Lía.

26 de marzo, un día después de que tuvimos nuestra reunión.

Es de mañana y bueno, es lunes. Los lunes son días ligeros: educación artística y geografía junto con educación física para las chicas, nada del otro mundo.

Decidí no comentar lo del mensaje de Carolina, ni siquiera respondí.

Tengo que planear como hacerlo.

Suspiro y agarro mi goma, Estoy en mi mesa sentada junto a Bea. Los demás están por ahí con las mesas en forma de grupos y eso.

Es la cuarta vez que rehago este dibujo, me está sacando de mis casillas.

-Lía, ¿Qué te pasa?Estás rarísima, ¿Te peleaste con alguien?¿Dormiste mal? -decide romper el silencio, Bea.

Además, todos se callan al oír la voz de mi amiga. Tienen esa extraña costumbre: yo o ella hablamos y todos se callan.

Una razón más para odiarlos.

-Nada, Bea. Sigue con tus dibujos.

-Ya los entregué, ¿No te acordás? -se acomoda el cabello, siempre le gusta ir arreglada.

No respondo, prefiero que todos vuelven a hablar.

-Sí, Beatriz tiene razón. Estás rara hoy-comenta Jarel, viéndome por unos segundos.

-Bueno, todos estamos raros con lo que está pasando, ¿No? -disimulo para que la profe no se dé cuenta-. Joaquín muerto... No sé, supongo que todos estamos alterados.

Nadie dice nada y retoman su conversación, me alegro. No me agrada ser el centro de atención.

Mi celular vibra y de manera disimulada, reviso que es.

Weit: ¿Cómo están?¿Disfrutando su lunes?Los dejé tranquilos, estaba siendo muy duro con ustedes.

Suspiro otra vez. Maldición, hace varios días que nos viene casi acosando. ¿Cómo no podemos dar con él?

Tampoco podemos decirle a una autoridad, ya sabemos como vamos a acabar; igual que Joaquín.

—Sé que la miras amistoso, pero cuidado, no es lo que parece —escucho que alguien comenta y no reconozco la voz.

La puerta se abre, son las ocho y media. Que raro, ya pasaron a tomar lista.

Lo que veo, me asombra. Es Carolina, respira entrecortada. Quizá hasta llegar a agitada.

Está algo despeinada, raro en ella. Se peina más que Beatriz y se arregla siempre.

—¡Caro!¿Qué te pasó? —corre a abrazarla Selena.

—Nada, Sel. Me levanté tarde. Estuve estos días en la casa de mi abuela.

Arqueo una ceja, espero que no piense que nos vamos a tragar ese relato. No es cierto y esconde algo, pero aún así, hay que disimular.

—Vaya, que interesante —hace una mueca, Marie—. Mándale saludos a tu abuelita.

—Claro que lo haré.

Decido seguir con mis trabajos, lo estoy entregando tarde. No pienso reprobar el trimestre.

Mi celular vuelve a vibrar, varias veces, el problema es que en medio del silencio que se ha formado; se escucha.

—¿Quién te escribe tanto, Lía?¿Tu novio falso? —ríe Angie y algunos imitan su acción.

—Angie, considero que deberías dejar esas actitudes de niña. Ya has madurado, joder —dice Dimitri.

Ignoro lo que sucede a mi alrededor para leer los mensajes.

Weit: M

Weit: L

Weit: #2

Weit: ▪

Weit: N o  d i g a s  n a d a  a  n a d i e.