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III

Las manos de Jungkook tomaron los hombros de Jimin, ejerciendo presión hacia abajo, sometiéndolo a él. Jimin se dejó hacer, cayendo esta vez sobre su estómago, su cara quedó presionada contra una fría almohada, su pecho también, levantando solo su redondo trasero en el aire, inclinado de rodillas contra la cama. Seguro que era una posición expuesta, que lo dejaba vulnerable; pero lejos de hacerlo sentir avergonzado, lo encendía.

Jungkook estrechó a Jimin entre sus brazos, amoroso, dejando un beso en uno de sus hombros. Procedió entonces a arrastrar sus labios por la espalda de Mini, haciendo a los escalofríos descender por su columna. Jimin suspiró complacido con el cuidado del maknae. Sus manos suaves, recorrieron sus costados, acariciando sus costillas y su pecho, tomando las sensibles tetillas entre sus dedos para darles un apretón.

Jungkook era bueno en esto, en amarlo.

El menor se movió a la curva en la cintura de Jimin, era exquisita y ridícula, pues concluía en un trasero aún más espectacular. Jungkook apretó las pálidas mejillas que solían volverlo loco. Un trasero como el de Jimin se vería raro en algún otro hombre, pero no él, en Jimin solo completaba la imagen sensual.

—Kookie-ah —Jimin se quejó con un ruidito insatisfecho. Jeon se inclinó y beso una nalga, amasando la otra. Jimin se removió más cerca. —Mmm, más. —demandó acomodándose mejor, medio abrazado, medio adherido a la almohada bajo él.

Jungkook esparció un par de besos dulces aquí y allá, viendo el trasero de Jimin contonearse, movió una de sus manos hacia la raja entre su trasero, deslizando dos dedos con lentitud hasta...

—Ah, tu... —Jimin se contrajo cuando Kook dio con su agujero. Él no tenía la menor idea de que fuese tan sensible allí, pero Kook presionó superficialmente y Jimin sintió como que un interruptor fuese encendido en su interior.

Jungkook lo acarició arriba y abajo, volviendo a arrastrar sus labios por su cuerpo, esta vez en ascenso, siguiendo la línea de su columna. Minie abrió la boca, sintiendo el sudor cubrir su piel.

Entonces Jungkook se retiró hacia atrás, su contacto desapareciendo el tiempo suficiente para alcanzar el mueble junto a la cama y sacar de él una tira de preservativos y una botella de lubricante.

—¿Qué demonios...?

Jungkook pegó sus bocas juntas, acallándolo, mareándolo con el sabor de sus labios.

—Es una habitación matrimonial, Jimin-ssi. —explicó abriendo el recipiente con liquido transparente y vertiendo en sus dedos una cantidad generosa. —Esto es parte del paquete.

En otro momento, en el futuro, cuando su cabeza no estuviese sobre cargada de emociones y sensaciones apabullantes, Jimin se fijaría en el significado de esas palabras. ¿Quería decir Jungkook que había pedido la habitación matrimonial pensando que ellos llegarían a esa situación en particular?

Un dedo fue introducido en él lentamente y todo el mundo pareció centrarse en eso. Jimin apretó los ojos, poniéndose rígido. No era doloroso en sí, solo extraño. Sentirse invadido, como una cosquilla de adentro hacia afuera. Jungkook lo tocó, estirándolo, colocando un segundo dedo en él. Y con su mano libre, se deslizó por el interior del muslo de Jimin, tomando su polla gordita colgando entre sus piernas.

El miembro de Jimin era unos centímetros más pequeño que el de Jungkook en comparación, más rosado y ya se encontraba con preseminal saliendo de él.

—Jungkookie —intentó Jimin llamar su atención, porque entre la mano masturbándolo y los dedos estirándolo, él sentía que iba a entrar en combustión.

Pero como era propio de él, Jungkook hizo lo que quiso, atormentándolo hasta el punto de tener a Jimin retorciéndose por debajo de él. Jimin recostó su cabeza de lado, para poder ver a Jungkook hacia atrás, su mirada completamente oscura concentrada en él, sus manos perdidas en su cuerpo moviéndose en perfecta sincronía.

—Necesito más —dijo Jimin con la garganta apretada. Esto ya era demasiado, como si quisiera salirse de su propia piel y necesitase una vía de escape de forma urgente. —Por favor.

Jeon lo miró dándole un seco asentimiento de cabeza. Su cabello estaba pegado a su rostro, brillante de sudor. Soltó a Jimin, buscando prepararse a si mismo apresuradamente. En un trance, Park lo vio romper el envase del preservativo con dedos torpes, respirando profundo cuando lo rodó encima de su miembro, que se tornó aún más grueso en su mano, brillante de lubricante.

Jungkook sostuvo su polla desde la base, tomando a Jimin por la cadera, lo acercó hasta presionar la cabeza de su dolorido miembro contra el agujero rosado.

—Yo no creo que... —Jimin comenzó negando. Frotó su cara enrojecida contra la almohada. El pene grueso de Jungkook era demasiado para él, no podría.

Con una firme embestida, Jungkook se deslizó dentro, pasando el apretado anillo de músculos. Jimin gimió amortiguado, un poco roto, pero complacido. Jeon se enterró hasta el fondo, sosteniendo a Jimin en un agarre de muerte.

Era estrecho, era caliente, era perfecto.

Jimin miró hacia atrás, al fuerte chico viéndolo con ojos de adoración como si quisiera comérselo vivo.

Un sonido lastimero dejó su garganta cuando este comenzó a moverse.

Jungkook latía en él, estirándolo.

Una letanía de malas palabras dejó los labios de Jimin, quien las susurró para él a media voz, mientras que Jungkook, en cambio, solo le daba justamente lo que Jimin había pedido.

—Eres tan lindo, hyung. —dijo con dientes apretados. —Si tan solo pudieras ver como tu trasero toma mi polla...

Jimin gimió, él no tenía que verlo, él lo sentía. Su trasero empujó hacia atrás, tomando más de Jeon. Podía sentir la fuerza de las piernas del otro chico chocar con las suyas. El sonido obsceno de carne contra carne en el aire. Y el poder en la polla dentro de él, Dios, tan dura y pesada. Se sentía como una pieza hecha a medida para su rompecabezas, una que no sabía que faltaba, hasta que estaba allí, colocada en su interior, clavándolo contra el colchón con fuerza.

—En serio, te sientes tan bien. —Jungkook bombeó en él, profundo y lento, torciendo sus caderas hacia abajo, para luego penetrarlo hacia arriba, más adentro. —Ah, Jimin-ssi.

Jimin sentía que las sensaciones de su cuerpo lo consumían.

Jungkook presionó una mano en su espalda baja, obligándolo a estirar las piernas en el colchón. En la nueva posición, Jungkook se movió sobre él, casi sentándose en el borde de su trasero, sus rodillas a cada lado de las piernas de Minie, haciéndolo contraer el trasero con fuerza, Jungkook guio su polla de vuelta a aquel decadente agujero con todos sus músculos tensos, se sentía como todo lo bueno en el mundo, con Jimin gimiendo ruidoso debajo de él, sin contener nada de su pasión, alimentando el ego y la libido de Jeon. Le dio estocadas cortas y duras, certeras que parecían saber justo donde apuñalar al otro chico.

—¡Sí, ahí! —Jimin se deshizo en un grito cuando algo cosquilleó en su interior. Su pasaje estaba bien usado, sus paredes apretando en el grosor del miembro moviéndose adentro y afuera, pero aquello, su próstata le hizo ver blanco en los bordes.

Jeon gimió, ronco y tan sexy. Él estaba haciendo esto, él hacía a su hyung retorcerse así. Él no estaba mintiendo cuando dijo que el trasero de Jimin se veía como si lo tragara en cada movimiento. El chico debajo de él se veía como que necesitaba esto y más. Sus dedos apretaron más, sus caderas fueron más rápido con la tensión reuniéndose en lo bajo de su columna.

Jimin sabía que mañana despertaría dolorido después de esto, de la mejor manera, un malestar delicioso que le recordaría cada vez esto que habían compartido. Se las ingenió para colar una de sus manos por debajo de su cuerpo para envolver su propio pene en su puño y poder acariciarse al mismo ritmo que la polla en su interior.

Sus sentidos se agudizaron entonces, la habitación se redujo, el mundo se hizo más pequeño, mientras que ambos chicos solo gemían a viva voz. Jimin se tocó más rápido, Jungkook comenzó a moverse desordenado, casi empujándolo, haciendo a la cama crujir, su respiración cortada. Jimin se quemó desde adentro hacia afuera. Con un calor que engullía todo, la polla de Jungkook dio de nuevo con ese punto dentro de él y Jimin se vino, casi sollozando. Tan de golpe y fuerte como nada que recordara antes. Su mano estaba caliente con su semilla esparcida, y todo en él pulsaba de la mejor manera.

Jungkook se inclinó hacia adelante, tomando su cuello con una mano, apretando su garganta, sosteniendo a Jimin medio doblado, y él también llegó al orgasmo sosteniéndole la mirada en todo momento. Se estremeció y se quejó, un sonido gutural, despojado de su normal timidez.

Cayeron de vuelta a la cama, medio gimiendo, medio quejándose. Jimin estaba desecho, y el peso de Jungkook a su espalda, recuperando la respiración no ayudaba demasiado. Pero no él no tenía la voluntad para moverlo. Con todo dicho y hecho, su calor era como un bálsamo calmante para sus nervios.

—Jungkook—ssi, creo que me rompiste. —Jimin fue el primero en poder tener la palabra. Su voz sonaba rota, tan gastada como se sentía su cuerpo. Él no podría vivir sin esto de ahora en adelante. —Solo no me digas que esto fue de la clase, lo que pasa en Disney se queda en Disney.

Con sus cabezas la una junto a la otra, compartiendo la misma almohada, Jungkook lo miró con sus ojos llenos de promesas.

Jimin le brindó una sonrisa atontada, y el corazón estúpido de Jungkook dio una vuelta divertida en su interior. inclinándose, Jeon besó la mejilla de Minie, frotándose en él, en su olor personal mezclado con el sexo.

—Solo si así lo quieres.

Jimin se ahogó con una risa.



TOMEN AGUITA, PECADORES. PARA BAJAR ESA CALENTURA XD

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