• Está bien - aceptó

• Gracias - le agradecí para luego empezar a caminar

• ¿A dónde vas? - me preguntó

• Me voy a sentar - le dije

• ¿Dónde? - me preguntó

• Aquí - le dije mientras me sentaba en una de las gradas que habían afuera de la entrada de la casa

• Ah ya - dijo

• ¿Vienes? - le pregunté

• Si - me dijo y luego se acercó

• Ahora si ¿de qué quieres hablar conmigo? - me preguntó

• Pues mira no es por nada, pero me sorprendió verte angustiada, quería saber que te había pasado y porqué te pusiste así luego de que Branko dijera la palabra que empieza con a - le dije

• No la digas por favor - me pidió

• ¿Qué cosa? - le pregunté

• Esa palabra que empieza con '' a '', no la digas completa - me pidió

• De acuerdo - dije

• Si quieres puedes cambiarla por máquina, mejor - me dijo

• Está bien - acepté

• Me sorprendió verte angustiada, quería saber que te había pasado y porqué te pusiste así luego de que Branko dijera la palabra que la reemplazaré por máquina - le conté

• ¿Por qué te sorprendió? - me preguntó

• Si te soy sincero, no se por qué - le dije

• Tampoco sé por qué me preocupé mucho al verte así - le terminé de decir

• ¿Tú te preocupaste por mí? - me preguntó

• No se por qué, pero si - acepté

Aria se sorprendió.

• Imagínate que yo estaba tan preocupado que hasta estaba a punto de ir a la cocina para saber cómo estabas porque bueno, todos estábamos preocupados - le dije

• Ah - dijo sin saber que más decirme

• ¿Qué te había pasado? - le pregunté

• Bueno, lo que me pasó fue que me había dado un ataque de pánico - me confesó

• ¿Tú sufres ataques de pánico? - le pregunté sorprendido

• Sí, pero solo cuando alguien nombra a la máquina - me dijo

•  ¿Te refieres a eso? - le pregunté señalando mi auto sin decirle su nombre

• Si - me dijo

•  ¿Por qué? - le pregunté

• Por algo que pasó hace muchos años - dijo

Yo la miré.

• ¿Ese algo está relacionado con la máquina? - le pregunté

• Si - me dijo agachando su mirada

• ¿Qué pasó? - le pregunté

• ¿Por qué quieres saber? - me preguntó

•No sé es que me caes bien y no me gusta verte angustiada ni triste - le dije

• ¿Por qué, si no me conoces? y ¿por qué dices que te caigo bien después de cómo me trataste el día lunes? - me preguntó

• Sé que no te conozco, pero tanto tú como yo aceptamos que queremos conocernos mutuamente además de que aceptamos ser amigos ¿recuerdas? - le pregunté

• Está bien, si lo recuerdo - me dijo

• Además, con respecto a lo del lunes yo ya te pedí disculpas por eso y si no me equivoco tú las aceptaste ¿recuerdas? - le volví a preguntar

• Si, también lo recuerdo - aceptó

• Es por eso que yo Enzo Echanove me atrevo a decir que usted señorita Aria Andersen me cae bien - le dije con el propósito de hacerla reír y creo que lo logré

• De acuerdo señor Enzo Echanove - decía, pero la interrumpí

• Joven, mejor joven porque no soy tan viejo para que me traten de señor - le dije

• De acuerdo joven Enzo Echanove, ya entendí - aceptó

De repente nos miramos.

• Y ¿yo? - le pregunté sin poder dejar de mirarla por alguna razón

• ¿Tú qué? - me preguntó

• ¿Yo te caigo bien? - le pregunté

• Si - aceptó un poco sonrojada

Yo sonreí.

• Genial, entonces ya que ambos nos caemos bien creo que podrías decirme qué paso - le dije

• Enzo, no creo que - decía no muy convencida pero la interrumpí

• Por favor Aria, puedes confiar en mi - le dije

• No sé si deba decirte - decía

• Te prometo que no le diré a nadie ¿sí? será un secreto entre tú y yo - le dije

• ¿A nadie? - me preguntó

• A nadie - le respondí

• ¿Ni siquiera a Cloe ni a Branko? - me preguntó

• Ni siquiera a ellos, aunque ella sea mi hermana y él sea mi mejor amigo, yo cuando prometo algo lo cumplo - le dije

Aria solo me miraba insegura.

• Puedes confiar en mí, te lo prometo - le dije

• Está bien - aceptó

• Muchas gracias - le agradecí

• Ahora sí, te escucho - le dije

• Bueno, lo que pasó hace muchos años tiene que ver con mi papá - me dijo

• ¿Qué le pasó a tu papá? - le pregunté

• Mi papá tuvo un accidente y murió - me dijo

• ¿Cómo así? - le pregunté sorprendido

• Mi papá murió cuando yo tenía 11 años en un accidente en la carretera donde él iba de copiloto en una de esas máquinas que iba a toda velocidad - decía mientras veía como sus ojos se empezaban a cristalizar

• Mi mamá me dijo que lo vio escapar de unos hombres porque parece que tenía un préstamo pendiente que no logró devolver a tiempo porque no tenía la posibilidad para hacerlo en ese entonces y por eso lo mataron - me contó

• Debido a eso yo, aunque no estuve presente cuando pasó el accidente lo escuché en las noticias y desde ese entonces le agarré un pánico terrible a cada máquina que veía por la calle por eso nunca más me pude subir a una de esas porque cada vez que escucho que alguien dice esa palabra el pánico se empieza a apoderar de mi - me dijo completamente hecha un mar de lágrimas

• Aria yo, lo siento mucho - le dije

• Es horrible, lo que le pasó a mi papá es un trauma que creo nunca podré olvidar - me dijo

• Ven aquí - le dije mientras le daba un abrazo

Yo solo escuchaba su doloroso llanto y no sé por qué, pero no me gustaba verla así.

Quería hacer algo por ella como protegerla o cuidarla.

Yo quería decirle que podía contar conmigo siempre.

• Tranquila - decía mientras la abrazaba y le acariciaba su ondulado cabello

- Narra Aria -

Por primera vez le había contado a alguién que no había sido parte de mi familia lo de mi papá, jamás había pensado en hacerlo, pero cuando Enzo me dijo que podía confiar en él sentí que lo dijo de corazón y por eso me animé a contarle.

También algo que me hizo sentir rara fue cuando me abrazó.

No se por qué, pero cuando me abrazó me sentí como protegida, de la misma manera cuando me sentía protegida cuando estaba con mi papá.

Eso sí que es algo nuevo para mi.

(Minutos después)

• Perdón, he mojado tu polo con mis lágrimas - le dije mientras terminaba el abrazo y me paraba de las escaleras

• Tranquila, no pasa nada - me dijo él para después pararse igual que yo

• Creo que será mejor entrar, seguro tu hermanita me debe estar esperando - dije un poco nerviosa

• Si, oye con respecto a lo de tu papá en verdad lo siento mucho - me dijo

• Gracias - le agradecí

• ¿Podrías? - le pregunté refiriéndome a la puerta

• Ah sí, pero antes yo quería decirte que me gustaría ayudarte - dijo

• ¿Qué? - le pregunté

• Quisiera ayudarte a que puedas vencer esos ataques de pánico que tienes con las máquinas - me dijo

• ¿Por qué quieres ayudarme? - le pregunté

• Porque me importas desde que te vi sonreír en la clase de pintura - respondió y yo lo miré sorprendida

De repente alguién habló.

• Se puede saber ¿quién eres tú y qué haces aquí? - preguntó una chica de cabello rubio que por su tono de voz parecía molesta y creo que su pregunta iba dirigida hacia mi

• Disculpe, yo solo - decía, pero Enzo me interrumpió

• Ella viene por Cloe ¿tienes algún problema con eso Cristel? - escuché que le dijo

(Pensamiento)

Así que el nombre de aquella chica es Cristel.

(Fin del pensamiento)

• Hay amor solo fue una simple pregunta, tampoco es para que te molestes - le dijo para después acercarse a él y besarlo

• Cristel - dijo separándola de él

Yo solo me quedé aquí parada ya que no podía hacer nada porque la puerta de la casa estaba cerrada.