que su amiga no pasará frío alguno.
Después de arropar a su amiga, Marshall fue a preparar el te para esta, pero primero debía de poner el agua, a si que le dejo calentando un rato.
Marshall: Bien, el agua ya está puesta, solo queda esperar.
Dijo Marshall, mientras se quitaba su chaleco y el equipo de los Paw Patrol, para después, recostarse enfrente de la chimenea.
Everest: No quieres venir conmigo? Digo... No es justo que después de todo lo que has hecho por mi, te quedes ahí acostado en el suelo.
Dijo Everest a su amigo, quien tan solo le volvió a dar otra sonrisa.
Marshall: Tranquila, está cómoda y calida alfombra de Jake es genial! Me mantendrá en calor, tu tranquila y descansa.
En eso, el la placa de Marshall empezó a sonar, a lo que esté rápidamente contesto.
Marshall: Aquí Marshall! Cuál es la emergencia?
Sin embargo, a diferencia de lo que pensaba, la voz era de alguien familiar y especial.
Liberty: Tranquilo Marshall, soy yo, Liberty! Tu novia!
"Tu novia!", esas palabras resonaron en la cabeza de Everest y odiaba tener que escucharlas en más de una vez, a lo que Everest solo giro su cebeza y se recostó, mientras escuchaba de manera discreta la plática entre ambos perros.
Marshall: Como no podría reconocer esa linda voz? Dime, que pasa?
Liberty: Quería ver como estaba todo por haya, estás bien?
Marshall: Jejeje si, estoy bastante bien, cumpliendo mi deber como siempre.
Liberty: Por eso te amo... Marshall, siempre tan responsable y atento a tu trabajo, y a los demás! Cómo está Everest por cierto?
Pregunto Liberty a Marshall, atravez de su collar.
Marshall: Ella está bien, solo se lastimó la pata, estará como nueva en unos días, no es a si Everest?
Dijo Marshall, dirigiéndose a la husky, sin embargo, está estaba recostada y volteando hacia otro lado, lo que hizo creer al dálmata que a lo mejor se había quedado dormida.
Sin embargo, para nada Everest estaba dormida, si no que estaba escuando la conversación de Marshall con Liberty y otra vez empezó a sentir esa punzada en su corazón.
Marshall: Hou... Creo que se quedó dormida, la dejaré descansar.
Liberty: Pobre Everest... Recuerdo que una vez me fracture la pata en la ciudad, por suerte, pude encontrar ayudar a tiempo, si no quien sabe que abría pasado!
Marshall: Imagino que eso fue muy difícil para ti... Pero no te preocupes, conmigo, jamás vas a tener que pasar por lo mismo... Te lo prometo...
Liberty: Jeje por eso te amo... En fin, te dejo por hoy, tienes que hacer tu trabajo, cuida bien de Everest, es una gran amiga, te amo!
Marshall: También te amo Liberty!
Ambos se despidieron y colgaron la llamada al mismo tiempo.
Marshall: Déjare que Everest duerma, a un que es curioso que se haya quedado dormida dd la nada, en fin, puede que solo este cansada, por mientras, iré por algo de te.
Marshall se fue hacia la cocina para prepararse su te, dejando a Everest en la sala, sin embargo, la husky no estaba dormida y solo se quedó en silencio escuchando la charla entre Marshall y Liberty, sintiéndose cada vez peor.
Everest: (Esto duele... Y mucho... No se que hacer...)
Pensaba Everest, cuando en eso vio venir a Marshall con una charola en su hocico, en donde traía una taza de te.
Marshall se quedó sorprendido al ver a Everest despierta, a si que dejó la charola en el suelo.
Marshall: Everest? Pensé que estabas dormida?
Everest: He... Bueno, supongo que me gano el sueño y me quedé dormida, pero estoy bien, no te preocupes jejeje.
Marshall: Hou! Bueno, está bien, solo espero que no sea narcolepsia o algo a si jajaja.
Dijo Marshall de forma burlona y amigable, mientras se reía.
Everest: Jejeje tranquilo, me lastime mi pata, no mi cabeza jejeje.
Dijo Everest, mientras se daba unos ligeros golpes en su cebeza de forma burlona.
Marshall: A un a si, es bueno descartar cualquier tipo de cosas, a un a si, no creo que tengas, te revisé bien, por cierto, este "te" era para mí, pero tómalo tu.
Dijo Marshall con una sonrisa en su rostro, mientras le acerca la charola a Everest.
Everest: Eres tan lindo Marshall, gracias...
Dijo Everest, devolviéndole una la sonrisa.
Marshall: Hou... Bueno, gracias jejeje.
Agradeció el Dalma, mientras se dejan ver un pequeño sonrojo.
Marshall: Bueno, iré por otra taza de te y traeré algunas cosas para disfrutarlo mejor, vuelvo rápido.
Marshall fue a la cocina por más te, mientras dejaba a Everest recostada en su camita.
Después de un rato, Marshall regreso a con Everest, con otra charola en su hocico, a si que se sentó a lado de Everest y la dejo a lado.
Marshall: Bien, traje Algo de azúcar, galletas de canelas y miel natural, por qué se que te gusta la miel en tu te.
Dijo Marshall, mientras señalaba con su pata la miel natural.
Everest: Gracias Marshall!
Agradeció Everest a Marshall, para después, ambos ponerse disfrutar de su te.
Pasaron unos cuantos minutos charlando los dos, en verdad disfrutaban de la compañía del otro, pero más por parte de cierta husky, la cual no dejaba de ver al dálmata, siempre prestando atención a todo lo que decía, ella podía sentir una calma al tener a Marshall cerca de ella.
Después de un rato de charla, ambos se quedaron unos minutos en silencio, pero disfrutando de la compañía del otro, hasta que Marshall comenzó a hablar.
Marshall: Everest, aprovechando que estamos solos... Te puedo decir algo?
Everest se quedó un poco confundida, pero decidió escuchar al Dálmata.
Everest: He? Claro, que pasa
Marshall se puso de pie, se aclaro la garganta y miro a los ojos a Everest.
Marshall: Mira, no quiero que malinterpreten las cosas, pues ahora, yo estoy con Liberty y la amo con todo mi corazón, pero... Yo hace un tiempo... Bueno estaba enamorado de ti...
Dijo Marshall tímidamente mientras se rascaba el cuello con su pata.
Everest: E-espera! Que? T-tu estabas enamorado de mi?
Dijo Everest algo incrédula, Marshall le estaba confesando que sentía algo por ella en el pasado.
Marshall: Jejeje si... Bueno, realmente me enamoré de ti la primera vez que te vi, se que dirás que es un poco tonto y que nadie se puede enmarcar a "primera vista", pero es que desde que te vi, me dediqué a tratar de conquistarte en cada momento... Pero... Bueno, tal vez yo no era lo que buscaba, no me mal intérpretes, no quiero que te sientas mal o algo a si, realmente yo aprecio nuestra amistad y es bueno ver qué cada quien pudo encontrar la felicidad a su manera...
Everest se quedo en silencio y atónita por las palabras dichas por Marshall.
La husky comenzó a unir todas las piezas del rompecabezas, y había caído en cuenta de todo, las atenciones, los detalles, las palabras y de más cosas que ella no se había dado cuenta hasta ahora...
Everest: Marshall... Yo...
Everest quería decirle todo aquello que ella sentía por el, pero sabía que no tenía el derecho de decirle algo, y ni siquiera era el mejor momento, ella sabía que Marshall siempre fue tímido, pero a la vez, quería sacarse de dudas...
Everest: Pero... Por qué no me dijistes nada o algo a si?
Marshall: Bueno... Cómo sabrás, yo no soy bueno con el tema de expresarme correctamente, soy algo tímido, por lo que nunca te dije lo que sentía por ti, pensé que con mis atenciones, te darias cuenta, pero veo que no... Además... De que bueno, yo te veía algo con otros perros y llegué a la conclusión de que no te interesaría, como te digo, no quiero que te sientas culpable, no es culpa tuya en ningún sentido, tu tienes tus razónes... Pero a pesar de todo, te valoro y aprecio como amiga, pero yo solo... Quería sacar todo esto que estaba dentro de mi...
Everest solo miraba a Marshall, quien tenía una sonrisa sincera en su rostro.
Everest: No sabía que tu, bueno, me veías de esa manera... Perdón si nunca me di cuenta de ti.
Marshall: No pidas perdón, no fue culpa tuya ni de nadie, somos amigos apesar de todo, eres una chica maravillosa y hermosa, aquel perro que esté contigo será muy afortunado.
Everest sentia ganas de llorar en lo mas profundo de su ser y varias emociones se comenzaron a juntar dentro de si, como tristeza y arrepentimiento.
Everest: Es de las cosas más lindas que alguien me ha dicho, gracias Marshall... También te aprecio como amigo y yo... Quiero lo mejor para ti...
Dijo Everest, tratando de no romper en llanto y sonriendo al dálmata.
Marshall: Entonces... Estamos en paz?
Pregunto Marshall, mientras esté estiraba su pata, a lo que Everest la tomo.
Everest: Estamos en paz...
Y con esas últimas palabras, Everest pudo entender todo, o al menso eso creía ella.
Marshall: En fin... Recogeré esto para que ya descansemos los dos, en especial tu, que necesitas descanso en todo lo posible...
Dijo Marshall, para después empezar a recoger todo y poder irse a dormir.
Una vez que recogió todo, Marshall preparo todo para dormir, dándole buenas noches a Everest, a lo que Everest, también le dio las buenas noches al dálmata.
Al día siguiente.
Marshall: Pss... Everest...
Dijo Marshall en voz baja, mientras sacudía ligeramente a Everest con su pata.
Everest: He? Que paso Marshall?
Pregunto Everest mientras se despertaba, viendo frente a ella, a su amigo.
Marshall: Perdon si te desperté Everest, espero que haya descansado.
Everest: Tranquilo... No pasa nada.
Dijo Everest mientras se tallaba los ojos con su pata.
Everest: Que hora son por cierto?
Pregunto Everest a su amigo.
Marshall: Son las 11 de la mañana.
Everest: Que? En serio!? Rayos... En verdad tuve el sueño pesado...
Marshall: Jajaja si un poco, en fin, mira, tengo algo que darte a ti...
Everest: Para mi? Que es?
Pregunto Everest algo confundida pero con curiosidad.
Marshall: Mira, esto es para ti...
Marshall se dio la vuelta para tomar algo con su hocico, y cuando volvió a ver a Everest, esta última se quedó sorprendida por lo que traía.
Everest: Un R-ramo de rosas!!??
Exclamo sorprendida Everest, mientras que Marshall se acercaba a ella y se lo puso enfrente.
Marshall: Son para ti...
Everest: P-para mi...? P-pero por qué?
Marshall: Bueno... Yo quería darte un último detallé, sentía que tenía hacer esto para estar en paz conmigo mismo... Además, se que te encantan las rosas y son tus favoritas... Me desperté temprano y baje al pueblo para ir a comprarlas, espero que te gusten.
Everest: Son hermosas Marshall... Gracias por ellas... Es un detalle increíble...
Marshall: Me alegra que te gusten, fueron las mas hermosas que vi.
En eso, el momento fue interrumpido cuando la placa de Marshall comenzó a sonar.
Marshall: Aquí Marshall! Quien habla?
Chase: Soy yo! Chase!
Marshall: Ho! Que paso Chase? Dime.
Chase: Te necesitamos para una emergencia Marshall, necesito que vengas al cuartel.
Marshall: Iré de manera inmediata, cambio y fuera!
Dijo Marshall, para después colgar la llamada.
Marshall fue por su equipo de Paw Patrol y se lo puso, listo para la acción.
Marshall: Me tengo que ir Everest, bahía aventura me necesita, vendré a verte en cuanto acabe la misión, sigues estando bajo mi cargo, no hagas nada en lo que no estoy ok? Recuerda que necesitas descanso ok? Bien! Me voy! Hasta luego!
Marshall se despidió de Everest mientras salía de la cabaña, dejando a Everest sola.
La husky a un acostada, acercó con su pata aquel Ramo de flores y comenzó a olerlo con su nariz.
Everest: Huelen bien... Y son... Hermosas...
Fin del flasback.
Everest: Amo a Marshall con todo mi corazón...
Skye: Yo no tenía idea alguno Everest... Pero debes de entender que el ya está con alguien más...
Everest: Eso lo sé! Se que está con otra! Yo eso lo sé... Pero... Esto en mi ser y en corazón no me deja en paz... Me duele y mucho!
Skye: No creo en el destino Everest, pero tal vez, el ni era el indicado para ti, uno nunca lo sabe.
Everest: El era perfecto para mí... Tan dulce, amable, inocente, atento y valeroso... Lo tenía enfrente y no me di cuenta de eso... Pero a pesar de eso, yo quiero que el ses feliz, incluso si no es comigo... El seré feliz en su camino y eso me da algo de tranquilidad...
Skye en verdad se empezó a sentir mal por su amiga, jamás pensó que su corazón estuviera tan roto.
Skye: Supongo que es cierto lo que dicen, "nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde..."
Everest: No es a si Skye, fue diferente...
Skye: No te entiendo Everest (?
Everest: Yo sabía lo que tenía... Pero jamas pensé que lo iba a perder...
Fin...
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