Capítulo 21
Rod me miraba con los ojos abiertos de par en par luego de lo que le había confirmado.
-No puedo creerlo -expresó sorprendido.
-Así son las cosas -respondí encogiendome de hombros, estando más despreocupado.
-Solo te quedan tres días... ¿y aún no te has acostado con ella?
-Pues no... al parecer es mucho más de lo que yo pensaba... -suspiré apartando la mirada al pensar en ella, pero una sonrisa se me escapa sin darme cuenta.
-¡¿Y por qué sonríes?!
-No lo hago -hablé tratando de hacer desaparecer la sonrisa pero me era algo difícil.
-¡Tú...!
Lo callé cuando escuchamos como alguien llamaba a la puerta y al dar permiso de entrar vi a Jin asomándose.
-La reunión de las diez empieza en cinco minutos -avisó. Asentí comprendiendo y levantándome de mi lugar.
-Gracias, Jin, ahora voy -respondí arreglando mi camisa.
Ella me responde con un asentimiento de cabeza simplemente y vuelve a salir, pues tenía cosas que hacer en otra área.
-¡Te embrujó! -soltó Rod.
Lo miré con una expresión que expresaba mi cansancio y que pensaba que Rod comenzaba a ser un loco extraño.
-No lo hizo, solo es que me complicó las cosas -expliqué.
-Dylan... hasta yo puedo notar que te gusta, y ella no te complicó nada... sino que tú no estás intentando acostarte con ella, es más, creo que hasta lo estás evitando.
Rodé los ojos y fui hacia la puerta, decidido a terminar con esta conversación que me estaba sacando de mis casillas.
-¿Por qué lo haría? No me gusta ser un perdedor. Ya te lo había dicho pero lo volveré a decir, ella no me gusta. Métetelo en la cabeza de una vez.
-¿Ah no? Bien, si en serio estás diciendo la verdad, acuéstate con ella -pasó por mi lado para salir de la oficina-. Tienes tres días, Dylan. Tres.
Me detuve un momento para mirarlo con asombro por su insistencia, estaba comenzando a ser un imbécil. ¿O siempre lo ha sido?
-Rod, ¿qué te ocurre? ¿No estás feliz por ganar? -pregunté.
-No si es porque mi amigo se enamoró.
-Si así lo fuera ¿qué tendría de malo? Si eres mi amigo deberías apoyarme ¿no? -cuestioné.
-Prefiero que sigamos como estábamos antes de que volvieras a reencontrarte con ella. No me gusta este nuevo tú, tan monógamo y controlado por una sola mujer que te trae como si te hubiera puesto una correa.
-Llegaré tarde -ahora fue mi turno de pasar por su lado, usando una voz helada que incluso me sorprendió a mí mismo.
-¡Tienes hasta dentro de tres días, hombre! ¡Piénsalo mejor!
Apreté los puños y fruncí el ceño a la vez que tensaba la mandíbula. Esto estaba comenzando a irritarme más de lo que hubiera imaginado. Si desde un principio sabía que iba a ser así, jamás habría aceptado esta apuesta en primer lugar. Entré a la sala de reuniones cambiando mi actitud de inmediato.
-Buenos días -saludé tomando asiento.
Todos saludan igual y yo decidí empezar con esta reunión para distraerme de todo mi enfado con Rod. Pero en un momento, vi pasar a Jin fuera de la sala y me la quedé viendo, pero a su lado estaba Rod, quien me mira de brazos cruzados. Volví la mirada hacia el hombre que hablaba sobre el plan de negocios y dejé de pensar en Rod, en Jin o en esa estúpida apuesta.
De verdad fue algo muy infantil iniciarla...
Además. Jin no me trae con ninguna correa, eso sería imposible.
Pero bueno, solo debo de demostrarle a Rod de que está equivocado. Nada más y mi reputación estará a salvo.
A penas terminó la reunión luego de un par de horas, decidí buscar a Jin. La encontré en mi oficina, dejando unos últimos papeles en mi escritorio antes de irse, me acerqué con sigilo a ella y la tomé por la cintura desde atrás.
-Reina... ¿te gustaría acompañarme hoy a mi departamento? Se siente tan solo si no estás allí -murmuré contra su oreja, pude sentir como se estremecía.
-S..Seguro, claro -respondió apenada pero sonriendo.
Yo lo hice más ampliamente y la tomé por la cintura para guiarla hasta abajo, ella no me apartó pero podía notar que estaba nerviosa. Salimos del edificio siendo casi los últimos allí, nos subimos a mi autos y fuimos hasta mi casa. Subimos y apenas estuvimos cerca de la puerta comencé a escuchar música de adentro.
-¿Huh?
-¿Qué sucede? ¿Hiciste una fiesta o algo? -pregunta Jin volteando a verme.
Apreté los dientes y me agarré el puente de la nariz comprendiendo ahora porque ese estúpido me había pedido salir más temprano.
-Rod... -murmuré irritado y caminé molesto hasta entrar a mi casa.
Abrí la puerta de golpe y vi a varias chicas semidesnudas en mi sala, bebiendo de mi alcohol del bar y metiéndose donde se les daba la gana.
-¡Hey, hombre, llegaste al fin! -Rod aparece junto a dos chicas que besaban su cuello o lo besaban en los labios.
-Rod, ¿Por qué...? -me ignora completamente al ver quien entraba atrás de mí.
-¡Oh, Jin! ¿No quieres acompañarnos? Te divertirás -noté la mirada de Rod que se paseaba por el cuerpo de Jin.
Eso me irritó aún más.
Me coloqué en medio de ambos para que dejara de mirarla así, tuvo que levantar un poco la cabeza para ver mi rostro.
-Se acabó Rod, esta fiesta se terminó -miré a los alrededores y silbé con gran fuerza para llamar la atención de todas, la música se detuvo y las miradas ahora estaban en mí-. Todas ustedes, largo de aquí, ahora.
Ellas dudan por un momento pero terminan agarrando sus cosas y saliendo casi corriendo de mi casa.
-¿Qué, pero...? -las chicas que estaban con Rod también se van- ¡Oye, amigo! No arruines la diversión de esa forma.
-Te dije que no quería volver a tener contacto con ellas, ¿qué no me escuchas?
-Claro que no. Escucha, tú necesitas vivir tu vida, no estar atado a alguien, después se vuelven tóxicas y aburridas. Ya ni se te va a parar si te juntas con la misma todos los días.
Me pasé la mano por el cabello tratando de reprimir las ganas que tenía de golpear a mi mejor amigo.
-Am, Dylan... -Jin llama mi atención-. Creo que será mejor que me vaya...
-Espera, Jin -la tomé por la muñeca-. No lo hagas, dame un segundo.
Ella me mira dudosa y luego a Rod, suspira profundo y asiente estando de acuerdo al final. Me giré hacia Rod, mirándolo amenazante y molesto.
-Rod, quiero que te vayas de mi casa.
Él me mira sorprendido pero responde con un bufido y cruzándose de brazos.
-Bien, ya me voy.
Se va a buscar sus cosas del sofá y sale de casa, no sin antes dedicarnos una última mirada que supe exactamente porqué era. Lo fulminé y cerró la puerta con él afuera. Pude suspirar más tranquilo y miré el desastre que Rod y esas mujeres habían creado.
-Lo siento, limpiaré esto en un segundo. Si quieres puedes ir a mi habitación o... -sentí su mano en mi hombro y al voltearla a ver ella me estaba sonriendo.
-Tranquilo, puedo ayudarte.
-No tienes que hacerlo, en serio.
-No, pero me gustaría. Vamos, cuanto más rápido comencemos, más temprano terminaremos.
La miré con una sonrisa agradecido y asentí estando de acuerdo. Fui a buscar las cosas para limpiar y comenzamos lo más pronto posible.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro