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Cap. 14

La cantidad de pacientes del siguiente día seguía siendo muy alta, pero Hoseok y Jungkook habían hecho un buen trabajo clasificando la urgencia de cada uno de los casos y habían tenido que pedirle a quienes podían esperar que volvieran al día siguiente, si no, hubiese sido imposible verlos a todos.

Eran las tres de la tarde y nadie había podido comer por la cantidad de trabajo. La sala de espera parecía nunca vaciarse por más pacientes que atendían entre los cuatro, y estaban tan inmersos en lo suyo, que nadie notó al chico que acababa de entrar y había tomado asiento en una de las sillas cercanas a la entrada.

Seokjin llevaba ahí más de veinte o treinta minutos, y podía ver como Jungkook y Hoseok iban de un lado a otro atendiendo a las personas. Veía las puertas de los consultorios de Namjoon y de Yoongi abrirse y cerrarse cada que un nuevo paciente entraba o salía.

Sabía que quizá no había ido en un buen momento, pero no le importaba.

A pesar de la discusión con sus padres y de escucharlos decirle —como siempre hacían— lo inconsciente y egoísta que era, había dejado el hospital, pedido un taxi y viajado desde Daegu hasta Goryeong en autobús.

Necesitaba hablar con Namjoon y no se movería de ahí hasta lograrlo.

Sabía que el moreno no lo había bloqueado porque sus mensajes aparecían como leídos, pero no había tenido ni una sola respuesta desde hacía más de una semana y sinceramente, entre lo de Yoomi, sus padres y tener que convivir con Hyeji, se estaba volviendo loco.

Lo necesitaba a él, necesitaba verlo, necesitaba contarle como se sentía y de sus palabras que siempre conseguían hacerlo sentir mejor, y sinceramente luego de lo que había pasado con Yeosang en el club y aunque supiera que Namjoon no lo había hecho consciente, no podía con la inseguridad.

Yeosang era un amigo muy cercano y precisamente por eso lo conocía tan bien. Sabía que cuando alguien llamaba su atención no paraba hasta conseguir lo que quería, y no podía quejarse, porque él mismo no era mejor que el otro. Él también se había metido con las conquistas de sus amigos más de una vez, aunque la gran diferencia ahora era que para él Namjoon no era solo una conquista.

Namjoon no podría nunca ser solo eso.

Intentaba no perder la paciencia y continuar esperando por alguna oportunidad de ver al moreno, cuando un hombre entró corriendo a la sala pidiendo ayuda. La desesperación era obvia y los pacientes se alarmaron al verlo.

Jungkook salió veloz del cubículo en donde revisaba la presión de un paciente para ver qué sucedía.

— ¡Mi esposa...! ¡Ya va a nacer! — Jungkook se acercó al hombre e intentó tranquilizarlo sin éxito.

— ¿En dónde está su esposa? — Preguntó el chico.

— Afuera, en la camioneta. No puede caminar. ¡Ya va a nacer!

Hoseok salió del consultorio de Namjoon al escuchar el escándalo y al oír al hombre, corrió por una silla de ruedas. Jungkook lo miró con los ojos muy grandes y llegó a su lado.

— Voy a avisarles a los chicos. Tu ve afuera, te alcanzo lo más rápido que pueda. — Le dijo antes de correr a los consultorios.

Todo se volvió un caos.

Namjoon y Yoongi salieron corriendo detrás de Jungkook sin fijarse en Seokjin, y entre los cuatro, trajeron dentro a la mujer.

Los pacientes estaban demasiado sorprendidos e inquietos, los murmullos comenzaron a elevarse y Seokjin no sabía qué hacer.

Todos vieron a los chicos regresar con la mujer embarazada montada en la silla de ruedas, mientras el esposo los seguía solo un paso detrás, más que asustado.

Entraron veloces al cubículo en donde se atendían las urgencias menores y Hoseok se detuvo en la puerta deteniendo al hombre.

— Por favor, espere aquí afuera. Tenemos que atender a su esposa.

— ¡No! Necesito estar con ella. Con... ¡Con mi hijo!

— Por favor, entiendo que esté alarmado, pero si entra, solo va a entorpecer el trabajo de los doctores. Necesita esperar aquí y dejarlos hacer su trabajo. Su esposa y su bebé están siendo atendidos ya.

Pero el hombre estaba tan sobresaltado, que las palabras de Hoseok no fueron suficientes e intentó esquivarlo para entrar a la sala.

— Hey. — Exclamó con fuerza Seokjin, tomando al desesperado hombre por el brazo. — ¿Qué no escuchó? ¿No le importan su esposa y su hijo? El enfermero le está diciendo que espere aquí o puede interferir con la atención de ambos. ¿Eso quiere? — El hombre lo miró con los ojos muy grandes. — Siéntese aquí y obedezca lo que el enfermero le dice.

El hombre asintió y cerró los labios. Seokjin lo invitó a sentarse a su lado a unos pasos de la sala en donde podían escucharse las voces de sus amigos y los gritos de la mujer.

Hoseok pronunció un silencioso "Gracias" y Seokjin asintió con una pequeña sonrisa cómplice.

— Necesito que conteste algunas preguntas. — Dijo Hoseok y el hombre asintió. — ¿Qué número de embarazo es éste?

— El p-primero. — Dijo él, intentando ser claro, aunque todo su cuerpo temblaba.

— ¿Cuándo comenzó con los dolores de parto?

— En la madrugada. Fuimos al hospital en Daegu esta mañana, pero nos enviaron a casa. Dijeron que por ser su primer embarazo aún quedaban muchas horas para que estuviera lo suficientemente dilatada como para ingresarla.

Seokjin escuchaba la conversación entre Hoseok y el hombre mientras a su cabeza venían infinidad de recuerdos.

Cuando conoció a Hyeji en aquel club jamás imaginó todo lo que sucedería después.

La chica era atractiva, y luego de varios acostones había comenzado a presentar los síntomas. La noche que Hyeji le dijo que tenía un retraso sintió la sangre abandonarle el cuerpo, y luego de comprar la prueba de orina e ir al baño de una gasolinera para que la hiciera, la vio salir con los ojos llorosos y el cuerpo temblando entero.

Seokjin nunca había estado tan pálido como en ese momento.

Positiva.

La prueba había sido positiva.

Hyeji subió a la cuatrimoto y se soltó llorando.

Estuvieron toda la noche discutiendo y Seokjin había llamado a Yoongi a las tres de la mañana para contarle lo que estaba pasando.

Su primera idea fue decirle a Hyeji que abortara, pero la chica estaba muerta de miedo.

Una vez que Yoongi atendió la llamada y él pudo explicarle, le preguntó cómo podían hacer para que la chica abortara, pero el pelinegro era apenas un estudiante y no tenía ni idea de cómo podía provocarse un aborto.

— No lo sé, Seokjin. — Le había casi gritado a través del aparato. — Lo primero que tienes que hacer es llevarla con un ginecólogo.

Pero a Seokjin lo que menos le importaba en esos momentos eran la chica o el embrión que cargaba.

Hyeji no había dejado de llorar mientras él hablaba a unos metros de ella y luego de colgar con Yoongi la llevó a su casa.

Al día siguiente, los padres de la chica habían ido hasta la casa de los Kim para reclamarles por lo que su hija acababa de contarles y desde ese momento, el mundo de Seokjin se vino abajo.

Los Kim eran católicos devotos y claro que el aborto no fue una opción desde el primer momento en que el padre de Seokjin se enteró.

La familia de la chica no podía hacerse cargo del embarazo y menos de mantener a un bebé.

Im Hyeji era apenas mayor de edad y se suponía que Seokjin debía ser ya un adulto hecho y derecho, aunque la realidad estuviese demasiado lejos de eso.

Su sueldo como profesor de inglés en la escuela primaria jamás podría alcanzarle para solventar todos los gastos, y luego de la discusión más grande que alguna vez hubo en casa de los Kim, Jungjin —padre de Seokjin— había decretado que Seokjin continuaría trabajando como profesor y luego de que su madre se jubilara, él tomaría su plaza y se convertiría en un hombre decente para su hijo o hija, porque el matrimonio había quedado irrefutablemente fuera del juego gracias a las negativas de Seokjin.

