🌹Capítulo 26- Familia real🌹
Pronto, miré una silueta moverse atrás del trono, y mi corazón comenzó a latir como loco. Cuando emergió de su escondite, me puse de pie lo más rápido que pude, como si hubiera sido impulsado por una fuerza invisible. Mi mirada se fijó en la figura que se acercaba, y mi alma se llenó de emoción.
Era Jungkook.
Vestía el traje real, con su camisa blanca y su chaleco negro, adornado con bordados de oro. Incluso traía puesta la corona, que brillaba en su cabeza como un símbolo de su autoridad y poder. Pero no era la ropa ni la corona lo que me importaba. Era él. Era su rostro, su sonrisa, sus ojos.
Cuando nos abrazamos, sentí como si hubiera sido transportado a un mundo diferente. Inhalé su aroma, ese aroma que me era tan familiar, y supe que era él. No había dudas. No había posibilidad de error. Era Jungkook, mi rey, mi amor.
—¿Cómo es posible? —pregunté, mi voz temblando de emoción—. ¿Cómo estás aquí?
Jungkook sonrió, su mirada brillando con amor y felicidad.
—Siempre consigo lo que quiero, mi Jimin. Yo no acepto términos medios, soy un rey caprichoso y mi capricho favorito es estar contigo.
—Yo no lo llamaría capricho —dije en medio de lágrimas—. Yo lo llamaría necesidad —añadí tomando sus mejillas con fuerza.
Él tomó mi cintura con sus manos fuertes, tomándome como solo él sabía hacerlo. Provocando ese mariposeo único en mi estómago, soltando esas feromonas de las que me enamoré el primer día, envolviéndonos en una danza mágica de amor eterno.
Pegó su frente con la mía, tomó mis mejillas entre sus manos y me besó de la manera más exquisita, amorosa y sensacional. Probé sus carnosos labios con mi lengua, moviéndome como de costumbre, pareciera que el tiempo entre nosotros no había pasado porque nos conocíamos tan bien que sabíamos el movimiento del otro.
Me aparté quedando casi sin aliento.
—Quiero saber qué fue lo que pasó.
—¿Te lo cuento ya o después de conocer a los gemelos? Yoongi me dijo que son hermosos.
—¡Es cierto! —grité emocionado—. Nuestros cachorros.
Sonrió y le sonreí, después tomé su mano entre la mía.
—Quiero verlos.
—Vamos, deben estar en su habitación con Mabel.
Jungkook entró en la habitación, su corazón latiendo con emoción. Había estado esperando este momento desde que despertó, y finalmente había llegado. En la cuna, rodeados de juguetes y mantas suaves, estaban sus cachorros, tres meses de edad y llenos de vida.
Al verlo, los cachorros se agitaron, sus ojos brillantes de reconocimiento. Jungkook sonrió, su corazón desbordando de amor. Se acercó a la cuna y se sentó junto a ellos, acariciando suavemente sus cabezas.
—Hola, mis pequeños —dijo, su voz llena de ternura—. ¿Cómo están hoy?
Los cachorros respondieron con gorjeos y risas, sus manitas agarrando los dedos de Jungkook. Él se rió, sintiendo una felicidad profunda.
Jimin se sentó junto a él, sonriendo.
—¿Qué tal si pasamos la tarde en familia? —sugirió Jimin—. Sin preocupaciones, solo nosotros.
Jungkook asintió, su mirada fija en los cachorros.
—Me encantaría —dijo.
Y así, pasaron la tarde, riendo y disfrutando del tiempo juntos. Los cachorros contentos en los brazos de sus padres, mientras Jungkook y Jimin los observaban con orgullo.
En un momento, Jungkook tomó a uno de los cachorros en brazos y lo mecía suavemente.
—Eres tan pequeño —dijo, su voz llena de amor—. Y ya eres tan valiente mi pequeño Jungmin...
—Y RedMoon es un salvaje —dijo Jimin riendo—. Si se enoja, cuidado.
—¿A quien crees que se parezca?
—Por supuesto que a ti, tanto en físico como en comportamiento. —Jimin arrullaba a RedMoon pues se estaba quedando dormido—. Jungmin es más tranquilo.
—Jungmin me recuerda mucho a ti, tan inocente...
—Tenemos a dos niños preciosos.
El cachorro, Jungmin miró hacia arriba, sus ojos encontrando los de Jungkook. Y en ese instante, Jungkook supo que su corazón pertenecía a esta pequeña familia.
La tarde se desvaneció en un susurro de felicidad, y cuando el sol se puso, Jungkook se sintió completo. Al igual que Jimin porque después de todo ambos, habían encontrado su verdadero hogar, habían superado tantas pruebas, incluso la muerte.
Jimin, llamó a Mabel cuando los dos cachorros se durmieron. Ella autodenominada "abuela de los príncipes" acudió de inmediato.
Los reyes salieron tomados de las manos de la habitación de los pequeños, no sin antes depositar un dulce beso en sus mejillas. En el pasillo, se encontraban sus amigos, su manada. Quienes abrazaron con fuerza a Jungkook en medio de risas y regocijo.
—Sigo molesto con ustedes por no haberme dicho antes —dijo Hoseok a medida que avanzaban a la terraza de la segunda planta.
—¿Cómo? ¿Quienes lo sabían? —preguntó Jimin.
—Yoongi y el señor Dee —contestó Jungkook—. Pero no podíamos decírtelo.
—¿Por qué no podían? —cuestionó Jimin desconcertado.
—Órdenes de la madre luna —dijo Yoongi cuando llegaron a la terraza.
—Pero al final estamos todos juntos, una hermosa manada, hasta tenemos cachorros —festejó Minho.
—De hecho, tú deberías buscar a tu destinado... O destinada, me gustaría ver eso —dijo Jimin.
—Me gusta ser el tío sexy de los príncipes. —Guiñó el ojo—. Por cierto, el señor Dee me dijo que les dijera que bebieran esto —dijo sacando el frasco con el agua de la eternidad.
—¿Qué es eso? —preguntó Jimin.
—Agua de la vida —dijo Jungkook—. La madre luna nos ha obsequiado la eternidad, Jimin.
—¿Eternidad? ¿Por qué?
—Supongo que es su forma de pedir disculpas por la cagada que hizo al convertir a Jungkook en un gamma —soltó Yoongi, Hoseok le dio un codazo—. ¿Qué? Júzgame, pero es cierto.
—Ella quiere que reinemos juntos planeta lunar —dijo Jungkook.
—Okay, pero... ¿Por qué darnos esto? ¿Y nuestros cachorros? ¿Los veremos envejecer? ¿Y nuestros amigos? Me rehúso. —Jimin cruzó los brazos—. La madre luna quiere que proteja su planeta sin preguntar y cree que va a comprarme con la inmortalidad. ¡No señora madre! —gritó Jimin al cielo, en ese momento Jungkook bebió la mitad del frasco—. ¡Si vas a hacernos inmortales, haznos inmortales a to...—Jimin se quedó en silencio porque su esposo recién traído del mundo de los muertos le dio a beber la otra mitad del frasco sin preguntar.
Cuando sintieron el poder del líquido en sus sistemas sus ojos centellearon y un halo iridiscente resplandeció en sus pieles.
—¿Ahora soy inmortal? —preguntó Jimin dudando—. Se siente como si me va a dar diarrea...
Todos rieron.
"He escuchado sus quejas..."
"Todos podrán beber del agua..."
"Toda la manada..."
De pronto, en el centro de la terraza emergió una fuente de agua viva, era azul y brillante.
—¿Esto es... ? —preguntó Hoseok dudoso.
—¡Es agua de la vida! —gritó Minho, luego se acercó para tomar entre sus manos esa agua y beber.
Pronto sus ojos resplandecieron y su piel brilló de la misma manera que la de Jungkook y Jimin. Ahora Minho también era eterno.
"La fuente desaparecerá pronto, tomen un poco para sus cachorros."
Jungkook no dudó, él tomó un poco del líquido mágico en el mismo frasco donde estaba su dosis y la de Jungkook, después lo llenó y la guardó en su pantalón.
Hoseok y Yoongi bebieron, guardando un poco de agua en un pequeño jarrón de decoraciones pensando en el futuro cachorro que adoptarían. Estaban preparándose para no perderlo en el futuro. Mientras tanto, Minho se dejó caer del segundo piso para comprobar que era inmortal, jugando y corriendo en el jardín mientras reía como niño.
Todos estaban felices y la fuente desapareció de la misma manera en la que llegó.
—Magia... —murmuró Jimin—. Supongo que todos necesitamos un poco de magia en nuestras vidas.
—Y amor —dijo Jungkook tomándolo de la cintura.
Jimin se recargó en el hombro de su esposo, sintiendo la calidez y la seguridad que emanaba de él. Al mismo tiempo, cerró los ojos, permitiendo que la fatiga y el estrés de esos últimos meses desvanecieran. La proximidad de Jungkook era como un bálsamo para su alma, y se sentía afortunado de tenerlo a su lado.
Jungkook, por su parte, no pudo contener su deseo. Se le adelantó el celo, y su mirada se llenó de lujuria al contemplar el rostro sereno de Jimin. Hoseok y Yoongi, que estaban cerca, se dieron cuenta de la tensión sexual que se había creado y, con una sonrisa discreta, les pidieron que se fueran a su habitación.
El par de reyes no dudó en hacerles caso. Una vez que estuvieron solos, la pasión explotó. No tardaron mucho en arrancarse la ropa de sus cuerpos, revelando la piel caliente y sedosa que se escondía debajo. La habitación se llenó de un aire eléctrico, cargado de deseo y lujuria.
Devorando sus labios de manera pasional, Jungkook y Jimin se perdieron en un beso apasionado. Sus lenguas se entrelazaron, explorando cada rincón de la boca del otro. La respiración se aceleró, y los corazones latieron al unísono.
Jungkook deslizó sus manos por la espalda de Jimin, sintiendo la curva suave de sus hombros y la firmeza de sus músculos. Jimin, por su parte, se aferró a la cintura de Jungkook, sintiendo la calidez de su piel y la fuerza de su abrazo.
La pasión creció, y sus cuerpos se fundieron en un abrazo apasionado. La habitación se convirtió en un mundo propio, donde solo existían ellos dos, perdidos en un mar de deseo y amor.
En ese momento, nada más importaba. Solo la pasión, el amor y la unión de sus cuerpos y el reencuentro de sus almas. El mundo exterior se desvaneció, y solo quedó la realidad de su amor, puro y verdadero.
Jungkook, rey alfa de planeta lunar, poseyó con fuerza y ferocidad a Jimin, rey consorte enigma de planeta lunar. Las cosas habían vuelto a la normalidad, pero mejoradas...
Bien dicen que no hay mal que por bien no venga y ese par estaba disfrutando todo el bien que el destino les tenía preparado.
Y no solo por esa noche, tampoco por varios años más.
Jungkook y Jimin estaban destinados a estar juntos por toda la eternidad.
AMIGOS ESTO YA CASI SE TERMINA Y NO ESTOY SOPORTANDO. No quiero terminar esta historiaaaaa😭🥺😩
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