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Cap. 10

No sabían por qué Dios los estaba bendiciendo, pero era lunes y el centro de salud tenía muy poca cantidad de pacientes.

Bueno, la verdad es que sí lo sabían.

Durante la noche había comenzado a lloviznar de manera suave y aún por la mañana, la lluvia no quería parar.

Namjoon había despertado como todos los días antes de que saliera el sol para recorrer la reserva en su bicicleta antes de comenzar su turno, pero las calles enlodadas y la continua lluvia —que no era demasiado intensa pero sí conseguía empaparte de pies a cabeza en menos de un minuto—, se lo impidieron.

Tal vez hubiese sido divertido hacer ciclismo bajo la lluvia, pero con el frío que estaba haciendo, probablemente hubiese acabado con hipotermia si bien le iba.

Acostumbrado a despertar temprano, había pasado esas horas tomando un baño caliente, desayunando tranquilamente y leyendo un libro antes de pedir el taxi que lo llevara al trabajo.

Los pacientes no habían querido salir de sus casas ese día, solamente quienes verdaderamente necesitaban la atención de manera urgente habían llegado al lugar y al ser tan pocos, habían terminado las consultas en menos de 2 horas.

Estaba sentado junto con los chicos en la sala de espera del centro de salud, viendo la lluvia y conversando de cualquier tontería en espera de que algún paciente llegase buscando atención, cuando sintió el celular vibrar en el bolsillo de su bata blanca.

Seokjin:

Me considero "Team frío"

Pero justo ahora tengo los dedos de los pies congelados

Y eso no es divertido

Namjoon sonrió divertido y se decidió por responder.

Namjoon:

Yo soy "Team lluvia" y no me arrepiento

Me encantan los días lluviosos

Excepto porque hoy arruinó mis planes de ir a la reserva

Seokjin:

Eso es trampa

Tienes que elegir entre frío o calor

La lluvia aquí ni pinta

Además...

Eres un raro

Los días lluviosos son deprimentes

Namjoon:

Jajajaja

Claro que no

Son románticos

Seokjin:

Hay quienes consideran romántico morir por amor

Estás tan loco como ellos

Namjoon:

Tal vez~

Seokjin:

Rarito...

Namjoon:

Jajajajajajaja

Qué haces despierto?

No ibas a dormir hasta después del medio día?

Seokjin:

Papá me despertó para que le ayudara a limpiar el patio

Las hojas de los árboles estaban bloqueando el desagüe y el patio estaba inundado

El agua casi entra a la casa, pero ya lo desbloqueé

Namjoon:

Wow

No te imagino haciendo algo productivo

Seokjin:

😒

No soy ningún zángano holgazán!

Ayudo a mamá con el aseo, lavo mi ropa, puedo cocinar y...

Desbloquear el desagüe

Solo estoy disfrutando de mis vacaciones

No seas envidioso

Namjoon:

JAJAJAJAJA

En serio puedes cocinar?

Seokjin:

Pues claro

Cómo crees que sobrevivo en Busán?

A base de sopa instantánea y atún, como tú?

Namjoon:

Touché

Seokjin:

🙄

En fin...

Cómo estás?

Namjoon:

No mucho mejor que tú

No tenemos pacientes pero aún no habilitan la calefacción en el centro de salud y nos estamos congelando poco a poco

Seokjin:

Estás con Yoongi y tus amigos?

Namjoon:

Si

Seokjin:

Tienes con qué abrigarte?

Namjoon:

Si

Traje un suéter y una chamarra hoy

Seokjin:

Bien

A Jungkook y a Hoseok les gusta el café?

No pregunto por Yoongi porque ya sé cuál es la respuesta

Namjoon:

Uhm...

Si

Por qué?

Seokjin:

Perfecto

Estoy con ustedes en unos...

20 minutos?

Tal vez un poco más

Depende de si encuentro abierta o no alguna panadería con esta lluvia

Namjoon:

Estás loco?

No!

No salgas de casa!

Seokjin:

Crees que esta lluviecita y un poco de frío pueden detenerme?

Ja!

No me conoces

Namjoon:

Seokjin...

Lo digo en serio

Quédate en casa

No te expongas

Seokjin:

Shhh

Llego en un momento

Namjoon:

Seokjin!

Hazme caso!

Namjoon rodó los ojos y soltó un bufido cuando después de un minuto no recibió respuesta en la conversación.

Namjoon:

Al menos pide un taxi o algo...

No se te vaya a ocurrir venir en la moto, Seokjin!





(...)





En su consultorio, Namjoon restregaba una toalla pequeña en el cabello oscuro de Seokjin.

— Te dije que pidieras un jodido taxi pero nunca haces caso.

— N-no es p-para tanto. — Dijo con dientes castañeantes y su cuerpo sacudiéndose involuntariamente en un escalofrío.

