Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 3

Sentía como si una fuerte marea me arrastrara hasta lo más profundo del océano, estaba perdida, sin fuerzas para aferrarme a algo, giraba la cabeza tratando de hallar al menos algo que me dijera que iba a salvarme pero nada era lo que me rodeaba hasta que de pronto sentí algo que me jalaba fuertemente por mis tobillos, desesperada traté de luchar pero no podía soltarme, si lograba llevarme de seguro y me ahogaría, pero ¿En qué momento llegué a este punto en mi vida?

-¡Suéltame! ¡Déjame!- gritaba y alcancé a zambullir bajo el agua para ver si podía soltarme de lo que me estaba jalando.

-¿Qué? ¡Tú!- pensé al ver aquello que me jalaba.

No era más que mi reflejo, era yo misma, pero por qué, qué significaba eso, con una sonrisa triunfal logró hacerse conmigo y sentía el agua llenando mis pulmones y matando el poco aire que quedaba.

-¡Hagan algo!- oía a lo lejos mientras todo se volvía negro para mí.

Y allí me vi, tumbada en una camilla, con doctores y enfermeras a mi alrededor, corriendo de un lado a otro, sin saber que más hacer, en realidad, había muerto.

-¡Demonios! no pueden dejarlo así!- gritaba un hombre, era él, el hombre del parque.

-Señor, por favor, espere fuera, estamos haciendo lo pos...- trataba de tranquilizarlo una enfermera pero la interrumpió.

-¡No me diga que hacen lo posible cuando ha dejado de respirar!- parecía realmente preocupado por mí, pero ¿Por qué?

Que más le daba una mujer atacada por unos cuantos vagos en el parque, era una desconocida para él, bueno una muerta desconocida en estos momentos, pero ¿Qué estoy diciendo?

-¿Estoy muerta?-

-Técnicamente sí...- dijo alguien colocando su mano en mi hombro.

-¿Qué? ¿Quién eres?- dije sorprendida.

-Mi nombre es Lelahel- explicó sonriendo.

-¿Ahora me saldrás con el cuento del ángel?- dije irónica

-¿No dijiste que Dios se había olvidado de ver por ti?- replicó sin dejar de sonreír.

-¿Cómo? ¿Estoy soñando no?- murmuré

-Tómalo como quieras- dijo encogiéndose de hombros.

-No estás ayudando-

-¿Qué quieres que te diga?- susurró en mi oído.

Que me diga, no estaba segura, alternaba la mirada entre mí misma en la camilla con todos alrededor, aquel desconocido yendo y viniendo por el pasillo preocupado y Lelahel, ¿Qué quería que me dijera? No lo sé.

-No sabes, ¿verdad?- dijo tomando mi mano.

-¿Por qué?-

-O ¿Para qué? la vida es una montaña rusa Alexa, subes, bajas, gritas, callas, ríes y lloras, al mismo tiempo o no pero es un cúmulo de emociones, si te privas de alguna de ellas, no estarás completa por que sin una la otra no va- acomodó un mechón de mi cabello sin dejar de verme.

-¿Qué quieres decir? ¿Qué esto me pasó para darme una lección de vida?-

-¿Tú que crees?-

-¿Que Dios se ha quedado sin ideas y esto es un cliché?-

-O es tu propia mente jugando contigo mientras luchas por volver a vivir-

-¿Qué?-

-Así como dudas de que esto sea algo "Divino" pues pongámoslo de esta manera, más, psicológica para ti, eres escéptica ¿No?-

-Un poco, sí-

-Pues, necesitas un motivo para vivir y volver tu alma con tu cuerpo, porque si no te diste cuenta eres- se interrumpió para traspasar mi cuerpo con su mano- etérea, no tienes nada sólido en ti-

-Y entonces ¿Qué? ¿Motivo? ¿Qué motivo?-

-Depende de ti, de qué motivo quieras tú para volver, si quieres volver- volvió a explicar alejándose de mí.

-¡Claro que quiero! No quiero morir, mi madre, mi hermano, mi amiga, mi trabajo- comencé a sentirme agitada.

-¡Pues vuelve! pero debes vivir, no sólo existir ¿Entendido?- sonrió guiñando simpático.

-¡Qué!-

Volví a oír el silbido y sentía el cuerpo adolorido y cansado, no podía abrir los ojos pero sentía que mi corazón latía, eso indicaba que estaba viva ¿No?

-Signos vitales estables, pero, deberemos observar el estado de coma-

-Si doctor...-

-Un momento ¿Coma? ¿Volví pero estoy en coma? ¡Oye Lelahel! ¡Ese no era el trato!- pensé.

-Nunca dije que sería fácil volver, lucha por lo que quieres, si no luchas no vives, sólo existes y ese no era el trato- juraría que el muy granuja está riendo.

