Mi Diario:

Hoy es 23 de agosto del 2028, son las 10:00pm y ha sido el día más feliz de mi vida. Me he casado, nada más nada menos que con Aidán, aquel protagonista de mi infancia y juventud. Mientras escribo esto, voy vestida con mi vestido de novia y él con un precioso esmoquín va a mi lado, observándome con una sonrisa radiante. Apenas se ha acabado la celebración, hemos ido corriendo al aeropuerto a coger el último vuelo a París, dónde será nuestra luna de miel. No podíamos haber escogido otro lugar para eso, ya que es una ciudad mágica para los enamorados, especialmente para nosotros.

La ceremonia ha sido en la mañana y ha estado estupenda, todavía se me encienden las mejillas al recordar los nervios del instante en el que pisé el altar y vi a mi futuro esposo, observarme todo el recorrido con lágrimas de felicidad brotando de sus ojos, ha sido la imagen más bonita que he visto. Han estado presentes todas nuestras familias y amistades. Pero la mayor sorpresa fue, sin dudas la presencia de ese rubio de ojos azules que un día se marchó de mi vida dejando mi corazón en trozos pequeños. Sí, me refiero a mi mejor amigo, Carlos. Nada más ha sido verlo, para salir corriendo hacia sus brazos llorando, luego le dí unos cuantos golpes por marcharse sin permitirme obligarlo a quedarse. Al menos había tenido el detalle de estar presente en un día tan importante para mí. Lucía mayor, incluso le crecía algo de barba y no perdí la oportunidad de decirle que se la quitara  porque le hacía lucir muy viejo y él siempre sería mi niño.

Mis padres y la madre de Aidán no han parado de llorar a moco tendido y expresar cuánto sabían que estábamos destinados a estar juntos desde el instante en que nos escapábamos juntos al Parque del Sol cuando solo éramos unos niños, hasta el momento en que nos subimos al avión.

Ellie ha sido mi dama de honor junto a Emma y Percival y Carlos han sido los testigos de Aidán.

Mi boda fue tal y como lo imaginaba, y tengo la absoluta certeza de que la luna de miel y todo lo que vendrá  luego, al lado de Aidán será magnífico.