"La felicidad es interior, no exterior, por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos."
Pablo Neruda

Los rayos del sol se filtraban por la ventana, provocando que la adormilada Alice abriera sus ojos finalmente para recibir el nuevo día.

Iba a levantarse de la cama cuando sintió el peso de un brazo que la rodeaba por la cintura y entonces recordó todo lo sucedido el día anterior. Su novio había dado un concierto en una ciudad muy lejana por lo que reservaron en un hotel para dormir los tres días que duraría la pequeña gira.

Elías había reservado una habitación para sus dos hijas, pero Aidán se negó rotundamente a dormir solo en una habitación doble, por lo que llamó a su novia y le hizo la invitación de que fuera a dormir con él.

Tuvieron la intención de ver una película inicialmente, pero Aidán quedó dormido al instante en que recostó su cuerpo en la cama. Se sentía muy agotado por el intenso concierto que se extendió hasta la medianoche.

Aidán empezó a despertar poco a poco. Una sonrisa creció en sus labios cuando vió al amor de su vida a su lado.

Alice sin pensarlo dos veces giró su cuerpo completamente para quedar frente con frente y no tardó en dejar un corto beso sobre sus labios.

—Este es el despertar más bonito que he tenido en mi vida—expresó con un brillo intenso en sus iris.

—¡No digas eso ahora!—le reprendió Alice—. ¿Qué dejarás para cuando despertemos juntos luego de nuestra noche de bodas?

Esas palabras provocaron una carcajada en el chico y una punzada de placer en el pecho. Ella tenía planes de casarse con él. Y a Aidán no podría agradarle más la idea.

—Estoy seguro de que se me ocurrirán palabras más maravillosas que regalarte para aquel momento—reconoció el chico provocando un ligero rubor en sus mejillas.

De esa manera le confirmó a Alice que también tenía la intención de casarse con ella. Aunque eso no debía ser puesto en duda. Era lógico que siendo las personas destinadas a estar juntas, lo estuvieran por el resto de sus vidas luego de coincidir.

A las 9:00 AM, Kam pasó a recoger a Aidán para preparar el próximo concierto, que sería esa noche en un pueblo que quedaba a unos pocos minutos del hotel, dónde afirmaban que el joven cantante era muy conocido.

Alice se dirigió al restaurante buffet del hotel a desayunar con su familia y la de Aidán que por nada del mundo faltarían a la gira de un miembro tan importante. Alice mientras comía sus cereales con leche, observaba a la madre de Aidán detenidamente conversar con Maureen. La mujer se veía muy reconstruida, sonreía a menudo y las ojeras poco a poco se habían extinguido de sus ojos. Alice se atrevería a decir que era una mujer plenamente feliz. Y no podía estar más alegre porque estar rodeada de sus seres queridos la salvara.

Alice en cuanto conoció a Maureen la reconoció de la vez que la vió con Aidán en el parque del Sol e interpretó que él había regresado por un posible romance con ella. No pudo sorprenderse más cuando Aidán le contó que la chica era su hermana. Enseguida la castaña se disculpó por pensar cosas que no eran y desde entonces la trata como un miembro más de la familia, incluso han salido a dar paseos juntas para conocerse mejor.

***

La noche cayó, y con ella el inicio del concierto llegó. Alice y toda la familia estaban en la primera fila VIP del concierto, observando a Aidán desde cerca. Los ojos de Alice brillaban de emoción al ver a Aidán sonriendo de alegría, mientras iba de un lado a otro tocando la guitarra y cantando.

—¡¿Es alucinante verdad!?—la voz de un chico llegó a los oídos de Alice causando que apartara su mirada de la tarima, para observar al joven sonriente que se encontraba a su lado—. Digo, que estemos conociendo a Aidán, que tan rápido se ganó el cariño de todos y era muy ansiado que viniera a cantar para nosotros.

—Sí. Es una persona maravillosa, que nació para la música.

—Opino lo mismo. ¿No eres de por aquí, verdad? El pueblo es pequeño y nunca antes te había visto.

—No. En realidad soy del pueblo de Aidán—respondió Alice.

—¿Ah sí? Que afortunada entonces. Me imagino que allí da conciertos más seguidos. Lo estuve siguiendo en sus redes y vi que realiza encuentros muy bonitos en un sitio que se llama: “Parque del Cielo ”

Esas palabras provocaron una corta carcajada en la chica, que no tardó en corregirle el nombre del sitio.

Aidán fue a observar a su novia, pero lo último que esperaba era encontrarla charlando y riendo con un chico de su edad aproximadamente.

No pudo evitar sentir celos por la escena que se producía frente a sus ojos, por lo que terminó rápidamente la canción que estaba cantando y comenzó a hablar.

—Sé que muchos de ustedes tienen la duda de quién es la afortunada chica que inspira mis canciones, déjenme decirles que en realidad el afortunado soy yo, por tener a la chica perfecta como novia. Hoy, el amor de mi vida se encuentra entre el público y quisiera invitarla a cantar la próxima canción conmigo. Mi amor...—con la última frase se la dirigió a Alice que lo observaba ruborizada completamente.

Aidán sonrió ampliamente cuando Alice empezó a caminar hacia las escaleras para subir a la tarima y el chico se quedó en un estado temporal de shock.

Al hacer acto de presencia frente a los fans de Aidán, no pudo evitar sonreír, desde ahí arriba todo se veía más mágico. El público no tardó en empezar a gritar y silbar por conocer a la chica. Pero enloquecieron completamente cuando Aidán la rodeó con sus brazos y la besó profundamente.

Los asistentes le entregaron una guitarra a Alice y todos se sorprendieron al ver que ella también tocaba.

Para cuándo terminaron de cantar la canción que Aidán escogió, el público tenía una nueva necesidad y era que Alice y Aidán sacaran una canción juntos.

Algo con lo cual Aidán no podría estar más de acuerdo. Amaba la fusión de sus voces. Pero no arrastraría a Alice a su mundo, menos a hacer algo que ella no quisiera. Aunque había visto una chispa en las pupilas de la chica mientras cantaban juntos, así que en otro momento, se lo propondría.