Jimin y Yoongi, a pesar de sus diferencias en cuanto al estilo de vestimenta, parecían complementarse de manera perfecta.

Jimin había optado por un conjunto relajado y lleno de energía, con shorts cortos, una camisa oversize y una gorra que le daba un toque de frescura y juventud. Por otro lado, Yoongi vestía con elegancia, con pantalones de vestir y una camisa blanca de botones que acentuaba su madurez y sofisticación.

A pesar de estas diferencias, sus elecciones de atuendo destacaban aún más la singularidad de cada uno y hacían que resaltaran cuando caminaban juntos. Jimin se aferró al brazo de su novio, mostrando su entusiasmo por el día que tenían planeado.

—Estoy ansioso por inscribirme en la academia. —Aceptó Jimin aferrándose al brazo de su novio. —Muchas gracias.

—Vamos o llegaremos tarde a nuestra cita. —Contestó, mientras guiaba a Jimin hasta el automóvil.

Jimin se sentía emocionado mientras se dirigían hacia la academia de baile que siempre había soñado con visitar. La brisa de la mañana revolvía su cabello.

Al llegar a la academia, Jimin sintió un cosquilleo de emoción en su estómago. El edificio era impresionante, y las ventanas del salón de prácticas estaban decoradas con espejos que reflejaban la intensa luz del día. Se acercaron a la recepción, donde una amable recepcionista les dio la bienvenida.

La recepcionista les proporcionó un recorrido por la academia. Jimin se veía en el reflejo de los espejos, imaginando los pasos de baile que pronto aprendería allí. Podía sentir la emoción en el aire, y sabía que este era el lugar donde pertenecía.

Cuando terminaron el recorrido, Jimin se acercó a un afiche que anunciaba un próximo taller de danza en pareja. —¡Mira, Yoongi! Deberíamos inscribirnos en este taller juntos.

Yoongi asintió con entusiasmo. —Sería genial aprender a bailar contigo, pero no tengo tiempo y tengo 2 pies izquierdos.

Jimin no pudo evitar hacer un puchero juguetón cuando Yoongi le negó la idea de tomar un taller juntos en la academia de baile. —¿No puedo hacer que cambies de parecer? Es algo que siempre he querido hacer junto a la persona que amo.

—No sirvo para bailar... Seguiremos con la inscripción para Jimin. —Llamó la atención de la secretaria y procedió con la inscripción a la academia de baile.

Una vez que todo estuvo listo, salieron de la academia de baile juntos, y en lugar de dirigirse directamente a casa, Yoongi sorprendió a Jimin llevándolo a una hermosa cita romántica.

Jimin se sintió un poco confundido cuando Yoongi estacionó el auto frente a un elegante restaurante. Sin embargo, su confusión se desvaneció cuando Yoongi le abrió la puerta del coche y le anunció con una sonrisa. —Tendremos una cita, no puedo bailar contigo pero puedo hacer estas cosas por ti.

Jimin asintió emocionado, luciendo una sonrisa radiante mientras entraban juntos al restaurante. Dentro, Yoongi hizo una solicitud especial al pedir una habitación privada para su cena, lo que hizo que la experiencia se sintiera aún más exclusiva y especial.

Durante la cena, Yoongi consintió a Jimin al comprarle todo lo que quería. Jimin se sintió mimado y amado por su novio, apreciando cada gesto y esfuerzo que Yoongi ponía para hacer de esa cita una noche inolvidable.

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Jimin y Yoongi, completamente envueltos en un beso apasionado, no se dieron cuenta de la presencia extraña quien les había observado desde que atravesaron la puerta principal. La sorpresa fue abrumadora cuando escucharon la voz de un antiguo amor.

—Yoongi, regresé. —Murmuró llamando la atención en un tono que dejó a Yoongi congelado en su lugar.

Su primer amor, el mismo quien una vez le rompió el corazón, había vuelto de repente a su vida, interrumpiendo su momento íntimo.

La sorpresa y la incertidumbre llenaron la habitación mientras los tres se enfrentaban a una situación inesperada y llena de emociones encontradas.

—SeokJin...