Capítulo 33.
– Ahora me toca que me cuentes sobre ti, ¿no? –Bromeé con él y me sonrió.
Cuando vi la fachada de mi casa de deprimí, sabía que era hora de dejar de pasar tiempo junto a él.
– Me parece que va a tener que ser otro día –hizo un puchero muy mono y sonreí.
Miró detrás de mi y me giré a ver que pasaba, estaba mi madre y mi hermana en la puerta de mi casa mirándonos atentas, algo que me dio mucha vergüenza y me hizo pensar por qué tuve que llegar al mismo tiempo que ellas.
Me esperaba un largo interrogatorio en casa.
– Bueno, mi casa está por el otro lado... –dijo Nishinoya soltando una pequeña risa nerviosa un poco nervioso mientras rascaba su cabeza intentando evitar el contacto visual conmigo.
– ¿Vas luego a verles entrenar? –Le pregunté y me miró a los ojos.
– Si no me duermo iré –bromeó y sonreí.
Noté como el ambiente empezaba a notarse algo incómodo por lo que me despedí de él y caminé hasta mi casa dándome cuenta de lo diferentes que eran nuestras culturas. Algo que me chocaba mucho de las diferencias de nuestras culturas era que a pesar de que nosotros no somos novios se puso muy nervioso al ver que mi madre y mi hermana nos habían visto.
Mi padre era medio japonés pero desde luego nunca había sido así de cortado con las mujeres, todo lo contrario.
– ¡¿ESE ES EL CHICO QUE TE GUSTA?! –Exclamó medio preguntando mi hermana desde que e vio y le tapé rápidamente la boca ya que le oirían hasta los vecinos y no era plan.
– ¿Te quieres callar? –Le pregunté y quité la mano de su boca cuando esta la chupó, le miré mal y me quité los zapatos.
– ¿Se llama Nishinoya? –Preguntó interesada mirándome fijamente.
Levanté la cabeza cuando me quité los zapatos y aún me miraba con los ojos bien abiertos, alcé la ceja y guardé los zapatos en el mueble. Me quité la chaqueta y la colgué junto a las demás.
– ¿Para qué quieres saberlo? –Le pregunté y entré en casa para ir a almorzar.
– Porque quiero saber el nombre de mi futuro cuñado –me dijo con toda su cara y me giré para mirarle a la cara.
Clara sonreía malvadamente por lo que acababa de decir.
– ¡Uno a cero! –Cantó victoria y me volví para olvidar lo que acababa de pasar e ir a por mi amada comida ya que me moría de hambre.
– ¿Quién era ese chico? –Me preguntó mi madre y me senté en la silla de la mesa para comer la comida que me tenían preparada.
– Un compañero de clase, es el que he ido a su casa a ayudarle y a veces ha venido aquí... –dije y comencé a comer.
– ¡Mami es el chico que le gusta! –Gritó mi hermana entrando en la cocina.
Porque es mi hermana porque si no le tiraba el cuchillo que tenía en la mano como un platillo volante.
– ¡Eso no es asunto tuyo! –Exclamé molesta.
– ¿Te gusta? –Preguntó mi madre esta vez y solté bastante aire por la boca molesta.
Miré a ambas y agaché la cabeza.
– Un poco... –susurré.
– ¿Un poco? –Preguntó mi madre y le miré a la cara.
– Bueno, lo admito, me gusta, ¿vale? Ya está a ver si me dejáis comer tranquilamente que me muero de hambre –respondí molesta y comencé a comer.
Aunque ahora vendría la típica reacción de madre loca porque a su hija le gusta un chico de su clase y esas cosas, así que seguramente no disfrutaría de mi almuerzo como quería.
– AY QUE MI HIJA SE HA ENAMORADO DE UN JAPONÉS, YA DECÍA YO QUE TENÍAMOS COSAS EN COMÚN.
Lo que decía.
– Mamá, papá no es japonés, es medio japonés –le dije de mala gana mientras me metía un trozo de comida en la boca.
– ¡¿Y cómo es?! ¡¿Es buen chico?! –Exclamó nerviosa de nuevo medio gritando.
– ¿Tu objetivo de hoy es dejarme sorda y hambrienta o qué? –Le miré mal y le cambió la cara, recobró su compostura y peinó sus pelos ya que de los nervios los tenía en la cara, observé como colocaba su cuerpo en la silla que se encontraba a mi lado.
– Come, no te preguntaré hasta que termines de comer.
– Gracias –admití y comencé a comer de nuevo.
No sé que era peor, si me dejara en paz o me observara atentamente hasta que terminara mi comida.
....
En cuanto terminé de comer mi madre me acosó con preguntas hasta que le conté cada uno de los detalles físicos y psicológicos de Nishinoya hasta que le quedó claro como era. Me dijo que debía esforzarme por hablar más con él y para que se fijara más en mí, según ella le gusto pero no quería hacerle caso, prefería llevarme de mis propios instintos aunque me equivocara.
Estaba claro que Nishinoya me quería como una amiga.
Me acosté en la cama pensando sobre todo lo que había hablado con mi madre, me dio algunos consejos para hablar con chicos, incluso para sólo ser su amiga. Acepté sus consejos obviamente pero, la verdad es que nunca había tenido ningún problema para hablar con chicos, sabía que había que actuar un poco diferente que con las chicas.
Levanté mis pies y tiré de mis medias para quitarlas de mi camino, no me apetecía nada levantarme para cambiarme de ropa por lo que me giré hacia un lado y cerré los ojos para dormir un rato, realmente estaba cansada.
No conseguí dormirme por lo que al rato me levanté de la cama y me quité el uniforme del instituto para ponerme la ropa de voley y coger mi ordenador. Mi madre tocó la puerta mientras me sentaba de nuevo en la cama dispuesta a disfrutar un rato de mi ordenador.
– ¿Vas a ir luego a entrenar? –Me preguntó mientras entraba en la habitación y se sentaba en el borde de la cama.
– Iré a ver, seguramente ayudaré a los chicos como suelo hacer –le respondí y me miró fijamente a los ojos.
– No hagas mucho, estás muy cansada y podrías ponerte peor, ¡quiero que ganéis! –Exclamó mi madre entusiasmada y no pude evitar sonreír.
– ¡Lo haremos! –Exclamé feliz mientras apartaba mi ordenador y la abrazaba.
Una vez mi madre me dijo que llegaría lejos y no se equivocaba.
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HEEEEY BITCHEEES!!! ¿Qué tal estáis? Yo bien, algo cansada porque esta semana ha sido movidita pero como siempre el finde semana ayuda a recuperarse, es una pena que mañana sea de nuevo lunes :( Perdimos el partido pero... ¡no pasa nada, de los errores se aprende! Espero que sea uno de los pocos que perdamos.
Mmmm... la cosa se está poniendo interesante, ¿no? ¿Creéis que Nishinoya tiene algo importante que contar o simplemente lleva una vida normal? ¿La madre y la hermana de Aroa les gusta mucho el chisme? ¿Estoy haciendo muchas preguntas?
Esta semana y la siguiente subiré muy irregular, recordad que os comenté lo de los exámenes!
Os asmo<3
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