- ¿Estás lista? - Preguntó Franco mirando a Zooey.

- Lo estoy. - Respondió ella con una gran sonrisa.

- Entonces, ¡vámonos!

Franco arrancó su auto y empezó a conducir hacía Las Vegas. Tuvieron que partir con dos días de antelación para poder llegar a tiempo, partieron un martes por la mañana.

Durante el viaje Franco y Zooey se ponían al corriente con su respectiva vida, compartiendo anécdotas, riéndose como un par de tontos y tomando fotos en cada paisaje.

El viaje por carretera fue largo, hacerlo solo hubiera sido un caos, pero ellos disfrutaban la compañía de todo.

Después de unas horas de viaje, el auto empezó a quedarse sin gasolina.

- Rayos. - Declaró Franco al darse cuenta de que el tanque se quedaba sin gasolina.

- ¿Qué sucede? - Preguntó Zooey.

- Se está acabando la gasolina.

- ¡Mira!, hay una estación de gasolina en dos millas.

- Será suficiente. ¿Cuanto dinero tenemos?

- Disponemos de 3500 dólares, señor administrador.

Casi con las llenadas de gasolinas futuras se acabarían casi esa cantidad de dólares, según los cálculos de Franco con el precio de la gasolina multiplicado por la cantidad de veces que aproximadamente necesitarían recargar gasolina, se gastarían 1500 dólares de gasolina.

- Me vendría bien parar un poco. - Dijo Zooey mirando por la ventana. - Tengo que ir al baño.

...

Una vez en la gasolinera, Franco cargó 200 dólares y Zooey fue al baño. Como era de esperarse el baño era un desastre, estaba sucio, olía mal y solamente funcionaba uno por lo que tenía que esperar su turno ya que en el baño había una fila de tres mujeres más.

Pasaron cinco minutos para que Zooey le tocara usar el retrete. Al entrar al cubículo, Zooey notó que solo había muy poco de papel higiénico e irremediablemente ella se lo iba a acabar.

Zooey bajó la palanca y salió topándose cara a cara con una mujer alta y muy robusta con cara de pocos amigos, aquella mujer no se veía que fuera dejar pasar a Zooey por lo que ella tuvo que cruzar con el poco espacio que tenía disponible.

Zooey casi lograba salir del baño cuando se escucho una voz gruesa y aguda que decía:

- ¡Te acabaste el papel, perr*!

De un golpe la mujer robusta abrió la puerta del cubículo y el instinto de supervivencia de Zooey le dijo que corriera con todo lo que tuviera y eso fue lo que hizo.

Mientras que Franco comía un trozo de pan dentro del auto y de reojo vio como su amiga era perseguida por la mujer robusta. Él desde el asiento de conductor abrió la puerta de copiloto para que Zooey no fuera alcanzada por esa furiosa mujer.

Zooey logró de un brinco entrar al auto y con una impresionante velocidad cerró la puerta. Todo fue tan rápido que ella no supo cuando Franco había encendido el auto y volvieron a carretera.

- ¿Amiga tuya? - Preguntó Franco con un poco de miedo.

- Algo así. - Contestó Zooey hiperventilando. 

- ¿Un bolillo para el susto? - Ofreció Franco el trozo de pan que este tenía en la mano.

Zooey tomó el trozo de pan sin decir ni una palabra.

El resto del viaje no sucedió ninguna eventualidad, solo que Franco condujo incluso de noche, ¿cómo lo hizo? con mucha cafeína.

Para ahorrar gastos, antes de iniciar el viaje, en la guantera se guardó pan y un termo con café caliente, aunque cuando Franco bebió de este ya no estaba caliente.

Viajar durante dos días con descansos muy breves y con un lapso muy marcado de tiempo entre cada descanso es muy agotador tanto física como mentalmente, ambos estaban exhaustos y con el trasero que ya no lo podían sentir.

- << Todo valdrá la pena cuando consiga el papel. >> - Pensaba Zooey.

- << Todo valdrá la pena cuando gane una fortuna. >> - Pensaba Franco.

Cada quien quería ir a Las Vegas por un propósito, con un sueño que cumplir sin saber lo que el destino les depararía.