Los epitafios son esos textos breves, (incluso formados por solamente dos versos) que los parientes de los difuntos por iniciativa propia o por encargo de ellos escriben sobre sus lápidas. Los hay de naturaleza: poéticos, abstractos, humorísticos, nostálgicos, refraneros, literarios, etc.

¿Qué es el epitafio en su forma poética?

Si bien el epitafio parece ser una escritura práctica y lejana de las artes y la escritura, su forma poética es considerada parte del género lírico. Los epitafios en este caso son textos poéticos que no están físicamente sobre tumbas, pero representan la misma expresión de honra y lamento por la pérdida.

Son pues la expresión de los difuntos que expresan sus aspiraciones frustradas, expectativas satisfechas, amores imposibles, resignaciones de último minuto, etc.

Como regla están escritos en composiciones poéticas de verso libre (sin necesidad de rimas ni métrica de versos) y reproducen la filosofía de los difuntos que los alentó en vidas.

Para que lo vean mejor les dejamos estos ejemplos de epitafio:

I

Porque te fue negado el tiempo de la dicha
tu corazón descansa tan ajeno a las rosas.
Tu sangre y carne fueron tu vestido más rico
y la tierra no supo lo firme de tu paso.

II

Aquí empieza tu siembra y acaba juntamente
-tal se entierra a un vencido al final del combate-,
donde el agua en noviembre calará tu ternura
y el ladrido de un perro tenga voz de presagio.

III

Quieta tu vida toda al tacto de la muerte,
que a las semillas puede y cercena los brotes,
te quedaste en capullo sin abrir, y ya nunca
sabrás el estallido floral de primavera.

(Fuente: Epitafio para una muchacha. María Victoria Atencia)

IV

Al perderte yo a ti

"Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo".

V

Cámara honrada

El gobierno puso cámaras en la ciudad
pero no son para cuidar.
Solo son para saber a quién robar
y no perder el tiempo con los otros.

VI

La mejor inversión

Antonio me pidió dinero
y a cuatro meses no me paga
Es un gasto perfecto
el valor de su confianza
En su préstamo quedó.

Autor: Ernesto Cardenal.

VII

Elogio fúnebre

Reservas tus elogios para los muertos,
jamás aprecias a un poeta vivo.
Discúlpame, prefiero seguir viviendo
a tener tu alabanza.

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