Cap. 17 - FIN
Nueve años después.
El diseño de la invitación a la fiesta de generación era demasiado elegante. Al principio, habían sido solo reuniones en casa de algún ex compañero de la licenciatura, pero con el paso de los años, esas reuniones se fueron convirtiendo en el evento más esperado por todos para ponerse sus mejores ropas y presumir con sus colegas.
En esta ocasión habían decidido alquilar el Viaggio, un salón en el que se celebraran desde eventos de grandes empresas hasta costosas bodas.
Al parecer a sus compañeros médicos les estaba yendo muy bien, porque costear algo así solo para reunirse entre compañeros de generación, era bastante espléndido.
Namjoon entró al lugar vistiendo un elegante traje y mostró la invitación a los encargados de la organización en la entrada en donde habían colgado un bonito letrero que exponía "Octava reunión anual de la generación ___ - ___, de la escuela de medicina de Seúl".
Nada más entrar, una serie de ex compañeros se acercaron a saludarlo, y la verdad es que volverse a ver luego de haber compartido tantos años juntos durante la universidad, se sentía bien.
El ambiente en la fiesta era agradable. Habían contratado a un grupo versátil que animaba el lugar, y los elegantes atuendos de los invitados y la decoración en tonos dorados, negros y blancos lo volvía todo muy estiloso.
La mayoría de los presentes había usado su "más uno" de la invitación para llevar a sus parejas, pero él no.
La última relación que había tenido había acabado hacía unos meses. No había sido nada muy serio. Desde hacía un tiempo, Namjoon se había vuelto más selectivo y quisquilloso respecto a sus parejas, y aunque odiara admitirlo, luego de ese año en Goryeong, volver a compaginar con alguien se había vuelto más complicado.
Si algo podía notar, era que se había vuelto menos complaciente, menos tolerante respecto a ciertas situaciones y un poco más egoísta. La necesidad de buscar que su pareja gratificara sus acciones había quedado atrás junto con su relación más larga, y aunque eso solía complicar las cosas a la hora de comenzar una relación, no tenía deseos de cambiar por alguien más.
Namjoon necesitaba a alguien que estuviera dispuesto a caminar a su lado, a sortear los obstáculos tal cual vinieran y, sobre todo, a alguien que no temiera ser él mismo ni quien era él.
Tomaba su segundo vaso de Whisky cuando una de las compañeras con las que hablaba cortó sus palabras y abrió grande los ojos.
— ¡Oh, por Dios! — Exclamó, llamando la atención del pequeño círculo de amigos. — ¡No jueguen! ¿Es el actor? — Preguntó incrédula, y consiguió que todos voltearan hacia la entrada. — ¿Viene con Min?
Y Namjoon sintió como su garganta raspaba cuando el Whisky bajó de golpe.
Los recién llegados fueron recibidos rápidamente por personas curiosas y uno que otro que afirmaba ser fan del protagonista del drama romántico recién estrenado. Luego de que atormentaran lo suficiente al pobre chico con fotografías, Yoongi se excusó y lo llevó hasta una mesa cerca de la pista de baile, encargándose de dejarles saber a los alborotadores solo con una mirada que si volvían a molestar a su acompañante, se las verían con él.
No era común ver a Min Yoongi en este tipo de reuniones, y mucho menos acompañado de alguien, así que entrar al lugar con nada más y nada menos que el recién debutado actor Kim Seokjin, los volvió a ambos el centro de atención.
Luego de unas cuantas charlas y copas más, Namjoon se había levantado de su mesa para ir al baño luego de que, como cada año, alguien le preguntara por su ex novio de la universidad.
Park Jimin había regresado a vivir a Busán luego de acabar su especialidad. Sabía por lo que subía a sus redes sociales que le estaba yendo bien como ginecólogo, pero hacía años que no tenían contacto.
Lavaba sus manos cuando la puerta de uno de los cubículos se abrió.
— Kim Namjoon. — Pronunció el chico y se acomodó a su lado para abrir el grifo del lavamanos.
Namjoon sonrió grande y terminó de escurrir sus manos sacudiéndola en el aire antes de tomar papel y secarlas.
— ¿Cómo estás, Yoon? — Saludó al otro, y esperó a que Yoongi terminara de limpiarse para darle un abrazo y palmearse las espaldas.
— Bien, ¿y tú? Te vi hace un rato en la mesa de Lee Imhyuk, pero ese tipo nunca me ha caído bien. — Se encogió de hombros y arrugó la nariz. — Demasiado pretencioso para mi gusto.
Namjoon soltó una carcajada.
— Sí, no ha dejado de presumir todas sus genialidades y hablar de lo bien que se gana como cirujano.
— Ugh, que bueno que no me acerqué. — Dijo fingiendo un escalofrío que hizo reír al moreno. — ¿Por qué no vienes a nuestra mesa? Estoy con Cha y con Kim. — Namjoon frunció los labios y Yoongi soltó una carcajada. — Kim Boyoon. — Explicó. — Pero apuesto a que ya viste también al otro Kim.
Namjoon soltó una risita y se masajeó el cuello.
— Sí, yo y toda la fiesta.
El pelinegro bufó indignado.
— No puede ser que todos estos idiotas se pongan así solo por un actor, es decir... ¡Es solo un trabajo! No es como que sea un Dios, tenga súper poderes o algo. — Namjoon soltó una carcajada y meneó la cabeza. — En fin, ¿Quieres venir? Seokjin no muerde.
Nam volvió a reír y suspiró.
— Bien.
(...)
Cuando llegaron a la mesa, Namjoon sentía las manos sudorosas y aunque intentaba secarse las palmas embarrándolas en su pantalón, no conseguía que dejaran de mojarse.
Hacía ya bastantes años desde la última vez que había visto a Seokjin, y no es que aún mantuviera sentimientos románticos por él, era solo que después de nueve años, aún sentía culpa por lo que había ocurrido, y no saber cómo reaccionaría el otro con su presencia, lo ponía más que nervioso.
Al llegar a la mesa, sus excompañeros lo saludaron animosos y cuando por fin terminó con los saludos y palabras alegres, se encontró con los ojos del chico al lado de Min observándolo.
Sin saber bien cómo proceder, le sonrió apenitas y cuando Seokjin le devolvió el gesto, instantáneamente pudo relajarse.
— Seokjin, hola.
El chico aumentó la sonrisa y agitó su mano en el aire para saludar.
— Hola. — Dijo amable, y Namjoon no supo si debía acercarse o no, así que, titubeante, prefirió tomar asiento al lado contrario de Yoongi.
La noche transcurrió agradable. A los pocos minutos de llegar a la mesa de Yoongi y Seokjin comenzaron a servir la cena de cinco tiempos y luego de eso uno a uno los integrantes de la mesa fueron a la bailar.
Cha Eunwoo y su esposa habían llevado a Seokjin a la pista para divertirse, y Namjoon solo podía observarlos bailar.
El silencio al lado del pelinegro, aunque no era incómodo para Min, sí comenzó a serlo para el moreno.
— Yoongi. — Pronunció solo para su amigo, y éste se giró a verlo.
— ¿Uhm?
— ¿Ustedes...?
Yoongi enarcó una ceja y frunció el rostro.
— ¿Qué? ¡Puaj! ¡Jamás! — Exclamó asqueado, haciendo reír al moreno. — Es mi mejor amigo y le pedí que me acompañara. En realidad... iba a venir con alguien más.
Oh.
Namjoon asintió.
— Pensé que...
Yoongi negó velozmente.
— Vivimos juntos. Desde que llegó a Seúl, Yoomi y él se quedan conmigo. Al principio iba a ser algo temporal, pero estamos cómodos. Además, a veces tiene que grabar durante la noche y Yoomi se queda sola, así que nos viene bien compartir el departamento.
— Oh... Yoomi debe estar enorme.
— Sí, va a cumplir los doce en unos meses y está muy contenta.
Namjoon sonrió.
— ¿Son muy cercanos?
Yoongi asintió.
— Nunca me imaginé como el tío buena onda, pero terminé siéndolo. Además, Yoomi está algo loca, en eso se parece a Seokjin. — Rio el pelinegro. — Quiere ser rapera y le gusta escribir. A veces ponemos el karaoke hasta tarde y... ¡Uf! ¡Rapea como un Lamborghini! — Namjoon estaba riendo, porque nunca se imaginó a Yoongi de esa manera, y menos se imaginó verlo con esa sonrisa mientras hablaba de ello. — ¿Tú cómo vas? Supe que abriste un consultorio en Deongdae.
— Sí. — Afirmó contento. — Está cerca de varios hospitales y poco a poco comienza a volverse algo estable.
Hacía unos años se había titulado como cardiólogo, y luego de trabajar con algunos equipos médicos, había decidido por fin abrir su propio consultorio.
Estaban charlando cuando el grupo musical decidió tomar un descanso y todos volvieron a la mesa.
Los meseros siguieron llevándoles bebidas y reían y conversaban entre todos, mas Namjoon no dejaba de observar al chico junto a Yoongi que reía tan fuerte y auténtico como siempre.
— Oye, de verdad. — Le susurró Yoongi, apuntando a Seokjin con la mirada. — No muerde.
Namjoon sonrió avergonzado y asintió.
Tomó un hondo trago a su bebida e inhaló hondo antes de ponerse de pie. Se ajustó el sacó y cerró el botón a nivel de su abdomen para acercarse al mayor.
Dudoso, dio un toquecito en su espalda, consiguiendo que Seokjin girara hacia él.
Sorprendido, dejo su copa en la mesa para prestarle atención al moreno.
— Seokjin, ¿te puedo robar un momento? — Pronunció cerca de su hombro. El mencionado observó primero a Yoongi quien asintió pequeñito y regresó luego sus ojos al moreno.
— Sí, ¿qué pasa? — Dijo poniéndose de pie.
Titubeante, le pidió que lo siguiera con un cabeceo y una sonrisa temerosa, y Seokjin aceptó yendo tras él.
Salieron al jardín que dividía al salón del estacionamiento y Namjoon lo guió a un costado lejos de oídos curiosos.
Para ambos era obvio que aquello se sentía incómodo porque ninguno de los dos decía ni media palabra, hasta que Namjoon tomó valor y se atrevió a hablar.
— ¿Y... cómo la estás pasando? — Preguntó sin saber cómo iniciar la conversación, en cambio, a Seokjin pareció hacerle gracias porque intentó no reírse de su incapacidad para quedarse quieto frente a él.
— Dejando de lado el hecho de que todo el mundo me ve raro y que no paran de preguntarme si estoy saliendo con Yoongi, la fiesta es divertida. — Se encogió de hombros con una sonrisa de medio lado.
— Sí. — Sonrió de vuelta el moreno y Seokjin se mordió los labios cuando notó los hoyuelos en sus mejillas, desviando rápido la atención a otro lado. — Bueno, yo también pensé lo mismo cuando los vi llegar.
— ¿Qué? ¿Tú también? — Gruñó incrédulo. — ¿No es obvio que soy solo el reemplazo? — Preguntó gesticulando con las manos. — Hoseok no pudo acompañarlo por su trabajo y el idiota se quedó con los boletos luego de que confirmara su asistencia.
— Espera, ¿qué? — Preguntó con los ojos muy grandes, y Seokjin comprendió que acababa de meter la pata. — ¿Hoseok? — Insistió y Seokjin apretó los dientes y los ojos. — ¿Hobi? ¿Jung Hoseok?
— ¡No le digas a Yoongi que lo dije! — Rogó apuradamente. — Pensé que lo sabías.
— Wow. — Exclamó asombrado. Después de todo, él no era el único para quien el año en Goryeong había resultado un episodio imposible de olvidar. — Nunca me lo imaginé.
Seokjin rodó lo ojos.
— Ay, Nam. No es como que Yoongi fuera demasiado discreto, eh.
— ¿A qué te refieres?
— ¡Es obvio! A Yoongi se le iban los ojos cada que Hobi estaba alrededor. ¿No recuerdas esa vez que fuimos al bar con Jungkook y Hoseok?
— Sí, lo recuerdo, pero-
— ¿Recuerdas que cuando quisimos irnos Yoongi y Hobi no estaban por ningún lado?
— ¡No me lo creo!
Seokjin soltó una carcajada.
— A Yoongi siempre le gustó.
— Pero no parecían tan cercanos. — Pronunció incrédulo.
— Bueno, siempre fuiste algo distraído y malo captando indirectas.
— Claro que no.
— Claro que sí. — Rio Seokjin.
Namjoon estaba sorprendido y contento al mismo tiempo.
Hoseok era una gran persona y aunque nunca se imaginó a esos dos juntos, sabía que harían una buena pareja.
Namjoon se había quedado pensativo, con la sonrisa en la cara.
— Jin... — En cuanto lo pronunció, se llevó las manos a la boca y Seokjin espero a que continuara. — Uhm... ¿Te molesta que te llame así?
Seokjin ladeó la cabeza con gesto confundido y rio.
— ¿Por qué iba a molestarme? Es mi nombre acortado y todo el mundo me llama así. Tú también lo hacías. ¿Qué tiene de raro?
Namjoon se rio de sí mismo y agachó el rostro.
— Bueno, es que ahora eres un actor conocido y todo eso...
Seokjin bufó casi ofendido.
— ¿Entonces se supone que debo llamarte "Doctor Kim"? — Se burló. — No seas ridículo y dime Jin como todo el mundo.
El moreno también rio y asintió avergonzado.
— De acuerdo, entonces... Jin... — Lo miró con recelo, y Seokjin rodó los ojos haciéndolo reír. El moreno se aclaró la garganta antes de continuar. — Yo quería... necesitaba hablar contigo...
— Bueno, pues lo estás haciendo, así que sigue. — Rio, y su manera de hacerlo consiguió que Namjoon bajar la tensión en sus hombros.
— Okey. — Suspiró. — Primero que nada, necesito pedirte una disculpa. — Seokjin comenzó a negar. — Sí. — Dijo firme, y continuó mirándolo a los ojos. — Ese año en Goryeong, fue... algo que no sé bien como describir, fue... creo que fue el mejor año de mi vida. — Sonrió mientras decía, y aquello hizo que Seokjin se sintiera algo confundido. — Todo era un caos en mi cabeza, pero... un caos bueno, no sé si me explico. — Lo miró expectante, pero Seokjin no habló. — ¿No? No. Definitivamente no me estoy explicando bien. — Habló para sí mismo, casi haciendo reír al otro. — Fue como... como si ese tiempo ahí hubiese sido más yo que nunca. Era como... estar perdido, pero no darte cuenta de que lo estás, hasta que de pronto la realidad te explota en la cara. — Seokjin se mordía el interior de la mejilla mientras lo escuchaba hablar. — Discúlpame por la manera en que manejé las cosas, Jin. Yo... no sabía lo que sucedía y estaba muy molesto. Creí por un tiempo que todo había sido un juego para ti hasta que Yoongi habló conmigo. — Lo miró avergonzado. — En serio lamento mucho si... te lastimé.
— Nam...
