Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

▪ Capítulo 29 ▪ En busca de pruebas

Ariana

Sonrío y choco los cinco con Weit, sus ojos me observan con frialdad.

—¿Entonces?¿Acertó? —inquiero mientras aún mantengo la sonrisa en mi rostro.

—Acertó. Es una chica lista. Me imagino la cara que puso cuando le nombré a Ben y su promesa, menos mal que estabas ahí y nuestro contacto también —ríe un poco, amargamente.

Me quedo callada. A veces me pregunto si estoy haciendo bien y ¿Por qué hago esto?

En el pasado, la pasé mal con algunas personas... Pero no es una buena razón para ser parte de esto.

¿Entonces por qué lo hago?

Siempre me he mostrado como una chica fría, sin sentimientos, fuerte, irrompible... ¿Pero acaso alguna de esas cosas es cierta?

Tengo un buen corazón escondido...

¿Por qué digo estas estupideces?Claro que estoy haciendo bien, ellos deben pagar por todo el daño que hicieron, además, Weit es una amistad que le tengo bastante aprecio. Le apoyaría en lo que fuera.

—¿Qué vas a hacer ahora? —fijo mis ojos en sus ojos azules, me encojo de hombros. Es intimidante.

—Matar a Marie —responde con una sonrisa—. Y vos vas a actuar como la buena actriz que sos, con que no sabés nada. Cómo venís haciendo ahora, ¿Te parece?

—S-sí... —titubeo un poco y aclaro mi garganta—. Claro que sí.

—No te conviene ponerte del otro lado ahora, yo te aviso no más —amenaza con una mirada desafiante, trago saliva—. Ah y, cuidado con lo que hacés o decís, Lía es muy observadora aunque no lo parezca. También fíjate en Jarel, lo puedes usar a tu favor.

—¿Usar?¿Qué no se supone que somos mejores que ellos? —cuestiono con una sensación de incomodidad por su mirada tan fría.

—Somos el mismísimo infierno. Somos la muerte, nosotros elegimos quién vive y quién muere —contesta mientras mira la pantalla de su celular. Relajo los hombros al no sentir la presión de su mirada.

—Eso hasta rimó... —susurro por lo bajo. Es algo típico en Weit, suele rimar sin pensarlo, debería escribir poemas.

—Lo sé —admite seco.

Antes de que pueda decir algo más, me vuelve a mirar.

—Mirá, Ariana, sí algo aprendí, es que el ser humano es el ser más cruel que puede existir, pero a la vez es magnífico  —sonríe triunfante. Da miedo en serio.

Prefiero quedarme callada y no decir nada. Weit se levanta y se dirige a otra habitación, probablemente a buscar ideas para la forma de muerte de Marie.

Algo se remueve en mi interior, es una sensación de incomodidad... Es como si tuviera náuseas por estar nerviosa, ¿Qué mierda me pasa?

Sobre todo esta sensación aumentó cuando nombró a Jarel. Él es un buen chico y me da pena, siento que no merece estar en este juego.

Pero es hermano de esa arpía disfrazada de conejito inocente. Sí, Karin.

Ella es una hipócrita, crítica a los demás, pero ella también tiene sus cositas guardadas dentro.

Yo y algunos más lo sabemos más que nadie. Se colocó una máscara, veamos cuánto le dura hasta que se le caiga.

Las mentiras tienen patas cortas. Y la verdad no se la puede ocultar por mucho tiempo, tarde o temprano, todo se sabe.

Lía

Observo a Dimitri y Jonan caminar de un lado a otro en la habitación. Sí, hemos vuelto a reunirnos.

—¡Ya, carajo!Cálmense —vocifera Karin, al parecer histérica. Y también nerviosa, se nota en el temblor de su cara y manos.

—Chicos, cálmense —pido en un tono más tranquilo. Qué ellos sigan caminando de esa manera, me está dando nervios.

—Perdón, pero es que, ¡Ya no sé qué vamos a hacer!¿Entienden?Nos sigue matando. Y no acabará hasta terminar con todos nosotros —dice Dimitri, bastante serio.

—... ¿Y Marie? —cuestiona Ámbar, algo asustada.

Los demás nos miramos entre nosotros, como preguntándonos lo mismo. No está por aquí, recién ahora nos damos cuenta de ello.

La pregunta es, ¿Dónde está, entonces?

Y aquí es, que recuerdo haberle dicho su nombre a Weit horas antes.

—¡Ella no puede estar muerta! —chilla Selena, histérica.

—¿Quién dijo que está muerta, Sel?Cálmate —intenta tranquilizarla, Lara.

Nuestros celulares suenan al unísono y nosotros ya sabemos lo que es. Agarramos algo nerviosos o bueno, los demás, y los revisamos.

Weit ha cambiado el título del grupo.

Weit ha enviado una foto.

Weit: Admito que no fue un trabajo fácil, pero bueno. Aquí la tenemos a la pobre Marie, una lástima. Mi mayor pésame.

Weit: Prepárense, porque puede que se venga lo chido. ¿Acaso esto no es divertido?

Weit: Y puede que haya un sexto juego. Cuidadito.

—¡Eso no es cierto!¡Él miente! —brama Selena, abatida—. No es... cierto, ella no e-está...

Lara la abraza, acariciando su espalda en un intento de calmarla. Selena explota en un sonoro llanto, dejando que varios de sus mechones pelirrojos le cubran el rostro.

Comparto una mirada con Ben y Beatriz, ellos están atónitos por esta noticia. Y yo no lo estoy, de alguna forma u otra, sabía que esto pasaría.

Y pues, porque Weit me pidió eso.

—Él ha dicho tener un cómplice y un informante. Dos de ustedes nos están traicionando —acusa Álex, tenso.

Las miradas se dirigen a mí y trago saliva, algo incómoda. Me miran acusándome, yo no tengo nada que ver con Weit.

—¿Qué tenés para decir, Lía? —pregunta Dimitri, sereno.

—Yo no tengo nada que ver con Weit —aseguro—. Lo digo en serio.

—Sí, claro, por eso él te habla, ¿No es así? —ironiza Lara.

Tenso mi mandíbula y aprieto mis dientes, no recuerdo haber mencionado en algún momento el que Weit me habla. ¿Qué carajos?

—No, no creo que ella sea cómplice —suelta Dimitri—. Sería algo muy obvio y pues, no creo que a Weit le guste la obviedad por como creo que es.

—Lía no es la cómplice ni la informante —me defiende Ben—. Yo opino que es Lara o Álex.

—¿Qué?¿Y yo por qué? —exclama Álex, confundido.

—Ben, tú la defiendes porque te gusta —reprocha Karin.

—Yo no tengo nada que ver, Karin, a lo mejor vos sí —contraataco y ella se calla. Una leve sonrisa se me escapa.

—Bueno, basta. Estas discusiones no nos llevarán a nada —interrumpe Beatriz—. Hay que buscar pruebas, pistas. Tal vez ni siquiera son dos de nosotros y sólo quiere que nos ataquemos entre nosotros.

Me distraigo viendo una sombra pasar por la ventana.

Y la luz se apaga.

—¡Chicos!¿Qué fue eso? —murmura Selena, asustada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro