—Está bien, les diré quien toco la puerta... Al final no puedo mentirles...

Dije con un ligero suspiro para mirar a ambas mujeres que tenía enfrente, tomando a Karolina en brazos, plantando mi vista en ella antes de empezar a pronunciar las palabras.

—La mujer que estaba en la puerta era Emily, seguramente ha de venir de nuevo, no por nada bueno, han pasado pocos días desde que me dejo a Karolina, pero ahora estoy seguro de que al escuchar que estoy con alguien querrá arruinar mi felicidad, como nunca la hice feliz.

—Tienen una hija, ¿cómo no la hiciste feliz?

—Es que Karolina no nació del fruto de un amor, Karo fue por así decirlo un "polvo sin protección", nosotros vinimos a conocer de la pequeña momentos antes de que nos fuésemos conocido en el hospital.

—De hecho, Melody... En el pasado era un hombre, que bueno no me podía ni llamar hombre, era mujeriego, alcohólico, derrochador... En fin, un dolor de cabeza.

Comente con una pequeña risita para negar mientras miraba a la pequeña en brazos para tomar una de sus manitas, la cual la movía mientras hacía sonidos con su boca, con la intención de pronunciar alguna palabra, tenía seis meses, era una criatura muy pequeña aún.

—Cuando llego Karolina ese día en la puerta tuve que sentar los pies en la tierra, inclusive le prometí a mi madre volver a estudiar, donde me ves no hice la famosa secundaria o un bachillerato.

—En verdad esto que comentan es muy impresionante, había escuchado rumores, pero no pensé que fuesen ciertos...

—Eso normalmente pasa cuando piensas con la cabeza de abajo en vez de la de arriba... Lo siento Melody, seguro ahora no me querrás... Creo que ni yo querría estar con un perdedor como lo soy yo sin futuro.

—Bueno... Eres mi bello perdedor, así que ahí si te has equivocado, claro que me quedaré contigo y no solo eso, te apoyaré en todos tus proyectos, nunca es tarde para aprender si buscas esforzarte. —su sonrisa era sincera y encantadora.

—Eres la mejor mujer que pudo llegar a mi vida.

La abracé con tal fuerza como si en algún momento nos fuesen a separar, Melody en verdad era mi complemento, estoy seguro de que otra mujer que solo se fijara en el físico al enterarse de este tipo de noticias fuese huido de forma inmediata, en cambio, ella se quedó a mi lado, juro que nunca la dejaría ir, tendrían que matarme para alejarla de mí.

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—Entonces podemos dar por entendido, señor Karl, que su destino de mejoría llego en combo doble, una hija y una pareja.

—La verdad es que sí, Karolina y Melody llegaron a mi vida de la forma más inesperada, si de pronto mi madre no fuese presentado su problema, que me topase con quien ahora es mi esposa y compañera, creo que no fuese pasado, éramos de mundos muy distintos.

—Hemos leído su historia más reciente, que ha sido bien recibida por la crítica, en "Aprendiendo a Amar" nos cuenta su vida, y note un punto de la lectura que me intrigo, porque realmente su historia está de locos y más la parte donde dice que se le juntaron las tres mujeres en una misma cena. ¿Cómo fue eso? ¿Qué fue lo primero que paso por su mente?

—Lo primero que paso por mi mente fue: estoy muerto.

—¿Miedo a Melody?

—Miedo a lo que esas mujeres me dijeran.

Dice entrando en la sala una mujer hermosa, de cabellos rubios y un cuerpo bien definido a pesar de tener tres meses de embarazo, un leve bulto si se le sobresalía en el vientre, venía de manos de un pequeño de siete años, el cual tenía todos los rasgos de quien era su padre, Karl, ambos tomaron asiento junto al hombre demostrando un pequeño afecto con un beso, el menor llegaba de la escuela.

—Exactamente, estaba tan perdidamente enamorado de Melody que temía que me dejara por lo que alguna vez fui en mi pasado o los chismes que inventaron de mi presente, aunque mi bella esposa aquí presente siempre me quería demostrar su firmeza a mi lado; yo simplemente no podía no tener miedo.

—Dicen por allí que aquel que las hacía tenía miedo de que se las hicieran.

—En mi caso no era eso, era perder mi felicidad porque sin Melody sosteniéndome en la lucha... Yo no tuviera esta hermosa familia que ahora tengo.

Sonreí para poder hacer un abrazo de oso notando lo encantada que estaba la joven periodista con nosotros, así como de ella brotaban suspiros de ternura y sentimientos positivos, eso mismo me habían dicho muchas personas frente a mi libro, el cual era como el motivo principal de esta grandiosa reunión.

—Me alegra mucho que sean una hermosa familia.

—Gracias, pero anda Karl, cuéntale a todos lo que paso en la cena de nuestros primeros cuatro meses.

—Exacto, me mata la curiosidad, así como también saber cómo fueron los indicios en la escritura, y sus primeros pasos por la Escuela Nacional Superior.

—Claro que sí, le diré con puntos y detalles, de hecho, esos fueron los dos momentos donde, como decimos coloquialmente por aquí, jale risas al escribirlos.

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Los dos primeros meses pasaron con tal tranquilidad, Emily no se volvió a aparecer por nuestra casa y Rosie se había comportado únicamente de manera profesional en la construcción, llego el pago del segundo mes y logré pagar lo necesario de la casa además de abastecernos en comida, incluso quedo para la alcancía que ando haciendo para la cuna de Karolina, aunque una amiga de mi novia le regalo varias prendas de ropa junto a una especie de cunita de madera que tenía de su hija, sentía que era muy pequeña para la mía, puesto que a veces la veía incómoda, mi pequeña es de las que se mueve mucho cuando duerme. Lo bueno es que cada vez me faltaba poco, ya que de monedita en monedita o inclusive regalos monetarios que me daban mis amigos al saber mi situación, iba ahorrando, buscando conseguir esos veinte dólares que necesitamos.

Además de esta novedad teníamos otra, Melody es por así decirlo "la mujer de los contactos" ¿Por qué? Resulta y acontece que mi madre le metió en la cabeza la idea de que estudiara y me profesionalizara, la verdad esa idea la había descartado hace tiempo, pero sin saber ambas me inscribieron en la ENS, un día solo llegaron con aquel par de camisetas blancas hasta un poco más arriba del antebrazo y dos pantalones clásicos, más un uniforme para deportes; realmente que una madre y una novia se junten es darse por perdido uno en el mundo, ellas son las mejores compinches para hacerlo boquear de impresión. Debo decirlo, para mí esto era una tontería.