▪ Capítulo 10 ▪ ¿Quién es la sombra?
Beatriz.
Trato de calmar a Jonan, está fuera de control. Un poco más y asesina a Lía.
Sé que no es la culpa de ella, está igual que nosotros: sin saber quién es Weit.
—Entonces... ¿Todos lo conocemos? —inquiere Lara.
—Explícate —espeta Jonan, una vez ya calmado.
—Debe ser un ex compañero, alguien que no recordemos... Salvo Jarel y Karin, que son nuevos —teoriza con simpleza.
—Todos los años de primaria están en blanco. No puedo recordarlos —murmura mi amiga, en un tono de angustia.
—Que conveniente —ironiza Carolina.
Y lo dice ella, la que es cómplice de Weit. No es digna de decir algo así.
Suspiro Y tomo aire, no quiero golpearla.
...
Ha pasado una semana, una semana sin saber nada de Weit.
Hoy es 2 de abril, el cumpleaños de Lía. Hoy mi niña cumple quince años, que ternura.
A pesar de que se mostraba reacia a las fiestas, quiso tener una. Es extraño en ella. Igual no somos demasiados, lo entiendo.
Ha invitado a algunos ex compañeros, como son: Mateo, Ariana y alguien más de quien no recuerdo el nombre.
También invitó a Ben, a Jarel y Karin y algunos más.
—¿Cómo me veo? —entró al salón, luciendo un atuendo muy lindo: una falda larga color negro y una remera color lavanda.
Bonita combinación.
—Muy hermosa —responde Ben.
Lía sonríe al verme y me abraza. Le había dicho que tal vez no podría ir.
—Feliz cumpleaños —susurra Ariana y le entrega una caja aterciopelada de tono púrpura.
Mi amiga le agradece y me arrastra con ella hasta la pila de regalos.
—Yo... creo que invité a demasiada gente —murmura algo agitada.
—Tranquila. Todo estará bien.
—Bueno, está bien —suspira. Sé que está haciendo un intento por pasarla bien.
Luego de unos minutos, estamos afuera. Nos estamos sacando fotos, mejor dicho selfies.
Escucho un ruido y volteo a ver a esa dirección, una sombra se aleja a paso apresurado.
El celular de Lía vibra en sus manos y ella, confundida, lo revisa creyendo que era su madre.
La observo, sus expresiones de felicidad se desvanecen en segundos. Puedo ver el terror en su rostro, los nervios en sus sudadas manos y el horror en su temblor.
Observa a todos lados, como buscando a alguien. Está horrorizada, con todas las letras.
—¿Qué pasa?¿Estás bien? —pregunto sin poder evitarlo. La angustia me carcome.
—Él... Weit ha estado aquí.
Lía.
Mi pulso se acelera. Él estuvo aquí, ¿Yo lo invité sin darme cuenta?
No claro que no... ya te hubieras dado cuenta.
—Bueno, pero no pasó nada, ¿No? —dice Jonan.
—¡Estuvo en mi fiesta!¿Entendés eso? —exclamo sobresaltada. Bien, definitivamente debo calmarme.
Ariana está confundida, no entiende de qué o quién estamos hablando. Abre la boca, aparentemente para preguntar algo, pero la cierra. Tal vez no quiere incomodar.
Mateo se muestra serio. Quizá está tratando de descifrar quién es "Weit".
Inhalo y exhalo varias veces hasta que mi respiración se normaliza.
—Bueno, entonces, ¿Quién era la sombra?¿Falta alguien aquí? —cuestiona Karin.
—Falta Wendy —replica Ben.
—Ella ya me dijo que se iba —los tranquilizo—. Imposible que sea ella.
—La sombra era de la altura de un hombre alto. Y Wendy es bajita, dudosamente sea ella —argumenta Dimitri.
Recibo otro mensaje.
Weit: Te dejé un regalo, sólo que... ¿Cuál será el mío?Es algo importante.
Dejo el celular en la mesa y me aproximo a la pila de regalos. Los miro uno por uno, ¿Cuál es?¿Qué es eso importante?
—No le den importancia. Juega con nosotros —asegura Malcom.
Y, tras esas palabras, me alejo de la pila de regalos. Tomo aire otra vez, es mi fiesta, ¿Debo divertirme, no?
—Bueno, entonces que siga la fiesta. ¿No?
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