Capitulo 15. El Amor De Una Madre
Desde la ventana del tren miraba Yor junto a su pequeño hijo mirando las vacas en el campo comiendo cesped y Anya que estuvo en silencio, junto a su lado estaba Yuri que leía el periódico.
-¿A donde vamos mamá ? —De pregunta Susheik.
-Saldremos a dar un paseo querido.
-Fabuloso. —Dijo con entusiasmo. —¿Pero papá no vendrá con nosotros? —Preguntó.
-No le dieron permiso a papá por eso no pudo venir, pero dijo que nos alcanzaría después. —Respondió Anya con una leve sonrisa.
-Que alegría. —Dijo sin decir más.
Anya odiaba mentir pero debía actuar lo más normal posible para que su hermano menor no se diera cuenta d ela situación, aparte que era muy joven no tenía la culpa lo que pasaba.
Después de un rato llegaron a su destino, bajando del tren. Estirando sus brazos Yuri a lo alto.
-No se porque debimos venir hasta acá para hacerlo.
-Debemos ser lo más discretos posible, o solo que ya te estes echando para atrás.
-Claro que no, pero... —Mirando a la chica de cabellos rosas.
-No se preocupe por mi, al fin yo fui quien lo sugerío.
- Lo sugeristes , pero yo di la idea como modo en broma. —Dijo en un suspiro.
-¿Tenemos otras opciones?
-Creo que no. —Tomando de las manos a su hermano quien este con un semblante serio y mirada triste de Yor que no pudo resistirse. —De acuerdo, vamos... —Responde.
-Gracias Yuri.
.
.
.
Caminando por los pasillos del instituto venía la imagen de la chica, cuando se mostraba su gran amor una sonrisa de nostalgia lo hacía continuar aunque sea eso, ya que por razones, tuvo que tomar decisiones drásticas para protegerla, pero al no verla hoy en el salón se sentía extraño, el profesor dijo que Anya no asistiria por motivos de salud solo deseaba que se encontrará bien.
En la tienda donde hacían preciosos vestidos elegantes adecuado para la maternidad, la mujer de casi ochenta años le estaba poniendo lo que sería el estómago de embarazo de tres meses, mirándose en el espejo observaba se sentía rara.
-¿Como la sientes querida?— le pregunta.
-Extraña renovar esa nueva sensación.
- Me lo imagine, pero es algo lindo lo que haces, otra madre no haría eso por su hija. —Dice quitandoselo.
-Yo amo Anya como si fuera mía, y daría mi vida por mis hijos como fuera.
-Eso habla bien de ti. —Le dice. — Es algo arriesgado y a la vez peligroso.
-¿Le comento de la situación?
- Asiente. —Ese hombre no tiene piedad por nadie y hay algunos rumores sobre el fallecimiento de su esposa.
-¿La esposa de Desmond falleció?
-¿No lo sabía? —Le comenta. —Loid no se lo comentó.
-El nisiquiera me dirige la palabra.
-Solo dele el tiempo, Loid es un gran hombre, solo que esto fue muy fuerte, la vida de su familia podría estar en peligro.
-Lo se...—Responde.
-Bueno querida ya vimos que te quedaron exacto, solo te los pondremos en la maleta y listo podrás regresar a casa.
-Gracias.
[... ]
Al abrir la puerta, no se imaginaban reencontrarse a Loide sentado en el sofá, Yor y Anya se quedaron en silencio lo que el pequeño lleno de alegría se fue hacia su padre.
-Te divertistes.
-Asiente. —Papa te estuvimos esperándote, porque no llegaste.
-Tenía mucho trabajo.
-Eso mismo dijo Anya-neechan. —Dicho esto, Loid observó a la chica quien no le daba la mirada, esta se fue directo a su habitación sin saludarlo.
-Susheik ya es tarde, ve a lavarte los diente y alistarte.
-Si mamá. —Contesta, se despide de Loid con un beso en la mejilla y se retira.
El silencio incomodo de la habitación Yor se dirige a la cocina, Loid no podía continuar con esta situación lo que se dirigió hacia donde se encontraba su mujer.
-Yor... —Le habla.
-Gracias por la ayuda. —Contesta secamente, controlando las ganas de llorar.
-No podemos continuar de esta manera.
-Entiendo que no es fácil para ti, tampoco para mi, Anya es aún una niña, tiene catorce años, pronto cumplirá quince, se que no estuvo bien lo que pasó pero..
- Es mi culpa por no dejarte que le explicaras sobre ese temas, por sobreprotegerla demasiado, le quise pintar un mundo color rosa evitando que olvidara su pasado, lo que pasamos juntos. —Se derrumba para acabar abrazandola. —Perdoname Yor, fui un idiota, las deje solas con esto, que lo solucionaran por si mismas.
-Tienes miedo, yo igual, no se que hacer. —Sollozando ambos. —Aún cuando fui una asesina antes, la frialdad en mi no es la misma que solía ser, temo por la vida de mi familia y no se como proteger Anya, si descubren que...
-No lo hará, haremos bien esto juntos. —Tomando con sus manos su rostro de Yor. —No me iré a ningún lado te lo prometo. —Juntando sus frente el uno con el otro.
-Porfavor no lo hagas de nuevo.
-No lo haré, estaré a su lado. —Dijo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro