Regresa y empieza la historia.

Cuando regresaron a su hogar una nueva revelación hubo, ¡Lo sabía!, Estás chicas eran hijas de Sesshomaru, y entonces después vio con atención al espíritu del árbol, la apariencia que tomo, se le hacía un poco familiar, era hermosa, sus ojos, ¿Se parecen a los suyos?, Cuestionó solo observando.

Antes de que pudiera preguntar algo solo sintió un dolor fuerte en la espalda, vaya que trajo un montón de cosas, su mochila enorme sobre ella se lo dice.

Vio a la albina. —Ah, de verdad te agradezco la ayuda, soy Towa Higurashi, creo que no tuvimos tiempo de hacer presentaciones ¿No?. —Ella le sonrió con dulzura, Moroha se quedó en silencio y después vio a Setsuna, es claro que vigila sus movimientos, y ella que solo quiere la perla de la chica.

—Un gustó igual, Moroha... No sé si te comento tu hermana, pero, somos enemigas.

—¿Eh?, Pero si nos ayudaste dos veces, además no pareces una chica mala.

—Vaya~ te lo agradezco, solo ayudó para salvaguardar mi vida, perdón si se mal entendío, ¿Setsuna me das 5 minutos de ventaja?.—Le pidió uniendo las palmas y agachando la cabeza.

La exterminadora solo suspiró, no era de acceder a esto y menos si tiene la posibilidad de capturar o al fin eliminar a alguien tan peligrosa como Moroha, pero, se dió cuenta que no era tan maligna como quería parecer, y supone que se la debe. —Tres.

—Ah, que amable, bien, nos vemos Towa, recuerda la próxima vez que nos veamos no dudes en atacarme o yo lo haré primero.

—Dos.

—Wow. Que dura, adiós a ambas, ¡Cuídense!...—Grito. —¡Pero de mi!.

—¿De verdad es nuestra enemiga?, Pero no quiero hacerle daño, se ve que es muy agradable.

—Asi son las cosas aquí, toma su consejo, ataca tu primero.

...

Moroha se apresuró, no por la advertencia de Setsuna, si no porque pudo preocupar a su padre, y justamente cuando llegó noto a un Jakotsumaru que primero se sorprendió al verla con tal cosa en su espalda, pero después se acercó a ella. —Naraku tenía razón, ibas a regresar.

—¡Ma-Pa!.—Dejo la mochila en el suelo y así se apresuró a ir con él.

—Te he dicho que no me digas así... —El la escuchó y salió de la cueva.

—¡Lo siento!, Las cosas se complicaron, pero, tengo nueva información, hay otra perla cerca de nosotros. —Entonces los brazos de su padre la rodearon, ella sonrió muy feliz e igual lo abrazo. —Ma-Pa.

—Para con eso...—La soltó. —Y ahora hablemos de esa nueva perla.

—¡Con gusto!.—Los tres se sentaron en el suelo, mientras Jakotsumaru le acercó comida, ella la devoraba como si no hubiera comido allá. —Sabes traje muchas cosas interesantes en mi mochila.

—Eso lo puedes ver con Jakotsumaru, yo quiero la información de la perla.

—¡Si!...—Trago para ya poder hablar mejor. —Primero acabe en otra época y allí conocí a una híbrida, como yo, también tenía una perla, ¡Pero se aloja en su ojo!, No será fácil quitársela.

—Basta con arrancarlo.—Fue la respuesta rápida y fría de su padre, Moroha prefirió no pedir detalles.

—Despues un espíritu pidió ayuda a las gemelas... Pero sabes algo, tenía la apariencia de una legendaria sacerdotisa, o al menos eso dijo este, era hermosa, siento que la conocía. —Naraku cambio su expresión, se veía algo cansado, y no entiende porque.  —Sus ojos y los míos eran similares.

—Tonterias.—Naraku dijo. —Sigue.

—Hablo sobre que debían vencer a su padre y Kirinamaru, de lo contrario todo cambiará y acabará. —El interés de su padre podía notarse al igual que Jakotsumaru al escuchar el nombre del amo de su difunto padre. —Ellas son hijas de Sesshomaru. —Los ojos de Naraku se abrieron en grande, lo vio estático unos segundos.

—Con que sus hijas... ¿Eso es todo?.

—Bueno...—Queria contarle sobre esa mujer y anciana, pero, no sabe si hacerlo. —Si, lo es.

—Bien, entonces iré a descansar, tú y Jakotsumaru pueden jugar con la mochila afuera. —Tenia dudas, pero, no sabe realmente que preguntar.

—¿Que hay dentro?.

—¡Yo te mostraré!. —Fue por la mochila, lo primero que mostró fueron los libros, Jakotsumaru en realidad no entendía nada, pero los dibujos eran lindos.

—¡También traje comida!.—Moroha saco un par de bolsas de frituras y paquetes de dulces.

—Sabes que no como.

—Anda, solo un bocado. —Jakotsumaru duda, en todo su vida no ha tenido que probar ningún bocado, quería declinar pero sabía que Moroha no lo dejaría en paz, suspiró, tomo un palito de chocolate y así lo mordió, los ojos de él se iluminaron y hasta se sonrojo por el sabor, y la azabache sonrió muy feliz de ver qué le gustaron.

—¿Buenos no?~ disfruta porque no son muchos.

—Es dulce... Creo. —Despues de todo no tiene mucha idea de que saben las cosas.

—Es un palito de chocolate, pocky los llamo Towa. —Moroha empezó a comer las frituras. —Yo prefiero las papas.

Ambos disfrutaron un poco de esos "postres" hasta que se hizo tarde, ambos debían dormir ya, Moroha tenía su propia habitación, y Jakotsumaru preferís la naturaleza, apoyado en un árbol.

Naraku observo como sus dos secuaces dormían profundamente, al estar Seguro fue a las nuevas cosas de Moroha, tal vez tenía algo que pudiera servir aquí, pero no encontró nada bueno.

La mañana llegó, los dos se levantaron muy temprano, Naraku no estaba, Moroha se preocupó, su papá jamás salía sin decirle, pero lo encontró rápido, estaba pescando. —Hoy será un día muy productivo para ustedes dos.

—¿Vamos a tener más entrenamiento?, Seguiremos peleando cuerpo a cuerpo.—Moroha se quejo era mejor con el arco y su espada, Jakotsumaru tenía una gran habilidad para evadir golpes y su abanico.

—No, les voy a encomendar que peleen con alguien más, ustedes se irán de aquí y no regresarán sin traerme el cadáver de un fuerte yokai, o en su caso una perla. —Ambos se sorprendieron con tal petición, estaban avanzando demasiado rápido.

—¿P-Papá, eso quieres?.—Naraku sonrió.

—Por supuesto que no... Pero, ya es hora de que enfrenten a enemigos, no les pediré que ganen pero no me decepcionen.

—Sera como usted deseé.

—¡Ya se vayamos contra Setsuna y su hermana!, Tienen las perlas.

—Escoge bien tus peleas Moroha, Jakotsumaru no te dejes llevar por tus emociones.—Despues de todo si pensaban hacerlo se enfrentarán a los asesinos de Tokotsu.

—Me sabré controlar, no dejaré que su entrenamiento sea en vano.

—Pueden irse... Cuando regreses habrá un montón de pescado para ti Moroha.

—¡Aw papá!.—Lo abrazo, él tenía las manos ocupadas así que no pudo corresponder.

Ambos se fueron, Moroha llevo una pequeña mochila dejando la grande en casa. —¿En serio los vamos a enfrentar?...—Jakotsumaru preguntó mientras ya caminan lejos de su hogar.

—Ese es el plan, creo que podíamos tomar a un rehén y pedir una perla a cambio.

—¿No es mejor matarlos?.—Dijo, y Moroha noto la sed de sangre de Jakotsumaru, se puso nerviosa, jamás ha quitado una vida en si, se ha defendido y por eso ha acabo con vidas de monstruos que la atacaban, pero jamás ha arrebatado una vida solo porque si.

—Bueno... Solo somos dos y nos falta fuerza, así que mejor vayamos por lo seguro. —Jakotsumaru no quedo tan conforme con esa respuesta, pero la respetará.