Capítulo 11
-Oye, ser tu secretaria... ¿no me llevará todo mi tiempo, no? Aún tengo cosas que hacer aquí -preguntó Jin mientras estábamos comiendo.
-No te preocupes. Sabrás todo lo que ocurre y además, ahora tienes a muy buenos guardias cuidando de tu clan, no correrán peligro alguno -respondí con una leve sonrisa para calmarla y que supiera que estaba hablando en serio.
Ella aún así duda un momento pero termina asintiendo sin otra opción mas que aceptarlo. Esto es tan interesante... jamás la he visto así, aceptando todo lo que alguien le dice.
-Oye -llama mi atención de nuevo-. Quería preguntarte... ¿Por qué haces todo esto?
-¿Hm? -cuestioné mirándola un poco confundido.
-Digo, desde que regresaste estás... tratando de acercarte a mí aunque te he tratado muy mal... -explica apenada y bajando la mirada.
Me descubrió. Solté una leve sonrisa mientras me acomodaba en mi lugar y la miraba con intensidad, cosa que la hizo revolverse en su lugar y tratando de no hacer contacto visual conmigo.
-En realidad... siempre lo quise -solté captando su atención-. Desde que te conocí me interesaste, créeme, nunca había conocido a una mujer tan fuerte como tú, además de valiente y sacrificada por tus seres queridos. Te admiro, Jin pero también me atraes cada vez más.
Ella me mira realmente sorprendida y con las mejillas sonrojadas, pero pronto todo ese color rojizo se extendió a su rostro entero. Bajó la mirada de nuevo, acariciandose la nuca con nerviosismo. Pff... esto es fácil.
-¿Te atraigo? -cuestionó, respondí asintiendo con la cabeza y tomé de mi bebida- ¿Incluso ahora? ¿Después de todo?
-Incluso ahora -aseguré-. De verdad que cuando estoy cerca de ti, ni el tiempo importa, podría pasar días enteros escuchándote hablar y jamás me aburriría.
Intentó esconder su rostro sonrojado de mí al cubrirse con sus manos, pero enseguida la tomé de ellas y las aparté para ver mejor su rostro, aunque también apartó la mirada. Solté una corta risa y tomándola por la barbilla, hice que me volteara a ver sin escapatoria.
-Jin... eres hermosa, amable, respetuosa y una muy excelente líder... llamaste mi atención sin dudarlo. Lo digo en serio.
--Y..Yo... am... -se veía tan avergonzada.
Creí que era el momento, acercaba mi rostro al suyo y ella no se apartaba de mí. Sonreí de lado cuando nuestras respiraciones se mezclaron y nuestros labios estuvieron a centímetros de rozarse. La vi entrecerrando los ojos y eso me incitó a acercarme más, pero abrí los míos de par en par cuando sentí sus manos en mi pecho, deteniendo mi avance.
-C..Creo que mejor es que nos vayamos... -soltó antes de levantarse.
¿Es en serio? No puedo creer que esté haciendo esto de verdad. ¿Dejarme así?
Estuve tan cerca de pasar al siguiente nivel, pude ver mi oportunidad de ganar al alcance de mi mano, pero todo se esfumó por completo por una simple acción de rechazo.
Solté un suspiro y me obligué a calmarme para no estropear esto, debí imaginarlo, Jin no me besaría tan fácil. Ella se voltea y fue por ella que reaccioné y me di cuenta de que me había quedado mirándola.
-¿Q..Qué? -preguntó.
-Nada. Solo apreciaba lo hermosa que eres, es todo -sonreí, levantándome junto a ella-. Y no te preocupes por la comida, yo pago.
-No, no, no, yo puedo pagar mis propios gastos, solo...
-Lo siento, Reina, no aceptaré un no, sé que eres capaz pero quiero hacerlo por ti -saqué mi billetera y dejé el dinero en la mesa para luego tomarla por la cintura y salir del lugar.
Me sorprendió que me dejara tomarla así por más tiempo de lo habitual, pero tampoco me sorprendió cuando me apartó el brazo y miró hacia otra parte, nerviosa. Nos detuvimos de caminar cuando yo me coloqué frente a ella.
-Bueno, tengo que irme -extendí mis alas a la vez que sujetaba su mano y me inclinaba para besar sus nudillos-. Nos vemos, Reina.
Ella se veía de nuevo sorprendida y desconcertada, no pudo responder o reaccionar ante mi acción tan repentina. Sonreí y le guiñé el ojo como despedida antes de darme vuelta y alejarme volando de su clan. Volví la vista hacia ella por un instante, notando que aún seguía en shock, mirándome. Sonreí victorioso y fui hasta mi auto para ir a casa.
En el camino, tomé mi celular para llamar a una chica para que fuera a mi departamento y llevara a algunas amigas. Quería disfrutar de este tiempo libre que tengo ahora y ¿qué mejor forma que con sexo?
Entré a mi departamento y me serví un trago, pues siempre disfruto mejor de las mujeres cuando bebo alcohol. Fui a mi habitación un segundo, pero me mantuve quieto por un segundo cuando vi mi camisa, bien doblada, sobre la cama. Era la que le había dado a Jin anoche.
La tomé entre mis manos y la observé, recordando aquel momento en el que la vi en mi puerta, tan destrozada y alterada. ¿Por qué es que me molesta tanto verla llorar? ¿Qué se supone que le sucedió? ¿Quién fue el responsable de hacer que su clan peleara? Sea lo que sea, no es de mi incumbencia.
Tiré la camisa al cesto de ropa sucia y volví a tomar de mi trago, completo de un tirón. Fui a sentarme al sofá pero igualmente, las imágenes de Jin acostada aquí me jugaron en contra. Ver su cuerpo al descubierto... no era como el de una modelo, era como el de una Diosa. Perfecta. Y su rostro al dormir... estaba tranquila.
Recordé cuando sequé su cuerpo y la vestí... dejé escapar una sonrisa porque ahora sí me estaba dejando llevar por mis pensamientos. En ese momento llamaron a la puerta y al abrir dejé pasar las chicas que había invitado.
-Justo a tiempo -murmuré sonriendo ampliamente y entrando junto a ellas para llevarlas a la habitación.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro