Bulma

El transcurso de mi casa a la escuela fue muy corto, y claro, con tremendo sueño que cargaba y con las cortas palabras que intercambiaba con mi papá.

Una vez cuando llegamos a la entrada del instituto, me baje sin decir más.

Empecé a caminar, saqué mi teléfono disimuladamente, pero antes me aseguré de que ni un alma pasara por donde me encontraba. Una vez me aseguré de ello, lo saque y empecé a buscar entre mis contactos a Launch, me sentía muy cansada como para buscarla, la llamé, y no contesto, le escribí diciéndole que nos veríamos en el aula 637.

- ¡Seguridad! ¡Esa niña está usando el teléfono!

Me sobresalto y guardo el teléfono rápidamente y me volteo a ver el responsable de andar con el chisme.

Eran esos dos odiosos. Riéndose a mis espaldas.

- ¡¿Cuál es su problema?! - me les acerqué.

- Buenos días.

- Par de monos. Me hicieron pegar un gran susto.

- Miren pues, si resulto ser niña mala. - fastidió Raditz.

- Cierra el pico. Era para algo importante.

- ¿Y se puede saber que tan importante era sacar el teléfono? Por que ni yo ni hasta Raditz, lo sacamos.

- Cosas que no te importan. Y eso si es un milagro. Ahora, si me disculpan, me tengo que ir.

Cuando me di media vuelta lista para irme, mi nombre en la voz de Vegeta llamó mi atención y provocó que me voltee a verlo con impaciencia.

- ¿Qué?

- Recuerda que tienes que darme mis lecciones. Ayer no hice la tarea por que no sabia nada.

Oh cierto. Rayos. Justo en mi tiempo libre.

- Bueno, entonces vengan.

- Yo sobro aquí, me voy, tengo cosas importantes que hacer.

- ¿Cómo que cosa? - preguntó interesado Vegeta.

- Cómo... abrirle de piernas a una morena. - sonrió, para después salir corriendo hacia las escaleras. Dejándome sola con el mono número 1.

- ¿Siempre es así? - pregunté horrorizada tras su respuesta.

- Desde la cuna literalmente. - dijo tranquilamente mientras avanzaba delante mío.

Dentro mío se formo una bola llena de repugnancia y asco. Era obvio que era mentira, pero el solo pensarlo es.. iu.

- Vas a venir.. ¿O solo vas a quedarte ahí parada?

- ¿Qué?

Él bufó, me alineó junto a él, y juntos, fuimos hacia el segundo piso, dónde me encontraría con Launch, y enseñaría Matemáticas a este mono.

En todo el transcuro, el iba muy callado, demasiado como para que fuera verdad. Me le quede viendo unos segundos, tenia la mirada gacha. Cómo si estuviera muy hundido en sus pensamientos y teniendo una batalla interna.

- Saca foto, dura más. - su voz me alertó y provocó que mis mejillas se vuelvan rojas al ser pillada viéndolo.

- ¿Qué tienes? - fue lo único que mis labios soltaron.

- Nada.

No respondí, pero, quería saber.

- ¿Éstas seguro? - mantuve ambas manos atrás.

- Si.

- ¿Segurisimo?

Se quedó callado unos segundos, me le quede viendo esperando su respuesta.

- No.

Tragué saliva un momento.

- ¿Necesitas.. hablar o decir algo?

Sonó extraño eso, pero, más extraño era verlo tan callado y no escucharlo decir tontería y media.

- Bueno.., pasó ayer.

¿Ayer?

- ¿Si?

- Una chica, una chica muy pero muy misteriosa.

¿Misteriosa?

- Algo tiene ella que no me deja en paz, la conocí en un lugar clandestino, seguro que no conoces esos tipos de lugares, pero sigo. Y cuando la vi, sentí como si ya la hubiera sentido antes, es decir, - empezó hacer ademanes con las manos. - Es como si ya la conociera antes, pero, no recuerdo dónde, osea, su rostro no me es nada familiar para mi, pero su presencia, fue como haber estado con ella antes. ¿Entiendes?

Bien, no entendí bien su manera de explicar, pero, bien.

- Si.. entiendo. Bueno, lo que entendí fue que ayer conociste una chica, pero no la conoces, pero cuando estas con ella sientes como si hubieras estado con ella antes. ¿Verdad?

El asintió.

- Así es. No sé como resolver esto. Es muy confuso y frustrado.

- Comprendo. Pero, quizás, si la conociste a esa chica, pero, tal vez fue cuando eras tan, pero tan pequeño, que ahora no la recuerdas perfectamente.

- De echo. Ayer me miró muy raro, sus ojos son muy extraños, pero, me gustan de alguna forma, aunque a la vez me desagradan.

- ¿Bien..? Eso no quería saber, pero bueno.

- Lo que dices tiene razón, pero hay una cosa aquí que niega todo eso.

- ¿Qué cosa?

- Yo de pequeño siempre iba a una escuela de puros niños, hasta la secundaria.

- Entonces, no sé. No sé que pueda ser.

- Hoy, quizás la vuelva a ver, y le voy a preguntar.

- ¿Preguntar? ¿Qué cosa?

- Si ella me conoce, claro. Por que esto que siento no creo que sea normal.

- A lo mejor es tu alma gemela.

- ¡Ja! ¿Qué pavadas dices? ¿Yo? ¿Tener una alma gemela? No me hagas reír.

- Olvídalo. Ya llegamos.

Entramos al salón. ¡Que lento pasó el tiempo!
Launch no estaba ahí. Saque mi teléfono un momento aprovechando que había nadie y revisé si ella me respondió el mensaje, lo hizo, pero diciendo que no podría ir, tenia cosas importantes que resolver.

Importantes dijo el burro.

- ¿Comenzamos?

- Si.

Él sacó sus materiales, nos sentamos en una mesa de dos, y comencé ayudarlo.

Largo rato para ser exactos.

(•••)

- ¡Equis es igual a dos!

- ¡Si! ¡Por fin Santa madre Maria!

- ¡Lo hice! ¡Ya no soy un burro!

- Oye, espera, no vayas tan rápido, aún lo eres por que este te ayude, aún te faltan, los otros problemas de combinación, gráficar los puntos, y otros problemas que involucran porcentaje. - sonreí mientras lo veía.

Pareciera que se iba a tirar de un balcón por todo lo que dije.

- Me va a dar la depresión. - se tiró al suelo mientras cubría su rostro con sus manos.

Me reí. Parecía que estaba apunto de llorar.

- ¡Maldita sea! ¡Todo mi puto esfuerzo fue en vano!

Seguí riéndome. Se maldecía el mismo, y eso ponía más entretenida la situación.

- ¡Y tú deja de reírte! ¡Esto no es gracioso, es triste! - expresó exageradamente.

Mi risa aumento. El se paró, imite su acción. Quedando así frente a frente.

- ¿Te estas burlando de mi? - habló utilizando su voz ronca.

- No. ¿Tú te estas burlando de mi?- coloque ambas manos atrás. No le tenía miedo, toda esta situación me parecía divertida.

- ¿A que te refieres? - su penetrante mirada se clavó en mis ojos, provocando que cierto escalofrío recorriera mi espalda.

- Nada. - le guiño un ojo antes de sujetar mis cosas debido a que la campana había empezado a sonar. Pero su mano, posó rápidamente en mi mentón, provocando que lo volviera a mirar fijamente. Lo miré confundida. - ¿Qué rayos estas haciendo? ¿No ves que la campana ya sonó?

- No, no vi cuando timbró. Pero si oí cuando la vi.

- Tremendo imbe...

- Oh.. por.. dios..

Una voz me interrumpió, ambos nos volteamos a ver de donde provenía esa voz, una chica había entrado, y nos encontró como estábamos: nuestros rostros cerca, dando a imaginar. Que estamos a punto de besarnos.

¡No besarnos! ¡Eso es imposible!

Nos había tomado una foto, rápidamente nos separamos al ver tal acto atroz.

- Esto va pa'l Facebook. - la chica hizo breviaturas. Mientras escribía algo en su teléfono.

- ¡No hagas eso! - le digo acercándome a ella.

- ¿Porqué no? A Veggie le gustará. A él le encanta este tipo de cosas, en especial, si se trata con chicas. - ella lo miró por encima de mi hombro. Me voltee a verlo.

- ¡Di algo! - lo miré molesta, esto no puede estar pasando.

- No lo hagas, Monica. - habló sereno Vegeta.

¿Qué? ¿No le importa?

Bueno, tal vez a él le vale un pepino su reputación, ¡Pero a mi si!

- Muy tarde lindo. Ya esta subido a la zona de chismes de la escuela.

- ¡No! ¡Dame ese teléfono! - me acerqué a un más a ella intentando quitarle su teléfono, pero me era imposible, la chica era alta, casi del mismo tamaño que Vegeta, mientras yo, le llegaba hasta sus hombros.

Increíblemente baja diría yo.

- Pobrecita, a la niña inteligente la expusieron.

- ¡Vegeta haz algo!

El se cruzó de brazos, iba a decir algo, pero la oleada de estudiantes llegó y nos miraron, todos no evitaron soltar una sonrisa o mirada pícara o un comentario obsceno.

Al parecer, esta clase estaba lleno de chismosos. Pero claro, Drama tenía que ser para ellos. Los populares además.

- ¡Buena Vegeta!

Este no dijo nada, solo sonrió, me sorprendió y me enojo. Él noto eso, y se retractó. Y cambió su expresión. Pero muy tarde.

Instantáneamente, todo empezaron aplaudir y a silbar. No contesté más y me fui rápidamente de hay echando humos hacia mi siguiente clase.

Antes de bajar las escaleras, un jalón en mi brazo derecho provocó que me volteara y viera al responsable del acto.

- ¿Qué quieres, Vegeta? - pregunté bruscamente mientras me soltaba de su agarre de la misma forma.

- Perdón de verdad, jamás pensé que esa chismosa de mierda haría eso.

- Oh di claro, tanto que pensabas que con un.. No hagas eso, Monica.. bastaría. - dije repitiendo lo que le había dicho a la chica minutos antes.

- Enserio perdón, pero, hablaré con ella, le pediré que borre esa foto, en serio.

No le creí nada, pero de igual forma, no le di más vueltas al asunto, ya que sino, iba a empeorar.

- ¿Sabes qué? Haz lo que quieras, no me hables. - dije por último antes de bajar rápidamente por las escaleras sin mirar atrás.

Algo se tiene entre manos este hombre, y lo iba averiguar, algo quiere de mi. Pero obviamente no se lo voy a dar, eso nunca.

Di por terminada mi batalla interna cuando llegué a mi clase, nadie me miró ni tiró un comentario fuera de lugar, al parecer. Ellos aún no estaban enterados. Debido, a que esta era mi clase esta muy fuera de los chismes y redes sociales como yo, ¿Qué clase era? Literatura. Mi clase favorita, la única, la que no me ha fallado en todos los sentidos.

El único lugar en el me sentía fuera de todo.