Y allí estaba, tumbada en una cama con miles, bueno, no tantos, con muchos monitores y a saber que más conectado a mi cuerpo y un ángel misterioso haciéndome bromas a su gusto mientras lo único que quería era abrir los ojos y volver a mi... ¿Vida? o ¿Existencia? ya me puso a dudar también, Dios mío, no creo en brujas pero, esto se parece bastante a alguno de esos embrujos o hechizos de... qué digo, ¿Que habrá sido de el hombre? debo de despertar, quiero despertar.

En tanto Alexa había regresado a medias de la muerte, el hombre que la había ayudado peleaba sus propias batallas en la vida, pero sin dejarla de lado a pesar de no conocerla.

-¡No! ¡No lo haré! ¡Déjame en paz!-

Aturdido y furioso colgué la llamada. Quería dejar mi pasado atrás. Iniciar una nueva vida, pero Jhon se empeñaba en traerlo a mi mente a cada momento que podía.

-¡Mike! ¡Cuidado!- gritó Evan dando grandes zancadas hasta llegar a mi lado.

-¡Mierda Mike! ¿Qué estás pensando? ¡Pudo haberte arrancado el brazo!- gruñó enfadado.

-Lo siento Evan- suspiré derrotado.

-¿Quién llamó? No atiendas en el trabajo si es algo que te hace mal...- añadió más tranquilo.

-Era mi padre- al decirlo su mirada se endureció.

-¿Que quería?- dijo presionando mi hombro.

-Que vuelva a casa- susurré.

-Mike-

-Lo sé Evan... Lo sé, no volveré jamás a ese lugar-

-Ven, vamos a la cafetería- ofreció para charlar más tranquilos.

-Estoy bien Evan, pue...- intenté decir.

-Puedo nada, vamos, unos minutos hablamos y volvemos-

¿Quién podría contra él? Evan era un hombre de unos cuarenta años. Era el padre que nunca tuve. Susan, su esposa era una mujer sabia y humilde, me había adoptado como un hijo tras la pérdida del suyo luego de un accidente de tráfico.

-Sólo quiere asegurarse que no lo denunciarás o pedirás el dinero que te corresponde, no caigas en su juego Mike, eres mejor que ellos y cuentas con nosotros siempre- decía Evan tratando de convencerme que me calmara y no dijera o hiciese nada contra mi padre.

-Él es un asesino, me quitó la única persona que realmente se interesaba y me amaba ¡Jugó con ella como si fuera un maldito objeto! ¡Es un animal! ¡No merece otra cosa más que la muerte!- mascullé con los dientes y puños apretados.

-Pero no serás tú quien se la dé, todo, escúchame- dijo presionando mi hombro para que lo viera a los ojos- todo se paga en esta vida, de una manera u otra todo se paga, más aún en casos como el de tu padre, no lo digo porque trate de convencerte, lo digo porque sé que es así, todo llega-

-¡Yo no puedo esperar!- y era verdad.

-¿Y si lo matas? Él descansará tranquilo ¿y tú? Por años en la cárcel y condenado a vivir dentro del muro, eres joven, veintidós años, piénsalo por favor, perdí a un hijo por favor, no me dejes tú también- lo último lo dijo en un susurro luego de abrazarme y contener las lágrimas.

Era raro verlo así. Era un hombre fuerte, corpulento y musculoso, orgulloso y serio, su aspecto era de alguien tosco y huraño pero, si se conmovía así por mí ¿Debería tenerme mucho cariño y confianza para que se sintiera tan sensible y vulnerable como lo estaba ahora en mis brazos?

-No lo haré Evan, no los dejaré, ni a ti ni a Susan, son mi familia ahora, sé que mamá estaría tranquila de conocerlos saberme a su cuidado- acepté devolviendo su abrazo.

Ya más tranquilos y habiendo terminado nuestro café volvimos a la fábrica a culminar la jornada. Trabajar en la metalúrgica no era tan malo. Forjaba el espíritu y el cuerpo así como nosotros forjábamos el metal.

Al culminar el turno salí fuera del taller y miré al cielo, totalmente cubierto y amenazando con llover de un momento a otro. Eran mis días favoritos.

-¿Qué piensas?- dijo Evan saliendo del taller.

-Ir a visitar a mamá-

-Cuídate, te guardaremos la cena- alzó la mano mientras se alejaba.

DOS VIDAS, TAN SEPARADAS UNA DE OTRA

UNA CASUALIDAD LOS UNE

Y ¿EL DESTINO? ¿QUE CREEN QUE LES TRAERA?

¡NO OLVIDEN LOS VOTOS Y LOS COMENTARIOS! 

SABEN QUE LOS LEO Y LOS QUIERO MUCHO

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro