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🥀 Capitulo 6.

Dos semanas después

-Ahhh. No he hecho los deberes de lengua -se lamentaba Tong caminando por el pasillo junto a su mejor amigo.

-Ayer mandé mil mensajes a nuestro chat repitiéndote que los hicieras. Y en todos me respondiste que ya los tenías.

-Y los tenía. Solo... es que... mi perro se comió los deberes-puso como escusa con un puchero en los labios.

-Pero si no tienes perro, Toto

-Ya...pero el Señor Lee no lo sabe. Así que cállate la boca y encubre mi metedura de pata.

-Tss. Vale, lo haré. Pero me debes otra.

-¿Cuántas llevo ya?

-Teniendo en cuenta el día en que le rompiste el jarrón a mi madre, en el que te escapaste de casa, en el que corté con tu novia cuando solo teníamos diez años y lo del "robo" en la feria... Ya llevas diez favores que me debes.

-Ey, ey. Lo del "robo" en la feria fue cosa de los dos. Así que ve quitando favores.

-Bueno, vale. Pues nueve.

-Me gusta más así—sonrió complacido.— Oh, mira. Es el Señor Jakapan

-¿Qué?-la sola mención de su nombre le hizo desviar la atención de su teléfono.

Y su amigo tenía razón. El profesor acababa de girar la esquina y andaba justamente en el sentido contrario a ellos. Sus brazos estaban cargando muchas carpetas, las cuales parecían pesadas, y, sus ojos, nada más verlo, se centraron en cualquier otra parte del pasillo.

-Buenos días, Señor Jak...-Tong comenzó a saludar al docente pero, éste, al pasar por al lado de ellos, apresuró el paso y casi salió corriendo de allí.-¿Qué le pasará? Últimamente está muy extraño.

El azabache paró sin más su andar, con la vista perdida en el suelo y una expresión de tener que aclarar algo con alguien.

Desde lo que pasó en el despacho del mayor, los días siguientes fueron un tanto diferentes. Build prácticamente lo ignoraba, ya fuera en clase, en el instituto o si casualmente se lo encontraba en la calle. No hablaba con él, no le preguntaba...ni siquiera le miraba.

Tenía un gran malestar en la boca del estómago por haber incomodado a su ángel. Jamás tuvo que hacer lo que hizo...ni decir lo que dijo.

-¿Bible?

-Ahora regreso-comentó dándose la vuelta y yendo por donde vino.

-Pero...vas a llegar tarde a lingüística.

-Dile al Señor Lee que me encontraba mal.

-¡¿Y lo del perro?! No puedo hacerlo sin ti.

-Si me cubres esta vez, olvidaré que me debes nueve favores. ¿Hecho?

-Tss, vale. ¿Pero adónde vas?

-Luego te lo explicaré. Ahora debo irme -corrió por el mismo camino que tomó Build

-No comprendo nada― se rascó la cabeza ante la actitud rara de su amigo.

En otro punto del instituto, el castaño intentaba abrir con las llaves la puerta de su despacho. Las carpetas y documentos le estaban entorpeciendo esa fácil y común acción, haciéndole parecer un mono de feria debido a las posiciones casi acrobáticas realizadas.

Sin embargo, aún haciendo todo lo posible para sostener las hojas, finalmente ocurrió lo más normal. Tras lograr darle una vuelta a la cerradura, una fuerte ráfaga de viento proveniente de la ventana abierta hizo volar los folios. De entre todo, solo quedó con dos

carpetas en las manos.

-No puede estar pasando-se lamentó.

Build estaba por mandarlo todo a freír espárragos ese día. Nada le salía bien y por lo visto se levantó con el pie izquierdo. Esa mañana, se le había quemado el pan en la tostadora, su gata le había derramado el café encima y para colmo su coche no funcionaba. Llegó tarde al trabajo, saltándose la primera clase y lo que se encuentra al llegar, es una montaña de exámenes que debe corregir. Exámenes... que ahora estaban tirados por todas partes.

-Aish. ¿Qué te pasa hoy, Build Jakapan? se quejó comenzando a recogerlo todo.

Folio tras folio, el suelo se fue despejando. Aunque todavía faltaba un millar regados por las baldosas blancas. Sin embargo, no esperaba recibir la ayuda de dos manos ajenas, las cuales hicieron su mismo trabajo.

La curiosidad le invadió y rápidamente elevó la cabeza hacia esa servicial persona. No supo el porqué...pero no le extrañó encontrar a Bible frente a él.

-Deberías estar en clase, Wichapas

-Lo sé.

-¿Entonces que haces aquí?

-Ahora mismo... ayudándole, Señor Jakapan. Aunque la verdadera razón es que quiero hablar con usted.

-No creo que haya nada de lo que tengamos que conversar.

-Sí, lo hay-el castaño lo miró serio, mostrando que se iba a enfadar si no dejaba el tema de una vez por todas. No obstante, los iris marrones oscuros del menor, volvieron a plantar los nervios en su organismo, relajando su mirada.

¿Qué tenía aquel crío capaz de revolverle el estómago?

-Hablemos, por favor- le entregó los exámenes que él recogió, haciendo que sus manos se tocaran sin querer.

-T-Tengo trabajo que hacer, Wichapas-se levantó veloz, necesitando esconderse en su despacho.

-No será mucho tiempo.

-Ojalá pudiera pero...

-Señor Jakapan...yo... solo me quiero disculpar con usted.

-¿Qué? -aquello le sorprendió.

-No hice bien al intentar persuadirle ni... al intentar besarle. Simplemente me dejé llevar por la confusión de sus palabras y.... el deseo de mi corazón, formando un recuerdo desagradable para usted- el término "deseo" puso nervioso al profesor ¿Acaso...?

-No lo voy a negar más...me gusta. Me gusta mucho, Señor Jakapan y...por ello no quiero que me trate con más frialdad que antes o... que no me trate siquiera.... Estoy dispuesto a aceptar la relación de profesor y alumno, la que sólo deberíamos tener, si así recupero su mirada y su sonrisa. Siento mucho mi comportamiento-hizo una reverencia apesadumbrada.

-wichapas... esa declaración le arrebató cualquier idea de la mente.- Si te arrepientes...acepto tus disculpas- eso alegró al corazón del menor, aunque pronto su ilusión decreció.- Sin embargo...no... no voy a poder tratarte igual que antes.

-¿Por qué?

-No... soy bueno fingiendo. Si me siento de tal manera lo muestro y ya está. Soy como un libro abierto. Y...no puedo evitar...sentirme incómodo... sabiendo que le gusto a un alumno y que... éste estuvo a punto de besarme.

-Me he disculpado por eso.

-Lo sé. Lo sé... y lo agradezco... pero...

-De acuerdo-le interrumpió bajando
la cabeza. -No puedo luchar contra eso y... solo lo aceptaré. Si quiere...continúe ignorándome...yo entenderé el porqué lo hace.

El mayor se quedó callado, viendo como su alumno se retiraba del lugar con una nube negra encima, la misma que se colocaba sobre él.

No entendía... ¿Por qué le dolía? ¿Por qué sus ojos picaban? ¿Por qué deseaba ir tras su osito?

-Creciste mucho... y cambiaste mucho- suspiró recordando la imagen de aquel niño que se abrazaba a él.

¿Cómo un pequeño tan adorable y tierno, se había convertido en un adolescente tan atractivo y hermoso? ¿Quién no caería bajo los encantos de ese joven azabache de labios rojizos?

-Lo mejor será dejarlo así, osito.... Menos mal que no llegaste a besarme.

Suspirando, entró en el despacho y dejó las pesadas hojas en la mesa. Después se masajeó el cuello al sentir un poco de dolor en esa zona y bostezó.

Últimamente no dormía bien y esa falta de sueño se representaba en las bolsas bajo sus párpados y la rojez de sus ojos.

-Cuando termine de corregir, descansaré -se propuso yendo a su silla. Mientras lo hacía, el corcho con las fotos de los viajes se coló en su campo de visión, trayendo a su memoria muchos buenos recuerdos. No obstante, el mejor, era el de Grecia.

Sacaron muchísimas fotografías durante esa excursión de fin de curso, pero aquella era sin dudas su favorita. Le agradaba verse junto a su osito, con el Partenón detrás luciendo más bello que nunca. Además, ahora que sabía que le gustaba a Bible, pudo identificar el amor y la admiración en su mirada.

-Tan hermoso-sonrió dulcemente, hasta que se dio cuenta de lo que había dicho.- Es solo una tontería. No te rayes por eso, Build Jakapan

Habiendo abandonado, supuestamente, esos pensamientos, se sentó y tomó el primer examen. Apenas leyó el nombre del alumno, cuando supo que no sería fácil corregir algo. No estaba concentrado y se le mezclaban las letras, tal y como le pasa a las personas con dislexia.

-Me estoy volviendo loco-se recostó contra el respaldar y abrió un cajón del escritorio. De allí, sacó una moto roja de juguete.-Me estás volviendo loco.

-Toc Toc -el ruido le hizo guardar el vehículo en miniatura y lanzar un "adelante" en tono cansado. Sin embargo, nadie entró.

-Adelante- repitió más fuerte, pero recibió la misma respuesta.- ¿Qué sucede?— extrañado, fue a la salida y abrió la puerta.

Al principio se asustó ya que no había absolutamente nadie. No sería un fantasma, ¿verdad? No obstante, antes de entrar, su cuerpo miró hacia abajo involuntariamente, como sabiendo que encontraría algo allí.

Y lo había. A sus pies, una caja de lo que parecían pastillas para dormir a base de hierbas y una nota doblada le esperaban y gritaban por que las cogiera. Eso hizo, volviendo después al escritorio para leer lo que ponía en aquel papel de cuadrícula.

<<Noté sus ojos rojos y pensé que no durmió bien. Estas pastillas le ayudarán, suelo tomarlas cuando no puedo conciliar el sueño.

También...considérelas como un regalo de disculpa.»>

Atte: B.W ∞

Build sonrió sin pensar. Sus iris brillaron por esa linda nota y le enterneció el hecho de que el azabache notara ese mínimo detalle. Nadie se había preocupado tanto por él desde hacía mucho tiempo.

Feliz, dobló de nuevo el papel y así poder meterlo en el bolsillo de su pantalón. Sin embargo, al hacerlo, vio otra cosa escrita en el otro lado.

Pdt:

¿Y si me da solo un besito? ♥

-Pequeño insolente-negó "enfadado" mientras una ligera risa crecía en su interior.







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