Se encontraba atado de manos y pies, golpeado y herido. Larimel lo veía con desdén, sin lugar a dudas era un hechicero, pero... ¿Por qué no se defendía? Aunque estaba atado con magia poderosa, pudo hacer el intento por escapar, sin embargo no lo hizo.

La respuesta estaba en su pasado, en las cicatrices que no se veían a simple vista. El hechicero había vivido demasiado tiempo, había visto demasiadas guerras y traiciones. La magia que emanaba de él no era solo producto de conjuros y encantamientos, sino también de su propia alma desgarrada.

Larimel se acercó, sus pasos silenciosos sobre las losas de piedra. El viejo, con su cabello blanco y arrugas profundas, no se inmutó a pesar de tener los ojos vendados.

—¿Tú eres la líder? —cuestionó el viejo.

—¿Quién eres?

—¿Quién soy? La pregunta aquí es: ¿Quién eres tú y por qué me han capturado? Incluso le has llamado a mi amigo para decirle que no asistiré a nuestra reunión falsificando mi voz. ¡Habla asquerosa bruja! —gritó furioso.

—¿Asquerosa bruja? —cuestionó indignada.

—Puedo sentir el aroma a magia oscura desde antes que cruzaras la puerta.

—Bueno, ya que estamos. Volveré a preguntar, viejito: ¿Quién diablos eres? ¿Qué hace un hechicero queriendo entrar al castillo?

Rose abrazó a Jimin con fuerza cuando regresó de la reunión del consejo que había sido un torbellino de formalidades, intrigas y decisiones cruciales. Aunque acababa de ser nombrado rey regente. Jimin, había aceptado el cargo con una mezcla de honor y pesar porque para cualquier otro pudiera ser un acto de celebración, pero a él le dolía en el corazón, y todos sus amigos, los miembros de la corte y médicos lo sabían.

El recién coronado rey, Jungkook, se enfrentaba a un delicado desequilibrio. Su transformación en gamma, una condición que lo hacía vulnerable, debía mantenerse en secreto. La estabilidad del reino dependía de ello. Las murmuraciones sobre un rey debilitado podrían desencadenar inquietud y desconfianza entre la sociedad.

Por eso, el primer mandato de Jimin como rey regente fue que no saliera del castillo la noticia de que el rey Jungkook se había convertido en gamma. Que el rey fuera débil haría caer en colapso e inquietud a la sociedad. El segundo mandato que hizo fue nombrar a Min Yoongi su mano, la lealtad de Yoongi era inquebrantable, y su astucia era invaluable en los pasillos del poder. El tercero fue nombrar a Hoseok capitán al mando de los soldados, sería la espada del rey, protegiendo el reino de amenazas internas y externas. Y el cuarto fue nombrar a Lee Minho nuevo jefe de la servidumbre en el castillo. Su habilidad para moverse en las sombras y su discreción eran esenciales para mantener los secretos del rey.

—Jimin —susurró Rose—. No estás solo en esto. Todos estamos contigo.

El asintió sintiendo un nudo en la garganta. Sus amigos más cercanos lo veían con expectación, pero los ojos rosas de Jimin estaban enfocados únicamente en el rostro de su hermoso alfa, ahora gamma que seguía inconsciente.

—Compartiremos la carga —dijo Yoongi, dejando caer la mano sobre el hombro de Jimin—. Estamos juntos en esto, majestad... Amigo.

Jimin se limpió las lágrimas con brusquedad y sonrió, era una sonrisa falsa, pero que quería ser alentadora para sus amigos porque quería demostrarles que estaba bien, que no se preocuparan por él, que mejor se enfocaran en Jungkook.

—Por supuesto, soy más fuerte que todos ustedes juntos. —Bromeó—. Lo único que quiero es que Jungkook despierte.

—Y lo hará —dijo Minho—. Yo te sostuve entre mis brazos sin vida, y mira; estás aquí.

—¿Quieres ir a dormir? —preguntó Rose en tono dulcificado—. Puedo hacerte compañía y...

—No. ¡¿Qué dices?! —cuestionó molesto—. No me voy a apartar de mi esposo ningún segundo. Solamente cuando el reino lo requiera.

—Lo lamento... —susurró Rose.

Jimin suspiró dándose cuenta de que le había hablado fuerte a su amiga.

—Ustedes vayan a dormir, tienen mucho trabajo por hacer, si fallo al reinar los culparé a todos. —Sonrió tratando de aligerar el ambiente.

—Estará bien —dijo Hoseok—. He transformado alfas en omegas y cuando eso sucede enferman los primeros días, es obvio que Jungkook está así porque su cuerpo se está acostumbrando a su nuevo sistema.

—Espero que sea así...

—Así es, estamos todos estresados por nada. Jungkook es un hueso duro de roer —dijo Yoongi antes de salir de la habitación.

Pronto todos se fueron dejando a Jimin a solas con Jungkook. Se sentó junto a la cama, sosteniéndole la mano y cantando con voz dulce aquella canción que Jungkook le cantaba cuando era un frágil omega...

—Se escuchan ruidos extraños... Tarareó con voz dulce y entre cortada—. Es el peligro acechando... —Continuó—. Pero mi amor, contigo estoy... Con mi voz haré que duermas... Duerme, duerme, mi amor...

En medio del cántico se detuvo porque un escalofrío recorrió su espalda, y su piel se erizó al sentir un par de ojos observándolo. ¿Quién estaba allí? ¿Quién osaba interrumpir este momento con su hermoso esposo?

Con el ceño fruncido, Jimin soltó la mano de Jungkook y giró sobre sus talones. La habitación estaba a oscuras, solo la luz de la luna roja se filtraba por las rendijas de las cortinas. Y allí, en la penumbra, unos ojos brillaban fijamente hacia él.

Jimin dio un paso atrás. ¿Un enemigo? ¿Un amigo? Su corazón latía con fuerza mientras evaluaba sus opciones. Pero entonces, la figura se movió, y Jimin reconoció el rostro.

Era Rose. La misma que había compartido secretos con él, la que lo había aceptado desde antes de conocer su verdadera naturaleza. Rose sonrió tímidamente, como si supiera que había interrumpido algo importante.

—Lo siento, Jimin —dijo ella en voz baja—. Regresé y al escucharte cantar me escondí porque no quería interrumpir, veo que fallé.

Jimin suspiró aliviado. No la había detectado por su aroma porque traía inhibidores, Rose no era una amenaza, pero su aparición lo había inquietado al principio porque nadie además de ellos y el consejo sabían lo que sucedía, y se suponía que ella estaba en la cama. Entonces fue un alivio verla ahí.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Jimin, tratando de mantener la calma—. ¿Por qué te escondes? Pudiste venir a mí desde un inicio.

—Es que no quería interrumpirte al cantar... —Se acercó a él, sus ojos brillosos—. Cantas hermoso, Jimin.

—¿Por qué usas voz seductora conmigo, Rose? —Jimin sonrió de oreja a oreja—. ¿Estás en celo? —Alzó las cejas y ella se ruborizó.

—Sí, pero tengo los supresores activados —confesó—. Lamento si sueno como una zorra en estos momentos.

—No lo lamentes. —Jimin rodeó los hombros de su amiga con el brazo—. También fui omega y sé que va en contra de tus instintos, por eso procuraba alejarme de los alfas cuando entraba en celo.

—Lo sé, pero me es difícil alejarme de ti porque te quiero, porque eres mi amigo y me necesitas. —Hubo un silencio medio incómodo—. No es que me necesites para cuidar a Jungkook, ni para nada, me refiero a que necesitas que alguien te apoye en este proceso, quiero estar. ¿Me entiendes? Aunque no haga nada, solo quiero estar a tu lado... Como antes, en el orfanato cuando estábamos juntos siendo omegas débiles y llorones que se apoyaban en las buenas y en las malas...

—Te entiendo mi Rose. —Jimin suspiró—. Es bueno tener una amiga a mi lado en estos momentos.

—Y Jungkook... ¿No se ha movido? —preguntó acercándose a él.

Rose contuvo las ganas hacer notoria su sorpresa ante el estado físico del alfa. Ella no lo había visto con detenimiento antes, pero verlo ahora era un golpe duro de realidad. El rey alfa había pasado de ser hermoso y fuerte a ser... Ante la perspectiva de Rose y de cualquier otro que no fuera Jimin; Feo y aqueroso.

—Uy... —murmuró ella—. Ahora puedo olerlo mejor.

—¿Olerlo? ¿Percibes su aroma?

—Ajá...

—Aunque es más débil sigue siendo delicioso —murmuró Jimin.

—¿Delicioso? Jungkook huele totalmente distinto a antes —dijo mirándolo de reojo.

—¿Distinto? ¿Qué aroma percibes?

—Estiércol, aguas negras, el desagüe... Es, abrumador.

—¡¿Qué?! —Jimin casi gritó.

—Cuando despierte se sentirá muy... Muy mal.

—Jungkook no huele a eso, Rose.

—Te lo juro que sí, puedes preguntarle a quien quieras y te dirán lo mismo que yo. De hecho, estuve hablando con Minho y me dijo que se supone que los gammas huelen mal, aunque algunos no tienen aroma. Su aroma es percibido únicamente por su destinado.

—Ya veo, soy su destinado. Por eso huelo su antiguo y verdadero aroma.

—Básicamente, el rey es atractivo nada más para ti.

—Eso es bueno, de esa manera nadie le pondrá el ojo.

—No sabía que eras así de celoso.

—Soy celoso, pero nunca lo he demostrado porque nunca ha hecho algo para que me ponga celoso. Jungkook siempre me ha preferido, incluso cuando fui un omega, por eso me compró.

—Al igual que yo —dijo Rose tomando las mejillas de su amigo—. Te prefiero desde que éramos niños.

—Pero es diferente, tú y yo somos como hermanos. Jungkook es... Mi todo.

—Ajá, es distinto... —murmuró—. Por cierto, traje té de jazmín. Te servirá para que te relajes esta noche, estoy segura de que todo esto ha sido duro para ti.

—No quiero beber ningún relajante, necesito estar alerta.

—Necesitas descansar porque ahora eres el rey regente, porque Jungkook necesita que estés despierto en las reuniones importantes. Además, aquí estoy yo, pasaré la noche en vela.

—Mmm... —Rose sirvió el té en una taza de porcelana, entregándoselo en la mano a Jimin—. ¿Esto me hará dormir?

—No. El té de Jazmín solo te relaja, tú solo deberás tratar de dormir.

—Bueno.

Jimin bebió el té, luego arrastró una silla para sentarse junto a Jungkook, tomando su mano con fuerza. Después la habitación se quedó en silencio, lo único que se escuchaba era el ventilador y el pillido de la máquina conectada al cuerpo de su esposo enfermo.

Rose sonrió al apagar la luz y dejar encendida nada más la lámpara tenue y cálida, después cuando Jimin se quedó profundamente dormido porque él te no era de Jazmin, sino un potente adormecedor. La omega sintió la traición pesando sobre ella, pero no había otra opción.

Se fue directo al baño, el adormecedor en su mano brillaba con un tono siniestro. Lo había conseguido de una bruja en el mercado negro, una poción tan poderosa que podía noquear a la bestia más enorme. Si alguien encontraba algún rastro del duerme lobos, todo se desmoronaría.

Con un suspiro, vertió el líquido en el lavamanos, viendo cómo se disolvía en el agua.

—Lo siento Jungkook, pero yo lo conocí primero —susurró Rose separando la mano de Jungkook de la mano de Jimin.

La omega tenía en el brazo un supresor de feromonas, pero se lo arrancó. Liberando sus hormonas de apareamiento al mismo tiempo que se subía encima de las piernas de Jimin, besándolo en el cuello, manos, abdomen y pecho. Agradeciendo en su interior la caída de Jungkook porque solamente de esa manera pudo encontrar la fragilidad de Jimin, porque solo de esa manera logró dormirlo, y solo así lograría hacerse la omega del enigma más poderoso del planeta.

Sonreía gustosa porque él te duerme lobos había noqueado a Jimin, y a pesar de que con su cuerpecito frágil y delgado batallaba para desvestirlo la sonrisa no se desvanecía de su rostro.

Jimin quedó desnudo, tirado en el piso helado de la habitación, a su lado Jungkook con el tubo metálico en la boca.

Rose cerró la puerta con llave e incluso arrastró un mueble para tapar el acceso, cerró a la perfección las cortinas y también se desnudó, dejando sus prendas tiradas en el suelo junto a las de Jimin. Luego en un acto de maldad pura, se masturbó con los dedos del enigma dormido para dejarle sus fluidos encima, y con muchísimo cuidado embarró el miembro de Jimin con esos mismos fluidos para que al despertar creyera que la había penetrado.

Rose era astuta, una mosca muerta que estaba dispuesta a todo con tal de conseguir el amor, atención y protección de Jimin.

Lo quería para ella...

Pero... ¿Sería Jimin tan estúpido como para creer en las mentiras de Rose?

Eso estaba por verse cuando abriera los ojos al día siguiente...

AY DIOSMIOOOOOOOOOO COCHINA VIEJA MALANDRA RESBALOSA NADQUEVERIENTAAAAAAAA🤢🤮🔪

Gracias por leer, no olvides dejar tu voto y mentada de madres a la Rose, tan bien que me caía cuando era cinco en subasta de omegas.😭🤌🏻