» Capítulo XXVI
Jun Kenzaki
—¿Sabes cómo alguien se considera en leyenda? —Le preguntó su padre cuando era niño.
Él negó con la cabeza antes de responder un firme:
—No.
—Cuando muere—Respondió—. Cuando alguien muere comienzan a alabar todo lo que hizo durante su vida, en lugar de hacerlo cuando aún respiraba. Así que, Jun, tú trata de convertirte en una leyenda en vida. No seas uno más del montón al que alaban cuando muere. ¿Entendido?
Jun endureció la expresión en su rostro y asintió.
—Sí, señor.
🥊🥊🥊
—¡¿Pero que tenemos aquí?! ¡Hay una última pelea! —Chilló un estúpido comentarista— ¡Y no es nada más, ni nada menos que entre la señorita Amaya Sanjo y una tal Nene del Clan Shadow!
No quería que Amaya subiera al ring.
Le aterraba la sola idea de que le pasara algo y, fue por eso, que le había dicho a Nene que sabía qué hacer.
Porque no quería perderla.
Pero Nene no le iba a hacer caso, mucho menos cuando fue Amaya quien la retó a un estúpido combate.
Siempre hubo una razón para que a Amaya no la dejaran boxear a sus anchas, porque realmente la mierda de la era en que habían nacido era una excusa. Nunca fue por eso, había algo más que le fue confiado por Takehito en su último encuentro.
Cuando se enteró de que habían golpeado a Amaya por una chica que se hacía llamar Shadow, supo que se trataba de Nene. Así que fue a enfrentarla a ella y a su hermano, con lo que no contaba era con que Takehito lo estaba esperando a las afueras de su mansión para hablar de lo que ocurría con Amaya después de mucho tiempo.
El vitoreo no se hizo de esperar, así como tampoco los malos comentarios de personas neandertales que aún no creían que una mujer pudiera boxear. Jun solo la observaba subir por las escaleras en una de las esquinas.
Y detuvo sus ojos más de lo necesario en los shorts cortos y rojos que Amaya tenía.
Sacudió la cabeza, alejando esos pensamientos.
No era momento para ponerse en ese modo.
—Menos mal no ha comenzado—Escuchó decir a sus espaldas, antes de que el chico gritara, eufórico—: ¡VAMOS, MAYIS! ¡TÚ VAS A GANAR!
Supo de inmediato que se trataba de Inoue. Y que también no se debió de sentir tan mal como lo hizo. Mientras que el recién llegado vitoreaba a su novia, junto a todos sus amigos, por estar cumpliendo uno de sus más grandes sueños, él solo quería bajarla del ring.
Se consoló diciéndose que era por una buena razón.
—¿Es necesario hacer apuestas? —Dijo Yahisa— ¿O damos el resultado final por hecho?
—Demos el resultado final por hecho, ¿No?
—Sí—Concordó Rin con su hermana—. Sabemos que Maya va a ganar.
Jun trató de encontrar la mirada de Kanako en busca de que alguien más supiera lo que podría pasar si Amaya recibía un solo golpe cerca de sus ojos.
Pero Kanako se encontraba ayudando a Ryuu y no se percataba de nada más.
—¡LE DIO! ¡Joder, le dio!
El grito que soltó la hermanita de Shinatora casi hace que su corazón se detuviera. Y, quizá lo hizo por unos milisegundos, pero cuando se dio cuenta de que no era a Amaya a quien habían golpeado, pudo latir nuevamente.
Amaya le iba a causar un infarto un día de estos, seguro.
Ahora estaba buscando la mirada de su hermano, pero él estaba hablando con la pelirroja, la hermanita de Ishimatsu.
Jun ya sabía que esa chica le gustaba. Ayer, cuando arreglaron sus asuntos para el combate, él se lo confesó. Esperaba que también se lo confesara a la chica que parecía más enojada que otra cosa.
Vio a Nene contra las cuerdas y deseó que Amaya le diera K.O de una vez, pero en lugar de eso solo le lanzó un Straight de izquierda. Su juego de pies era casi perfecto.
Aun recordaba como ella le había dicho la frase:
«Quien controle su puño izquierdo, dominará al mundo.»
Parecía que había pasado una eternidad desde eso.
Y también pensó que Amaya había comenzado a dominar al mundo, empezando por él.
—¡Mierda! —Maldijo Inoue y él enseguida volteó a ver el combate— ¿Cómo se libró? ¡Estaba acorralada!
Efectivamente, de una manera u otra, Nene se había alejado de las cuerdas... y ahora era Amaya quien estaba contra ellas.
—Hey, tú—Masculló Kenzaki, dirigiéndose a Yahisa—. Tú vas a ayudarme a parar esta mierda. ¿Dónde carajo está la toalla? Hay que lanzarla.
Yahisa lo miró, ofendida.
En eso, Amaya logró despegarse de las cuerdas.
—No vamos a lanzar nada—Le espetó—. Siempre ha querido boxear y tú, más que nadie lo sabe, así que no sé ni siquiera porque quieres detenerla de cumplir su sueño.
Apretó los puños, su mandíbula se tensó.
—Tú tampoco lo sabes, ¿No es así?
Yahisa lo miró, confundida.
—¿Qué se supone que deba de saber?
Jun entreabrió los labios, pero el estallido de la multitud interrumpió lo que iba a decir, mientras contaban en voz alta hasta el número diez.
Nene cayó.
—¡DOS! ¡TRES! —Sus hermanas también contaban, emocionadas.
Amaya lucía cansada y desde su posición podía ver como intentaba controlar su respiración. La conocía tan bien y sabía que ella nunca había combatido los tres asaltos.
Y ya llevaban dos.
—¡Nene del Clan Shadow se levantó a la cuenta de nueve! —Chilló el comentarista— ¡Aun está dispuesta a darle batalla a Amaya Sanjo!
—Amaya Sanjo lo está haciendo memorable—Dijo otro—. Estamos seguros de que todos recordaremos esta fecha por el resto de nuestras vidas.
Entonces, justo cuando el tercer gong sonó, lo que más temía Jun, ocurrió.
El golpe final.
Jun vio como ambas se lanzaron a por la otra y, a pesar de que el Straight de izquierda de Amaya fue mucho más rápido que el de derecha de Nene, esta última le golpeó en uno de sus ojos y, aunque Maya intentó esquivarlo, no pudo.
Así que, aunque ganó al final, pues Nene cayó por K.O., no le sirvió de mucho pues también ella había caído sobre el suelo de lona mientras sostenía su rostro con una de sus manos.
Y Kenzaki, sin pensarlo demasiado, corrió dentro del ring para sacarla de allí, esperando que no fuera demasiado tarde.
***
¡Holaaa! ¿Cómo están? ¡Hoy, 20 de abril, da un año que comencé a publicar ATEER!
Al principio solo comencé a escribirla porque quería hacerlo, no tenía motivaciones ni visiones para la historia, sin embargo, cuando la publiqué y vi que comenzaba a tener de a poco apoyo, fue cuando me mentalicé para dar aún más lo mejor de mí.
Sin embargo, hubo un momento en el que iba a abandonarla, no quería seguirla porque en ese momento pensé que me quitaba el tiempo con la escuela y demás, pero no pasó mucho para que Jun y Amaya me atraparan nuevamente y les diera todo de mí con cada parte.
Les agradezco a todos [Incluso los lectores fantasma, que espero den señales de vida algún día;)] por sus lecturas, votos, comentarios y quizá recomendaciones[Puesto que de vez en cuando veo a lectores nuevos por aquí], eso me motivó y sigue motivándome para seguir dándole vida y forma a una idea que surgió de la nada. Los quiero a todos <3
Ahora sí, vayamos a lo más importante y hablemos del capítulo, que me gusta echar el chisme con ustedes xD
Jun y Takehito hablaron días antes del combate ¿Lo esperaban?
¿De qué creen que hablaron?
¿Qué tiene Amaya? ¿Por qué nadie lo sabía?
¿Qué creen que pasará con ella?
¿Jun podrá hacer algo para ayudarla?
¿Arreglarán sus diferencias con esta situación de por medio?
¿Se dieron cuenta de que Shadow y Kath hablaban? ¿De qué será? ¿Por qué ella lucía molesta?
Shinatora y Sayuri también tenían una plática pendiente, y con Rin y Kawai tenemos una declaración de amor *Guiño, guiño*
¿Algo más que se me olvide y quieran comentar sobre hoy?:D
Coméntenme todas sus teorías de lo que creen que pasará en los próximos capítulos porque cada vez nos acercamos más al final y me gustaría saber que expectativas tienen;)
¡Nos vemos en algún día de esta semana o la siguiente!
No se olviden de seguirme en mis redes para más contenido. Se los agradecería infinitamente.
¡Hasta el siguiente gong!
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