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🥊🥊🥊

Amaya Sanjo

Yoyogi Olympic Memorial Gym.

Final contra Grecia.

—¿Otra vez te vas a quedar en ese feo y oscuro túnel como si fueras Shadow asechando desde las sombras? —Preguntó Kanako, intentando ocultar su tono divertido mientras negaba con la cabeza y se cruzaba de brazos.

Amaya no pudo evitar que una sonrisa surcara su rostro.

—Para nada—Respondió—. Shadow me mataría si se entera de que le quiero robar el puesto.

—¿Entonces? —Su hermana elevó una ceja oscura con sugerencia.

Maya solo atinó a soltar un suspiro.

—Tengo que hacer algo antes de que los púgiles de ambos equipos comiencen a salir al ring—Confesó—. Solo tengo una oportunidad.

—¿Hablarás con Jun? —Quiso saber la menor y obtuvo su respuesta cuando Amaya no lo negó—. ¡Santa Virgen de las Peleas! —Chilló ella con emoción, llevando ambas manos a sus hombros para sacudirla— ¡Ya era hora, Maya!

Una de las comisuras de la chica se elevó casi imperceptiblemente, en un gesto que destilaba cierta melancolía.

—No celebres aún, Kana—Le advirtió—. Que ni siquiera sé si querrá verme después de haberle dejado plantado ayer.

Eso no hizo que la sonrisa de su hermanita decayera, al contrario, solo logró ensancharla más por alguna razón que para ella era desconocida.

—Y, si no te apresuras a ir con él, mucho menos lo sabrás.

—¿Crees que sea lo correcto? —Inquirió debido a las inseguridades que pedían a gritos salir a flote—. Digo, nos hemos hecho mucho daño y...

—Ni siquiera se te ocurra ni pensarlo—Kanako la interrumpió—. Siempre será lo correcto si tu corazón así lo dicta, así que ve con él, cómele la boca y arreglen sus diferencias de una vez.

Su ojo castaño se abrió a más no poder antes de parpadear unas cuantas veces, como si no creyera las palabras que recién habían dejado los labios de Kanako.

La verdad es que sí, no las creía en absoluto.

—Definitivamente comenzaré a pensar que sabes lo de «comerle la boca», porque se lo has hecho a Ryuu—Bromeó, observando como las mejillas de su hermana se tornaban de un tono escarlata.

—Claro que no—Dijo inmediatamente y, cuando Amaya ensanchó su sonrisa, dispuesta a decirle algo más, se percató como la menor cambió descaradamente de tema—: ¿Qué harás después del combate?

Maya hundió las cejas.

—Te había dicho que papá pasaría por mí para ir al médico—Le recordó—. Tengo cita, me dirán si obtuve los resultados esperados o si me quedaré sin visión de este lado— Señaló su ojo izquierdo, a la vez que una expresión de tristeza se hacía presente en el rostro de su hermanita—. ¿Por qué? ¿Querías que hiciéramos algo?

Ahora la expresión de Kanako se iluminó y sonrió, como si estuviera dispuesta a comenzar con un malévolo plan que solo ella conocía.

—Vamos de copas.

¿Quién era esta niña y que había hecho con su adorable e inocente hermana menor?

¿Acaso Ryuu tenía algo que ver? Definitivamente no.

Ryuu era un pan de Dios, dulce e inocente, así que no. ¿Verdad?

—No puedes ir de copas aún, lista—Aseguró—. Aun tienes dieciséis.

—Pues iremos a cenar, tú y yo ¿Vale? —Cambió de plan casi a regañadientes—. Ponte más guapa de lo que ya estás y déjame el resto a mí.

«¿Qué tramas, Kanako?» Pensó Amaya. Sin embargo, no alcanzó a siquiera preguntarle, puesto que ella se despidió y comenzó a alejarse de su lado para ir a su lugar alrededor del desierto de cuatro esquinas junto a sus amigas.

Entonces, Amaya se armó de valor y comenzó a caminar hasta el vestidor de Kenzaki.

—Mierda, Amaya—Maldijo el chico de ojos grises cuando ella se adentró, sin dignarse a avisar, a su habitación mientras se cubría con una toalla—. ¿Qué haces aquí? Me pillas en mal momento.

—¿Podemos hablar?

Notó como Jun enarcó una de sus oscuras cejas ante la pregunta.

—¿Ahora sí quieres hablar? —Espetó—. Porque, según recuerdo, ayer que yo quise hablar, ni siquiera estuviste allí.

—Jun—Musitó, dando un par de pasos al frente y observando como el chico los retrocedía—. Por favor.

—¿Cuántas veces no fui yo el que te pidió que habláramos, Sanjo? —Bramó, sus cejas tornándose rectas por la creciente ira que comenzaba a arremolinar— ¿Cuántas veces me mandaste a la mierda y yo regresaba como un gilipollas hacía a ti porque te quería?

Maya no se dio cuenta del temblor de sus labios, mucho menos de que las lágrimas escocían sus ojos y que eso le ocasionaba comezón en el izquierdo, hasta que, con las palabras que dejaron sus labios, sintió una opresión en el pecho que le indicaba cuán difícil le resultaba que la respuesta a su pregunta fuera verdad.

—¿Quería? —Repitió— ¿Ya no me quieres, Jun?

—Joder, Amaya—Farfulló él, mientras lo veía acercase a donde se encontraba antes de que acunara su rostro con ambas manos y lo elevara para que pudiera verla a los ojos—. Claro que te quiero, ¿Cómo mierda no voy a hacerlo? Pero...

—Ya no quieres estar conmigo ¿verdad? La he cagado tanto, que es comprensible que no quieras.

—Amaya, no es eso.

—¿Y qué es?

Realmente temía la respuesta, sobre todo cuando Jun se alejó un poco de ella, rompiendo la cercanía que mantenían.

—Me vas a joder si decides irte de nuevo, Amaya—Confesó—. Me va a joder, y mucho, que ahora me digas que me amas y después huyas de mí como lo hiciste ayer. No quiero algo así, a medias—Advirtió, acercándose tanto que Maya pudo sentir su aliento mentolado rozando sus labios—, por lo que, si quieres estar conmigo, no te vas a ir de mi lado. No hasta que dejes de amarme. Esa es mi condición. Es hora de apostar, amor.

Maya contuvo el aliento al darse cuenta de la oportunidad que tenía enfrente. De que, todo eso que creyó perdido, estaba resurgiendo de las cenizas y que estaba solo en sus manos el poder de tenerlo de nuevo.

¿Tendría el valor para apostar a estas instancias del combate?

—¿En serio crees que podría dejar de amarte?

—Creí que nunca ibas a dejarme y ya lo has hecho unas cuantas veces, Amaya—Recordó, sus comisuras curvándose un poco—. Necesito estar lo más seguro posible.

Maya llevó sus manos hasta sujetar la nuca de Kenzaki, entrelazando sus dedos en el proceso y atrayéndolo un poco más hacia ella.

Había tomado una decisión.

Y esperaba que fuera la indicada porque, después de esto, no habría vuelta atrás.

—¿Cuáles serían los resultados de la apuesta, Jun?

La sonrisa del aludido no decayó en ningún momento.

—Ganar por completo o perderlo todo—Contestó—. ¿Qué decides, Amaya? ¿Te quedas conmigo hasta que dejes de amarme o cada quien sigue su camino como hasta ahora, sin el otro?

Amaya sonrió tanto, que su ojo se achinó con la acción antes de que sus labios rozaran delicadamente los del boxeador.

—No voy a dejar de amarte jamás, Jun.

Entonces, aquel roce se convirtió en algo más cuando sus labios se unieron, encajando como dos piezas de un rompecabezas y danzando como la balada más lenta y suave que podría existir, demostrando, de esta manera, que aquel sentimiento que había surgido en ellos desde el primer momento, no se había ido jamás.

—Por favor, Amaya, no te vayas—Pidió el chico de los ojos grises cuando se separaron, su respiración mezclándose con la de ella mientras la castaña observaba el rojizo de sus labios con una sonrisa.

—Ya no lo haré, amor. Te lo prometo.

Y, esta vez, Maya estaba segura de que sería así.

Sobre todo, cuando Japón se coronó campeón mundial frente a Grecia, logrando una victoria perfecta.

Ahora solo tenía que saber los resultados del médico, fuesen buenos... o malos.

***

¡Hola! ¿Cómo están? Pregunta: Del 1 al 10 ¿Qué tanto querían final Junaya? Porque, técnicamente, ya se los he dado x'D

¿O no? je, je

Definitivamente una frase icónica de la obra es: Ganar por completo o perderlo todo. ¿Ustedes qué creen? ¿Qué otra frase es de sus favoritas?

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Les gustó?

¿Creen que Jun y Maya se mantengan así, juntos?

¿Cuáles creen que sean los resultados del médico?

¿Qué creen que pase en la fiesta?

¿Creen que Kanako ya le ha comido la boca a nuestro Ryuuji?;)

Por cierto, como ya lo han visto al inicio del capítulo, este es el primer capítulo de los ocho que le quedan a ATEER [Incluyendo los 5 especiales], además del epílogo y el extra que también contendrá una sorpresita;)

Lo que quiere decir que, oficialmente, en diez  partes más, Jun, Maya y todos los chicxs nos dicen adiós:')

Esta semana me voy a poner pesada con las actualizaciones, avisados quedan. Espero que le den mucho amor a cada una de las partes porque eso me motiva a seguir y dar aún más de mí. Los amo.

No puedo creer lo mucho que hemos logrado con esta historia, de ser un fandom casi nulo a tener 1,055 vistas y 172 votos a lo largo del año y dos meses que ha cursado la historia, es realmente sorprendente.

Les aseguro que no va a ser la primera ni la última historia que lean de RNK, ejem, ejem Kath_Becks ;)

Ahora sí, quiero leer todas sus teorías y cosas que les gustaría ver en los próximos capítulos, especiales y demás. Todo es válido je, je.

¡Nos vemos pronto!

No se olviden de seguirme en mis redes para más contenido. Se los agradecería infinitamente.

¡Hasta el siguiente gong!