31. Reescribí un capítulo completo por pendeja.
¿Recuerdan que en azul dije "replanteé"? Bueno, mi definición de volver a escribir TODO este capítulo es esa.
Jajan't.
Así que si, lo que pasó en el capítulo anterior no es el canon, pues la verdad sentí que esa decisión fue una basura y no me ayudaría con el desarrollo de personaje tan apresurado.
Quiero desarrollar a Marcy y Anne, y sentía que con lo que había pasado antes solamente se le estaba dando desarrollo a Sasha.
Espero que les guste lo que salió esta vez jiji.
♠♥♠
-Marcy, necesitamos hablar.
La pelinegra no se sorprendió al escuchar a su madre hablar detrás de ella, pues desde pequeña había tenido la costumbre de memorizar los pasos de las personas.
El sonido que su madre hacia al caminar se le había quedado grabado, y sería difícil borrarlo de su mente.
Volteó hacia la señora Wu y puso una mueca, se encontraba trabajando en un diseño que le había prometido a una socia de su madre, lo último que quería era ser interrumpida por aquella mujer.
-Mamá, estoy ocupada, recuerda que tu socia me encargó un diseño y...
-Amor, lo tuyo es el modelaje, no el diseño, así que no siquiera lo intentes.
Marcy tragó grueso y jugó con el lápiz entre sus dedos, haciéndolo chocar contra la mesa y causando un sonido irritante que llenó la habitación, pues ninguna de las dos hablaba luego de aquella oración.
La pelinegra cerró su cuaderno de dibujo con el diseño de un vestido de boda blanco hermoso, hizo la silla de ruedas hacia atrás y se puso de pie para seguidamente ir detrás de su madre.
Para su sorpresa, en lugar de ir hacia la sala donde solían hablar entre las dos, fueron a la oficina de su madre.
La puerta estaba cerrada como de costumbre, pues nadie además de la señora Wu y los socios que ella llevaba a casa tenían permitido entrar a la habitación, ni siquiera Marcy podía entrar.
Eso era extraño y le generó una punzada de inquietud a la pelinegra.
Su madre sacó la llave del bolsillo de su falda ajustada a sus caderas y abrió la puerta de madera, acariciando en el proceso la puerta como si fuera lo más preciado en esa casa para ella.
Al entrar, pudo observar que la habitación no era para nada pequeña, y a diferencia del lugar de trabajo de su padre, esta estaba completamente en orden y no había nada raro o fuera de lugar, habían varios cuadros con fotografías de las revistas en las que su madre había trabajado y varios sillones carísimos que seguramente su madre amaba con su vida.
El escritorio estaba hecho de madera, lijado, si pasabas la mano por sobre este, no habría ni rastro de polvo o suciedad, encima habían varios folders y revistas junto con el nombre de su madre en una placa. Marcy se sentó en la silla color salmón frente al escritorio y se cruzó de brazos, incómoda.
-Ayer hablé con los padres de Sasha — comentó — me contaron algo... Curioso.
-Mjm.
-Me dijeron que Sasha había insinuado algo sobre que eran familia — Esto último fue pronunciado con repulsión.
Marcy tenía la mirada fija en la placa con el nombre de su madre, incapaz de ver otro lugar que no fuera ese.
-Ella miente.
-Cariño, yo creo que estás confundida, ¿Sabes? — La señora Wu suspiró — las redes sociales influencian mucho con sus campañas "progresistas", por ejemplo, están haciendo que tú quieras experimentar fuera de lo normal, amor, sé que tú vivirás del modelaje, pero si sigues dejándote influenciar por sus charlatanería barata de "todos los cuerpos son hermosos" solo subirás de peso, así como lo estás haciendo ahora.
-Mamá, yo estoy en el peso normal, no te entie...
-No, Marcy, no estás en el peso normal — su madre se puso de pie y caminó hacia ella, tomó su brazo y obligó a Marcy a ponerse de pie — Ya sabes que tiene que pasar para que tú estés en el peso correcto.
-Todos mis dedos deben cerrarse contra mi muñeca...
-Exactamente — su madre asintió — ahora, intentalo.
Marcy tragó grueso y llevó una de sus manos hasta su brazo, en su muñeca comenzó a hacer lo que su madre le había enseñado desde pequeña.
Dos o tres dedos fueron la excepción y eso hizo que la señora Wu sonriera sin gracia, sus ojos reflejaban decepción.
Mientras que en los ojos de Marcy, una capa de lágrimas se formaron.
Aún con la mirada fija en sus manos, Marcy sintió como su madre la abrazaba, un tanto temerosa, aceptó el abrazo, pero se sintió mejor al instante.
Sollozó en el hombro de su madre y se aferró a sus brazos, hasta que esta la alejó un tanto brusca.
-Marcy, eres mi hija, y te quiero, pero dees saber que no tendré a una enferma en mi familia.
-¿A qué te refieres...?
-Yo se que Sasha no estaba mintiendo e incluso sé que ahora estás en un "poliamor" con otra chica además de Sasha, así que, quiero que recojas tus cosas y te vayas de casa hasta que aprendas lo que es la vida verdaderamente.
Marcy sintió que su corazón se destrozaba en mil pedazos en cuanto escuchó aquellas palabras salir de los labios finos de su madre.
Las manos le comenzaron a temblar y el corazón se le aceleró, sus piernas temblaban, en cualquier momento se caería al suelo de rodillas pero su madre no se interesaba en eso.
Simplemente la observaba firme, sin tener la intención de retirar sus palabras. Soltó un bostezo y seguidamente señaló la puerta, colocó sus manos detrás de su espalda y caminó hasta la silla.
Marcy se quedó helada en su lugar e incluso buscó la mirada de su madre intentado encontrar algo que le dijera que su madre estaba bromeando.
-No puedes hacer eso.
-Tu padre no está en casa, yo mando aquí.
-Mamá...
-Señora Wu — corrigió fríamente.
Marcy soltó un sollozo y se llevó una mano a la boca.
Todos los recuerdos de lo que su madre le había hecho pasar durante toda su vida volvieron a su mente.
La había obligado a dejar de comer durante días para poder mantener la figura que las modelos debían tener para ser exitosas, le había arrebatado parte de su adolescencia ya que se la pasaba en estudios fotográficos y era expuesta en revistas, le había arrebatado su niñez para que ella viviera el sueño que la señora Wu no había podido cumplir.
Le había arrebatado lo esencial y la había llenado de cosas materiales para disimular esto, pues aunque había tenido las tiaras más hermosas y brillantes en conjunto con los vestidos larguísimos de princesas...
Su madre nunca le había dicho que estaba orgullosa de ella, su madre nunca le había dicho que la amaba, su madre nunca la había llevado a comer helado en un día de verano como lo hacían las madres de sus compañeros en la escuela.
Hizo un puño con sus manos y volteó hacia la señora Wu.
-¿Por qué ahora...?
La señora Wu levantó la mirada, confusa.
-¿Por qué ahora, por qué no antes de hacerme sufrir tanto?
Su madre suspiró.
-Porque antes eras normal y valía la pena cada centavo que gastaba en ti.
Marcy salió de la oficina y caminó hasta su habitación.
Tenía suerte de que la señora Wu le había permitido llevarse sus cosas, pues recordaba que los señores Waybright solo habían dejado que Sasha se llevara un par de vestimentas, su guitarra y nada más.
Pero aún así, solamente metió ropa en una maleta pequeña, sus libretas de dibujo y sus materiales de arte en una mochila y bajó las escaleras luego de haber cerrado la puerta con fuerza.
Arrastró sus cosas hasta la salida y abrió la puerta de la entrada, salió y sintió que el aire nocturno la golpeaba al instante.
Cerró la puerta y caminó hasta el gran portón, era de noche, bueno, de madrugada, estaba helado y seguramente llovería en algún momento.
Se sentó en la acera y se refugió en su suéter gigante de crochet, que había sido regalo de su padre y observó en silencio los autos que pasaban frente a sus ojos durante un par de minutos. No tenía miedo de lo que le podría pasar esa noche, pues su mente ya tenía sufriente con lo que lidiar como para tener que pensar en los peligros de ser una chica sola en la acera en una madrugada.
Finalmente, tomó su teléfono e inició una llamada grupal entre Sasha y Anne, quienes seguramente estarían despiertas pues las dos solían desvelarse trabajando en cosas que habían dejado para luego.
Y efectivamente, ellas respondieron al instante.
-Ya no aguanto — dijeron al unísono en cuanto la llamada comenzó.
Marcy rió ante esto.
Escuchar las voces de sus novias era como la melodía más hermosa ante sus ojos, lo único que necesitaba en ese momento además de verlas.
La pelinegra tembló en cuanto una brisa la golpeó, haciéndola recordar que estaba fuera de su casa en plena madrugada helada de invierno. Puso una mueca.
-¿Pasó algo, Marbles? — Anne preguntó.
-No es normal que estés despierta tan tarde — Sasha acompañó.
-Bueno, mi made me corrió de casa.
No habían pasado ni cinco minutos cuando un taxi apareció frente a sus ojos y de este se bajaron sus dos novias, completamente preocupadas en cuanto la vieron sentada en al acera de la calle junto con su maleta y su mochila.
Pasaron la noche juntas en el departamento de Anne y dijeron que ese sería el lugar en el que Marcy se quedaría aunque insistió muchas veces en que no quería ser una molestia.
Ellas la ignoraron por completo y la ayudaron a ordenar sus cosas en el armario, algo que no había sido difícil pues Marcy había tomado poca ropa, básicamente la que su padre le había comprado, pues la mayoría habían sido regalo de su madre.
Lo que si costó fueron las libretas y los materiales, pues esta estaba llena hasta el tope, pero le hicieron un espacio en el armario a varias libretas y guardaron los materiales restantes en las gavetas de la cocina.
No preguntaron sobre lo que había pasado y Marcy agradeció eso, no se sentía lista para explicar todo lo que había pasado esa noche, lo único que quería era pasar el resto de la madrugada con sus novias y nada más.
Y eso fue lo que hicieron, Marcy durmió entre los brazos cálidos de Anne y Sasha esa noche.
♠♥♠
Esto me gusta más que lo anterior 😈😈😈
¿Ustedes que opinan?
No tengo mucho que decir esta vez así que me despido.
Nos vemos ♡︎
♠♥♠
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