Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

III

Aunque no era ninguna ocasión especial, los señores Park recibieron a los chicos con una deliciosa sopa de algas, después de todo, tenerlos juntos bajo su techo era una sorpresa agradable. Se sentaron a comer y charlar del vuelo, Jimin y Jungkook juntos frente a los padres del primero. Jungkook sentía el sudor correr desde su sien nada más entraron e intentaba llenar todos los silencios con una palabra educada. El hermano de Jimin, JiHyun había desistido de la comida, prefiriendo tomar distancia y mirando todo desde la sala.

La tensión entre los chicos crecía conforme la cena avanzaba, Jungkook ya no sabía qué más decir y Jimin, bueno, él había tomado el rol silencioso en este caso, su mirada fija en el plato de sopa que apenas había tocado.

—De acuerdo, esto está torturándome —Jimin se rindió. Dejó la cuchara sobre la mesa aun no dispuesto a levantar sus ojos. —Apa, Omma, estamos aquí porque tenemos un anuncio que darles.

El ruidito de la garganta de Kook al tragar fue lo único que se escuchó en el lugar.

Jimin miró a ambos de sus padres, tomando una respiración temblorosa. Los apreciaba tanto y no quería que su relación cambiara por nada en el mundo; pero también amaba a Jungkook y no le parecía justo tener que ocultarles ese lado de sí mismo. Buscó a tientas la mano de Jeon, que lo encontró a medio camino y con lo seguro de su tacto apretando sus dedos, dijo:

—Jungkook y yo comenzamos una relación.

Desde su posición, JiHuyn soltó una risita histérica. Que sus padres se encargaron de mirar con malos ojos. Luego ellos se miraron entre sí, y luego... nada.

Nadie movió un dedo ni dijo una palabra en un largo momento para mortificación de Minie que sentía el latir de su corazón como un tambor ensordecedor. A su lado, Jungkook comenzó a mordisquearse la boca, cuyos labios ya venían maltratados desde el vuelo.

—¿Apa? —Minie preguntó temeroso, su voz salió chiquita e incierta.

El señor Park tenía el rostro en blanco. Pareció que estaba saliendo de un trance, parpadeado rápido, su mirada pasando de su hijo a su esposa y de vuelta.

—¿Qué no estaban ustedes... juntos... desde siempre? —cuestionó perdido.

Fue el turno de Jimin de lucir estupefacto.

—No, nosotros...

¿Qué demonios...?

—¿Por qué pensabas eso? —Se removió. Pasado la primera impresión, no parecía que sus padres los rechazaran, de modo que Jimin se echó atrás en el asiento. Le dolía la espalda de la rigidez acumulada.

Su madre hizo un gesto entre Jimin y Jungkook.

—Ay hijo, es por cómo se comportan. —mencionó como si eso lo explicara todo.

—¿Tú también? —Minie no podía salir de su asombro. ¿Sus padres pensaban que él estaba en una relación homosexual desde el inicio? —Es reciente, de algunos meses, Jungkook era como mi hermano menor.

—¡Iugh, —JiHyung se enderezó en el sofá con el rostro arrugado de asco. —a mi jamás me has tratado como a él! y no lo envidio, muchas gracias.

—JiHyun —Su padre lo reprendió por volver a interrumpir lo que a todas luces era un momento importante.

Había conflicto en los ojos del señor Park, cruzó sus manos sobre la mesa con una respiración medida, se podía notar que estaba escogiendo las palabras correctas para decir. Después de todo, las palabras tienen un gran poder. Cómo haces sentir a los otros con ellas dice mas de quien las emite, que de quien las escucha.

—Está bien entonces, —comenzó mirando exclusivamente a su hijo. —están juntos desde hace una nevada, puedo ver que te era un conflicto venir a contárnoslo. —Dio un momento para que Jimin lo admitiera con una simple cabeceada. —No es para nada lo que creíamos, pero ya ves que no nos importa. De ser así, hubiésemos dicho algo ¿no lo crees?

El padre de Jimin sonrió un poco, aligerando el ambiente. Aunque él seguía solemne y con un aire de seriedad a su alrededor, no se veía para nada contrariado.

—Yo pensé... pensé que tal vez tendrías alguna palabra para mí —Jimin pidió.

Su madre se inclinó hacia adelante.

—Estaba mal en nuestra época, —admitió a regañadientes. — ahora está bien en la tuya, ¿cómo podemos juzgarte sobre algo que depende de quien lo mire? —Ella unió su mano a la de su esposo e hijo. —Solo veo a dos chicos que se aman y respetan, mientras esas dos cosas se mantengan intactas, lo demás puede combatirse, Jimin-ah.

El cuerpo de Jimin se estremeció.

—¿Entonces están bien con nosotros? —preguntó Jeon.

Los señores Park lo miraron con atención.

—Estamos bien mientras cuides de nuestro hijo. —dejó en claro el padre.

Jungkook podía con eso, no tenían ni que pedírselo. Cuidar de su hyung siempre era una tarea que cumplía con gusto. Era sencillo, de hecho, venía a consecuencia de amarlo como lo hacía. Apretó la mano sudorosa de Jimin entre la suya, intentando infundirle calma y apoyo a su novio, que aun lucía maltrecho.

Ya con el peso fuera de sus hombros, los chicos fueron capaces de terminar de comer los platos que les sirvieron. Fue como si el tema nunca se hubiese tocado, todo fluyó con normalidad a partir de ahí sin el menor atisbo de extrañez. Compartieron algo de tiempo frente a la TV, Jimin charló con JiHyung hasta bien entradas las horas y antes de irse a dormir, abrazó a sus padres tan fuerte que lo disperso dentro de él se volvió a unir.

—Ni siquiera tengo que preguntar si compartirán habitación —murmuró con picardía la señora Park al pie de las escaleras. —al menos me ahorran tener que preparar el cuarto de invitados.

Jungkook se rascó un lado de la cara, más que un poco mortificado con lo que eso implicaba.

—Quisiera pedirles una ultima cosa —La voz del señor Park llamó. Ambos chicos se voltearon hacia él con sus rostros cuestionando. Él alcanzó el de su hijo entre sus manos. Ellos se parecían mucho, salvo que Jimin poseía facciones más refinadas como su madre, pero los ángulos de su cara y lo dulce de sus ojos era el mismo. —Nunca he estado más orgulloso de ti hijo, que cuando has sido tu mismo. Cuando has elegido en la vida sin permitir que esta elija por ti; quiero que siempre recuerdes eso. Por ello no es fácil lo que les voy a pedir. No es bueno para ninguno de nosotros guardar secretos, como jamás. Pero la relación de ustedes me gustaría que se mantenga como uno.

El aliento de Jimin quedó atrapado en su garganta de la sorpresa.

—Creí que...

—No es porque no te amemos, o no te aceptemos —lo interrumpió su madre.

—Es porque la realidad allá afuera es cruel y no quiero que te hagan daño —sentenció su padre. Él miró también a Jungkook. —A ninguno de ustedes dos. Por muy reciente que sea su relación, sé que se han amado más que eso. No les deben nada a nadie más que a ustedes mismos; que su amor sea su secreto más preciado. No le permitan a nadie llegar hasta él.

Los chicos se miraron, procesándolo.

No era una petición descabellada, todo por el contrario, tenía todo el sentido del mundo. Ellos ya lo habían pensado por si solos. Salir a la luz como una pareja traería sobre ellos y la banda una atención no deseada, todo se trataría sobre su vínculo, ya no sobre la música y sus imágenes como artistas. Aquellos que estuviesen en contra, no tendrían reparo en dejárselos saber y más de alguno, no sería amable al respecto.

Así que no, ellos no planeaban hacerlo público, ni poner en el ojo del huracán algo tan especial como lo que compartían.

Siempre podían ser Jimin y Jungkook; compañeros conectados por un sueño.

Se sonrieron en acuerdo entre sí, y dieron una inclinación hacia los padres de Jimin que se relajaron visiblemente.

Los chicos procedieron a ir a la habitación de Minie, el día había sido largo y extenuante.

Jungkook fue el primero en quitarse la ropa, quedando en ropa interior, esbozó una sonrisa inocente antes de meterse a su lado de la cama, su mirada vagando sobre cualquier cosa que echarle mano.

—Podemos ver algo de Netflix —sugirió jugando con un trozo del edredón. Sus ojos se agrandaron al digerir sus propias palabras. —digo, de verdad verlo.

Jimin se rio desvistiéndose tambien.

—No seas bobo, contigo me basta.

Hizo a un lado las mantas y se internó en ellas. El cuerpo de su novio lo recibió de inmediato, se enredaron con piernas y brazos aferrados al otro. Un revoltijo apretado que no tenía nada de sexual, solo era refugio y afecto. Su lugar seguro en el universo.

—Tus brazos siempre alejan el frío —Jimin comentó sin darse cuenta, satisfecho de la sensación que recorría su cuerpo y se instalaba en su pecho. Una serenidad como ninguna otra. La certeza de saberse amado, no solo por alguien: sino que por Jeon Jungkook. —Gracias por acompañarme a hablar con mis padres. No habría sido capaz de hacerlo sin ti.

—Eres más valiente de lo que crees —Jungkook acomodó su barbilla sobre el cabello de Jimin. Olía suave, como todo de él. Y no hablaba de su perfume, era el olor de su piel, su esencia.

—No se trata de eso, —Minie buscó sus ojos. —tu eres la magia en mi vida.

Jeon se sintió maravillado. Hacia abajo, tocó los labios de piquito castamente con los suyos.

—Quizás tus padres tenían razón y debimos estar juntos desde hace tiempo —meditó, entonces una sonrisa vino a sus labios. —En lo que a mi concierne, lo estamos ahora y eso es lo que importa. Siempre estás perfecto para mí.  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro