Cap. 12
Eran pasadas de las tres de la tarde cuando Namjoon abrió los ojos notando que estaba solo en su habitación. No sabía a qué hora Seokjin se había ido, la cabeza le dolía, tenía una sed horrible y su vejiga estaba a punto de explotar. Se quitó la cobija de encima mostrando su entera desnudes y caminó al baño.
La noche anterior estaba borrosa en su cabeza, más lo que sucedió en la madrugada luego de esa ducha fría lo recordaba bien y no pudo evitar sonreír de medio lado aún cuando apenas podía abrir los ojos.
Apoyó una mano en la pared detrás al escusado y dejó caer su cabeza mientras sostenía su miembro para orinar.
El sexo de la madrugada había sido intenso.
No sabía si aceptar que aquello le había gustado o no, pero en definitiva sería algo que no podría olvidar a pesar de las cantidades de alcohol que aún llevaba encima.
Terminó de orinar y caminó tambaleándose hasta el lavabo. Se apoyó en él e intentó observar su reflejo en el espejo.
Maldición.
En serio estaba hecho mierda, sus conjuntivas enrojecidas, sus ojeras, su labio herido y su piel pálida eran buena prueba de ello.
Aún se sentía mareado y apestaba a alcohol y a sexo.
Observó su mejilla y, aunque no había rastro de ella en su piel, recordó la primera bofetada.
Jamás había tenido sexo de esa manera.
En sus antiguos encuentros, siempre fue él quien dirigió la acción, sobre todo con Jimin, porque a él le gustaba el sexo suave y con todo el romanticismo que pudiese darse cuando se hacía el amor, en cambio, lo de anoche había sido tan... enérgico, tan jodidamente intenso y apasionado, que el recuerdo de los labios de Seokjin queriendo marcarlo con sus profundos besos, como si quisiera reclamarlo como suyo, le hacía estremecerse.
El mayor lo montaba tan malditamente bien que enterró sus manos en su cintura para tomarlo con más fuerza, mas nunca se esperó tremenda bofetada cuando intentó hacerlo, y para su sorpresa, aquello solo aumentó sus ganas de destrozarlo con sus embestidas.
Estúpidamente había intentado tomarlo de nuevo y fue cuando vino la segunda.
"Aleja tus jodidas manos de mí", lo amenazó, "Querías tocarlo a él, ¿no? Pues ahora a mí no me tocas, cabrón", y volvió a morderle los labios.
Aunque las bofetadas lo habían excitado, la mejilla le ardía y no quería otra, así que llevó sus manos a las sábanas para sostenerse y elevó la pelvis al compás de los movimientos del mayor para profundizar las estocadas.
Oh, por todo lo jodidamente caliente.
Mareado y aturdido, pero enteramente consciente de todo, así es como se había sentido. Con unas ganas increíbles de voltear al mayor y cogérselo sin el menor cuidado, pero a pesar de que era su pene el que corrompía ese agujero, jamás se había sentido tan dominado y la situación lo tenía al borde de la perdición.
Sentía el placer recorrerle cada fibra y la imagen de Seokjin haciéndolo trizas mientras se estampaba contra su hombría lo hacían no querer parar con lo que sea que estaban haciendo.
Cada vez que sentía que estaba a punto de venirse, el muy cabrón se detenía o le mordía con más fuerza, y así estuvo jugando con él hasta que él mismo fue quien acabó con fuerza sobre el abdomen del moreno y solo entonces permitió que él también lo hiciera.
Parpadeó varias veces frente al espejo intentando despejarse. Estaba por lavarse las manos cuando cambio de opinión y mejor se metió a la ducha para terminar de despertar.
(...)
Esa misma tarde y luego de que el dolor de cabeza y las náuseas cedieran, Namjoon le había envido mensajes a Seokjin, pero por más que insistía, el mayor no los leía.
Así estuvo hasta que cayó la noche y se decidió a llamarlo para invitarlo a casa y ver alguna película o algo, lo que sea, solo quería verlo, porque aunque el sexo había sido increíble, aún se sentía culpable por lo que había ocurrido en el club y no sabía si eso había quedado ya resuelto entre los dos.
Al tercer timbre, la llamada fue atendida y para su desilusión, el mayor le dijo que no se encontraba en el pueblo. Había tenido que ir a Daegu con sus padres y pasarían la noche allá, aunque prometía que al día siguiente lo buscaría en el centro de salud, y la propuesta ilusionó al moreno.
(...)
Namjoon estaba más que preocupado.
Al día siguiente Seokjin lo llamó para avisarle que no podría ir a verlo y el día siguiente a ese pasó lo mismo.
La primera vez le había dicho que sus padres habían decidido quedarse un día más en Daegu, y la siguiente, le dijo que tenía que encargarse de unos asuntos, pero no especificó nada, y para Namjoon era extraño no tener los mensajes del mayor llenándole el chat a cada momento.
No quería ser paranoico, pero su error en el club no salía de su cabeza y la ausencia de Seokjin le parecía extraña, incómoda, quizás, y eso solo aumentaba su propia inseguridad.
Él en verdad estaba arrepentido por lo que había ocurrido. No estaba seguro de lo que había hecho, pero Seokjin y luego Yoongi, se encargaron de refrescarle la memoria y eso solo lo hizo sentir peor.
Aunque Seokjin lo negaba, él estaba casi seguro de que lo odiaba por aquello, si no, ¿entonces por qué no iba a verlo como hacía siempre? Nunca necesitó invitación. Seokjin solo se aparecía y ya.
A decir verdad, el trabajo en el centro de salud había estado más movido que de costumbre y lo había logrado distraer un poco de su desdicha, pero cuando llegó el miércoles y su jornada acabó, se quitó la bata, tomó sus cosas y salió poniendo rumbo a la casa del mayor.
(...)
Estaba muy nervioso. No sabía si Seokjin se tomaría bien o no su atrevimiento al ir a buscarlo a su casa, pero no podía más con la incertidumbre.
Necesitaba hablar con él y se disculparía mil y un veces si era necesario con tal de que el mayor le diera su perdón.
El sol aún estaba alto en el cielo cuando la casa con fachada de ladrillo se dejó ver y caminó los últimos metros que lo separaban de la entrada. Estaba a solo unos pasos de ella cuando notó la gruesa y rústica puerta de madera abierta y a una mujer conocida de pie al lado de esta.
Namjoon la miró con curiosidad y sorpresa.
— ¿Señora Kim? — Preguntó al verla, y la mujer se admiró.
— Doctor Kim, qué sorpresa.
Namjoon apuntó hacia la casa.
— ¿Usted vive aquí?
— Sí, esta es mi casa.
El moreno separó los labios y entonces comprendió.
Kim.
Había tantos Kim que jamás relacionó a Kim Seokjin con Kim Jiwan.
— Entonces... ¿Seokjin...?
La mujer rio bajito.
— Es mi hijo. Supongo que lo conoce por Yoongi, ¿o me equivoco? — Namjoon asintió sin dejar de parecer sorprendido. Estaba por volver a decir cuando una pequeña de ojos grandes, labios regordetes y mejillas rojas salió corriendo de dentro de la casa y fue a aferrarse a las piernas de la mujer. Kim Jiwan la tomó en brazos, buscando no arrugarle el lindo y esponjoso vestido rosa de mangas largas. — ¡Y aquí está la cumpleañera! Mira nada más que bonita te puso tu mami. — Dijo jugueteando con ella y volviendo luego a darle su atención al recién llegado. — Supongo que está aquí por la fiesta, llegó muy temprano, apenas están terminando de acomodar las mesas y sillas en el jardín. — Entonces el moreno notó la camioneta Pick-Up de la que descargaban el mobiliario. — Yoongi aún no llega, pero Seokjin y Hyeji están-
— ¿Mamá? — Pronunció la pequeña, metiéndose los dedos de la mano a la boca.
— Si, mi amor. Mamá. — Pronunció suave hacia ella, y continuó diciendo hacia Namjoon. — Están en la parte de atrás ayudando con la decoración. Si gusta puede pasar.
— Muchas gracias. — Dijo el moreno con una sonrisa y le sonrió a la pequeña que lo veía atenta. — ¿Es su nieta? — Preguntó y ella asintió. — Es muy adorable. — Acercó una mano y le picó despacito una mejilla, consiguiendo que la pequeña riera y se aferrara al cuello de la mujer, escondiéndose en su cuello.
— Gracias. Anda, Yoomi, dile gracias al doctor. — Insistió ella, pero la pequeña solo se escondió más en su cuello, viéndolo con sus grandes ojos.
Yoomi... ese nombre le sonaba.
— No sabía que Seokjin tenía hermanos. — Dijo ingenuo y la mujer negó con una sonrisa.
— No los tiene, Yoomi es su hija.
¿Eh?
Namjoon quedó pasmado y clavó sus ojos en la pequeña de no más de dos años. Sus facciones, ese cabello negro y lacio, sus labios regordetes...
Mierda.
Era idéntica a Seokjin.
— Señora Kim, el arco con globos y los centros de mesa ya quedaron instalados. Su hijo y la señorita nos dijeron dónde debíamos ponerlos.
Interrumpió un hombre que salía de dentro del domicilio.
— Muchas gracias. ¿Vuelven mañana por el mobiliario? — Se giró hacia el moreno. — Disculpe, doctor, si gusta puede pasar, el jardín está al fondo.
Namjoon retrocedió dos pasos.
— N-no se preocupe, señora Kim, creo- creo que vuelvo más tarde.
La mujer asintió animada.
— Dentro de una hora estará todo listo.
— Gracias. — Volvió a observar a la pequeña. — C-con permiso...
— Lo veo más tarde, doctor. — Se despidió y Namjoon dio una pequeña reverencia antes de girarse y comenzar a caminar cada vez más rápido lejos de aquel lugar.
(...)
No podía parar de darle vueltas al asunto.
Estaba demasiado confundido y sorprendido. Sentía una presión en el pecho que no lo dejaba en paz y sabía que no era otra cosa más que ansiedad.
¿Seokjin tenía una hija?
Mierda.
Mierda, mierda, ¡mierda!
¡Seokjin tenía una hija! Yoomi, si mal no recordaba, así es como se llamaba.
Es que... ¿Cómo? ¿Qué había sucedido? Es decir... Seokjin tenía una hija...
Y no, no estaba mal que fuera así, ¿pero por qué no se lo había mencionado? Había tenido el tiempo suficiente para hacerlo.
Su cabeza iba a reventar.
Lo peor del caso no era eso, lo que lo tenía verdaderamente mortificado era que a los bebés no los traía la cigüeña. Esa niña tenía una madre y él no quería imaginarse así mismo siendo la tercera rueda en una relación, mucho menos de una con hijos de por medio.
Culpa, culpa, culpa.
El moreno no podía más.
En esos momentos la fiesta de cumpleaños de aquella niña debía estarse llevando a cabo en el jardín de los Kim y-
Esperen...
Quizás era una tontería pensar en eso en ese momento, pero... ¿Era por eso que Seokjin no lo había agregado en redes sociales?
Oh, Kim Namjoon, ¡Eres tan estúpido!
¿Era por eso?
¡Maldita sea!
Podía imaginarse las fotografías que la bonita familia subiría más tarde, en las que aparecía la pequeña cumpleañera junto a sus padres y abuelos.
Traicionado. Se sentía traicionado por el mayor, y muy avergonzado.
Definitivamente no podía ir a encerrarse a su departamento o el sofoco se volvería peor. Necesitaba aire fresco, y aunque el que brindaba la tarde estaba un poco helado, no se detuvo.
Caminó sin rumbo fijo por la acera.
Necesitaba tranquilizarse y pensar.
Por inercia, sus pies lo llevaron cinco calles adelante y entró en una cafetería para pedir algo caliente. Luego de que le entregaran el capuchino en la presentación más grande, salió y fue a buscar una banca libre frente al kiosco del jardín principal del Goryeong.
¿Qué debía hacer?
Suspiró.
¿Debía enviarle un mensaje a Seokjin?
El chico llevaba unos días evitándolo y todo el tiempo pensó que era debido a lo sucedido en el club, pero ahora que se enteraba de la situación, su mente hacía miles de conjeturas. Intentó hacer memoria y recordar todas las veces que Seokjin le mencionó que estaba ocupado.
¿Le había mentido cada una de ellas? ¿Estaba en realidad ocupado con su familia? Y no se refería precisamente a su padre y a su madre.
¿Y aquella vez que habían ido a su casa por la madrugada? ¿Habría estado su... esposa, o lo que fuera, ahí?, ¿o Yoomi?
Namjoon se llevó la mano a la cabeza y se presionó las sienes.
¡Yoongi! ¡Él sabría!
Necesitaba hablar con él de manera urgente y- Oh... recordó que probablemente estaría también en esa fiesta...
Esperen.
¿Yoongi lo sabía y no le había dicho nada? ¿Así de grande era la amistad entre él y Seokjin como para tapar la infidelidad que el mayor estaba cometiendo? ¿Su compañero también se estaba burlando de él? Porque Yoongi sabía bien que él y Seokjin no salían solo como amigos...
Y luego estaban todas aquellas veces que lo habían visto junto al mayor por todo el pueblo.
¿Es que todo el mundo estaba loco?
¿Qué clase de persona era Kim Seokjin y por qué le había visto la cara de aquella forma?
22/07/23
🍵
Chismecito + Tacita de té:
Sí. Ya ni siquiera recuerdo bien cómo fue, pero él no me lo dijo. Por otra persona, me enteré de que el Seokjin de la vida real tenía una hija.
¿Cómo están?
Espero que muy bien, y si no es así, espero que pronto puedan estarlo.
Les mando un abrazo grande 🤗
Gracias por todo su apoyo 💜
-Tannieinlove
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