Los Kim se encargaron de los gastos de Hyejin durante todo su embarazo, y luego de nueve meses, nació la que sería la luz de sus abuelos.

En cuanto Hyejin fue dada de alta, la bebé fue a vivir a casa de los Kim y desde entonces, ellos se encargaron de la pequeña Yoomi con todo el amor de sus corazones.

Kim Jiwan había tramitado su jubilación antes de lo planeado para dedicarse a su nieta y cuando el proceso para heredarle su plaza en la escuela primaria a su hijo comenzó, Seokjin se vio contra la espada y la pared.

Dos semanas después, Kim Seokjin desapareció de Goryeong y los Kim se volvieron locos hasta que la hermana del señor Kim se contactó con ellos para avisarle que Seokjin se encontraba con ella en Busán y que acababa de comenzar en la escuela de actuación.

Al día siguiente, Kim Jungjin, Kim Jiwan y Kim Yoomi, estaban ya en Busán.

De nuevo, una discusión interminable dio inicio, y tras el llanto de los cuatro —porque Yoomi también había comenzado a llorar en medio de todo el jaleo— aceptaron que Seokjin se quedara en Busán para estudiar, con la condición de que en cuanto terminara allá, sentaría cabeza, tomaría entera responsabilidad de sus acciones y se haría cargo de su hija.

Un par de meses después, Im Hyejin se había mudado a Daegu para estudiar nutrición y al año siguiente, estaba viviendo ya con su actual pareja.

El grito dentro de la pequeña sala de urgencias en el centro de salud, lo sacó de su ensimismamiento y vio al hombre a su lado retorcer sus manos una sobre la otra sin dejar de mover sus pies de arriba abajo insistentemente.

— No puedo más. — Murmuró apenas, pero Seokjin lo escuchó claro.

Tanto estrés en el ambiente, lo tenía a él también bastante ansioso.

— ¿Tú... querías tener a ese bebé? — Preguntó de la nada, y el hombre lo miró con las cejas fruncidas. Luego de ver que Seokjin seguía esperando una respuesta, habló.

— Sí. — Dijo firme. — Estuvimos intentando por meses, y cuando supimos que Ahri estaba embarazada, fue la mejor noticia del mundo. — El hombre sonrió apenas, porque sus ojos aun mostraban lo preocupado que estaba.

— ¿Por qué? — Volvió a inquirir Seokjin. Verdaderamente quería saberlo.

¿Por qué alguien buscaría algo así?

— Porque Ahri es lo que más amo en este mundo, y ella me ama a mí. — Respondió casi en automático, mas hizo una pausa y pareció perderse en su mente por un rato para luego volver a hablar, manteniendo la mirada fija en ningún lugar en específico. — Creí que sería buena idea tener un hijo porque pensé que podía ser un buen papá, pero desde que nos enteramos del embarazo, no he podido dejar de tener miedo. — Se sinceró y sonrió de medio lado sin voltear a verlo, aunque Seokjin notó que sus pies ya habían dejado de moverse inquietos. — Ahora... Ahora me doy cuenta de que tal vez no sea el padre que ese bebé se merece, porque estoy seguro de que cada día me voy a equivocar en algo nuevo, pero... aun así... estoy dispuesto a dar lo mejor de mí. — Giró el rostro para verlo a la cara, y Seokjin pudo ver ahora determinación en él. — Por mi hijo y por Ahri. Porque ya no me imagino estando sin alguno de ellos dos, aunque a él no lo conozca aún. Voy a intentar, aunque no tenga ni la menor idea de lo que estoy haciendo. — Rio sin ánimos.

Seokjin asintió despacio pensando en la respuesta del hombre y no se dio cuenta de en qué momento los gritos dentro habían cesado hasta que la puerta se abrió y vio a Jungkook salir.

— Familiar de Kwan Ahri. — El hombre se puso de pie de inmediato. — La ambulancia está por llegar. Muchas felicidades, su esposa acaba de dar a luz a un varón sano y fuerte, ella también está bien. Ya puede pasar.









27/08/23


🍵

Chismecito + Tacita de té:

🍵

No hay nada que decir jajaja

Sigan con su vida y sean felices

😁😜

Este capítulo es ficción.

-Tannieinlove

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