El moreno chasqueó la lengua y talló con mas brusquedad buscando secarlo por completo.

— Vas a enfermar con este clima y todo por necio.

— Dijist-te que te gustab-ba mi espontaneid-dad. — Se encogió de hombros como si no importara el hecho de estar temblando y con el cabello mojado así como algunas partes de su ropa.

El impermeable y las botas para lluvia habían hecho un buen trabajo con las zonas que lograban cubrir, pero el viento le había corrido la capucha y volado las mangas hacia arriba durante el camino. La parte de su pantalón por arriba de las botas tampoco se habían salvado del todo.

— Eres un desastre. — Suspiró meneando la cabeza. — Sácate la chamarra, toma la mía.

— N-no. Me secaré en un moment-to.

— Deja de ser tan necio. Se secará más rápido si la extendemos frente al ventilador en el cuarto de los medicamentos. Mientras tanto toma la mía.

— Tú tamb-bién tienes frío.

— Pero yo no estoy mojado y tú sí. — Refutó, terminando por fin de secarle el cabello y llevándose las manos a las caderas con la toalla colgando de una de ellas. Su gesto impasible dando a entender que no aceptaría un No por respuesta.

El mayor rodó lo ojos.

— Bien. — Se quejó alargando la palabra y comenzó a quitarse la chamarra.

Namjoon hizo lo mismo y le pasó la suya, acomodándosela por los hombros.

Él verdaderamente estaba bien sin ella en ese momento.

Debajo llevaba una playera térmica de mangas largas, encima un suéter gris y, sobre esta, una camisa de botones. Además, aunque no era muy gruesa, tenía su bata.

Namjoon llevó la chamarra con las mangas húmedas fuera para ponerla a secar, regresando a los cinco minutos a su consultorio con un par de cafés y dos panes.

Seokjin aún temblaba un poco, pero era mucho menos que cuando lo vio llegar al centro de salud cargando dos bolsas plásticas con lo que de buena fe les había pasado a comprar.

— ¿Quieres sentarte acá? — Preguntó el moreno, apoyando una mano en la camilla.

Seokjin asintió y se movió rodeando el escritorio para ir a donde le señalaban, viéndolo abrir una de las puertecillas del mueble y sacar una sábana de dentro.

Se acomodó frente a él e hizo volar la sabana en el aire para cubrirlo por la espalda, ajustando los extremos en su pecho para abrigarlo.

— ¿Mejor? — El mayor murmuró una afirmación y le extendió uno de los vasos térmicos con café.

— Gracias, Joonie. — Pronunció con una suave sonrisa.

El moreno chasqueó la lengua y subió a su lado en la camilla, rodeándolo con un brazo por la espalda para hacer fricción en su cuerpo y darle aún más calor.

Namjoon lo sintió recargarse contra él, apoyando la mejilla en su hombro y él también sonrió.

El mayor dejó de temblar a medida que daba pequeños sorbitos a su bebida y Nam lo acompañaba, ambos con las espaldas recargadas contra la blanca pared del consultorio y sentados en la camilla.

— ¿Te gustó el café?

— Uhum. — Murmuró contento, pasando el trago y observó la etiqueta en el vaso. — ¿Es de la cafetería artesanal que me contaste?

— Sip. Son mis favoritos. ¿Quieres probar el mío?

— ¿Son distintos?

— Uhum. El tuyo tiene miel y cacao.

— Mmmmh. Noté el cacao. — Saboreó y sonrió hacia él, y Seokjin aprovechó para picar con travesura uno de sus hoyuelos haciendo al moreno torcer el gesto y palmearle la mano para alejarlo, aunque en realidad lo hizo sonreír más. Extendió su mano, pidiendo el vaso del mayor. — ¿El tuyo a qué sabe?

Seokjin le dio el vaso.

— El mío es una mezcla de café con arándano y cereza. A Yoongi le gusta el suyo con vainilla y crema, y pedí dos iguales para Jungkook y Hoseok.

— Mmmmh. — Repitió el moreno, degustando el sabor con sorpresa. — Está rico.

— Sí. — Afirmo contento, recibiendo de vuelta el vaso en su mano. — Es mi favorito.

— ¿Cómo está el centro? — Preguntó, bajando de la camilla para tomar los panes del escritorio, regresando luego a su posición, extendiéndole una dona al mayor.

— Vacío por la lluvia. Algunos locales no abrieron hoy.

— Uhm... Si no deja de llover, ¿te gustaría ver una película en el departamento? Podemos buscar algún lugar y comprar algo para cenar mientras la vemos.

El mayor sonrió y le dio una mordida al pan.

— Y si deja de llover también me gustaría. — Dijo con la boca llena, haciendo reír al moreno.

