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» Capítulo XXXIX

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🥊🥊🥊

Especial VI | Antes (Mientras y Después) de Ti

Hikaru Shinatora

—¡Dale, Ishi! —Le apuró la pelinegra desde la sala de la residencia para boxeadores en la que su novio se encontraba—. Incluso tu hermana se ha ido ya.

—¡Porque se fue primero con Shadow a hacer quien sabe que cosas! —Gritó de regreso—. No es que quiera ayudar a Kanako y Ryuuji a terminar de decorar. Además, si me sigues apurando, ¡Me lo vas a espantar!

Con eso logró hacer que ella guardara silencio, después de todo, lo que menos quería era que hablaran sobre la mala digestión y estreñimiento de su novio.

No supo, exactamente, cuanto tiempo pasó hasta que Ishi se dignó a, por fin, salir del baño, sin embargo, cuando lo hizo y antes de que dijera alguna tontería como era su costumbre, Hikaru le cogió la mano—Se aseguró de que la hubiese lavado— y comenzó a arrastrarlo fuera de la residencia.

Hey, Hey—Llamó su novio, deteniéndola antes de que emprendieran camino al local en el que se haría la fiesta— ¿A dónde crees que vas?

Ella enarcó una ceja oscura, sus ojos azules mirando al chico.

—A la fiesta—Se encogió de hombros—. Recuerda que quedaste en llegar temprano para acomodar las botellas.

Ishi rio.

—Botellas que ni siquiera necesitan ser acomodadas pues más tardaré en eso que en beberlas.

Hikaru soltó un suspiro a la vez que sacudía la cabeza e intentaba no contagiarse de la risa de Ishi.

Pero fue tarde porque comenzó a reír, como cada vez que el chico lo hacía.

—Quiero que vayamos a un lugar, ¿Vale? —Dijo, tomando su mano entre la suya, sus ojos oscuros brillando cuando la observó—. Olvidémonos de Ryuu, de Kanako, mi hermana, el señorito e incluso de las malditas botellas. Quiero pasar un momento solo contigo y que después pase lo que tenga que pasar, que sé que terminaré haciendo el ridículo en esa fiesta de todos modos.

Hikaru soltó una risita.

—¿A dónde vamos a ir?

La sonrisa de Katori solo se ensanchó.

—A visitar las estrellas.

Él no dejó que ella pronunciara pregunta alguna, simplemente tiró de la mano que sostenía y comenzó a correr en dirección contraria a la que se dirigían. Hikaru se percató de que cada vez se alejaban más y más del centro de la ciudad, serpenteando por lugares sin camino y pocas personas transitando por estos, sin embargo, en ningún momento temió.

Confiaba tanto en Ishi y en que podían cuidarse mutuamente.

Como la pareja que eran.

Pasó aproximadamente cuarenta minutos cuando llegaron a lo que parecía ser un bosque y otros cinco en los que lo atravesaron, dándose cuenta de que se encontraban en la parte más alta de una colina, en lo que suponía era un mirador con una vista maravillosa a la ciudad y, sobre todo, al cielo.

Su gruesa sudadera azul marino la protegía de la fresca brisa, así como también los innumerables árboles que los rodeaban, pero la calidez que emanaba de sus manos entrelazadas eran las que realmente mantenían la temperatura elevada en su cuerpo.

—¿Cómo sabes de este lugar? —Preguntó, tomando asiento sobre la manta gruesa que Ishi había traído consigo y extendido en el suelo.

Él se recostó sobre la manta y acomodó su cabeza sobre el regazo de la pelinegra antes de responderle.

—La primera vez que vine a Tokio fue para observar las técnicas de Kenzaki y de Ryuu—Comenzó a relatar—, ese día Kath no viajó conmigo así que pude pasear por la ciudad a mis anchas. Mientras estaba en ello, casi saliendo del centro de la ciudad, vi a un chico robando pan de un puesto, una señora comenzó a gritar que lo atraparan y yo comencé a correr detrás de él. Debo de admitir que él sería un medallista si se dedicara a ello.

Una nueva risita se escapó de los labios de Hikaru cuando ella acariciaba, una a una, las hebras de cabello oscuro con sus finos dedos, sintiendo, a su vez, como Ishi se acurrucaba más a ella.

—El caso es que ese chico comenzó a correr por los caminos en los que venimos, Hikaru, yo estaba a nada de alcanzarlo cuando vi que dobló por un callejón y no dudé en seguirlo, después de todo, ya había hecho todo ese recorrido como para que se me escapara—Ishi soltó una risa amarga, pero con ciertos tintes de melancolía escondidos en ella—. Me sorprendió ver que, de ese trozo de pan que robó, iban a comer cuatro niños más pequeños que él. Y no pude evitar recordar la situación que Kath y yo vivimos, como ese chico me recordó a mí cuando era más pequeño y por eso no le hice, ni dije, nada, simplemente me marché de allí y exploré el territorio en el que me encontraba.

—Así diste con este lugar—Susurró la chica, limpiando los bordes de sus ojos azules con su dorso—. Dios, Ishi, yo no sabía...

Él negó con la cabeza, interrumpiendo lo que iba a pronunciar cuando se levantó y la miró, llevando ambas manos a sus mejillas para acunarlas.

—Ni siquiera intentes disculparte de algo que desconocías, Hikaru—Advirtió—. No es tu culpa nada de lo que yo pasé antes de ti, ¿Entiendes?

Ella asintió.

—Me haces ser mejor persona—Él continuó, disminuyendo cada vez más la corta distancia que separaba sus labios—. Y la verdad es que no quiero que llegue a haber un después de ti.

Sus ojos azules se abrieron por completo, claramente confundida.

—¿Entonces?

Ishi sonrió.

—Quiero un mientras, Hikaru—Confesó—. Un mientras estamos juntos, mientras nos casamos e, incluso, un mientras formamos una familia. Pero jamás un después porque, después de ti, te aseguro que no volvería a ser igual.

—Tengamos nuestro mientras, Ishi.

Su sonrisa se ensanchó casi tanto como la de él.

—Tengamos nuestro mientras, Hika.

Cuando el pelinegro unió sus labios, toda la cordura desapareció de su sistema, sobre todo, cuando las manos fuertes de él comenzaron a palpar su piel por debajo de la sudadera, dándole la calidez que tanto necesitaba.

Ese día se unieron de otra forma, una más íntima, más cálida y segura. Y que la disculpara Amaya, Kath y todas las chicas por llegar tarde pues, en ese momento, solo tenía cabeza para pensar en todas las sensaciones nuevas y placenteras que Ishimatsu Katori le estaba haciendo sentir.

-

Era tarde cuando se asomaron a la recepción con los cabellos despeinados y la ropa hecha un desastre.

Menos mal que allí dentro se cambiarían a solo una toalla, gracias a la grandiosa idea del chico que tenía sujetado su mano mientras trotaban a la instalación.

Estaban a esquina y media y podían escuchar la música sonar incluso a esa distancia.

—¿Crees que ya esté por terminar? —Le preguntó ella, mirando su móvil que sostenía con la mano que no sujetaba la de su novio—. Tengo muchas llamadas perdidas y mensajes incontables.

Nah, no lo creo. De seguro están en su apogeo y, para estos momentos, ya habrán embriagado a Ryuu y al Señorito—Respondió Ishi cuando cada vez estaban más cerca de allí—. Espera ¿esa es Kath?

Claro que era ella.

Su melena pelirroja era inconfundible.

—Sí—Confirmó la pelinegra, quitando el flequillo que le caía en los ojos— ¿Con quién está?

—No tengo ni puta idea.

Era una señora de aproximadamente casi cuarenta años a la que no podía terminar de reconocer pues se encontraba en la parte que no estaba tan iluminada de la acera. Kath pareció decirle algo y elevó las manos en una clara señal de que aguardara un momento antes de acercarse a ellos.

—Tú ve adentro a ayudar a Kanako, que han embriagado a Ryuu por Jun y Yahiko—Dijo rápidamente—. En un buró hay toallas para cambiarse. Necesito a Hikaru un momento.

Y su cuñada no dejó que Ishi protestara, pues lo había empujado con dirección a la puerta para que se adentrara a la fiesta.

—¿Qué está pasan...?

Pero la pelirroja la interrumpió al responder antes de que ella terminara de formular la pregunta:

—Está buscando a Maya—Musitó, en sus ojos se veía que no sabía que hacer—. Dice que es su madre y que el señor Sanjo la ha enviado.


***

¡Hola! ¿Cómo están? Pregunta: Del 1 al 10 ¿Cuánto quieren leer el capítulo de la fiesta y saber como Iko y Jun embriagaron al pobre Ryuu?:3

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Les gustó? ¿Cuál fue su parte favorita?

¿Cuánto les gusta el Ishikaru?<3

¿Cuánto les impactó el final del capítulo?

¿Qué creen que esté sucediendo?

¿Será verdad lo que dice la señora?

Yo solo puedo decir que cuatro personas saben las dos verdades que nosotros queremos conocer: Jun el resultado real de Maya, Kath lo que le dijo la señora acerca del tema y Akira junto a Takehito la verdad completa de cómo es que adoptaron a Maya. Y nosotros muy pronto lo sabremos... ¿o no?;)

¡Comenten mucho si ya quieren saber el desenlace de todas estas  incógnitas y también si ya quieren leer el desma de los chicos! ¡Me gustaría leerlos!

¡Nos vemos pronto! ¡Los amo!

No se olviden de seguirme en mis redes para más contenido. Se los agradecería infinitamente.

¡Hasta el siguiente gong!

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