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Capítulo 1

Cría a la niña y hazla una herramienta.

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Naraku mecio a la bebé entre sus brazos solo para callarla, quién diría que hace unos segundos pensó en tirarla al acantilado. —Tienes suerte de que ya no pueda crear secuaces, ahora tú me servirás.—La pequeña azabache solo se rió sin entender esas palabras. —Moroha, hija de Inuyasha.—El yokai con apariencia humana se la llevó lejos. 

...

—¡Mi olfato nunca miente!.—Grito una Moroha molesta, Naraku solo suspiró.

—Sabes que si vamos cerca de los exterminadores puedo arriesgar a que me descubran antes de tiempo, no puedo confiar solo en tu olfato.—Fue la respuesta dura de aquel demonio, que arreglaba el arco de la híbrida.

Ella hizo un puchero. —¡Puedo protegerte!... o mejor aún iré sola. —Las manos del demonio se detuvieron en ese momento.

—Es peligroso, si llega a ocurrir algo no podré ir.

—Lo se, confía en mí papá no te fallaré. —La sonrisa de la menor tiene pura sinceridad, sus ojos se muestran con ilusión, esperando solo una respuesta positiva.

Naraku la miró y después al arco, guardo silencio nuevamente para después cerrar sus ojos, no le importa que muera, pero sería un problema no tener apoyo, sobre todo porque aún no puede conseguir una perla arcoiris, necesita a Moroha con vida, pero tal vez algo de pelea ella sola pueda hacerla fuerte, despertar a Beniyasha. —Bien.

La azabache dió un gran salto, casi estaba celebrando. —¡Déjamelo a mí!... La perla estará ahí, te la traeré o moriré en el intento.

—No exageres, solo vuelve sin invitados. —Asintio Moroha.

Alistó todas sus cosas, ya estaba preparada para irse, Naraku vino a entregarle el arco, a la vez le puso esa capa roja, la acomodó al igual que su peinado, fingiendo ser un buen padre. —Hecho, entonces, ve Moroha.

—¡Lo haré!.~ —La joven así se fue, despidiéndose con la mano y el adulto respondiendo, regreso a su "hogar", una cueva, en el pasado hubiera buscado algo más ostentoso, pero por ahora no podía darse tal lujo, de todos modos su pequeña e ingenua hija le tomo cariño al lugar como para irse así nada más.

...

La híbrida se movía rápido, quién diría que habria exterminadores tan cerca. —Fue bueno que papá no viniera. —Siguio corriendo sin parar, el aroma de un demonio fuerte hay, y por lo tanto muy posible la de una perla, su papá le enseño muy bien de categorías en tantos años, así que debía ser uno, lastima que los exterminadores estuvieran también buscándolo, sería un problema, pero nada con lo que no pueda lidiar.

O eso creyó, una joven de cabello castaño se lanzó desde arriba, y ella dió un salto para evadirla, ¡Mierda!, No tenía tiempo para eso, aunque pronto algo peculiar en esa chica. —Hmm. ¿Tienes una perla?...—Dijo Moroha, aunque no hubo respuesta, solo se vio atacada por la arma y ella respondió con su espada. —Papá dice que una buena pelea siempre te fortalece pero no tengo tiempo para eso.

—No te dejaré huir.—La castaña dijo con seriedad.

Moroha solo guiñó el ojo y dió un gran salto hacia el cielo, menos mal había oscuridad, los exterminadores seguro se les complicará encontrarla en esta, pero para ella es un gran aliado. —¡Adiós!~.—Cayo en los árboles, no pensaba parar, aunque posiblemente deberá desviarse para evitar cazadores. —Pero, si llegan antes que yo... Hmm, debo ir adelante, ser Beniyasha, ¡Si!.—Chasqueo los dedos y sus ojos se volvieron felinos al instante, sus uñas crecieron, el poder es tanto, pero debía tener cuidado, si lo usa en exceso se puede desmayar. —Bien, solo las piernas. —Tomo impulso y así varios la vieron partir con esa tremenda velocidad, que no duró más de un minuto, pero logro darle mucha ventaja.

El aroma cada vez se hacía más fuerte. —¿Quién eres?.—Una voz suave le llamó, podía jurar que se escucha molesto o molesta, quién sabe, lo que si, es que está persona huele casi igual a ese demonio fuerte.

—¡Te encontré!.—Casi se le lanza, pero detuvo para olerlo, moviendo un poco su nariz como un perro.

—Como te atreves acercarte así al hijo de Tokotsu...—La miro con repulsión el muchacho de rostro bonito, ella ladeó la cabeza.

—¿No eres una chica?. —Apreto con fuerza su abanico.

—Soy Jakotsumaru, ten más respeto, puedo ser igual de peligroso que mi padre.

—Pues espero que sea muy peligroso, muchos exterminadores vienen por el. —Jakotsumaru miro detrás de la apenas demonio, dándose cuenta que dice la verdad.

—¡Maldita tu los trajiste!.

—¿Que?... ¡Claro que...!-.—Se detuvo. —Ellos me siguieron.

—¡Pero que!... Mierda, bien, únete a mi y a mi padre. —Por supuesto que pensaba rechazar, no pensaba seguir a nadie más que ni fuera su papá, pero después pensó... En nuevos secuaces, más miembros para buscar la perla. —Si eres de utilidad tu vida estará asegurada.

—Acepto, después vemos los términos y condiciones. —Fue mucha la charla entre ellos que otra vez la cazadora joven está a punto de cortar a Moroha, ella pensaba responder, pero el demonio la sujeto, para después usar su capa como escudo, la desgarró pero no quedo nadie.

Cuando Moroha abrió los ojos se encontró con un enorme palacio, o al menos para los ojos de la híbrida que siempre ha vivido en una cueva se ve así. —¡Que genial!... Papá amaría estar aquí. —Menciono con enorme sorpresa.

—¿Papá, y dónde está ese hombre?.—Le preguntó.

—No puede venir ahora, pero si me ayudas a mi te lo diré.

—¿Ayudar?, Tu me ibas a ser de utilidad a mi.

—Hey, no seas caprichoso, se puede hacer mutuamente, yo te advertí de los exterminadores.

—Te estaban siguiendo.

—Pero gracias a mi sabes que van a por ti ¿No?, De nada. —Guiño el ojo divertida, Jakotsumaru solo suspiró, no puede creer que trajo a esta chica consigo.

—¿Que quieres?.

—¡La perla arcoiris de tu papá!.—Un silencio hubo entre ellos, y Jakotsumaru ladeó la cabeza, a la vez se mostró molesto.

—¿Es en serio?... Estoy seguro que tú tienes una ya.

—No es para mí, vamos, la necesito.

—¿Ah?.—Dijo enojado. —¿Pretendes que se la quite a mi padre, para dártela a ti, una desconocida?, Mejor lárgate antes de que decidida convertirte en huesos nada más. —Le dió la espalda y Moroha hizo un puchero, no piensa irse con las manos vacías, fallarle a su padre no es una opción, ¡Quiere que este orgulloso de ella!.

—¡No me iré!... Si tengo que tomarla a la fuerza lo haré.— Desenfunda su espada, Jakotsumaru acepta su reto, pero antes de que demonio e híbrida se enfrentan se ven interrumpidos por la chica de coleta y el chico con un búmeran gigante.

—¡Hsiu ve tras la chica!.—Aclamo la joven que atacaría a Jakotsumaru pero el la evadió.

—¡Si Setsuna!.—Respondio el chico que lanzo su arma.

—¡Q-Que rayos!. —Moroha debió dar un salto hacia atrás, poniéndose al lado del demonio con el que iba a pelear momentos atrás. —¿Y si hacemos una tregua?.

—¡Padre!.—Grito Jakotsumaru y así un gran yokai hizo su aparición.

—¡Hsiu atrás!.—Setsuna lo sostuvo, mientras la azabache y el demonio quedaron detrás del gran yokai.

Este gruño, gritaba otras cosas, pero Setsuna no tenía tiempo para escuchar, se lanzo contra él. —¡Mantén tu hirakoitsu lejos!. —Aparecio otro cazador, se veía bastante fuerte, tenía una Oz grande la cual usó para cortarlo, Jakotsumaru defendería pero Hsiu se lo impidió.

—¡No dejaré que le hagas daño!.—El chico castaño grito, y el demonio solo gruñó.

Moroha se pregunta que debería hacer, piensa en lo que haría Naraku, posiblemente aprovechar para robar la perla, o hacerse aliada de los demonios para ganar su confianza y después quitársela, la única diferencia que hay en los planes es que uno tarda más. —Bien.—Dijo en voz alta.

Pero de repente un gran destello hubo en el ojo de Setsuna, dejando impresionado a Tokotsu, Moroha lo noto al instante y no sabe cómo no se dió cuenta cuando la tuvo tan cerca, ¡Una perla arcoiris!, Y es hermosa, podría llevar dos a su querido padre, sonrió entusiasmada con la idea.

Pero la batalla se inclinó para los cazadores, o eso pareció, Jakotsumaru otra vez uso su truco bajo, desapareció con su padre, y a Moroha se le escapó una perla.

Y eso no era lo peor, ahora estaba sola con estos exterminadores. —Mierda...—Debio huir, falló miserablemente, se sentía de lo peor como hija, después de todo dijo que no fallaría.

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