Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

EPÍLOGO

EPÍLOGO

Otra contracción ataca mi cuerpo, aprieto los dientes y respiro por la nariz.

–Lo estás haciendo bien, cariño. –me dice mi esposo limpiando mi frente del sudor que se forma por el esfuerzo del trabajo de parto.
–Señor Bravo, no me ayuda que me estés diciendo eso en cada contracción. –le digo sonriendo porque ciertamente él está más asustado que yo.
–Lo siento nena, es que no sé cómo ayudarte.
–Solo sostén mi mano y ya, no necesitas decir nada. ¿Estás seguro de querer estar aquí? –lo miro atenta y él me sonríe.
–No voy a dejarlos solos, te prometí cuando nos casamos que estaría siempre a tu lado, así que aquí estaré. –me dice y besa mi frente.

Otra contracción ataca a mi cuerpo, vuelvo a apretar los dientes y presiono la mano de AB para aguantar el dolor. Él se mantiene en su lugar y sin quejarse de que casi le destrozo la mano. Pasa la contracción y puedo descansar un poco.

–Ya son más seguidas, ¿les tomo el tiempo? –me pregunta y yo asiento. Lo noto tenso, así que pienso como aligerar un poco este ambiente.

–Oye AB, creí que no eras una máquina, me mentiste. –deja de mirar el reloj en la pared y me mira extrañado.
–¿De qué hablas, cariño? –me pregunta confundido y yo no puedo evitar reírme.
–Me mentiste, porque eres una máquina hace bebés. –le digo y los dos nos reímos.
–Bueno, según recuerdo no los hago solo. –me contesta y besa mi frente. –Recuerdo que alguien estaba más que deseosa de hacer a los bebés.

Reímos con ganas y soy interrumpida por otra contracción, esta vez es más fuerte y siento la presión en mi pelvis, entre gruñidos y jadeos le digo a mi esposo que le llame a la doctora. Va hasta la puerta y grita pidiendo un médico, se le olvida que hay un botoncito junto a mi cama precisamente para llamarlos. Regresa hasta mi cama y casi detrás de él entra mi ginecóloga y una enfermera.

–¿Cómo vamos Iris? –me pregunta la doctora Martínez mientras se pone un guante y gel. Yo no le contesto porque ya no puedo, ella me hace una seña que significa que doble las piernas y las abra para que ella pueda hacer el tacto y verificar cuánto me falta, deja su mano dentro de mi vagina. –Cuando la contracción llegué puja, ya sabes tomas aire y desde arriba pujas. –yo asiento y tomo un par de respiraciones, Abelardo toma mi mano y me da un apretón en ella, la contracción se forma y tomando una respiración profunda hago lo que la doctora me indicó y pujo, siento un líquido entre las piernas y la doctora saca su mano de mi zona íntima. –¡Ya vienen!

La doctora empieza a darle indicaciones a la enfermera que presiona insistentemente uno de los botones en la pared junto a mi cama, la doctora se lleva a mi esposo que está pálido y asustado. La enfermera me pone el gorro quirúrgico y entra el camillero corriendo, y empuja mi cama fuera de la habitación, atravesamos el pasillo corriendo, bueno yo aguantando los dolores en mi cama, llegamos a un área estéril y los pediatras ya están alistándose junto con la doctora Martínez y una enfermera supervisa que AB se lave bien las manos. Entre el camillero y otra enfermera me ayudan a pasarme a la mesa de expulsión, me acomodo y poco después mi esposo está junto a mí.

–¿Rafita está bien? –le preguntó a mí ojos de granito.
–Sí, está muy bien con sus tres abuelos. Hace rato hablé con él, está emocionado por conocer a sus hermanitos. ¿Vas a estar bien? ¿Segura que no quieres anestesia?
–Estoy bien cariño, mientras estés con nosotros todo saldrá bien. –él besa mi frente y toma mi mano entre las suyas.

La doctora Martínez se acerca a mí ya con el traje esterilizado, con el gorro y guantes. –¿Estas lista Iris? –yo afirmó con la cabeza y ella me da una sonrisa. –Lo harás muy bien, ya sabes cuándo sientas la contracción tomas aire y pujas. Aquí ya están la doctora López y la doctora Díaz que son las pediatras, estamos listos para recibir a estos bebés.

La contracción llega justo cuando la doctora termina de hacer las presentaciones, así que tomo aire y pujo, el dolor es desgarrador, pero sé que tendrá su recompensa, siento más presión en la pelvis, creo que estoy cerca, pero pasa la contracción. Esperamos la siguiente y no tarda en atravesarme, vuelvo a hacer lo mismo y la presión en mi pelvis se vuelve insoportable y después dejo de sentirla, la doctora jadea emocionada. –Ya está aquí. –la doctora Martínez llama a Abelardo para que corte el cordón mientras ella sostiene a mi bebé. –Es una niña. –anuncia la doctora y mi hija no deja de llorar, al igual que mi esposo, una de las pediatras toma a mi hija en brazos y la lleva al área de limpieza pediátrica, veo como empiezan a limpiarla y aplicarle las primeras atenciones. –Bueno, descanso un poco mientras el otro bebé se acomoda, lo estás haciendo muy bien Iris, es una niña hermosa.

Yo asiento, porque me estoy quedando sin fuerzas hasta para hablar. AB besa mi frente. –Te amo Iris, me haces el hombre más dichoso del mundo. Estoy tan orgulloso de ti. –levanto mi cara y me regala un suave y delicado beso en los labios.

–También te amo Abelardo Bravo. –nos besamos y somos interrumpidos por otra contracción, la ginecóloga me pide que no puje, que aguante mientras ella me hace otro tacto.

Y así transcurren otras tres contracciones sin que deba pujar, en la cuarta me indica la doctora que ya puedo pujar, así que tomo aire y pujo, pasa la contracción, pero la presión en mi pelvis continúa, otra contracción me envuelve y pujo con todas mis fuerzas, la presión en mi pelvis se vuelve mayor y después pasa, escucho agua y siento mi cuerpo ligero. –Lo hiciste muy bien Iris, es un hermoso niño, señor Bravo, ¿hace los honores de cortar el cordón? –mi esposo se acerca a donde está la doctora con mi hijo en sus brazos y corta el cordón que lo unió a mí por nueve meses. La otra pediatra toma a mi segundo hijo para darle las primeras atenciones, mientras la ginecóloga termina de sacar la placenta y limpiarme. –Lo hiciste muy bien Iris. Ya te traen a tus bebés y los llevarán de vuelta a su habitación, pasaré más tarde a visitarte. ¡FELICIDADES A AMBOS!

Y la ginecóloga se va dejándonos a AB y a mi llorando, las pediatras se acercan con nuestros hijos envueltos en mantas, uno en rosa y otro en azul, nos dan sus datos de peso y talla y nos enseñan sus geniales para que comprobemos que son niño y niña, revisan que nuestros datos coincidan con sus tarjetas de identificación y nos los entregan diciendo que son bebés fuertes y saludables. Nos dan algo de intimidad a los cuatro.

–Bienvenidos a este mundo Zara y Emmanuel. –les digo besando sus cabecitas llenas de cabello negro. –Bienvenidos a la familia Bravo Sandoval.

Abelardo besa mis labios y las cabecitas de nuestros bebés.

–Gracias Iris, gracias por hacerme el hombre más dichoso de este mundo y sobre todo gracias por enseñarme a sentir. –nos besamos y no podría ser más feliz.

Ahora sí, díganles adiós a la Familia Bravo Sandoval.
En particular son mis primeros personajes originales así, que sin duda se han quedado en mi corazón.
Les repito gracias por llegar hasta aquí conmigo y nos leemos pronto.
Karly💙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro