영원한 사랑
Que difícil era despertar cada día, sentir nuevamente los latidos del corazón y una vez más respirar. Incluso podría decirse que resultaba aterrador el hecho de saber que se encontraba vivo... La palabra vivo resultaba tan pesada y al mismo tiempo tan vacía.
Un año había pasado desde la partida de su alfa, aquel que la diosa Luna le había otorgado como compañero destinado, aquel alfa lindo con quién compartió los momentos más hermosos de su vida. Aquel lindo alfa de tez pálida, sonrisa de gomita (como él Omega le había denominado) pues a veces las encías se pronunciaban, un alfa tan respetuoso, amable, que le apoyaba en sus decisiones, siempre procurando su bienestar y sobre todo amando incondicionalmente a un omega aventurero, libre como las flores de otoño.
Extrañaba tanto a su alfa, y el dolor en su alma aumentaba a medida que pasaba el tiempo, en los días dónde más sentía la ausencia de su alfa, su Omega interior lloraba, suplicando la llegada de su otra mitad, y en la bruma de la soledad esperaba pacientemente algo que por cosas del destino no se cumpliría jamás, a veces se sorprendía porque aún con aquella depresión que comenzaba a arrebatarle la vida, su lobo permaneciera con él, pero en su interior rogaba por aquel descanso, deseaba volver a reunirse con su alfa, con su destinado. Y si la muerte era el elemento necesario, se entregaría por completo a ello.
Hubo ocasiones dónde lo intento por su cuenta, pero se acobardo cuando recordó la bonita sonrisa de su alfa, oh, la sonrisa de Yoongi le alentaba a continuar, pero a veces pesaba mucho el intentarlo.
Y como si el día fuese un peso añadido a su sufrimiento, pues también era el aniversario luctuoso de su pareja, lo que esperaba con fe en un día cálido a pesar de ser invierno, de torno grisáceo y opaco, como si este supiera sobre el sentimiento de su corazón.
Las lágrimas rodaban silenciosamente sobre sus mejillas, mientras el Omega de cabellos castaños acomodaba lo necesario para proceder con la ceremonia luctuosa.
Una vez que tuvo su canasto lleno de las provisiones, salió de aquella pequeña casita, dónde una vez fue el sueño de la pareja y ahora quedaban paredes y una habitación fría como recuerdo de ello.
...
— Alfa... — la voz del Omega castañito se quebró y unas lágrimas nuevamente salieron, pero se obligó así mismo a ser un poquito más fuerte. Su lobito también se hallaba afligido, por lo que prefirió sumergirse en un tranquilo sueño, si para la parte humana era difícil aceptar la separación de su pareja, la parte animal era quien peor sufría, así que comprendía a su lobo, extrañar a su destinado no era algo fácil.— Hoy pensé que sería un buen día, incluso el reportaje del clima lo anticipo pero al parecer el cielo llora y añora tu presencia al igual que yo.
Respiró profundo para continuar acomodando todo frente a la pequeña lápida dónde las letras claras y firmes se mostraban. "Min Yoongi, alfa que amo la vida, vivió como brisa ligera y trajo paz a los corazones, sonrisa de gomita" para muchos era algo distinto a lo que se acostumbraba a leer, pero para TaeHyung era algo íntimo y que solo él sabía de su significado.
Una vez que tenía todo listo, se dedicó a realizar una oración, dónde le pidió a la diosa Luna que en el lugar donde estuviese su alfa, este fuera feliz, y que para su vida de él, pudiera aligerar su dolor.
— Aún te sigo amando alfa mío, y no he mirado a nadie más como lo hice contigo. Incluso en los días más grises, recuerdo tu presencia y me siento la persona más feliz aunque después de ello me inunde una profunda soledad. Gracias por amarme como lo hiciste, gracias por ser mi ancla Yoongi... Gracias por ser mi destinado.
TaeHyung tuvo que marcharse antes de derrumbarse frente a aquella lápida, no quería que le prohibieran la entrada como sucedió los primeros meses de la partida de su alfa, lo extrañaba tanto que se quedaba dormido en aquel lugar, siendo sacado por el velador quien notaba el alma afligida.
Cuando se marchó del lugar decidió ir al parque que frecuentaba con su alfa en su adolescencia, cuando ambos apenas descubrían el amor, inocentemente se acercaban para después de un tiempo, descubrir que la diosa Luna los había emparejado como destinados.
Una vez sentado en aquella banca, saco el pequeño diario y comenzó a redactarlo, el lugar era tan pacífico, tranquilo y eso sin duda le daba un poco más de tranquilidad a su pobre corazón.
Un alfa alto, cabello color negro, tan negro como la obsidiana observaba con mucha nostalgia la foto de su boda, inlcuso si el tiempo pasaba, el pensaba que ese día había sido uno de los más felices para él. Su Omega sonreía con tanta felicidad, que sus ojitos desaparecían formando dos medias lunas. Y en sus manos tomadas, reposaban las alianzas de su eterna unión y si observabas más cerca, una marca, un simbolismo que unia sus vidas como destinados, reposaba en aquel cuello blanquecino del Omega.
Durante sus 4 años de matrimonio vivió sin duda los mejores momentos de su vida, amo incondicionalmente a su pareja, le dió todo lo que pudo y lo mejor para el, es que era correspondido. Todos hablaban de lo afortunados que fueron al ser bendecidos como pareja destinada, incluso sus mejores amigos decían que sin duda eran tan correcto que estuviesen juntos.
Y la diosa Luna los había bendecido aún más con la llegada de su primer cachorrito. Una preciosa alfita, viva imagen de su amado Omega. La felicidad reposaba en aquel matrimonio. Todo parecía ser bueno, aún en sus discusiones, en sus pequeñas dispuestas, en sus reconciliciones dentro de aquellas sábanas, para HoSeok amar a Jimin era una bendición. Y la diosa Luna le dió tal privilegio de vivir, y nada parecía cambiar.
Sin embargo el destino es muy curioso, y aún en destinados existen cosas que por más que se deseen evitar nunca se podrá. Tal vez la luna lo quizo así, tal vez la agonía de su alma y el ver la muerte de cerca solo era una muestra de qué los lazos son un misterio en la vida y en las que siguen.
Despertar con su omega y cachorra a su lado era una bendición, pero ese día significó todo lo contrario, siempre recibía a su pequeña con los ojos abiertos, expectantes a su padre alfa. Pero en aquella ocasión ambos estaban tan sumergidos en ese bello sueño, que aún con el ruido, los gritos de desesperación de aquel alfa tratando de controlar el dolor de su alma, no llegaron a abrir esos bellos ojos, omega y cachorra habían dejado a su alfa.
Salir del hospital fue un dolor pero no pudo permitirse llorar, no, el imponente alfa Jung HoSeok jamás lloraba frente a las personas, solo su omega fue testigo del alma cálida y bondadosa del alfa. Las palabras del médico solo aligeraron el fuerte dolor en su pecho y los lamentos de su lobo al no sentir el lazo con su otra mitad. "— Las personas que mueren mientras duermen, creo que es algo tranquilo para su alma. Su cachorra mantenia el lazo demasiado fuerte de padre-hijo con su esposo, por lo tanto su lobo se llevó consigo al pequeño lobezno, su instinto fue ello".
Cuántas noches lloro dentro de aquella habitación, negandose a salir, incluso sus mejores amigos se preocuparon pero el desistía de todo. Nadie lo entendía, que sabían sobre perder a su destinado, no, nadie lo comprendía. Y así vivió durante dos años, lamentándose a cada día, hasta que encontró una lista que había hecho con Jimin cuando el alfa comenzó su cortejo hacia el omega de mejillas regordetas.
Entre lágrimas y pequeñas risas llenas de nostalgia se dedicó a leer aquella lista de su juventud, a veces se sorprendía las cosas que redacto junto a su destinado. Y antes de terminar, en el punto número 21 leyó detenidamente aquel párrafo que sin duda, hizo cambiar su perspectiva.
El alfa habia guardado la fotografía del Omega en una caja color melocotón junto con las pertenencias de Jimin y su cachorrita, por último guardo aquella prenda que sorprendentemente había guardado el olor a Jimin, jazmín y rosales.
— Mi querido omega, te fuiste de mi vida de una manera sorpresiva, y mi lobo se decidió a marchar junto contigo, se que te hubiese decepcionado ver el alfa en que me convertí durante tu ausencia, y cuando por fin quise seguir el camino que mi alfa había tomado, decidí luchar, aquella carta que escribimos siendo unos enamorados e inocentes, me dió la fuerza necesaria.— HoSeok acomodaba un lazo color verde agua sobre la cajita mientras relataba entre nostalgia y melancolía.— se que aún con esa fuerza no lograre mucho, pero por lo que si haga, será con el fin de honrar nuestras promesas, y dónde quiera que estés mi querido omega, mi querido Jimin, espero seas tan feliz.
Cuando hubo terminado de arreglar aquella caja, salió del departamento y tomo camino rumbo al árbol de cerezo, que aunque no florecía por aquel crudo invierno que azotaba la ciudad, estaba seguro que le daría más fuerza. El clima no ayudaba mucho pero estaba decidido a verle, incluso si solo eran unas cuantas ramas secas.
TaeHyung no se había percatado de que el tiempo avanzo tan rápido, que una vez se hubo separado del lápiz y papel, todo estaba oscureciendo. Unas cuantas luces eran encendidas con una tenue luz, lo que le permitía ver las estrellas del cielo.
— El cielo brilla aún más porque tú estás presente en aquellas estrellas, hyung.— susurro Tae con una débil sonrisa. Su omega lanzo un aullido de tristeza y Kim lo comprendió, una lágrima resbaló de sus mejillas.
Trato de levantarse pero justo en ese momento un alfa (porque el ligero aroma a bergamota y vino tinto se hizo presente).
— Lo siento, espero no incomodarte por sentarme aquí.
TaeHyung observó al alfa que estaba a su lado, no pronunció un reproche y simplemente nego con su cabeza.
— No te preocupes, yo ya me iba marchando.
— Es bonita la vista de las estrellas verdad, mucho asumen que se trata de polvo desintegrándose y que llevan algunos si no es que muchos años muertas y que nosotros solo vemos el cadáver, pero lo vemos desde una perspectiva que incluso si lo piensas es aterradora, admiramos a algo que ya no está vivo y le vemos de una manera brillante y peculiarmente hermosa.
TaeHyung enmudeció por completo, primero porque sintió un ligero pinchazo en su corazón por la bonita y extraña referencia de las estrellas y una persona importante para ti, y la segunda porque era extraño que un alfa se acercará a hablar con él como si nada.
— Pero incluso si se trata de un polvo de Miles de millones de años desintegrándose, seguimos viendo la belleza irradiar en aquella estrella.
Sin saber cómo le respondió a aquel alfa de mirada profunda y pudo ser testigo de una bella sonrisa que remarcó los hoyuelos en sus mejillas.
— Jung HoSeok.— fue la presentación de aquel alfa con olor a bergamota, vino tinto y un ligero toque de café.
— Kim TaeHyung.— respondió el omega con olor a melocotón, menta y un perceptible olor de tierra mojada, por lo que alfa pudo deducir.
💫🌌💫
Con el tiempo, omega y alfa construyeron un amistad peculiar, cada viernes sin falta se reunían en aquel parque para ver las estrellas, y para muchos que era una actividad de los más normal y contidiano para aquellas dos personas resultaba algo íntimo. Desde sus perspectivas observaban a sus propios destinados en aquellas luminiscencia en ese gran cielo oscuro.
Incluso TaeHyung pudo abrir una parte de su corazón al alfa de sonrisa radiante, por su parte HoSeok se dedicó a escuchar con atención, a abrazar al omega de cabellos castaños y a brindar confort con sus palabras cuando el chico le hablo su alfa, el dolor de su alma a cada día que pasaba y como por unos instantes su mente trazo la idea de irse con su alfa por propia cuenta. No le juzgo ni mucho menos lo señaló por aquel crudo pensamiento.
Y en medio de aquel momento íntimo, también HoSeok hablo sobre su omega y cachorra, llorando lo que en el pasado no había podido, el aroma dulce y refrescante de melocotón y menta, junto con el toque ligero de olor a tierra mojada le dieron esa calidez añorada al alma de HoSeok y el le agradecía con demasía a TaeHyung.
— No imagino el dolor que debiste sentir Hobi Hyung, un lazo roto es algo que hace perder a tu propio lobo. Incluso mi dolor es nada comparado con el que sentiste tú.— le expreso Tae a HoSeok pero el de cabello color negro negro lentamente.
— TaeHyung el dolor de cada persona no puede ser miminizado y mucho menos ignorado por ser distinto, e incluso si la proporción de aquel dolor es distinta nadie merece ser hecho de menos. El dolor de haber perdido a tu alfa, a tu destinado aún sin marca de por medio fue un golpe duro para ti, pero incluso en aquella situación permaneciste fuerte y eso.— HoSeok le tomo del rostro, apretujando delicadamente sus mejillas, mientras el omega se sonrojaba tiernamente a su vista. — es admirable, así que no digas que tú dolor es menos ante mi dolor.
TaeHyung comprendió aquello y volvió a llorar, se sentía tan tranquilo, y por un tiempo recordó aquella oración que hizo, rogando algo que aligerara a su afligida alma, y al parecer la luna fue benevolente, dándole a un amigo como HoSeok, incluso el fue de ayuda al alfa que perdio también a su destinado e hija.
Con el paso de las estaciones, y de ese frío invierno, dónde HoSeok hizo una visita junto con TaeHyung al alfa del mismo, dando una reverencia en señal de respeto.
— Alfa mío, prometí que seguiría dando un esfuerzo y aunque en días dónde resulta aterrador respirar, permanezco luchando, gracias nuevamente por amarme. Y ahora me toca pintar aquellos lienzos de libertad, espero estés viviendo una buena vida donde estés. Gracias Min Yoongi, prometo que si te vuelvo a encontrar te voy a abrazar mucho, mucho, hasta que te empalagues de mi amor.
HoSeok soltó una pequeña risa, fue su turno de llevar al omega a dónde su destinado y cachorrita descansaban en cuerpo, pero en alma esperaba que estuviesen tan libres, y viviendo una vida feliz.
El omega rindió su respeto y después de permaneces en silencio para que HoSeok diese sus palabras, unas dónde expresaba que estaba cumpliendo su palabra y aquella promesa de amor inocente y joven, que le hizo a su esposo en sus tiempos de cortejo. TaeHyung no comprendió mucho, pero ver la sonrisa de Hobi le alegraba y tal vez era una manera de saber que ambos estaban tranquilos. Nadie les iba a quitar el hecho de extrañar a sus destinados, pero al menos no habría tanta aflicción en su alma.
...
— Entonces es por ello que tú olor ya casi es imperceptible, Hyung.
HoSeok asintió a aquella oración, y TaeHyung sintió una ligera tristeza que rápidamente fue desplazada por una genuina sonrisa de comprensión.
— Era algo que tarde o temprano iba a suceder, incluso puede ser sorprendente durar más de 4 años sin mi lobo. Tal vez estaba escrito en algún lugar que nos hubiésemos encontrado, para recordar a nuestros propios destinados. Tu incluso, resultaste como uno para mí.
TaeHyung se sonrojo ante las palabras del mayor y escondió su rostro en el cuello de HoSeok dónde aspiro un poco más el casi desvanecido aroma del alfa, bergamota, vino tinto y café.
— Mi alfa olía a chocolate amargo y a libros viejos, a veces le decía a Yoongi que era mi biblioteca y también que por esa razón actuaba como viejito.
— Jimin olía más a jazmín y rosales, recuerdas los que están floreciendo en el cerezo.— comento HoSeok mientras Tae asentía.— bueno su aroma era similar al de Jimin.
— Espero que sean felices a dónde estén, y espero que podamos verlos de nuevo. Ese es uno de mis anhelos.
HoSeok abrazo más al omega, y aspiro el aroma tan delicado y al mismo tiempo fresco que desprendía, melocotón, menta y a tierra mojada.
— Lo mismo espero. Ahora TaeHyung, ¿Podremos encontrarnos en otra vida?
— ¡Claro que sí Hyung, incluso te voy a extrañar mucho pero prometo que después de llorar pintare muchas cosas en recuerdo a tí!
El Omega exclamó con una sonrisa, lágrimas y sentimientos que denotaban felicidad y al mismo tiempo un poco de tristeza. Pero sus palabras de alguna manera tendrían muchísima fuerza. Y HoSeok, también el necesitaba el descanso, pero se sentía satisfecho, realizó aquella promesa a su amor Jimin, aquella que redacto con ideas extrañas pero llenas de ferviente anhelo.
#21. Busca la felicidad, corta o larga, y sí nosotros fuimos destinados, espero encuentres todo el amor que nos transmitimos en tu predestinado.
