Capítulo 32
• Nada que ver - le dije
Se empezó a reír.
• ¿De qué te ríes? - le pregunté
• De nada - me dijo
• Entonces ¿no vas a responder mi mensaje? - me preguntó
• ¿Tengo que hacerlo? - le pregunté mientras terminaba de acomodar el ultimo mantel
• Creo que si - dijo
• Según yo, es mala educación no responderle a alguien ya sea tanto una llamada como un mensaje ¿no crees? - me preguntó
Yo no le respondí.
• Chica jugo, te estoy hablando - decía
• Disculpa ¿no vez que estoy ocupada? - le pregunté
• Estabas quisiste decir porque veo que ya terminaste con el mantel - me dijo
• Hay Dios ¿quieres que te responda ese mensaje que me enviaste? de acuerdo, lo haré - le dije fastidiada
• Gracias - me agradeció
• De nada, pero espera sentado que te lo responderé cuando sepa qué responderte - le dije
• De acuerdo - aceptó
• Bien, ahora permiso que tengo que seguir trabajando - le dije mientras me empezaba a ir
• Oye - me dijo de repente agarrándome del brazo
• ¿Qué? - le pregunté mientras que de un momento a otro me empezaba a poner nerviosa por el contacto que tuvo conmigo
• Este, hay alguien que quiere conocerte - me dijo
• ¿Quién? - le pregunté
• Mi - decía, pero alguién lo interrumpió
• Hija aquí estas ¿ya acabaste de acomodar los manteles? hay un chico sentado para que lo atiendas - me dijo
• Si mami ya terminé y justo le había dicho a Stacy que yo los iba a atender, ahorita voy - le dije
• ¿Los? - me preguntó
• Si, Stacy me dijo que habian llegado tres clientes - le dije
• Hay que raro, yo solo veo a un chico sentado - decía
• Disculpe, yo soy el otro cliente - dijo
En eso mi mamá lo miró y se sorprendió.
• Usted ¿qué hace aquí? la vez pasada que vino cuando mi hija derramó accidentalmente jugo en su polo ¿no dijo que nunca gastarían su dinero en lugares como este que no valen la pena? - le preguntó molesta
• Yo, si dije eso - aceptó
• Entonces ¿qué hace aquí otra vez? - le preguntó
• Mamá - decía
• Ahora que la veo quisiera aprovechar para pedirle una disculpa sincera por cómo les hablé a usted y a su hija - le dijo
Mi mamá solo lo miraba y escuchaba.
• Sé que eso pasó el lunes, pero ayer martes me di cuenta que hice mal en hablarles de esa manera por eso le pido una disculpa - dijo
• ¿Y solo me pedirá disculpas a mí y a mi hija no? - le preguntó
• Mami, él ya me pidió disculpas ayer - le dije
• Ah ya y ¿las aceptaste? - me preguntó
• Sí, se las acepté porque lo sentí sincero - le dije
• Y lo soy, mis disculpas son realmente sinceras - dijo
Mi mamá se le quedó mirando y luego decidió hablar.
• De acuerdo joven, acepto su disculpa - le dijo
• Muchas gracias señora - le agradeció
• De nada y por favor no me diga señora que me hace sentir vieja - le pidió
• Solo tiene 40 años y dice que cada vez está más cerca a los 90 - le susurré a Enzo, no sé porqué
• Hija, te escuché - me dijo
• Perdón - dije agachando un poco mi cabeza
Enzo sonrió.
• Disculpe, entonces ¿cómo podría decirle? - le preguntó
• Me llamo Ana de Andersen, pero puedes decirme Ana - le dijo
• De acuerdo Ana, yo me llamo Enzo Echanove - se presentó
• Mucho gusto Enzo - lo saludó
• Igualmente - respondió él con una sonrisa que de un momento a otro me dejó en shock
• Bueno hija, tengo que volver a la cocina - me dijo haciendo que saliera del shock en el que había entrado
• Esta bien mami, yo ahorita iré a atender a los clientes - le respondí
• De acuerdo - dijo para luego empezar a irse, pero se detuvo y volteó
• Cierto, vi a Stacy llevando a una niña al baño - me dijo
• ¿Así? - pregunté
• Esa niña es mi hermana Cloe - dijo
(Pensamiento)
¿Enzo tiene una hermana?
(Fin del pensamiento)
• Ah ya bueno, permiso - nos dijo para luego dirigirse hacia la cocina dejándonos solos
• A ella me refería con lo que te iba a decir - dijo
• ¿Qué? - le pregunté saliendo de mis pensamientos
• Que ese alguien que quiere conocerte es mi hermana - me dijo
• Ah ya - dije
• Pero ¿por qué quiere conocerme? - le pregunté
• Ella estuvo ayer en tu clase de pintura y parece que te admira además de que se hizo amiga de tu hermana Azul - me dijo
• ¿De verdad? vaya - dije sorprendida
• Espera ¿tú como sabes que yo tengo una hermana y que se llama Azul? - le pregunté
• Tu misma hermana nos lo dijo a mí y a Branko - me dijo
• Le hemos dicho varias veces tanto mi mamá como yo a Azul que no debe hablar con extraños - decía
• Tranquila que ella no estaba sola, estaba acompañando a mi hermana - dijo
• Como Branko y yo íbamos en busca de ella cuando terminó la clase para irnos justo estaban las dos juntas y ahí mi hermana nos la presentó - me dijo
• Ah ya, entiendo - dije más tranquila
• Así que no tienes que alterarte por las puras tampoco - me dijo
• Yo no me altero por las puras - le dije
• Claro que lo haces - me dijo
• Primero te incomoda que te mire, luego te pones nerviosa cada vez que estoy cerca tuyo y después te alteras por las puras - decía mientras me miraba
• ¿Sabes? siento que eres un poco especial - me dijo
• ¿Cómo que especial? - le pregunté
• No sé, pero eso siento cada vez que me acerco a ti - me dijo
• No creo que deberías acercarte a mi entonces - le dije
• ¿Por qué no? - me preguntó
• Pues porque tú no me conoces y yo no te conozco - le dije
• Pero ¿qué tiene de malo? tú y yo podríamos conocernos ¿no crees? - me preguntó
• ¿Tú quieres conocerme? - le pregunté
• Si - aceptó
• ¿Por qué? - le pregunté
• No sé, pero quiero saber porqué de un momento a otro ese día de la clase de pintura verte sonreír me hizo feliz, quiero descubrir la razón y para eso creo que tendría que conocerte - me dijo mirándome
Yo me quedé en shock después de haber escuchado lo que me dijo.
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