Aún con la sensación de dolor en mi pierna sonrojada me acerque a los muchachos al llegar sonreí avergonzada y vi a Andy y este agachó su mirada a la comida.

— Disculpa, Inred... la profesora de artes necesita un favor, quiere saber quienes son los chicos más delgados de la clase.—le dije apenada mirando a Andy que me desviaba la mirada.

— esta bien, ya le tendré esa lista, por lo que tendremos que apuntarte a ti de primero — bromeó y vi a Andy reírse y tapando su sonrisa y tonteando con sus dedos.

— Será — respondí e Inred sonrió sarcastico — pero no sé que estará pensando, espero que no sea ningún desnudo— me sacudí avergonzada.

— Tranquilo huesos, si es un desnudo soy yo el primero en colocarte en una olla para que hagan una sopa de sobras con esos huesitos—. Dijo sarcástico

- gracias— conteste de mala gana y me fui.

....

Un rato más tarde, Inred junto a la profesora llamaron a los más delgados del salón, que no éramos muchos y pasaríamos su casting de pre—selección para la locura que ella tramaba, mirándonos detenidamente necesitaba "modelos" para su obra. Y al finalizarlo qquedamos seleccionados: un chico llamado Sebastián, de la misma clase que yo desde primer año ganando por sus características ya que él era un chico con el cabello largo negro hasta los hombros y facciones Hindúes bastante andrógenas y yo Angel, el pequeño y delicado del grupo y del grupo de Andy que era de chicos con bastante músculos serían para el día siguiente.

No sabía que iba a ocurrir, pero este día era con pintura de modelos según ella de " sexo no definido" como los querubines del cielo, según ella, aunque Sebastián y yo no sabíamos si ofendernos o sentirnos ¿halagados?. Lo que ninguno se le paso por la mente que cuando nos selecciono hoy, que sería para travestirnos menos al menos no eran desnudos mientras a Sebastián le colocó un traje de amazona a la fuerza.

— ¡te ves hermoso!.—-. dijo ella sonriendo como una desquiciada ya que tenía una risa bastante característica porque parecía el aullido entre una hiena y una bruja. La señorita Margotte tenía unos 25 o 27 no sabíamos bien con el pelo largo hasta la cintura de color negro, ojos grandes y labios grandes, tenía unos enormes pechos muy enormes, siendo la fantasía de todo adolescente en el colegio, pero había algo en ella que no hacía que nadie se fijará por mucho tiempo ella: capaz era su personalidad o mejor dicho... Si era su personalidad, al ser una prodigio en la pintura pero según las historias de pasillos tanto inhalar "óleo" en su estudio le había afectado un poco el sentido común por lo que se le chispeaban algunas cosas comunes.

— Señorita Margotte, esto es vergonzoso... Mírame se burlaran de mí- se quejo Sebastián avergonzado.

— esto es arte, ninguna chica está permitida y yo tengo que supervisar las obras y usted señorito tiene el tipo de una amazonas de princesa guerrera como Xena. ¡ sal Señor ángel!— gritó.

—¡no quiero...!— me quejé desde el vestidor.

— sal o te saco yo.. — ordenó ella con firmeza mientras iba hacia la puerta, salí tropezando un poco ella había elegido para mi un vestido corto de los años 20 y me colocó unos tacones medianos, el vestido quedaba pegado a mi cuerpo de lentejuelas plateadas y doradas, además que mi cabello lo dividió por el medio con gel para peinar para parecer lo que ella asociaba con una hija de coco chanel como decía ella cuando me estaba peinando antes de salir.

— profesora no quiero que nadie me vea así.. —dije apenada viendo mis piernas lampiñas y delgadas que parecían piernas de chica...por que si.. eran de chica.

— te ves hermoso, como si fueras una chica, dan ganas...- de espera un momento sacó de su bolso un lápiz negro.. — cierra los ojos — y yo negué con la cabeza — cierra o te aplazo la materia — me amenazó molesta y loos cerré rápidamente sintiendo el marcador negro delinear mis ojos y luego en otro rato sentí como ella empezaba a delinear los labios.

—¡ wow!, te ves hermoso— me halago Sebastián guiñandome el ojo,— solo te faltan dos enormes pechos y trasero y serias definitivamente mi chica ideal..— dijo riéndose..

- no creo que al consejo le gusta esto.. — Dije molesta..

- le tiene que gustar, ellos son los que prohibieron las chicas y los desnudos en clase de artes— se quejó molesta— Sebastián y Angel así que vamos ¡salgan! — dijo mientras nos sacaba de patadas del salón y en pasillo escuchaba varios siseos y silbidos, podía ver a los diferentes chicos dejar de hablar para mirarnos... más que todo las miradas se dirigían hacia mí preguntando quién era ella o como se llamaba.

—Nuestro Angelito y Sebastián son sus modelos así que pinten por favor.—. dijo mientras nos sentaba en el medio de la clase y ambos nos miramos incómodos — Allez, hagan una pose idiotas— mandó ella furiosa, nos sentíamos incomodo pero mire a Sebastián que se acomodaba a su traje como nadie y sonreía.