La puerta fue tocada dos veces y vieron a Jungkook entrar al consultorio.

— Nam, llegó un paciente que quiere pasar contigo. — Las formalidades entre ellos ya habían quedado atrás cuando estaban a solas, eran amigos, aunque frente a los pacientes siempre se dirigiesen al otro con respeto. — Le acabo de tomar los signos vitales y ya tengo su expediente.

El moreno asintió hacia él y luego volteó a ver al chico a su lado.

— Trataré de verlo rápido.

Seokjin le sonrió y bajó de la camilla de un salto.

— Tomate tu tiempo.





(...)





La película llevaba pausada en el minuto treinta y tres desde hace una hora, y dos bowls de ramen vacíos yacían en el piso al lado de la cama. La lluvia había disminuido en intensidad, siendo apenas una ligera brisa lo que caía del cielo, aunque este aún estuviera cerrado por grises nubes.

— Puedo sentir el picante en mi lengua. — Murmuró el moreno sobre la boca del mayor y volvió a besarlo.

— A mí me arden los labios.

Namjoon soltó una risita en medio del beso.

— Te dije que pidieras uno menos picante pero como siempre, no me hiciste caso.

— Cállate y sigue besándome. — Enredó sus manos en el cabello detrás de su cabeza y volvió a tirar de él, cerrando los ojos.

— Tus labios se sientes mas hinchados de lo normal. — Mordió el inferior, consiguiendo que Seokjin siseara por el suave dolor infligido.

— Deberíamos probar como se sienten alrededor de tu pe-

— ¡No, gracias! — Soltó riéndose y separándose del mayor para verlo divertido a los ojos.

Seokjin tenía los labios rojos e hinchados, no precisamente por los besos, aunque algo tuvieran que ver, sino porque el muy terco había pedido el ramen mas picante que encontraron en la tienda de conveniencia y ahora no dejaba de inhalar por la boca para calmar el picor.

La lengua de Namjoon ayudaba a calmarlo y aunque sus dientes tirando suavemente de sus labios no le hacían mucha gracia, definitivamente no quería que parara.

— No quiero sentir ese tipo de ardor allá abajo. — Agregó, sin dejar de reír.

— Anda, no seas aburrido. No perdemos nada con probar. — Gimoteó aferrado a sus hombros, poniendo su mejor cara de bebé.

Namjoon soltó una suave carcajada.

— Definitivamente no. Aunque, tus labios se ven muy bien así...

— Entonces-

— No.

— Pero dicen que la leche ayuda a contrarrestar el picante...

Namjoon rodó los ojos, empujándole la cara a un lado con la palma de la mano y poniéndose de pie para salir de encima de él.

— Ve rápido a lavarte la cara y la boca. — Lo apuró sin verlo a la cara aunque una de sus comisuras se elevaba pícaramente.

Seokjin se carcajeó, incorporándose rápido en el colchón más que contento.

— ¿Tienes un cepillo extra?





(...)





Al día siguiente, la puerta del consultorio fue abierta y el famoso doctor Kim salió a la sala de espera con un expediente en mano, con su bata blanca y el estetoscopio al cuello.

— Señora Sh- ¿Jin? — Preguntó extrañado en cuanto reconoció la cara del mayor y vio como se escondía detrás de Hoseok. Se giró hacia la mujer que se estaba poniendo de pie en la silla plástica y le hizo una seña para que le diera un segundo. La mujer asintió y volvió a tomar asiento. — ¿Qué haces aquí? — Se acercó a Hoseok y lo tomó por los hombros para hacerlo a un lado, descubriendo a Seokjin agazapado a su espalda.

El mayor se irguió apretando las manos a sus costados.

— Uhm... pues... viene a ver a Yoongi...

— ¿Estás enfermo? — Preguntó con el ceño fruncido, tomándole mandíbula para verlo a la cara.

— N-no, solo... su madre me envió a-

— Seokjin... — Lo cortó mirándolo con una ceja elevada y suavizó su tono. — ¿Por qué no me dijiste que te sentías mal?

La voz ronca y nasal, aunado al enrojecimiento en la nariz del mayor fueron evidencia suficiente para corroborar que estaba resfriado.

Seokjin rodó los ojos y con un golpecito apartó la mano que le sostenía la barbilla.

— No es nada...

Namjoon suspiró pesado y le tomó la mano, consiguiendo tensar cada músculo del bien formado cuerpo del mayor.

— Te dije que no te expusieras a la lluvia, pero no hiciste caso. — Lo regañó. — Vamos al consultorio.

— ¿Eh? No, no, no. Voy a pasar con Yoongi. Solo faltan dos personas más y-

— Señora Shoen, discúlpeme, solo serán cinco minutos. — Pidió haciendo una venia profunda a la mujer, y ella asintió aunque no muy conforme.

Tiró firme de él pero sin ser brusco, llevándolo dentro del consultorio.

— ¡Pero mi ficha es para pasar con Yoongi! — Se quejó una vez que se cerró la puerta.

— ¿No confías en mí? — El gesto en su cara mostrando que verdaderamente había herido su ego al rechazarlo como médico.

El mayor lloriqueó en su sitio, terminando por abrazarse a sí mismo mientras lo veía ceñudo.

— No es eso. — Dijo al final.

— ¿Entonces? — Quiso saber, remedando su acción al cruzar los brazos sobre su abdomen. — Tuviste que haber llegado desde temprano para solicitar tu ficha de consulta y tú no sueles despertar antes del mediodía. Pudiste haberme enviado un mensaje o llamado para decirme que te sentías mal y yo pude haber hecho algo, pero no fue así. — Se quejó. — ¿No confías en mí?

Seokjin exhaló con pesadez, abultando ligeramente sus labios con la mirada clavada en sus pies.

— Te digo que no es eso. — Repitió sin levantar la mirada. — Es que... me da pena.

El moreno frunció el ceño sin comprender.

— ¿Pena? ¿Tú con pena? — Los ojos asesinos de Seokjin se clavaron en él, haciéndolo reír ligeramente. — ¿A qué te refieres?

El mayor volvió a lloriquear frente a él.

— No quiero que me revises tú. — Murmuró.

— Pero-

— ¡Tengo mocos!, ¿okey? — Casi gritó, sentándose de mala gana en la silla para pacientes frente al escritorio, y Namjoon luchó por no reírse. — Y me duele la garganta, pero es asqueroso y no quiero que tú la veas.

Verdaderamente estaba siendo difícil no reírse.

— ¿No quieres que revise tu garganta?

— No... — Repitió enfurruñado, y Namjoon debió agacharse a su lado para verlo a la cara.

— Jin. — Le dijo de frente. — Ayer revisé tu garganta con mi lengua y con mi pene. Es absurdo que no quieras que la vea hoy.

— ¡No es lo mismo, idiota!

Namjoon soltó una carcajada cuando el mayor le lanzó un manotazo en el pecho.

— No seas ridículo y déjame revisarte. — Le ordenó sin dejar de reír, tomándole las manos para invitarlo a ponerse de pie e ir a la camilla.

Seokjin apretó los parpados en medio de quejidos y se dejó guiar hasta el lugar.

Namjoon tomó la lámpara en su mano izquierda y un depresor lingual de madera en la derecha.

— Abre grande.

— Por favor, no uses esa cosa. — Pidió con una mueca de disgusto, señalando hacia su mano derecha.

Namjoon soltó una risita.

— Bien, no la usaré si no es necesario, pero abre grande.

— Bien... — Se quejó el mayor para volver a lloriquear. — Esto no me gusta. — Abrió la boca, pronunciando un "Aaaah" largo.

Namjoon revisó su garganta y en cuanto puso el depresor sobre su lengua, Seokjin sintió arcadas, manoteando sobre el moreno para que apartara el instrumento.

— ¡Dios! Esa cosa es asquerosa. — Lloriqueó de nuevo, sosteniéndose el pecho con fuerza mientras las náuseas pasaban. Sus ojos llorosos y el rubor en su cara demostrando que había estado a punto de vaciar el estómago. — En serio odio esto.

— Lo siento. — Pidió el moreno en medio de risas. — Pero en verdad no puedo creer que solo con eso tengas náuseas. Ayer no parecías nada inc-

— ¡Cállate! — Soltó al tiempo que le lanzaba otro golpe en el pecho. — ¡No es lo mismo! Además, no puedo creer que seas tú el que esté diciendo esto. ¿Dónde quedó el Joonie que me pedía que no fuera desvergonzado?

— Bueno, tú tienes la culpa. Me pegaste tus mañas. — Dijo sin dejar de reír.

Seokjin resopló inconforme con sus respuestas, pero se dejó tomar por la cintura y se aferró a sus hombros al bajar de la camilla para caminar hasta la silla y esperar a que Namjoon le extendiera una receta.









03/07/2023

🍵

Chismecito + Tacita de té:

🍵

Amaba que en ese lugar lloviera todo el tiempo, en serio me encantan los días lluviosos, no importa si es una mega tormenta o una llovizna leve, igual me gusta ♥

Él era súper impulsivo jajaja ¡demasiado!

Sí me llevaba chocolate caliente y panecitos o churros con azúcar al trabajo.

Sí veíamos películas en mi departamento, aunque... bueno, a veces las dejábamos a medio ver... jajajaja ¡no me juzguen!

Él era muy guapo.



Espero estén muy bien.

¡Les mando un abrazo grande! ♥

-Tannieinlove

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