La noche se anunció con una gran tormenta, llena de truenos y relámpagos que hacían llorar a Karolina del miedo al igual que alteraban a mi pobre madre la cual les tenía fobia, la única idea que se me ocurrió con Melody fue hacer una especie de fortificación en mi cama para poder dormir los cuatro juntos evitando que ambas se indispusieran, unimos las dos camas dobles para mayor comodidad.

—Detesto cuando se acerca el invierno y empiezan las lluvias con esos acompañantes que tiene...

—¿Ha tenido siempre esa fobia mi señora?

—Si hijita, desde niña, porque vi como un rayo por poco nos incendiaba nuestra casita, eso me genero esto... ¡Ah!

Un trueno había sonado con tal potencia y estruendo, obligando a que la mujer se apegara aún más al cuerpo de su hijo cubriéndose sus oídos, mientras este mantenía una serie de caricias en sus hombros y cabello de forma que se tranquilizara.

—Yo considero que sería mejor que durmiera madre, debe descansar... Melody y yo cuidaremos la casa mientras pasa la tormenta.

—Concuerdo con Karl, verá que esta tormenta no nos va a quitar nuestro techito.

—Está bien... Ambos tienen la razón, trataré de dormir... Ya son más de las doce.

Las caricias que le proporcionaba a mi madre para que se relajara hicieron efecto al pasar de varios minutos donde termino por dormir, apague las luces mirando antes a la ventana, la fuerte tormenta había cesado y solo quedaba su llovizna armoniosa, juro que me imagine que estaría en un mejor lugar pronto. La noche termino de esa manera y ni el gallo canto por las gotas que aún caían, me desperté gracias al despertador de mi pequeño celular el cual solo servía para mensajes de textos y llamadas al ser un pequeño Nokia, no tenía en estos momentos para uno inteligente como el que si tenía Melody.

En la constructora, nos había solicitado un número de teléfono el cual tuviera WhatsApp para poder estar al tanto de cada una de las novedades, penosamente al no contar con tal tecnología no tenía conocimiento alguno sobre lo que acontecía, puesto que hoy no se trabajaría o eso pienso yo con estas condiciones climáticas.

—¿Estás seguro de que tienes trabajo hoy Karl? Tu padre cuando estábamos en esta época de lluvias no laboraba sino después que aclaraba.

—La verdad no tengo idea madre, seguramente si no hay debieron informar en el grupo ese que iban a hacer por wasap o algo así.

—Karl, se dice WhatsApp, y bueno, si gustas puedes usar el mío, no tendría ningún problema, además de que estaría al pendiente de ayudarte en la información que pasen por allí. 

—No quiero ser molestia Melody.

—Para nada, Karl, no te preocupes.

—Ya ves hijo, Melody es una excelente muchacha, yo diría que llames a la arquitecta para que agregue el número y de paso sepas si tienes que ir o no ahora en la mañana.

—Está bien madre, aceptaré Melody, te debo mucho más que mi vida.

Sonreí algo avergonzado para al mirar a la ventana observando que las gotas golpeteaban con el vidrio, tome el papel donde estaba el número de Rosie para marcarle, después de unos timbres ella contestó, tenía la voz adormilada, creo que la he despertado.

Llamada telefónica.

R: ¿Bueno?

K: Hola, buenos días, señorita Rosie, le habla Karl Johnson, el trabajador de la construcción de la agencia de empleo, disculpe las horas... Es que como no esto en el grupo quería saber si siempre habría trabajo ahora para ir o sería en la jornada de la tarde que dicen que no habrá lluvias.

R: Oh, hola, Karl, buen día, este... Si en la tarde es que vamos a laborar, si es que escampa... ¿Por qué no estás en el grupo? Pensé que se había llevado bien con sus compañeros.

K: Claro que sí me lleve bien, señorita, solo que no dispongo de un celular inteligente, pero aquí me prestaran un número, no sé si se lo paso y usted lo anota para que lo agregue.

R: Regáleme un momento para anotarlo y agregarlo enseguida.

Espere hasta que esta me diera el aval para dictarle el número, al tenerlo le dije que lo agendara como "Melody – Karl" no sé si fue mi impresión o sonó molesta frente a lo que sería el primer nombre al ser de una mujer, aunque siento que es mi impresión, que al despedirme colgó antes de que pronunciara palabra alguna.

—Creo que se molestó por despertarla.

—Tanta mujer que has tenido y no te das cuenta de que se molestó por Melody, hijo, porque mencionaste el nombre de una mujer.

—Claro que no madre, una mujer como ella nunca se fijaría en una persona como yo, creo que ni Melody.

—Por favor, Karl, eres un hombre bastante atractivo, solo mírate, eres alto, cabello castaño en perfecto estado a pesar de tu vagabundes, corporalmente estás bien, cualquiera mujer que se fije en el físico le has de gustar.

—No sé si sentirme ofendido o halagado ante su comentario, madre —eleve una ceja antes de dejar escapar mi risa.

—Siéntete halagado, aunque bueno, hijo, queda por decir que el físico es lo de menos, ahora que estás cambiando te estás volviendo un hombre completo, no solo físicamente que tienes tu toque, sino también integral y que vale mucho, todas las mujeres te querrán, aunque yo quisiera que te quedaras con Melody, siento que le gustas por como eres.

El guiño de mi madre me hizo sonreír un poco para después ver la puerta de mi habitación abrirse a los cuantos metros del fondo de la cocina donde estábamos, Melody salía con Karolina en brazos, y en su celular reproduciendo una canción de cuna para dormir a la pequeña tras ser muy temprano, al verlas juntas mire a mi madre de nueva cuenta, de hecho no sé qué me paso, que miraba a ellas dos como la familia completa que alguna vez siendo chico soñé y de grande nunca cumplí por mi irresponsabilidad.