— Sé que eso pasó hace mucho tiempo y tal vez para ti no sea importante, pero necesitaba decírtelo. — Lo interrumpió, porque aún tenía mucho que quería decirle. — Ese año fue... increíble, y quiero agradecerte por todo lo que hiciste por mí.
Seokjin sonrió.
— No hice nada, Nam.
— Claro que sí. — Insistió dando un paso al frente. — Tú me hiciste confiar en mí. ¿Crees que no recuerdo todo lo que decías? Me hiciste darme cuenta que estaba bien defender lo que pensaba y lo que sentía, y que la opinión de los demás no era más importante las mía. Me dejaste ser yo mismo todo el tiempo que estuvimos juntos y... es algo que nunca voy a olvidar. Ese año en Goryeong fue el mejor de mi vida, y tú fuiste la mejor parte de todo eso. Muchas gracias por haber estado ahí. — Sonrió grande y cálido, con sus hoyuelos brillando en su rostro, y cada vez que lo hacía, los ojos de Seokjin terminaban deteniéndose en ellos.
Seokjin se abrazó a sí mismo y le sonrió de vuelta.
— El que debería darte las gracias soy yo. — Lo miraba directo a los ojos mientras decía, con esa confianza y seguridad que Namjoon había admirado en él hacía tanto tiempo. Con sus bonitas cejas, con sus labios gruesos y su perfil afilado. — Me conociste en mi peor momento, Nam. En ese tiempo me sentía demasiado confundido. — Comenzó relatando. — No sabía qué hacer ni cómo hacer nada. Todo era un caos y sentía que me asfixiaba, y... y entonces un pato te hizo salir del camino. — Ambos soltaron una carcajada. — Te juro que muchas veces le agradecía a ese bendito pato por haberte arruinado la bicicleta. — Reía meneando la cabeza, sin dejar de abrazarse a sí mismo, y le sonrió cálido. — Nam... Gracias por haber estado conmigo en ese momento. La verdad es que sí me dolió la manera en que terminaron las cosas, pero a veces necesitamos caer hondo para ver las cosas con claridad, y después de esas vacaciones, cuando regresé a Busán, decidí que era momento de pedir ayuda.
La sonrisa seguía en sus labios, pero Namjoon podía ver en sus ojos que le estaba costando hablar de eso.
— Conocerte me hizo entender que necesitaba cambiar. Por mí y por Yoomi. — Continuó. — Estuve yendo a terapia durante varios años y entendí que los problemas que sentía que me ahogaban tenían solución, así que me perdoné y... decidí hacerme responsable de mis errores. — Sonrió y se encogió de hombros haciendo una pausa. — Yo también estoy agradecido contigo, Kim Namjoon. Gracias por haber estado ahí en mi peor momento, aunque quizás ni siquiera lo sabías en ese entonces.
Namjoon le sonrió, apretando los labios y luego de un momento, abrió sus brazos, invitándolo a acercarse con un cabeceo.
Seokjin sonrió contento y recortó los tres pasos de distancia, permitiéndose aquel abrazo que un diciembre hacía nueve años añoró recibir fuera de la propiedad de los Lee luego del año nuevo.
Poco a poco, ambos se dejaron ir, sintiendo el pecho tibio tras decir eso que por tanto tiempo quedó pendiente entre los dos.
— Deberíamos ir dentro, ¿no? — Murmuró Seokjin, y el moreno asintió porque era lo correcto, sin embargo, el cosquilleo en sus manos le insistía en que ni lo hiciera.
Aunque ya había dicho lo que por tanto tiempo había querido decir, sentía como una necesidad el seguir hablando con él, así que tomando el primer tema que le llegó a la cabeza, su boca habló.
— Oye, por cierto. — La voz de Namjoon lo hizo detenerse. — Gracias por la fotografía.
Seokjin ladeó la cabeza.
— ¿Cuál fotografía?
— La dejaste en uno de mis libros. — Explicó con una sonrisa nerviosa. — La encontré tiempo después.
Seokjin abrió grande los ojos y la boca.
— ¡La fotografía! — Exclamó con sorpresa y diversión. — Ya no la recordaba, tardaste mucho en encontrarla.
— Bueno... quizás si soy algo distraído. — Se rascó la nuca y Seokjin se rio de él.
Ambos se observaron en silencio por unos segundos. Sus miradas bailando entre los ojos ajenos y cualquier otra cosa para no sentir que morían.
— ¿Aún la conservas?
— Uhum. — Asintió el moreno. Y tras darle vueltas, se atrevió a decir. — Si tienes tiempo... es decir, si tú quieres, podría... ¿Te gustaría verla? — Consiguió preguntar.
Seokjin lo miró receloso, son una sonrisita de medio lado.
— ¿La fotografía?
— Sí, sí. Obviamente.
Seokjin soltó una carcajada.
Maldición. Namjoon había olvidado el humor de ese chico.
— ¿Y en dónde me mostrarías "la fotografía"? — Se cruzó de brazos, sin quitar la sonrisa traviesa, mas Namjoon estaba tan nervioso que los dobles sentidos se escapaban de su atención.
— Uhm... en... ¿en un café? O puede ser un restaurante... ¿Te gustan las películas? — Se dio un golpe en la frente. — ¿Qué si le gustan las películas? Ugh, pues claro que le gustan las películas. Es actor. ¡Una obra de teatro! — Exclamó casi en un monólogo. — ¿Sabes si están dando alguna en la ciudad?
El moreno intentó sacar rápidamente el celular de su bolsillo y Seokjin volvió a reír con fuerza viéndolo batallar con la tela de su pantalón que parecía haberse tragado el aparato.
— ¿Te parece bien si me la muestras en el acuario? — Preguntó divertido. — Yoomi lleva días pidiéndome ir y yo tampoco lo conozco.
— ¿El acuario? ¡Claro! El acuario estaría bien. — Dijo contento, y Seokjin lo miró fijo por unos segundos sin dejar de sonreír.
Sacó su propio celular y se lo extendió al moreno.
— ¿Me das tu número, Joonie?
Fin.
02/11/23
🍵
Chismecito + Tacita de té:
🍵
Bueno, por fin llegamos al final ♥
Datos reales:
Aunque dejamos de vernos por un tiempo luego de hablar y decidir dejar las cosas en el plano de amigos, comenzamos a tener un poquito de contacto por redes sociales hasta que un día comenzamos a hablar por ahí y terminamos llamándonos por celular.
Ese día hablamos mucho (Cerca de tres horas).
Me contó que le dolió cuando las cosas entre los dos terminaron pero que había estado agradecido conmigo porque (Sin yo saberlo) lo había acompañado en una etapa de su vida que para él estaba siendo muy difícil, y él tampoco lo sabía, pero a mí me ayudó mucho conocerlo porque me hizo darme cuenta de una realidad muy distinta a la mía.
Al final, no volvimos a tener una relación amorosa, pero hasta el día de hoy hablamos de vez en cuando.
Él me cae muy bien en realidad, es una persona muy divertida y... en su momento, lo quise.
Él sí terminó de estudiar actuación y ocasionalmente aparece en programas de televisión, aunque decidió estudiar una segunda carrera y ahora se dedica a las dos cosas.
Por mi parte, terminé mi carrera, conocí nuevas personas, me volví a enamorar en varias ocasiones, me rompieron el corazón en otras, hasta que conocí al que ahora es mi esposo.
Todo está bien. La vida va y viene y hay personas que aunque no lo sepan nos marcan para siempre, y por eso quise escribir esta historia.
Ese año fue un gran gran gran año y agradezco mucho haber podido vivir lo que ahí pasé.
Gracias a todos los que leyeron hasta el final.
Espero pronto nos veamos en una nueva historia!
Les mando un abrazo grande y saben que los quiero mucho ♥
-Tannieinlove
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