Capítulo 13
Jamás he sido alguien que espera a una chica hasta que salga de las cosas que tiene que hacer, mucho menos con la mentalidad de subirla a mi auto y llevarla a su destino. Pero aquí estaba, frente a la oficina, recostado en mi auto y esperando por ella. Miraba mi celular con impaciencia pero todo eso desapareció cuando escuché el distinguido sonido de su andar en tacones.
-Al fin llegas, creí que pasarías la noche -comenté levantando la mirada-. Ven, te llevaré al bosque.
-No, gracias, puedo ir caminando -respondió pasando de largo.
Sonreí de lado y solté una risilla corta entre dientes antes de ir tras ella.
-No te hagas la orgullosa, Jin, y acéptame llevarte, debes estar agotada después de todo el esfuerzo que hiciste hoy.
-Si estoy cansada es por tu culpa, me tuviste corriendo de aquí para allá cuando terminé con los documentos -soltó volteando a verme fulminante.
-Es por eso que quiero recompensarte -me encogí de hombros-. Solo es un aventón, nada más.
Jin se me queda mirando un tiempo antes de rodar los ojos con desespero y derrota, sonreí ampliamente y nos acercamos a mi auto de nuevo. Le abrí la puerta como todo un caballero y ella entró tratando de ignorar mis gestos. Me subí del otro lado y puse en marcha el auto.
Las calles estaban casi vacías y era lo que más me encantaba, todo en silencio e iluminado solo con las luces de las farolas o la luna y estrellas, aunque de estas no se podían ver muchas estando en la ciudad. Puse música ligeramente para no incomodar tanto a Jin pero aún así la vi removerse en su lugar de vez en cuando y al mirarla sacudía su cabeza como si negara sus pensamientos.
-¿Pasa algo? -pregunté.
-Nada...
Ella se recostó contra el respaldo y volvió la mirada a su ventana. La observé un segundo pero ignoré su comportamiento por ahora. Volví a prestar atención a la carretera hasta que supe que nuevamente me estaba mirando, y la atrapé haciéndolo con un brillo intenso en sus ojos que me sorprendió por un instante. Ella se sobresaltó y apartó la mirada de nuevo.
-Si quieres... estaciono el auto y te dejo mirarme mejor -solté con arrogancia.
-Idiota... Por supuesto que no quiero eso.
-Sí, claro -respondí riendo.
Llegamos al bosque luego de unos minutos; estacioné el auto, ambos nos bajamos y yo me acerqué a ella.
-¿No tienes que irte a tu casa? -preguntó distante.
-Pensaba visitar a mi hermano, aprovechando que estaba por aquí. Lo siento por querer ver a mi familia -bromeé consiguiendo que ella frunciera los labios, avergonzada por lo que ella misma dijo, y entró al bosque-. Oye, espera. Era broma.
-Como sea.
Extiende sus alas a pesar de apenas haber entrado al bosque, miré a todos lados y por suerte no había nadie a la vista.
-Deberías tener más cuidado cuando saques tus alas, cualquier aquí podría verte -comenté pero ella me ignora y se va rápidamente.
Eso me hizo recordar aquella pregunta de cómo podía esconder sus alas, supongo que podía intentar. Saqué las mías y me acerqué a ella.
-Jin, quería preguntarte una cosa... -mencioné.
Ella me ignora de nuevo y yo pensaba en preguntar aún así, pero entonces se detiene de golpe y yo tras ella.
-¿Huh? ¿Qué sucede?
Jin se mantuvo en silencio e inmóvil pero entonces se gira hacia mí y me empuja con fuerza a la misma vez que escuché un disparo. Abrí los ojos de par en par al ver a Jin cayendo al suelo, apenas pude entender lo que acababa de ocurrir.
-¡Jin! -solté con preocupación.
Volé directo hacia ella y la atrapé un segundo antes de que llegara al suelo. La miré al rostro contraído por las muecas que hacía.
-¿Eres idiota? No debiste meterte -mis alas se agitaron por el peligro de escuchar pasos acercarse-. Debemos irnos, ahora.
-N..No puedo... agh... no puedo moverme... -murmura con esfuerzo.
Ambos miramos tras su espalda como estaba intentando mover sus alas pero apenas podía hacerlo. Me mira de nuevo, antes de dejar caer su cabeza sobre mi hombro.
-Oye, Jin.
Miré su cuerpo en busca de la respuesta que necesitaba y la encontré clavada en su costado. Allí mismo tenía un dardo tranquilizante, ahora vacío.
-¡Tsk! -chasqueé la lengua con molestia.
Nuevamente escuché ruido entre los arbustos y árboles. Me preparé con mis alas, cubriendo a Jin cuando los cazadores nos rodearon y nos apuntaron con sus armas.
-No creí tener que encargarme de esto, otra vez -espeté.
Todos sacaron el seguro de sus armas y en cuanto dispararon yo salí volando, esquivando todos los dardos y balas. Esquivaba aún en el aire pero sabía que no podía guiar a los cazadores a los clanes y tampoco podía pelear con Jin en brazos. Fui hasta tras de unos arbustos y dejé a Jin en la rama de un árbol, volví donde estaban los cazadores con sigilo. Aparecí tras uno y giré su cabeza hasta partir su cuello, matándolo al instante.
-¡Allí!
Agarré el cuerpo del cazador muerto y lo usé como escudo mientras disparaban, agarré su arma y disparé a todos los que podía mientras esquivaba y bloqueaba sus disparos. Pronto quedaron menos pero también me había quedado sin balas, maldecí y lancé el arma a un lado junto al cuerpo del cazador, volé hacia ellos esquivando y golpeé a uno hasta derribarlo, lo coloqué en frente y recibió todos los disparos de sus compañeros. Agarré su arma y disparé a los que quedaban, haciéndome cargo de todos ellos.
-Novatos -bufé soltando el arma.
Volví a donde había dejado a Jin y la vi completamente inconsciente por el paralizante. La tomé en brazos e inspeccione para confirmar de que no tenía ninguna otra herida de la que debía preocuparme.
Volé hasta su clan y de inmediato la llevé con los médicos para que la atendieran, así lo hicieron. Se la llevaron y yo me quedé afuera, esperando. Estaba impaciente con cada minuto que pasaba y eso me molestaba, a decir verdad. Quería noticias, ¿por qué me preocupaba tanto, joder?
Me levanté en cuanto vi a un médico salir de su habitación y dirigirse a mí.
-Los efectos del paralizante pasarán en unas horas, no se preocupe, estará bien.
-Bien, entonces... puedo irme -aseguré más despreocupado.
El doctor asiente extrañado, supongo que pensó que quería pasar a verla. Suspiré aliviado y pasé por su lado para irme de aquí, pero al cruzar por la habitación de Jin justo cuando una enfermera entraba allí, la vi de casualidad. Estaba dormida en la camilla y siendo atendida por la enfermera que luego de unos pocos análisis se fue. Me quedé pensativo para luego entrar.
Así conseguiré más puntos con ella ¿No? Si piensa que me preocupo por lo que le pase, supongo que estaría bien... No es por otra cosa.
Me senté en una de las sillas junto a la cama, la observé detenidamente hasta que acerqué mi mano y quité un mechón de cabello rebelde de su rostro. Volví a acomodarme en la silla y me mantuve a su lado, esperando a que despierte.
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