Pude sentir una mirada punzante y estaba vez no era la de Inred que siempre me miraba feo, si no la de alguien más.. ¡demonios! era Andy que estaba sorprendido y rojo de la ¿rabia? ¿Por qué estaba molesto?

Yo me sentía apenada, pero ese rostro se aflojaba al pintarme, me sonría pero no de la misma forma, era diferente mientras me pintaba con habilidad, yo estaba sentada apenada sintiendo las miradas fuertes encima de mi desnudándome, cuchicheando de nuestros trajes pero mire a Sebastián que estaba feliz con su papel de amazona con una espada y una armadura femenina por lo que se veía incluso masculino y yo tan pequeña y roja de la vergüenza.

—¡Sonríe! no pierdas la sonrisa.— gritaba la profesora y en esta situación ya no me importaba aplazar artes, miraba a Andy que estaba frente a mí y fueron las 2 horas más largas.

¡Chicos! Debido a nuestros modelos no pueden estar así toda la clase y ellos necesitan trabajar en su obra, he decidido que tendré que para la próxima clase publicar una foto de ustedes mis niños, para que los chicos continúen sus dibujos ..— dijo ella sonriendo y en ese momento, senti el flash incandescente frente a mi.

— profesora, ¿puedo tener una foto para continuar mi pintura?— Preguntó Andy mientras me miraba desafiandome y yo negaba con la mirada – ¡si lo haces te mato! decía en mi mente esperando ser escuchada-.

-—claro,— respondió ella feliz,— te la enviare a tu correo, pero si quieres tomala tu mismo— dijo mientras le daba la cámara alegre saltando como una loca por el salón tarareando una canción en francés y corrigiendo los dibujos, él me tomo la fotografía y sonrió sarcásticamente al verla..

- la hora termino así que váyanse chicos — ordenó mientras miraba los dibujos.. cuando corría de nuevo al cambiador sentí una mano que apretaba mi brazo fuertemente y me giré sorprendida.

— ¿así que eres un homosexual?— se burló Andy .

—¡ déjeme! Sebastián también esta vestido así y nos amenazó con aplazarnos..— respondí incómoda.

- mírame Angelito, te ves lindo maquillado de esa forma.. dijo limpiándome los labios con su dedo.

—¡ déjeme! tengo que cambiarme.— me aparte molesta.

— incluso caminas bien en tacones.—.

— !!Que me dejes!!. — le grite empujándolo fuertemente casi tropezando con la pared , él me quedo mirando mientras yo sentía las lágrimas caer por mis mejillas de la vergüenza sintiendo el ardor dentro de mi como si ya iba a explotar de la rabia contenida. Me fui directo hacia la habitación corriendo aun con el vestido extraño llorando por la incomoda situación.

Mi único amigo me odiaba.. me quité los tacones por que casi ni podía correr en el pasillo, tropezando de frente con alguien y la verdad me senti como habia sido en mi comienzo en este lugar tropezando, con algún desconocido y terminando en el suelo.

- miren quien esta por acá.. —dijo una voz conocida, estaba en el piso con la cara toda manchada de delineador por las lágrimas y este me tomo por la cintura — vaya mírate toda una señorita y abrí los ojos sorprendida.

-¿ william..? — no era el mejor momento para verlo y menos asi, con los mocos saliendo de mi nariz y el rostro manchado se tinta.

- ven — dijo mientras me tomaba en sus brazos y llevaba a mi habitación cargada en sus brazos, me sentía como una princesa pero no debía nublar mi mente.

- William.. bájame.. —dije apenada mientras pataleaba incomoda-.

-!sushh! silencio— se dirigió hacía el pasillos de las habitaciones y al llegar a mi habitación empujo la puerta y me arrojo en mi cama.

- ¿Cómo...?

-— lo se todo niña, quítate esa ropa y lávate la cara — ordeno— no quiero que nadie te vea como una hermosa señorita..— dijo con una sonrisa, me guiño el ojo mientras cerraba la puerta de la habitación y me miró examinandome-

—pero... no me haga nada, por favor— me cubrí el pecho y empezó a reírse por el comentario

- callate tonta— dijo con amabilidad y aflojó su corbata y se sentaba en la cama que estaba frente a mi.. — por lo visto Margotte se divirtió esta tarde ¿ no? — yo aún tenia los zapatos en mi mano y asentí con la cabeza, William se agacho y me tomo la pierna.

Yo sorprendida lo aparte aunque él rodeaba su mano en mi tobillo con esa sonrisa en su rostro que me hacía sentir incómoda.

— ¿Esto es am....?—

William me miro detenidamente..

— Esos tacones son más grandes que tus pies de cenicienta, por poco te tuerces el tobillo, pequeña. Anda a cambiarte antes que levantes sospechas— se levantó y se dirigió hacía la puerta le quitaba el seguro y salió guiñando el ojo y me sonrió.

— deja de llorar, nadie quiere a una llorona— se burlo, pero luego me miro con cariño, sentía aun las lágrimas tibias en mi mejilla y regresandose donde yo estaba sentada se coloco cerca de mi frente a frente y sin saberlo me beso la mejilla llevándose una de mis lágrimas.

— ¡pervertido.! – le dije furiosa arrojándole un cojín que tenía a la mano y me sonrió triunfante