Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

▪ Capítulo 25 ▪ ¿Otro juego?

Marie.

Dejo de golpetear la mesa con mis uñas largas al escuchar el sonido de una notificación.

Las ansias de que envíe un mensaje me carcomen, necesito saber dónde está Selena.

Weit prometió que no la tocaría, pero yo no cumplí lo que proponía. ¿Meterme con Ámbar? Seré una perra, sí, pero jamás me metería con alguien que se aguanto todos mis arrebatos, gritos e histiriqueos.

En este tiempo he cambiado, no sé si para bien o para mal, pero cambié. Ya no grito tanto, no hablo tanto. No hago cosas estúpidas.

Sólo dejo que todo fluya.

O al menos eso intento.

—Bueno, voy a leer lo que envió Weit —anuncia Ben con aparente valentía, pero yo sé que él es un cobarde de primera—. Buenas, mis queridos. ¿Saben?Yo extrañaba los juegos... Supongo que ustedes también. Bueno, démosle comienzo al cuarto juego. En breve les explicaré de qué consiste.

Nos miramos entre nosotros, buscando una explicación. Nada.

Lía.

¿Volvimos al tema de los juegos, en serio?

Enrosco un mechón de mi cabello en mi dedo índice y hago como "rulos". Esta situación me resulta tediosa.

—Bueno, tenemos que hacerlo —declara Marie, rendida.

—Primero tenemos que esperar sus instrucciones —le recuerdo y ella bufa.

Dirijo mi mirada hacia Ben, realmente no puedo creer que un chico como él me quiera a mí. Digo...no es que yo me considere fea, pero no pegamos juntos. Somos opuestos.

Dicen que los opuestos se aman me recuerda la voz en mi cabeza. O la llamada "consciencia", como quieran llamarle.

Sus ojos color miel se cruzan conmigo, me ruborizo un poco. Olvidé que lo estaba observando, ¿Qué pensará de mí?

Me sonríe con sus perfectos dientes. Es una sonrisa que transmite sosiego. Paz.

—¿Pueden dejar de ser unos melosos? —regaña Marie, histérica.

—No estamos siendo melosos. Y cálmate —le dice Ben.

—¿Cómo quieres que me calme si ya llegaron las instrucciones para el cuarto juego? —enarco una ceja, sorprendida.

Vaya... ¿Perdí tanto tiempo viendo a Ben que no escuché el sonido de los celulares?

—Que alguien lea por favor —pido en voz baja, un poco apenada por eso.

Odio el romanticismo, odio las escenas románticas pero a la vez amo lo cursi. Me contradigo yo sola, genial.

Lara se aclara la garganta y respira hondo.

Mis queridos amigos, estoy seguro que extrañan estos hermosos juegos como yo. Les explicaré a continuación el cuarto juego. Todos ustedes irán a la plaza mañana a las ocho de la noche. Allí mismo seleccionaré a dos de ustedes para que decidan. Les daré unas preguntas y si deciden mal, Selena lo paga. Mucha suerte —tartamudea un poco, bastante nerviosa.

—Que divertido —comento sarcástica y sonrío con amargura.

Los demás me observan, serios.

Ariana cruza sus piernas y me observa espectante. Le dedico una sonrisa sin humor.

—Bueno, hay que hacerlo, ¿No? —dice sin despegar su mirada de mí.

En sus ojos marrones oscuro, se ocultan secretos. Puedo intuirlo, hay un atisbo de maldad en ella.

Y quiero descubrir que oculta. Desenmascararla.

—¿Nos dejarán salir? —rompe el silencio Karin. Sus ojos verdes se cruzan con los míos.

Hace días que la veo un poco desanimada... Ya no intenta acercarse a Ben, es más, se quiere alejar. ¿Por qué?

—Si no nos dejan salir, nos escapamos igual —sentencia Carolina. Hay un destello de falsedad en su voz.

Yo no me trago el cuento de qué fue a visitar a su abuela cuando desapareció. Ella se trae algo entre manos.

Jonan sonríe efímeramente con aires de burla. ¿A este que le pasa ahora?

...

—¿Has visto que este año casi ni falté? —habla de repente Beatriz, sacándome de mi ensimismamiento.

—Sí, lo he notado —respondo con desdén—. ¿Por qué?

—Porque quiero estar junto a ti. No quiero dejarte sola como el año pasado y el otro —me regala una sonrisa feliz.

Sonrío un poco forzada. Seguimos caminando hasta llegar a nuestras casas.

Este año está siendo uno de muchos cambios, nunca me esperé que esto pasara. Y menos que pasara algo como las historias que leo, es increíble.

—Lí —me llama y yo levanto la mirada—. Sí me necesitas para algo, sólo tenés que decirlo.

—Lo sé, Bea —afirmo con suavidad—. Y por cierto, trata de que lo tuyo con Jonan no sea tan evidente.

—¡Oye! —me grita.

—Es broma —le explico antes de abrir la puerta de mi casa. Ella suelta una risita y luego se aleja en dirección a dónde queda su casa.

¿Quién iba a pensar que terminaría en un juego con un asesino o asesina?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro