Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 9

Ver a Jake en el hospital realmente me había sacado fuera de foco y de todo uso de razón, estaba totalmente desencajada, quería huir, quería gritar y llorar, todo había vuelto como una oleada de memorias que habían estado queriendo salir y me había llevado años cerrarlas bajo llave en lo profundo de mi mente.

-¿Alexa?- oí a Mike susurrar acercando tímidamente su mano hacia mi rostro.

La manera en que reaccioné era la razonable para mí, no así para él, el estado de shock en el que me había sumergido me había dejado muda, al sentir su mano acercarse automáticamente la rechacé de una bofetada, sentía mi respiración agitada, mis ojos desorbitados y el corazón queriendo salir de mi cuerpo. Lloraba, lloraba como una niña débil suelta en medio de lobos, aquellos recuerdos me devorarían y no podía hacer nada por salvarme, sólo podía sujetarme de mis piernas pegadas contra mi pecho y llorar.

-¿Alexa? te haces daño, debes soltar tus piernas, Alexa, por favor-

Oía a Mike repetir asustado y ansioso junto a mi cama pero mi cuerpo no obedecía, se negaba a soltar mis piernas.

Veía que me hacía daño, sentía el gusto metálico en mi boca, la sal de mi sangre corría por mi garganta pero ni aun así podía salir de mi estado patético de autocompasión. Me volví hacia Mike y estaba alejado pero atento a lo que podía llegar a suceder.

-Llamaré al doctor- dijo mientras se acercaba a la puerta -No me tardo nada-

Quería decirle que se quede, que no me deje, que tenía miedo, de mí misma, de él, de lo que sentía.

-¿Alexa?-

-¿Jake?- balbuceé.

-¿Por qué eres así amor? ¿Qué mal te he hecho para que estés así?-

Se aproximaba lento, jamás se había ido, estaba allí, todo este tiempo. Sentía abrirse dentro los candados que encerraban mis temores y lo sentía recorrer mi cuerpo estremeciéndolo a su antojo. Seguía sin poder moverme, con paso firme y la sonrisa que lo caracterizaba se acercaba hacia mí.

-¡Aléjate!- grité y salté de la cama arrancando los últimos cables que tenía conectados a mi cuerpo.

-No lo hagas de la manera difícil cariño- dijo tomándome de los hombros.

-¡Déjame!- sollocé reuniendo la poca fuerza que tenía en mi rodilla para golpearlo en su entrepierna.

El mareo apenas me permitía moverme pero continué caminando aprovechando los segundos que me daba de ventaja mi pequeño golpe. Veía como los enfermeros me miraban consternados, sentía dolor en el brazo del cual salía un hilo de sangre del lugar donde tenía conectada el suero.

"Corre Alexa, pero no podrás escapar, ¿recuerdas?"

Mi mente se burlaba imitando la voz de Jake riendo y canturreando esas palabras. Debía huir, mamá, te necesito, lágrimas, dolor, ahogo en el pecho, no, no, no, otra vez.

-No- grité mientras caía de rodillas.

-Cállate y tranquila levanta ese culo del piso y muévete- susurró al oído mientras con una sonrisa falsa explicaba al enfermero que se acercaba a nosotros que fue un mareo el que me había provocado la caída.

-¿Señorita? ¿Se encuentra bien?-

-Sí, volveré a la habitación, creí que estaba lista para caminar pero me equivoqué- contesté con toda la tranquilidad que pude sintiendo la presión de su agarre en mi brazo.

-Bien, informaré al doctor White para que vaya a observarla, acompáñela por favor- culminó diciendo antes de retirarse el enfermero.

-No se preocupe, queda en buenas manos, ¿no amor?-

Aquel beso sabía peor que cualquier otro, sabía a traición, dolor, maltrato. ¿Qué haría? Intenté girar para volver a la habitación, esperaría allí por el doctor y Mike.

-¿Dónde diablos se supone que vas?- dijo girando mi brazo bruscamente.

-A la habitación- contesté dudosa.

-No amor, para ti tengo otro destino o ¿ya olvidaste lo que me debías cuando desapareciste?-

No, no lo había olvidado ¿Cómo podría? cada centímetro de mi cuerpo lo estaba reviviendo en ese instante, todo se estaba volviendo contra mí. Mike. ¿Dónde había ido?

-Camina, no tengo tiempo que perder jugando contigo y tu nuevo amigo-

Sentí como mi mundo se derrumbaba, me presionaba fuertemente el brazo y empujaba hacia la puerta de salida del hospital. Vi que sacaba de su bolsillo la llave de su auto, aún lo conservaba, el Camaro negro que tanto amé y ahora sentía asco y odio al verlo estacionado frente a mí.

-¡Entra!- dijo empujándome contra el coche -Recuerdo que te gustaba gozar horas y horas dentro de él, no lo mires con esa cara- continuó riendo y burlándose de mí.

-¿Para qué me quieres Jake? Qué no te había dicho ya que lo olvides- dije con la voz apenas audible.

-¡Que entres!- gritó.

-¡No! ¡No iré! ¡Déjame vivir Jake!- supliqué al verlo rodear el coche y acercarse hasta mi lugar.

-Abre la maldita puerta y entra- dijo con los dientes apretados.

-No- dije dudando.

Debía ganar tiempo, Mike debía estar buscándome en el hospital, ya debería de haber notado mi desaparición y aquel enfermero informando a White era tan apropiado en ese momento. Un golpe en el rostro me trajo a la realidad al verlo parado frente a mí con su típica respiración agitada y mirada amenazante que tanto me había hecho temblar años atrás.

-¡Entra maldita sea! deja de jugar conmigo Alexa-

-No Jake, no- y lo vi, salir corriendo desesperado acompañado por el doctor -¡Mike!- grité a toda voz.

-¡Maldita!- dijo Jake golpeando con fuerza mi rostro y estómago y forzándome a subir a su coche.

-¡Alexa!- oí decir a Mike a lo lejos.

El rugir del motor del Camaro me decía que se había salido con la suya, no podía abrir bien los ojos debido al golpe que me había dado, sentí golpes en la ventana y lo vi desesperado golpear e intentar abrir la puerta.

-¡Mike!- grité llevando mi mano a la puerta intentando abrirla.

Jake presionó el acelerador y se dio a la fuga, serpenteaba la calle como muchas veces lo había visto hacer, era corredor de carreras ilegales y conocía todas y cada una de las calles de New York, era un escapista profesional y yo su presa de turno para jugar.

-¡Maldito!- lo oí gritar y vi por el retrovisor empañado.

Mike nos seguía en su motocicleta, por momentos la lluvia que había comenzado a caer se volvía más y más copiosa haciendo difícil a Mike seguirnos, quería decirle que lo dejase, que no se meta con Jake, que lo lastimaría y no quería que nada malo le pasase pero era imposible, a pesar de lo resbalosa de la pista, nos seguía de cerca. Vi hacia adelante y Jake se metió en un callejón.

-¡Que pretendes maldito psicópata!- grité asustada.

-Deshacerme de los obstáculos- dijo sacando un bate de béisbol del asiento trasero del coche.

-No, ¡Mike no!- gritaba desesperada tratando de abrir las puertas pero el maldito las había bloqueado y llevado las llaves.

Vi a Mike bajar de su motocicleta y a Jake atacarlo sin darle tiempo a nada, usando su casco como arma Mike logró defenderse por un momento de Jake hasta que éste logró golpearlo con el bate en la pierna haciendo que Mike cayera al suelo gimiendo del dolor.

-¡Mike!- la desesperación crecía y no poder hacer nada me mataba.

Pude ver un extintor debajo del asiento del coche, sin dudar lo tomé y comencé a golpear el parabrisas trasero, con la poca fuerza que tenía pude comenzar a quebrar el vidrio y con el peso de mi cuerpo logré romperlo y salir fuera del coche. Sentía los cortes de los vidrios en los brazos y luego en los pies al bajar del coche.

-¡Déjalo Jake!- grité saltando sobre él haciendo que distraiga su atención y libere de los golpes a Mike.

-¡Sal de aquí perra! Luego será tu turno- gritaba enajenado.

-¡Alexa! Corre, vete- dijo Mike colocándose de pie con el rostro ensangrentado.

Volví hacia el coche y recordé el extintor, lo tomé entre mis manos y con toda la ira contenida corrí hacia Jake y lo golpeé en la espalda haciendo que caiga, iba a volver a golpearlo y sentí la mano de Mike sobre la mía.

-Vámonos Alexa, déjalo- decía viéndome suplicante.

-Quiero matarlo Mike, él, él. balbuceaba sosteniendo sobre la cabeza el extintor.

-Él se lo merece pero tú no ¡vámonos! ¡una vida en la cárcel no es para ti! Vamos Alexa, déjalo, toma mi mano, ven-

Se hizo con el extintor y lo lanzó lejos, Jake seguía inconsciente en el suelo mientras Mike y yo subíamos a la motocicleta para alejarnos de allí a toda velocidad. No podía pensar, las lágrimas mezcladas con la lluvia no cesaban de caer. La misma pesadilla había regresado. Mike frenó la motocicleta frente al parque donde me habían atacado y me bajo de ella llevándome en brazos hasta donde me encontró la primera vez. Nos sentamos en una banca bajo la lluvia y me mantuvo sentada en su regazo.

-Aquí te vi la primera vez, igual que ahora, temerosa, débil y sola, pero ya no Alexa, estoy contigo y nadie, nadie volverá a tocar uno de tus cabellos a menos que yo no esté allí para protegerte, ven aquí- dijo abrazándome y acariciando mi cabello

-Tranquila, llora, saca todo tu dolor, yo estaré aquí todo el tiempo que necesites-

-¿Y si es mucho?- susurré en su pecho.

-Te esperaré- susurró en mis cabellos.

Levantó lentamente mi barbilla y ahí estaba esa sonrisa, su brillante sonrisa borrando todo rastro de aquella confrontación.

-Debemos volver al hospital- susurró Mike en mi oído.

Luego de escapar de Jake y confrontar gran parte de mi pasado de dolor y tristeza, con éxito debo decir, gracias al apoyo y fuerza que Mike me brindaba. "Te esperaré" lo había soñado o lo había dicho de verdad.

-Alexa?- volvió a preguntar.

Creí que había respondido pero mi mente se había vuelto a perder.

-Qué, Alexa, ¿estás bien?-

Veía a Mike tensarse y tomarme en sus brazos con rapidez. Abría mi boca de par en par pero no salía sonido alguno de ella.

-Calma. Te llevaré al hospital. Puede ser efecto colateral de quedarnos bajo la lluvia. Aguanta un poco. Ya llegamos-

Decía mientras aceleraba la motocicleta a toda velocidad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro