▪ Capítulo 20 ▪ Cambio sospechoso.
Nota: Amber es nombrada como Ámbar en algunas ocasiones. Y es debido a que posee ambos nombres, es Amber Ámbar. Ahora sí, ¡Disfruten!
Ben.
Veo la escena, Lía leyendo ese papel, Beatriz horrorizada... La sombra pasando...
Y decido no actuar. Por cobarde.
Marie, quién se encontraba a mi lado hace unos segundos, vio a la sombra irse y comenzó a correr tras ella con vehemencia.
Visualizo a todos, buscando a alguien desaparecido. Nadie, todos están aquí. Incluida Amber, que hace bastante tiempo no aparece.
—Muy linda la sorpresa de Weit —espeta sarcástica Lía. El sarcasmo proveniente de ella se ve a leguas.
Parece estar enfadada. Aunque no se nota mucho, es buena ocultando sus emociones y sentimientos.
Nadie omite una palabra, al rato regresa Marie, bastante jadeante de correr.
—Casi sé quién es, casi —habla jadeando, toma grandes bocanadas de aire antes de continuar—. Pero es alguien parecido a Carlos, me refiero en anatomía y físico. Es bastante alto y atlético.
—No hay muchas personas así, Marie... —se lamenta Selena.
Marie la observa a través de sus ojos azules, con aparente paciencia. ¿Paciencia?No lo sé. Tal vez cariño...
No soy bueno descifrando emociones... Estados de ánimo... Sentimientos o lo que sea.
—Pero, podemos investigar a las personas que conozcamos así —opina Dimitri en una voz ronca e interesada.
Karin se abraza a mí, correspondo con cariño un poco forzado... Yo... No sé ni cómo la veo, sí como hermana o pareja.
Puedo percibir la decepción proveniente de varias personas. De Lía, Beatriz, Jarel...
De Ariana y Dimitri.
¿Por qué mierda me importa lo que piensen?¿Por qué pienso primero en Lía?
Ella ya no debe importarme... No después de lo que hizo.
—¿Yo por qué estoy metida en esto? —interroga Ariana.
—No sabemos, Weit lo quiso así —refuta Jarel y antes de emitir otra palabra entran mis padres.
Observo de soslayo como Lía guarda rápidamente la nota.
—¿Qué huele así? —se asquea mi madre—. Vas a explicarme todo esto ahora, Ben.
Lía.
"Vas a explicarme todo esto ahora, Ben" resuena en mi cabeza. La casi angustia y curiosidad me carcomen, no estoy asustada... Pero necesito saber qué le dirá Ben a sus padres.
Porque él puede mentir y sus padres le van a creer... Así sucede con todos, ¿No?
Remuevo mis dedos sobre mi pierna. Evito hacer sonidos irritantes, al menos para mí lo son. Odio los repiqueteos de uñas contra una mesa, los ruidos que producen las suelas de un zapato al chocar el suelo...
Odio casi todo tipo de ruidos.
Minutos después, Ben sale de la habitación. La voz de su madre se escucha lejana, pero no parece estar conversando con su esposo; más bien parece estar llamando a alguien. Seguro a la policía.
—Deben irse. La policía llegará en cualquier momento, mi mamá ya llamó... Lo siento... —se disculpa un poco cabizbajo. ¿Por qué?
—Está bien, nos vamos. Cada uno llamará a sus padres, ¿No? —suelta Karin, tratando de romper el aire tenso que se formó.
—Ehm, no... Bah, hay algunos que no quieren —se rasca la cabeza, Dimitri.
Me pongo de pie y me coloco bien mi campera de jean. Sería una pérdida de tiempo llamar a mis padres, están ocupados por su trabajo.
—Yo debo irme —comento adusta.
—De ninguna manera —dice la madre de Ben de repente—. No te irás sola.
—Ella no irá sola. Beatriz y yo la acompañaremos. Nuestras casas quedan cerca —la voz de Marie me hace mirarla fijamente, ella me sonríe.
¿Desde cuándo nuestras casas quedan cerca?Es una completa mentira, su casa no queda tan cerca de la mía. O quizá sí... Nunca lo supe.
—Bien... —acepta a regañadientes la madre de Ben—. Con cuidado, chicas —abre la puerta.
Y finalmente, las tres salimos de la casa. Lo más probable es que algún policía nos interrogue en unas horas. Supongo que Ben contará todo con detalles.
—¿Por qué dijiste eso? —interroga Beatriz a Marie, en un tono receloso.
—Porque siempre hay oportunidad para forjar nuevas amistades, ¿No? —alzo mis cejas, incrédula ante su respuesta—. Bueno, no tan así. Me preocupaba que a ustedes les pase algo.
—¿Qué a nosotras nos pase algo? —repito sorprendida.
—Sí, ehm... No sé cómo explicarlo bien —murmura poniendo su atención en sus uñas. Recién noto que ya no tiene el cabello teñido, volvió a su color natural.
Beatriz no emite palabra alguna. Pienso que es porque no se esperaba eso, o tal vez siga pensando en la muerte de Máx.
Nuestros celulares suenan, es un mensaje del grupo.
Weit cambió el nombre del grupo de "El juego comenzó (-4)" a "El juego continúa (-6)
Weit ha enviado una foto.
Weit: Para que se les quede grabado en su cabeza. Espero que les haya gustado mi regalo. :)
—Yo... Me duele ver esto —susurra Beatriz. Seguro debe pensar que si no me hubiese dicho nada, él no estaría muerto.
—Calma, quédate tranquila —voltea a vernos Marie—. Él nunca cambió. Él no era bueno, no lamentes su muerte.
Esta actitud tan extraña de ella me hace vacilar... ¿Qué está pasando?
—Lía... ¿Podría quedarme en tu casa para decirte algo? —musita Bea y yo asiento—. Gracias, Marie... Yo no te conté nada de eso...
—Lo supuse —se encoge de hombros—. Bueno, ya falta poco para llegar a la casa de Lía, apuremos el paso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro