Capítulo 24
- No puede ser tan difícil. - hablaba para mi solo - Le demostraré a ese idiota lo equivocado que está.
No me sentía tan bien, llamé a mi madre sólo para preguntarle qué tal iba su viaje y de paso saber cuándo exacto llegaría, para luego no tener problemas.
No me esperaba algo bueno, era claro, sólo me regaño y se hizo la buena por unos segundos, pero luego dejó de fingir a comenzar a decir tonterías de mi, no iba a escucharla, siempre era lo mismo con ella, entonces colgué.
Desde niño supe que el haber nacido fue un érror, mi madre me lo recordaba al igual que mi padre, cada día.
Jamás fui hecho por amor, nunca fui planeado. Sólo soy producto de una de las tantas noches de lujuria de mis padres. Nueve meses despúes salí yo malogrando sus vidas.
La única persona que supo tratarme bien y que gracias a ella aún sigo viviendo, es a mi difunta abuela, era la madre de mi padre, falleció hace un año aproximado. El caso era que casi diario venía a cuidarme por que mis padres no podían, estaban trabajando o bien viviendo la vida de "Adolescentes" que merecían, no me tuvieron a los 18 o 19, algo cerca de los 24.
Ellos aprovechaban que mi abuela venía a cuidarme para que ellos se fueran, y me quedaba sólo con ella.
Siempre fue buena y bondadosa conmigo, jamás me golpeó o gritó, claro me regañaba cómo cualquiera pero tenía sus maneras.
Me decía muchas cosas buenas de la vida, aunque yo creía que todo eso era falso, vivía en un mundo en lo que parecía todo imposible e inalcanzable. Pero ella se encargó de hacerlo ver todo lo contrario, ella trataba de hacerme ver el lado bueno de la vida sin importar mi mal temperamento.
Le contaba todo lo que me pasaba, es decir con mis padres y sus maltratos. Ella sufría del corazón y ese fue el motivo por el que falleció, por una fuerte discusión con mi padre fue lo que lo provocó. ¿Por qué? Por que ella estaba cansada que él me tratase así.
Hasta la actualidad vivo pensando que fue mi culpa por el que ella falleció, muy en el fondo duele y aveces me dan ganas de tirarme por acabar con la vida de la única persona que se preocupaba por mi, a la única persona que me quería.
No me afectaba el que mis padres se hayan separado, ni me alegraba, simplemente me daba igual, jamás sentí el amor de familia por parte de ellos.
— Hijos de puta.
No quería recordar los traumas que sufrí en mi infancia por culpa de ellos.
— ¡Oye Vegeta! Traje pizza, ¿Quieres un poco? — Bulma habló del otro lado de la puerta.
Faltaban sólo unas horas para aquella fiesta y ni siquiera le había dicho nada al respecto.
— Ehh.. no, ya comí.
— Pero no haz comido nada en todo el día.
— No tengo ganas, en serio.
— Así no quieras te voy a obligar.
Odio cuándo se pone mandona.
De pronto, una idea apareció en mi mente.
Me acerqué a la puerta y la abrí, allí estaba ella, con una caja de pizza, su pijama, y su cabello recogido en una coleta.
— Te propongo un trato. Como toda la pizza que quieras que coma, si me acompañas a una fiesta esta noche. — me apoyé del marco de la puerta.
— ¿Una fiesta?
Asentí.
— Pensé que seguías molesto por lo de la otra vez. — sonrió.
— Todos cometemos errores ¿No? — digo.
Ella me vé un poco desconfiada, pero con humor, sonríe.
— Pero.. ¿Y esto? — extiende uno de sus brazos enyesados.
Mierda, lo había olvidado.
Me detuve a pensar un poco, no podía hacer nada si está ella así.
"No seas imbécil, le vas a follar el coño, no los brazos." Habló mi subconciente.
¿Qué carajos?
De igual manera, ella apenas está en recuperación, sus brazos y apuesto que todo lo demás está sensible en ella.
No podría.., esto es una tontería, yo no..
"¿Entonces quieres quedar cómo idiota frente a todos?"
¿Todos?
"Bueno.. si pierdes la apuesta. Ya sabes cuál es el castigo."
Oh mierda, cierto.
Pero.. y si..
No.
Pero tal vez..
No, tampoco.
¡Demonios!
— ¡Oye! ¡Estúpido!
Me alarmé.
– ¡Carajo, deja pensar! — grité.
— ¿Qué?
Diablos.
- Nada. - respondo rápidamente.
- No podré acompañarte, tengo que descansar.
- Si.. si lo sé, no pensé.. en... eeh. Lo olvidé. - soné cómo un completo tonto.
- Pero eso no evitará que comas la caja completa. - me la extendió, provocando que choque contra mi pecho e instintivamente lo agarré. - Gracias y adiós. - y se fue.
Cerré la puerta cuando se fue. Ahora no sabía qué hacer.
(...)
Al final me tuve que rendir, no la iba a obligar a ir y mucho menos en el estado en el que se encuentra, puede hasta acabar peor, y ya gaste casi todos mis ahorros en sus medicamentos y cosas que le hicieron.
Le diré a Raditz luego acerca del "Incidente que tiene" no le diré exactamente qué pasó, solo que se cortó y está grave, él va a entenderlo.
- Ya me voy. - avise, ella estaba viendo películas en la televisión.
- Bien, ¿A qué horas llegas? - pregunto viendome por encima de su hombro.
- No lo sé, cerca de las doce quizás - respondí.
- ¿Tan tarde?
- Estoy yendo a una fiesta, no a un funeral. - ella sonríe.
- Está bien, maneja con cuidado.
Salgo de la casa sin decir más. Me adentro en mi auto y parto rumbo hacia casa de Raditz a recogerlo.
Comenzó a ver su teléfono curiosamente, hasta que abrió sus ojos un poco - Oh.
- ¿Qué?
- Al parecer Launch va a asistir. - su expresión cambió un poco. - Voy a aprovechar esta oportunidad - iba a hablar, pero como siempre, me interrumpió - Y no digas nada, no voy a hacer nada de lo que piensas que haré. Solo le daré una advertencia, y ya.
- Bien, pero si veo que pasa otra cosa, ya sabes lo que pasará. - advierto.
- Oh creeme que si pasará algo más. - sonrió a lo que él sabe, perversión.
No podía creerlo. Era un idiota.
Prometo embriagarme hasta olvidar mi nombre, en serio siento que lo necesito.
(•••)
Bulma
Tengo que admitir que su comportamiento me extrañaba un poco.
Invitarme a una fiesta sabiendo mi estado.
La verdad es que no quiero hablar de lo anterior.
Volver a ver al hombre que intentó abusar de mi e arruinó mi adolescencia es doloroso, y más el sólo recordarlo.
Fue ese el motivo del por qué me hice daño. Temía volverlo a ver, algo me decía que iba a volver a hacerme daño y la simple idea me hizo estallar.
Hubo un tiempo en el que mi padre aunque no quería tuvo que llevarme al psicólogo debido a que no comía, ni siquiera hablaba. Duré tres meses con esas consultas, no me ayudaron mucho, no dejaba la depresión, fue entonces que cuándo comencé en otra escuela - la actual - conocí a Launch y ella me ayudó con eso, a lidiar más que nada, fue que pude superarlo y hasta con el tiempo olvidarlo.
Lloré durante unos minutos, sentía que lo necesitaba.
Hablé con Launch durante unos minutos, ella también iría a esa fiesta, por lo que no pude hablar con ella por mucho tiempo.
No lo voy a negar, Vegeta ha sido muy bueno conmigo comparado a como era los primeros dias que lo conocía, había cambiado bastante. Y creo que eso hizo que me atraiga un poco., nada más cariño, de ahí no más.
Y ni pasará, por qué sé que con él sólo obtendré problemas.
- ¿Irás a esa fiesta también?
- Si, es que necesito despejarme un poco, ya sabes.
- Comprendo, pero cuídate, ¿Si?
- Por supuesto.
Era Launch, ella iría a la fiesta igual, y está en todo su derecho, después de lo que pasó.
Eran muchas de las cosas que tenía que me hacían sentir mal, y una de esas eran Launch, aún sigo sin confiar del todo en lo que me dijo que fue.
(•••)
Vegeta
- Pensé que vendría Bulma.
Bufé.
- No se encuentra bien. Es todo.
- ¿Se arruinó tu dichoso plan, eh? - sonrió burlón mientras se abrochaba el cinturón - ¿Cómo estoy seguro de que no es una excusa?
- No tienes que desconfiar, tengo pruebas. - saco mi teléfono y le muestro las fotos de sus brazos vendados, la tome desprevenida justo antes de salir.
- Sss.. eso debe doler. - comentó.
- Lo es. - guardo mi teléfono - ¿Ahora me crees? - llevo mis manos al volante.
- Te creo. - dice - ¿Entonces gaste cincuenta dólares por gusto? - se quejó mostrando la pequeña bolsa de polvo, el cual era droga.
- Podemos tomarla nosotros. No hay problema. - digo comenzando a manejar.
- Pero tú manejas, genio.
- No es la primera vez que manejaría estando en los cielos, tu sabes.
- Le pediré a Trevor que nos lleve entonces.
Estaba asado, molesto, cuándo llegué no demoré y pedí alcohol, así hasta que Raditz me encontró por fin.
- ¿En serio?
- Si.
Bufé con su presencia.
- ¿Por qué tan molesto, ahora? Oh vamos, sólo estaba bromeando. - se sentó a mi lado pidiendo su otra botella, el iba igual de ebrio - Mira, soy tan buena gente que.. olvida todo, no hagas nada, no hay más apuesta, nadie se va a acostar con nadie ¿De acuerdo?
- ¿Y eso?
- Porque quiero, y porque puedo. Soy la cabeza de todo esto después de todo, ¿No?
Oh no, nadie me da ordenes.
- No.
- ¿Qué?
- El juego no va a terminar cuándo tu lo quieras, será cuándo yo quiera, y yo digo que quiero follármela. - suelto.
Él alzó una ceja sorprendido.
- Bien.. no me lo esperaba, pero demuestras que no te importa.
- Exacto.
De pronto, la mayoría de hombres comenzaron a silbar y gritar al ver las mujeres del grupo comenzaban a perder el control y comenzar a bailar al ritmo de la sensual música.
- Pero.. me he estado guardando mucho tiempo, y lo siento amigo mío pero voy a romper una regla. - digo.
- Tú mandas ahora.
Me levanté de mi asiento dirigiéndome hacia el espectáculo.
(•••)
Bulma
- Una y treinta.
No podía dormir, y es que en serio ese idiota preocupaba, y ahora aún más que no ha dado ninguna señal de vida.
Le escribí a Launch, pero ella tampoco respondía, supongo que ella ya está durmiendo.
Me entretuve viendo películas esperando a que llegara, pero nada, lo llamé y nada, le escribí y tampoco nada.
No voy a ir a buscarlo, ya está bastante grandesito como para que alguien lo busque.
Me preparaba para dormir de una vez, no iba a pasar toda la noche pensando en él.
"¿Y si le pasó algo?"
"¿Y si se metió en algún problema?"
Oh por favor, no. Es común en él.
Vi mi teléfono a ver si había alguna señal.
Llamé a Launch, ella tampoco respondía.
Todos están actuando raro.
Y es por eso que iré a ver.
Me levanté y cambié rápido.
No tenía ni idea como iba a ir, Vegeta me dio una dirección en caso que quería ir y me animaba.
Pedí un Uber, le di la dirección que tenía anotado en un papel. No tardamos mucho en llegar, le agradecí, pagué, y salí. No había mucha bulla, era bueno, sino me volvería loca.
Entré al lugar.
Wow, cualquiera tendría algún vigilante o algo que cuide la casa, pero no, no había nadie, la puerta estaba abierta.
Que poca seguridad.
Aún había gente bailando en medio de la sala, y gente conversando, o otros bebiendo. No les hice caso y sólo me enfocaba en buscar a Launch.. o a Vegeta.
- ¡Bulma! Que sorpresa que vengas. - apareció Pares, oh no. Quise alejarme pero que ella sujetó un pedazo de mi cabello haciendo que me volteé a verla.
- Suéltame. - golpeé su brazo, logrando que ella me suelte.
- En serio esperé a que me pusieras una denuncia o algo y luego ser yo quién te meta presa por mentirosa.
- No tengo tiempo para tus reclamos, vengo a buscar a alguien.
- ¿A quién? ¿A tu novio? Oh dios.. - rió - No me digas que..
- ¡Bulma! - oí una voz detrás. - ¿Qué haces aquí? - era Launch.
- Te estaba buscando. - me volteé a ver de nuevo a Pares. - ¿Qué tratabas de decir?
- Eres muy estúpida ¿Sabes? Te dejaré que lo veas por ti sola. No quiero más problemas. - miró a Launch con molestia.
- Ya lárgate ¿Quieres? Estorbas. - y se fue, quedando sólo ella y yo - No le hagas caso, está loca. Será mejor irnos.
- Pero.. ¿Y Vegeta? - susurré para que nadie escuché amenos de Launch, yo tampoco quería problemas.
- No.. no lo sé, no me he querido acercar a ellos, tú sabes, y mucho menos con Raditz. - ella abrió sus ojos de sorpresa, cómo si acabara de decir algo que no debía .
- ¿Raditz? ¿Qué pasó con él? ¿Se pelearon? - pregunté curiosa.
- S-si, nos peleamos hoy por mensajes.., pero esta bien. Así somos. - sonrió nerviosa, algo no andaba bien.
- Bueno. - no le di más vueltas al asunto - Iré arriba a buscarlo, no puedo irme sin él. - digo.
- Él no es un bebé, mejor vamos, ¿Si? No me siento muy bien. - acarició su estómago, dando a indicar que le dolía, me sostuvo del brazo invitándome a salir, estaba apunto de acceder, pero algo no encajaba bien.
- Está bien, voy al baño, no tardo, quédate aquí. - salí corriendo a lo que parecía ser la dirección del baño, entre, y luego la vi, se dio la vuelta, entonces aproveché y subí las primeras escaleras que vi. La primera planta no tenía mucho que ver, era solo el bar, una pequeña sección donde había sillones para suponer charlar, y la pista de centro. No lo vi en ninguno.
Cuando llegué, la escena que vi no fue la más agradable. Había parejas, o eso creía, besándose o apunto de hacer.. eso.
Me escabullí entre toda esa gente con suerte, estaban tan concentrados en lo suyo que ni siquiera se dieron cuenta de mi presencia. Ese era el pasadizo, llegue a los cuartos, y bueno, todos estaban cerrados. Una pareja de ellos pasó por mi lado corriendo hasta una habitación abierta, casi al grado de empujarme.
Me preguntaba, ¿Vegeta estaría en una de estas habitaciones?
Mi mente se retorcio al imaginar a Vegeta teniendo sexo con una chica. Un escalofrío pasó por mi espalda.
No.
Un ruido llamó mi atención, provenía de mi lado, una chica semi-desnuda -o ya desnuda sólo sino fuera porque tenía solo su camisa encima, oh no.. era su vestido, solo que no termino de ponerse, y nada debajo - salía de una habitación echando humos.
Era Pares.
- Eres un idiota! - gritó ella. Bajando su vestido hasta que le cubra, luego me miró y sacó el dedo medio para luego irse sosteniendo su bolso y tacones.
Estaba confundida, ¿Qué acababa de suceder?
Por curiosidad decidí ver la habitación, estaba entreabierta. Me acerqué y abrí solo un poco, fue entonces que pude apreciar a un Vegeta sentado en la cama, sin camisa, y las sábanas sobre sus piernas.
No me digas que..
- ¿Vegeta? - digo sin moverme de mi logar, temía que estuviera desnudo.
- ¿Bulma?
- ¿Estás visible? - digo, él dice que sí y entonces fue que entro, él usaba unos pantalones, y se tocaba la cabeza como si le doliera. - Te estaba buscando y..
- No debiste haber venido. - buscaba algo en la habitación, tambaleándose.
- ¿Estás ebrio? - pregunté.
Él volteó a verme un poco serio, para luego sonreír. - No lo estoy. Solo cansado. - encontró lo que buscaba, al parecer, era su camisa.
Mordí mi labio preguntándome si debía o no hacer esa pregunta - ¿Te acostaste con Pares? - el solo decirlo me parecía asqueroso, y sentia algo apuñalarme dentro. Seguía sin saber que era.
Él se acercó a mí, sentí mis manos temblar al sentirlo tan cerca, mucho más de lo que normalmente estaba.
- ¿Por qué tanta curiosidad? - dijo, subió su mano hasta que toque mi mentón.
- Solo.. es que.. la vi salir de esta habitación y pensé.. - las palabras se quedaban trabadas, él seguía sin una camisa y eso solo empeoraba las cosas.
- No te importa, total, no eres nadie para decirme que debo hacer o no, ¿Cierto? - intentaba apartarlo por lo que dijo, pero era como empujar una pared. - Hey, tranquila, solo bromeaba. - vaciló.
- Callate, estás borracho. - descanso sus brazos en cada lado de mi cabeza, dejándome sin escapatoria. - Vegeta, tenemos que irnos. - no pierdas la cordura Bulma.
- ¿Por qué? Apenas son las diez. - refuto.
- Son las tres de la mañana, tengo sueño y quiero irme, y si me voy eso también te involucra a ti. Vamos. - logré escaparme de su acorralamiento y me encaminé hacia la puerta, no hasta que él habló.
- Si. - dijo. Volteé a verlo. - Si.. tuve relaciones con Pares. - sonrió.
No sé si lo que más dolió fue que se acostó con una de las chicas que intentó drograrme y aprovecharse de mí esa noche de fiesta, o que no podía reclamarle literalmente nada porque a pesar de que sea su "hermana" eso no me convierte en algo superior o inferior, él no haría caso, siempre ha tenido esa fama de casanova y nadie a podido detenerlo, el es asi, y no puedo hacer nada al respecto.
- ¿Y por qué salió molesta de la habitación?
Él se encogió de hombros - No sé. Está loca.
Algo no me cabía bien aquí.
- Y ahora.. aprovechando que estamos jugando yo pregunto tú respondes.. es mi turno de preguntar. - se acercó nuevamente a mi. Alce la mirada para intentar ignorarlo. - Quiero saber por qué la otra vez te cortaste.
Otro escalofrío recorrió mi espalda como rayo.
- Vamos.. quiero saber. Merezco una explicación después de todo, ¿No? Aparte que fui victima de tu engaño de personalidad esa misma noche.
- No era nada. - digo - Solo lo de Launch de nuevo. - lo empuje y logré apartarlo, pero él volvió a acercarse hasta acorralarme en la pared más cercana. - ¡Basta!
- ¿Por qué no solo me dices que fue por ese chico?
- Si ya lo sabes entonces, ¿Por qué preguntas? - me abracé a misma.
- Lo que no sé es la historia que tienes con ese chico, y supongo que debió haberte hecho algo realmente malo para que lo odies y llegues al extremo de cortar, ¿No? - me miró a los ojos, fue que pude notar que aquellos estaban un poco rojos, cosa que me asustó un poco.
- ¿Cómo sabes todo..?
- No soy idiota para no darme cuenta como lo mirabas con rencor, además que era obvio que de alguna parte se conocian. - suspiró, hice una mueca de asco al oler el desagradable alcohol.
No habría caso, él es muy terco y no va a descansar hasta que le diga, además ahora que él "forma" parte de mi vida, debería saberlo.
- Él me hizo daño. - trataba de no revivir esos recuerdos, no iba a llorar frente a él.
- ¿Qué te hizo?
Pensé en si decirle o no.
- Bueno.. el trató de.. - buscaba las palabras, no planeaba decirle que ese idiota intentó.. - Él quiso aprovecharse de mi, abusar de mi. Eso pasó hace ya.. unos años, mucho antes que te conociera. - estuve atenta a sus reacciones, pero él me miraba cómo si dijera que quería saber más - Era en la otra escuela.. éramos amigos, mejores amigos, sin embargo.. luego de eso él lo difundió en toda la escuela.. haciéndose ver cómo la víctima de todo y a mi la mala, que yo lo provoque, y que él se hizo a un lado porque yo estaba obsesionada con él. Pasé días.. meses.. sufriendo miradas, palabras vulgares, cosas horribles y lo peor era que nadie me creía. - sin darme cuenta ya había empezado a llorar, mi brazo comenzó a helarse un poco, y las cicatrices las sentía abrirse, cuándo no era así.
De forma de consuelo, él me abrazó, sin importarme que estaba sin camisa lo abracé igual. Olvidando completamente el dolor en mis brazos.
Sentí sus manos por mi espaldas, una de ellas subió hasta mi cabeza, para luego separarse e inesperdamente besarme.
A los primeros segundos estaba tan sorprendida que casi olvidaba lo que estaba haciendo, luego sin esperar más traté de quitarlo.
- ¡¿Qué te pasa?! ¡Déjame! - enrojecí hasta donde podía, sentí mis labios temblar, pero no.. no iba a permitirle que me falte el respeto - ¡¿Acaso perdiste la cabeza?! - pero al parecer eso no le basto por quevolvió a acercarse y besarme a lo bruto tomándome por el cuello.
Sentí mi espalda chocar contra la dura y fría pared.
- ¡Detente ya! - dejó mis labios para besar mi cuello, trataba de quitarlo, pero me tenía muy sujetada, él tiene más fuerzas que yo. - ¡No!
Quería llorar, joder que sí, pero eso sólo me haría más débil.
Trataba de empujarlo, de quitar sus manos de mi, pero él sólo las volvía a poner y no podía escapar.
- ¡Basta! - dejó de hacer lo que hacía para que con su mano me tomase por el cuello y me oblige a mirarlo, mientras que su otra mano sostenía ambos brazos - ¿Qué estás haciendo?
- Nadie más te volverá a hacer daño. - dijo - No mientras yo este atrás de ti cómo un maldito perro.
— ¿Qué tratas de decir?
Tenía planeado golpearlo en su entrepierna, pero quería seguir escuchando.
— Que ese idiota no se va a acercar a ti. — acercó su rostro al mío nuevamente, amenazando con volver a besarme.
Lo pateo fuertemente con mi rodilla, logrando que se separe de mi y comience a retorcerse.
— ¡¿Qué mierda te pasa?! — grita.
— Tengo que buscar a Launch. — estaba lista para irme y dejarlo en esa habitación, pero un fuerte jalón de brazo hizo que me quede y recueste en la cercana cama. - ¡Estás loco!
Él se posicionó encima de mi y acercó sus labios a mi cuello.
Hice fuerza y tratar de empujarlo, mis piernas estaban atrapadas con las de él, con sus manos agarró mis manos y las llevó por encima de mi cabeza. Haciendo que el querer escaparme sea más difícil.
Comencé a gritar, y a moverme desesperadamente, intentaba salir de su agarre, pero tenía mis manos bien sujetas, hasta tal punto que comenzó a doler.
Vegeta no, él no.
— ¡Ayuda! — grité sin dejar de moverme.
— ¿Por qué no solo te callas?
— ¿Por qué haces esto? Tu no eres asi.
Él rió — ¿Enserio? — asenti — Llevas una idea muy equivocada de mi.
— Eso no es lo que me has estado demostrando estos últimos días. — sonreí.
En respuesta, con su mano sujetó mi cuello posando sus dedos a cada mejilla, obligándome a verlo directamente.
— De aquí no saldrás, ya estas advertida. — amenazó.
— ¿Por qué?
— No estoy en mis cinco sentidos. — volvió a besarme, volví a estar a la defensiva sin corresponder a ese beso.
Entre en alerta cuando sentí una de sus manos en el dobladillo de mi camisa, quise volver a gritar o quitarlo de encima, mordió mi labio provocando que profundice ese inefable beso.
Alzó un poco mi camisa con ganas de quitarlo de mi, seguí moviéndome intentando impedir ese acto.
Mis muñecas dolían de tanto intentar liberarlas. Era desesperante.
No mierda, no de nuevo.
— ¡Bulma! — oí al otro lado, fuera de la habitación, era Launch.
Sacando fuerzas de donde no sabía que tenía, logre soltar mis manos y no dude en empujarlo, pero él volvió a sujetarme y colocarme debajo y tapar mi boca con su mano.
La puerta se abrió dejando ver a Raditz y a Launch, quienes no dudaron en acercarse y sacar a Vegeta de encima. Salí de la cama sintiendo mis lágrimas caer y manchar mis mejillas.
— ¡¿Eres idiota?! — gritó Launch.
Raditz lo tenía sujetado con los brazos atrás. Pero eso no le bastó que se soltó y se volteó a verlo, pero eso no duró mucho porque Vegeta lo golpeó en la mejilla.
— ¡Oye! — grité.
— ¡¿Ahora estarás contento?! — le gritó a Raditz quien se levantaba del piso con un hilo de sangre saliendo de su labio.
— Oye.. cálmate, ¡Yo no tenía planeado que..! — iba él a hablar, pero Vegeta se adelantó.
— ¡Mira hasta donde me llevo esa maldita apuesta! — gritó él.
Todos en la habitación quedaron en silencio profundo, Raditz se puso pálido y abrió los ojos con sorpresa, Vegeta parecía recién haberse dado cuenta de lo que había dicho, y Launch, ella parecía igual de sorprendida como yo.
Pero yo estaba más que sorprendida, estaba confundida y trataba de procesar aquella información.
— ¿De qué apuesta hablan? — dije.
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