💫🌌💫
Cuando el otoño llegó, TaeHyung se encontraba pintando sobre aquel óleo de color rosa, líneas sin un sentido propio, pero que terminaban uniéndose. Y al final pudo admirar aquella obra, un corazón, dónde conectaba aquel dolor y superación por su destinado, por su querido Yoongi, unas líneas de HoSeok, el alfa que le acompaño durante esas tardes de viernes a admirar las estrellas, otras dedicadas a Jimin y esa pequeña que aunque nunca conoció, le brindo respeto y un cariño y por último así mismo. Encontrando la manera de ser por fin su propia estrella, un polvo que en algún momento pasaría a ser la nada, pero que encontró la fuerza.
El bonito Omega de ahora cabellos color gris cobrizo termino de colocar la última flor de cerezo en la tumba de aquel alfa de sonrisa en forma de corazón y leyendo la pequeña transcripción en aquella lápida. “El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio".
— Gracias HoSeok Hyung, por ser mi consuelo en aquellas noches de estrellas, dónde estés, espero verte.
Anteriormente había puesto flores en la tumba de su amado alfa y en las del destinado de HoSeok.
Una vez que cerró sus ojos, se sumergió en un profundo sueño, uno del cual pudo ser testigo de una hermosa sonrisa esperando por su llegada y un "Eres tan bonito".
— Dime porque tengo que ser yo quien sea tu damo de honor, si se supone que ese trabajo le corresponde a un omega.— aquel alfa se quejaba mientras en sus brazos sostenía a su cachorrita quien sonreía en su dirección y después miraba a dónde aquel Omega de traje blanco estaba acomodando los detalles de su vestimenta.
— Será porque eres mi mejor amigo y porque se que probablemente en el pasado, no se tal vez en otra vida prometiste estar junto a mí. Así que no te quejes, alfa tonto.
— Ni ti quijis, alfi tinti.— imitó a su amigo y su cachorrita se soltó a reír.
Un toque a la puerta se hizo presente, y ambos giraron viendo cómo entraba un bonito Omega, quien lucía tan hermoso y aún más por aquel vientre pronunciado.
— ¡Te vez muy guapo!, Ahora entiendo porque el novio está que se desmaya de nervios.— dijo el tierno Omega mientras abrazaba al Omega de tez canela.— solo para decirte que es hora, así que vamos, vamos.
El alfa que acompañaba a su mejor amigo rápidamente bajo a su cachorrita y está fue en dirección a su padre Omega para irse de la habitación. Susurrando un "Vamos con nuestra esperanza"
— ¿Estás listo?— pregunto el alfa con olor a libros viejos y el Omega asintió.
Avanzaron por el pasillo de aquella ceremonia, rodeados de distintas flores y cerezos, unas linternas se encontraban alumbrando el camino con una luz tenue, porque el verdadero espectáculo eran las luces que las estrellas en el cielo se presentaban.
— HoSeok si te sigues poniendo nervioso te juro que doy a luz en tu boda eh.— amenazó un Jimin mientras Jung se tranquilizaba y poco a poco veía a su Omega llegar del brazo de su mejor amigo.
El tiempo es realmente relativo y curioso, el mundo conspira y colisiona de maneras inimaginables, la luna entrega y arrebata a los destinados, su finalidad de otorgar aprendizaje, felicidad, lágrimas y a veces situaciones dónde nos hace encontrar a nuestros predestinados. Y tal vez eso había ocurrido con TaeHyung y HoSeok, que en sus vidas pasadas habían coincidido como dos personas con heridas y dolor en su alma por perder a sus destinados, pero que decidieron avanzar, contando con la presencia del uno y del otro, y ahora como predestinados, sus almas se juntaron para permanecer a través de los siglos.
Jimin y Yoongi, junto con aquella cachorrita y futuro cachorro eran testigos de destinados siendo dados en predestinados.
— Te vez tan guapo, alfa.
Un sonrojado TaeHyung tomo la mano de HoSeok y este depósito un cálido beso en ella.
— Y tu tan bello, Omega.
Ambos se miraban con intensidad y al mismo tiempo recitaron aquella frase que probablemente en su pasado estuvo para convertirse en su sello.
— Aquel consuelo de estrellas, Omega mío.
— Aquel consuelo de estrellas, Alfa mío.
Bnnie les dice buena madrugada.
Pues les tengo un O.S. inspirado en una publicación de nuestro amado grupo del HopeV y me animé a redactarlo, no es lo mejor pero me lo otorgó como regalo número 21, así es, hoy cumplo esa edad y estoy tan contenta porque es mi número favorito. Espero les guste y gracias por darse la oportunidad de leerlo, perdonen la portada pero todo surgió de imprevisto.
Nos leemos próximamente.
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