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A Chris le hubiera gustado poder decir que rechazo su contacto y que jamás había tenido pensamientos indecorosos por un joven que podría ser su hijo. Pero la verdad es que cuando Scott toco la puerta de su habitación y de pie en el marco se inclino con vacilación a besarlo, Chris no hizo nada para detenerlo. Por el contrario lo metió a su habitación cerrando la puerta tras de él, para sujetarlo de la cintura pegando sus cuerpos y así beber directo de su boca el gemido ahogado de Scott.

El alfa hundió sus dedos en su cabello, mientras Chris probo con devoción y hambre la boca de moreno, asegurándose de grabar ese momento en su memoria, por si no volvía a repetirse, pero cuando se separaron no fue capaz de retirar inmediatamente las manos de su cintura, como si aun no estuviera dispuesto a renunciar a su cercanía, aunque tampoco se atrevió a explorar más. 

Scott lo miraba con ojos brillantes y su característica mandíbula desviada irritada por la fricción de su barba, pero cuando mordió su labio inferior en una clara invitación a reanudar su beso Chris calculo mentalmente el tiempo que habían estado en esa misión y al reparar en la fecha miro con más atención al alfa frente a él, el chico tenia las pupilas dilatas y su respiración estaba un poco acelerada que podían ser reacciones naturales al beso o...

—¿Scott esto tiene algo que ver con la próxima luna llena? —pregunto Chris retirando una mano de su cuerpo, algo que hizo que Scott se meciera un poco como si hubiera perdido el equilibrio.

—No —respondió rápidamente el moreno cambiando su expresión.— Bueno si... es decir, tal vez... —agrego sin sonar sonar muy convencido.

Chris lo soltó por completo y dio un paso hacia atrás frunciendo ligeramente el ceño, la luna llena que verían esa noche, era una luna de sangre o así era como se conocía coloquialmente a los eclipses de luna, donde el astro adquiría esa tonalidad ocre llegando a ser casi rojiza. Chris había estudiado suficiente para saber que era una ocasión en que los hombres lobos estaban particularmente sensibles a la influencia del satélite en ellos y que solían elegir como fechas de apareamiento.

—Scott será mejor que regreses a tu habitación —dijo Chris con voz firme, dándole la espalda porque prefería no verlo, sabía que su lenguaje corporal podía ser engañoso, el moreno solo intentaba satisfacer sus necesidades fisiológicas y era obvio que en diferentes circunstancias, jamás lo hubiera elegido.

—Mira se lo que estas pensando, pero aunque mi cuerpo esta reaccionado a la luna, y eso me dio el valor para tocar tu puerta, yo te quiero Chris... todas estas misiones que hemos hecho juntos me han hecho darme cuenta de mis sentimientos, sabes que pude pedírselo a alguien más, pero siempre recurro a ti y no es solo por el increíble equipo que hacemos juntos, es porque ansió tu compañía... aunque entenderé si tu no me quieres...

Chris se giro para ver al moreno, parecía que se estaba sobreponiendo a sus impulsos naturales, estaba serio y sus palabras eran razonables así que ese era el momento en que intentaría razonar con él, sobre los múltiples motivos por las cuales no debían estar juntos, pero por el contrario volvió a tomarlo entre sus brazos para unir sus labios.

—Yo también te quiero Scott.

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